CAPITULO 39. El maknae lo sabe...
Jungkook.
—¿Donde esta Namjoon?.— Yoongi hyung estaba sumamente serio —Me estaba buscando.
—Namjoon no se donde esta, hace rato que no lo veo.— Respondí —¿Has visto a Jimin y Taehyung?.
—Si, fueron al baño.— Se limitó a responder. Para después dejarse caer sobre el sofá, tomándose un vaso de whisky de un solo trago. No se miraba nada contento.
Me puse de pie dispuesto a buscar a mis amigos. Fui directo a los sanitarios pero fracase.
Por suerte me encontré con Andrew, uno de nuestros guardaespaldas y a veces chófer.
—Andrew, ¿Estas divirtiéndote?.— Sonreí al hacerle la pregunta.
—No Jungkook, sabes que estoy trabajando.— Si, aun aquí nos tenía que cuidar.
—Cierto.— Asentí —¿Has visto a Jimin?.— Si alguien debería saber, sería él. Ese era su trabajo.
—Se fue con Taehyung al estacionamiento.— Dijo muy tranquilo.
—Pensé que tenias que cuidarnos.
—Si, lo hago.— Siguió su camino.
Después de la información que me dio, me deje ir directo al estacionamiento de la empresa. Bajando por el ascensor.
Sonreí cuando logre visualizarlos. Pero la sonrisa me duró poco, mi entrecejo se fruncio. Estaba confundido al ver a Jimin y Taehyung metiendo a Olivia a la camioneta. Ella no estaba bien, no podía mantenerse en pie.
Jimin no tardó en subirse y conducir fuera del lugar.
Taehyung se dio la vuelta y se quedo estático al verme.
—¿Hace cuanto estas ahí?.— Pregunto carraspeando la garganta.
—Lo suficiente.— No me gustaba nada lo que acababa de ver —¿Porque Jimin se llevó a Olivia?.
—Es algo personal, cosas que no te conciernen.
—¿Algo personal?, Olivia no se veía nada bien. Es evidente que estaba ebria.— Dije haciendo notar mi molestia —¿Vas a decirme que hará con ella?, ¿Qué está pasando?.
—Eso no me corresponde, no voy a decirte nada. Y espero que no menciones nada de lo que viste.— Su rostro se mantuvo inexpresivo. Como si le importara una mierda todo el asunto.
—Esto no me gusta Taehyung, no creí que ustedes fueran capaces de algo así.— No podía creer que no le importara ni un poco. Me sentía mal —Se que a Jimin le gusta mucho desde que llego. Pero no puede hacer eso.
—Jungkook relajate.
—No me pidas que me relaje. Ahorita mismo hablaré con Namjoon.— Me di la vuelta dispuesto a hacerlo.
Taehyung me sujeto de los brazos, por detrás. Evitando qué diera un paso más.
—Calmate y no hagas alguna tontería.— Dijo al soltarme.
—Dime ahora que pasa.— Exigí, pero parecía no querer decir una sola palabra —Jimin no puede ser capaz de algo así. Si ella no le ha hecho caso tiene que aceptarlo.
—Jungkook...
—Llamalo y dile que no lo haga. Porque te juro Taehyung que si Jimin se atreve a tocarla aprovechándose de que esta ebria, va a perder mi amistad y voy a decirlo todo.— Me sentía mal de tan solo pensar.
—Oye, ¿enserio crees que somos capaz de algo así?.— Fruncio el entrecejo. —No es lo que estas pensando.
—Si estas actuando todo misterioso, ¿que quieres que piense?.
—Olivia estaba ebria y Jimin la llevo a casa. Es todo.— Quizo dar por terminada la conversación.
—Te creo.— Asentí —No quería creer que fueran capaces de algo tan horrible.
—Jamas haríamos algo así.
—Pero quiero que me digas todo. Se que algo estas ocultando.— No me iba a engañar.
—Te lo diré, pero no puedes decírselo a nadie. Es un secreto de Jimin.— Asentí —Jimin y Olivia tienen cosas que ver.— Lo simplificó.
—Estas queriendo decir que...
—Ellos dos tiene un acuerdo de darse solo sexo.— Abrí los ojos como platos.
—¿Como es que yo no lo sabía?.
—Jimin no quería que nadie lo supieran, es un secreto Jungkook. Más que nada para proteger a Olivia, no quiere perjudicarla.— Explico brevemente.
—¿Ves?, tan fácil que era decirme la verdad.
—Ya callate y no menciones nada.— Me advirtió.
Regresamos a la fiesta, aun no queríamos irnos.
Volvimos a envolvernos en el ambiente.
Justo cuando sostenía una copa en mis manos. La vi pasearse tan cerca.
Era la primera vez que la veía con un vestido revelador. Ella normalmente buscaba cubrir gran parte de su cuerpo. Lo que me parecía un delito.
¿Porque ocultar algo tan magnífico?.
Parecía estar buscando a alguien, y entonces recordé que Olivia se había ido. Quizás sin avisarle a nadie.
Entonces me pare y camine en su dirección.
—¿Buscas a alguien?.— Se giro a mirarme.
—Ah...si, no encuentro a Olivia.— Se abrazaba a si misma. Con la mirada baja.
—Ella se fue, ya no se sentía bien.— Le informe.
—¿Como sabes?.
—La vi irse.— Me límite a decir —¿Porque me colgaste?.
—¿Qué?.— Dijo en un balbuceo.
—La video llamada qué te hice, pudo haber sido muy divertida. Pero la cortaste.— Ladee la cabeza mirándola.
—No es adecuado hablar con un...hombre. A esa hora.
—Acompañame.— Le extendí la mano esperando que la tomará.
Estaba dudosa, podía notarlo en su mirada. Pero al final de cuentas decidió tomar mi mano.
Caminamos directo al ascensor y descendimos.
—¿A donde vamos?.— No demoro en preguntar.
—Tranquila, ya lo verás.— No solté su mano ni un segundo.
Las puertas se abrieron y fuimos directo al estacionamiento. Traer mi auto había sido una sabía decisión.
La guíe hasta el auto y le abrí la puerta como todo un caballero.
—Vamos bonita, sube ya.— No parecía convencida —No voy a hacerte nada.
—No lo se Jungkook.— Se abrazo a si misma. —¿A donde quieres llevarme?.
—Ya lo verás.
Subio al auto con duda en el rostro.
Rodee el vehículo subí y encendi el motor. En cuestión de segundos ya estaba saliendo del estacionamiento privado de la empresa.
Tenía justo un lugar perfecto al que la llevaría.
[..........]
Llegamos al lugar, bajamos del coche y comenzamos a dar pasos por los caminos marcados en el parque Namsan.
Miraba todo alrededor y parecía confundida. Sonmin tenía un rostro con una belleza sin igual. Su cara detonaba inocencia pura, toda ella lo era.
La primera vez que la veía con un vestido de esa magnitud. No podía dejar de pasear mi mirada por cada centímetro de su esbelta figura.
Su cabello castaño levemente ondulado, su piel blanca como la porcelana, su boca pequeña y esponjosa qué justo ahora estaba cubierta por un labial rojo. Sus ojos grandes rasgados. Sus piernas largas y tersas, sus pechos qué pesar de no ser grandes, con ese vestido podia ver la piel de estos un poco más.
Sin duda ella me gusta, y me gusta tanto su timidez y todo lo que la caracteriza,
—Jamás había venido aquí de noche.— Ella rompió el silencio, haciéndome salir de mi burbuja. —Todo el paisaje del parque Namsan luce más bello a la luz del día.
—Lo se.— Asentí —Pero yo no puedo venir aquí de día. Muchas personas y llamaría mucho la atención
—Es verdad.— Pensó un poco —¿Crees que tus fans respeten tu espacio si se los pides?.
—Tal vez, quiero pensar que si. Pero no todos.— Me encogí de hombros. —Así que a veces vengo de noche, cuando no hay nadie.
—Eso debe ser difícil. Digo, no poder ir a los lugares que quieres, cuando quieres hacerlo.— Tenía la mirada al frente.
—Si, a veces es frustrante.
—No creo poder quedarme mucho tiempo.— Bajo la mirada.
—¿Por que?, podríamos quedarnos sin pensar en el tiempo.— Se que estaba analizando mis palabras. La veía pensar.
—No es buena idea.— Negó —Estar solos da mala imagen. Y no quiero que pienses mal de mi.— Me miró por primera vez desde que llegamos.
—¿Por que pensaría mal de ti?.
—No he dado la imagen correcta contigo, he permitido qué pasen cosas en dos ocasiones.— Ella desvío la mirada —Las veces que me besaste Jungkook.— Parecía avergonzada —Qué sepas que yo no soy así, no es que me deje besar por cualquiera. Solo no se porque lo permití, pero no fue lo correcto.
—No entiendo porque te preocupas tanto por eso. Solo fueron un par de besos.— Sonreí por su exagerada preocupación con respecto al tema.
—Tu no lo entiendes, porque no importa que tantos errores cometas o con que tantas mujeres estés. No vas a perder nada, porque muchas quieren estar contigo.— Resoplo frustrada —En cambio yo...tengo que tener mucho cuidado. Nadie me tomaría enserio. En eso mamá tiene razón.
—¿Por eso cortaste la videollamada?.— La mire fijamente y nos detuvimos frente a un kiosco.
—No es adecuado ya te lo dije.
—¿Por eso me ignoras?.— Odiaba eso —Sonmin solo dime.
—Es tarde, tengo que ir a casa.
—Por favor dejar de evadirme.— Esto estaba frustrandome —Me estas volviendo loco con esto.— Tome su cintura pegandola a mi cuerpo.
—Mejor dime, ¿que quieres de mi Jungkook?.— Sus ojos se fijaron en los mios.
—Quiero tenerte.— Confesé sin rodeos.
—Quieres sexo.— Dijo ella —Y yo no voy a dártelo.
Se dio la vuelta para caminar en dirección al auto.
Corrí detrás de ella, la alcance y me plante enfrente impidiéndole seguir sus pasos.
—Jungkook.— Suspiro.
—No es lo que quise decir, Sonmin...— Tome sus manos.
—Me agradas enserio, pero no me siento capaz de hacer...eso entregarme a ti. Y luego actuar como si no hubiera pasado nada, porque se que no puedes tener una relación formal. Lo tengo claro y se que tu no quieres eso, menos conmigo.— No podía contradecirla. Ella no era el problema, yo lo era. No podía ofrecerle más que esta mierda, justo como dijo algo "casual".
—Quisiera poder enserio.— Me sentía molesto por esta situación —Solo por favor ya no me ignores.
—¿Porque no solo te alejas?, mantengamos todo en lo profesional.
—No quiero, por favor Sonmin.— Suplique.
—Bien.— Estaba pensativa —Vamos a tomar esto con calma y veremos que pasa.— Eso era mejor que nada.
—¿Prometes ya no ignorarme?.
—Lo prometo.— Sonrió ligeramente. —Seremos amigos...
—Amigos, claro que si.— Asentí aceptando. —¿Puedo besarte?.— Pregunte rogando al universo qué accediera.
—No, no puedes. Somos amigos y los amigos no hacen eso.— Maldita sea. Quería probar sus labios.
—Pero los amigos con derechos si.— Una sonrisa retorcida adorno mi rostro. Sonmin golpeó ligeramente mi pecho riéndose.
—Se paciente.— Me dedico una dulce sonrisa. Se paro en puntillas para depositar un beso en mi mejilla —Vamos a caminar un poco más.
—Claro, vamos a caminar.
Aquí estaba yo.
Jeon Jungkook, un ídol mundialmente famoso, bailarín, millonario. Miembro de la boy band coreana de más impacto en el mundo. Detrás de esta chica, accediendo a lo que ella pedía.
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Al día siguiente...
Jimin.
Abrí los ojos debido a los pequeños rayos de sol que se cuelan por la ventana.
Sentí un peso sobre mi brazo derecho, lleve mi vista y yacía Olivia. Dormía plácidamente, con el cabello un poco revuelto.
Con mucho cuidado la acomode sobre el colchón, liberando mi brazo. Me puse de pie haciendo el mínimo ruido para evitar despertarla.
Fui directo a la cocina y busque algo para preparar el desayuno.
[..........]
Puse los platos sobre la mesa y el jugo de toronja. Prepare unos ricos waffles con un poco de fruta.
Observe la mesa por un momento, estaba por ir a despertarla. Cuando la vi salir de la habitación. Estaba en ropa interior tallandose los ojos para terminar de despertar.
Camino en mi dirección y su mirada fue directo a la mesa.
—Buenos días preciosa, te prepare el desayuno.— Sonreí rodeando su cintura, depositando un pequeño beso en su hombro. Se cubrió el rostro cuando la hice darse la vuelta. —¿Por que haces eso?.
—No quiero que me veas, me veo horrible.— Frunció los labios. No pude evitar dejar escapar una risa.
—Tu eres hermosa de cualquier forma, quítate las manos.— La vi negar —Preciosa enserio no me importa, yo te amo.— Con una mano en su cintura la mantuve cerca de mi y con la otra la hice que dejara de cubrirse —La chica más hermosa que mis ojos han podido mirar.— Acaricie sus mejillas.
—Que mentiroso eres Park Jimin.— Entrecerro los ojos.
—Es verdad mi amor.— Acune su rostro en mis manos y bese sus labios.
Abrió los ojos como platos y se separó.
—Jessica.— Dijo el nombre de su amiga —¿Llego a noche?.
—No lose, no escuche nada.
—Soy una amiga horrible, la deje sola.— Corrió a la habitación de Jessica y fui tras de ella —No está.— Salimos de la habitación y corrió por su celular.
Regreso conmigo y marco a su amiga.
—No me contesta.— Bajo el teléfono.
La puerta del departamento se abrió dejando ver a la chica de ojos claros.
—Jessica.— Corrió y abrazo a su amiga.
—Olivia.— Al separarse Jessica la observó de pies a cabeza con las cejas levemente fruncidas —¿Porque estas semi desnuda?.
—¿Tu porque llegas a esta hora?.— Olivia la atacó con otra pregunta.
—Sabes me voy a dar una ducha y a dormir.— Dejo salir una pequeña risa nerviosa.
—Más tarde hablamos.— Le dijo mi chica.
—Si, por ahora dejame descansar y termina de atender a tu hombre.— Antes de entrar a la habitación está giro el rostro sonrió y saco la lengua.
La vimos entrar y cerrar la puerta.
—Estoy segura que se quedo con alguien.— Dijo Olivia aun con la mirada en aquella puerta.
—Más tarde lo averiguaras, ya la escuchaste.— Rodee su cintura desde atrás, le deje un pequeño beso en el cuello —Ahora vamos a desayunar.
Asintió y le abrí una delas sillas, me dedico una sonrisa y se sentó. Yo hice lo mismo.
—Espero que te guste.— Sonreí mirándola comer el primer bocado.
—No sabia que cocinabas.— Se llevó otro bocado.
—A veces lo hago, y hoy quería prepararte algo.— Mis labios resonaron al tirarle un beso.
—Gracias, te adoro.— Baje la mirada por haberme imaginado que diría otra cosa. Esas palabras que he querido escucharla decir.
Por unos minutos comimos en silencio, solo disfrutando de lo que prepare.
—¿Como es que llegamos aquí?.— Pregunto —Digo es que alguien pudo haber visto algo.— Un mal sabor de boca sentí al recordar lo de a noche.
—¿No te acuerdas enserio?.— La mire a los ojos.
—No, por eso te pregunto.
—¿Qué es lo último que recuerdas?.— Apoye mis codos en la mesa, entrelazando mis manos.
—Bailaba con mis amigos.— Se encogió de hombros. —¿Paso algo malo?.— Curveo sus cejas. No quería decirle y sonar como un desquiciado por los celos que regresaron al recordarla en los brazos de Yoongi. No quería arruinar el desayuno.
—No, nada.— Negué.
—Si paso algo, lo veo en tu cara.— Ladeo la cabeza mirándome —Vamos dilo, se que quieres decirlo.
—No quiero arruinar este momento, quería que fuera algo lindo. Yo quería hacer algo lindo por ti. No quiero arruinarte el desayuno.— Desvíe la mirada.
—Pero se que lo que sea que paso, esta carcomiendote. Mejor dilo.
—Te encontré afuera de los baños, estabas en una banca sentada muy cómoda en los brazos de Yoongi.— Dije con amargura. —Parecías muy feliz de estar así de cercana con él.
—Bueno Yoongi es mi amigo, no tiene que ser algo malo el hecho de que me abrace.— Le resto importancia —Ahora que lo dices tengo recuerdos borrosos de ayer. Creo que si vi a Yoongi, pero no se, no recuerdo bien lo que paso.
—Yoongi quiere algo más contigo, puedo verlo.— Mi semblante ya era seriedad total.
—Jimin, él es mi amigo. No le tomes importancia a lo que viste. Yo estoy contigo y tenemos exclusividad.— Me recordó curvando sus labios en una sonrisa.
—No me gustó verte con él.
—Vamos a desayunar y voy hacer que olvides esa escena incomoda para ti.— Se mordio el labio y una mirada juguetona se conecto a la mía.
Seguimos el desayuno y en cuestión de minutos terminamos. Aunque ella no quería me encargue de dejar todo limpio.
Mientras la vi volver a la habitación.
Una vez termine de lavar los platos fui con ella.
No la vi, y entonces escuche el ruido del agua de la regadera caer.
Sin pensarlo entre al baño.
—Preciosa.— Se giro a mirarme.
Se encontraba completamente desnuda, con las gotas de agua deslizándose por su exquisita piel.
—Ven conmigo.— Me indicó con el dedo índice.
Me despoje de la ropa y en cuestión de segundos ya estaba dentro de la ducha. Ella cerro el pase del agua y me miró de nuevo.
Mis manos no tardaron en tocar su piel, mis dedos se deslizaban a lo largo de sus brazos. Subieron a sus bien proporcionados senos, los acacirie con devoción.
Nuestras frentes unidas, podíamos escuchar nuestras respiraciones acelerarse.
—Me gustas, no te haces una idea de cuanto. Me tienes mal Olivia.— Susurre con la voz cargada de excitacion.
—Jimin tomame ahora.— Sus manos fueron a mis pectorales —Quiero que me folles aquí.
Al escuchar esas palabras salir de su boca. Tome sus labios con posesión, mi lengua invadió su cavidad bucal, saboreando el dulce néctar.
—Espera.— Se separó de mi —Quiero complacerte primero.— Fue bajando poco a poco dejando besos en la piel de mi pecho y abdomen. Se detuvo justo frente a mi masiva ereccion —¿Quieres que me la meta a la boca?.— Esa sonrisa retorcida y ver como meneaba ese culo, me puso más duro todavía.
—Abre esa boquita.— Tome mi pene y con la punta colpetee un poco sus labios haciéndolos brillar con el líquido preseminal.
Despacio comenzó a abrir esos bonitos labios, dándole paso a mi falo entrar en su cavidad bucal. Metí la punta y ella la recibió con la lengua, saboreando como una deliciosa paleta.
Saque la punta de mi lengua tocando mi labio superior. Con la mirada puesta en la sexy mexicana qué yacía de rodillas dispuesta a comerse mi polla.
Tomo mi pene desde la base y metió más de a poco. Su lengua lamia y chupaba malditamente bien.
—Ah~joder siiii, así preciosa.— Aceleró metiendo y sacando mi miembro de su boca.
Con su cabello forme una coleta alta ayudándola a acelerar.
No tardaría en acabar, quería verla tragar mi escencia.
Comenzó a jugar mis testículos y sentí como apretaba las mejillas.
Concentró su lengua en mi glande haciéndome delirar. Un par de embestidas más y sentí mi líquido vertirse dentro de su boca. Heche la cabeza hacia atrás dejando escapar un par de maldiciones y gruñidos.
Volví a mirarla al sacar mi pene de su boca. No lo pensó y trago toda mi escencia.
La ayude a ponerse de pie y ataque sus labios. Nuestros labios se movian con desesperación tan necesitados y pasionales.
Fue mi turno de bajar, besando sus exquisitos senos chupandolos y mordisqueando la piel de estos dejándola enrojecida.
Le di especial atención a sus endurecidos pezones. Mi lengua jugo con ellos estimulandonos mientras la escuchaba jadear.
Baje dejandole pequeños besos en el abdomen. Hasta que estuve frente a su vagina.
Le hice abrir las piernas, mientras recargaba la espalda de la pared.
Con mis dedos acaricie sus pliegues y los abrí lentamente. Su clitorís quedo a la vista. Presione con mi pulgar y lo moví circularmente, comenzó a retorcerse y sus gemidos no se hicieron esperar.
Acerque mi cara y di el primer lengüetazo. Se retorcio y comencé a lamer toda su hendidura. Dándole especial atención a ese pequeño punto de placer.
Mi lengua llevaba el ritmo perfecto, lo sabia porque tomo mi cabello y enterró más mi cara en su lindo coño.
La recorrí entera, mi lengua se paseaba a lo largo y en el interior.
Mi lengua aceleró y enterré dos dedos dentro de ella. Tiro de mi cabello con más fuerza.
—Ah~Ah~no pares...— Gemia alto —Ah~Ah~puta madre...Ah~que rico.— Balbuceaba cosas que no entendia.
Se corrió en mi boca y no demore en lamer todo sin dejar ni un rastro de su reciente orgasmo.
Me puse de pie y sin dejarla recuperarse volví a abrir más sus piernas. Mi pene se situó en su entrada enterrandose en lo mas profundo de su interior.
Se sujeto de mi cuello entrelazando sus manos detrás de mi nuca. La alce recargandonos de la pared.
Mientras su vagina chocaba contra mi pelvis al momento que mi pene entraba y salía. Yo le daba atención a sus ricas tetas. Esas que me enloquecian.
—Qué bonita...te ves mientras me entierro...en ti.— Sonreí con perversión. —Mira como brincan esas ricas tetas.
—Ah~ te ves mucho más sexy...metiéndome esa polla exquisita.— Me siguió el juego.
Una risa gutural y gruesa abandono mi garganta.
La velocidad aumento, necesitábamos corrernos.
—Más rápido, no pares.— Pidió jadeante —Ah~Jimin.
Hice exactamente lo que pidió, nuestros gemidos se sincronizaron invadiendo todo el baño y quizás afuera también.
Sentí sus paredes vaginales contraerse, aparentando deliciosamente mi pene. El orgasmo la estaba recorriendo haciéndola temblar aferrándose a mi.
Mordí su hombro y al mismo tiempo me corrí estrepitosamente dentro de ella, mi liquido recorrió su interior.
Poco a poco me detuve, tratamos de regularizar nuestras respiraciones.
Saque mi pene dejando la calidez de su interior. Ella se paro firme y no pudimos evitar sonreír complacidos.
—Ahora si podemos ducharnos.— Volvía abrir el agua de la regadera.
[..........]
—Dejaste esta ropa aquí antes del tour.— La aventó dejándola en la cama.
—¿Vas a vestirte?.— Ladee la cabeza.
—Si, en eso estoy.— La veía buscar en el armario algo de ropa.
—Pero sin ropa te ves más hermosa.— La mire con mi ya conocida coquetería.
—¿Si?.— Giro un poco el rostro para mirarme.
La vi caminar de un lado a otro en la habitación contoneando esas anchas caderas. Estaba jugando, jugando con fuego.
—No hagas eso, oh voy a azotar ese hermoso culo qué tienes.— Le advertí, mi mirada desbordaba lascivia.
—No te dejaré hacerlo.
—No te dije que pediría tu permiso.— La rete con la mirada.
—Ya veremos.
Se dio vuelta y comenzó a vestirse.
Por lo consiguiente hice lo mismo, me vestí y deje mi cabello desordenado.
—Quiero llevarte a comer algo.— Se giro a mirarme sorprendida —Ya todo esta listo.
—No podemos ir a ningún lado, lo sabes.
—No tienes que preocuparte.
[..........]
Estacione el auto en el estacionamiento del lugar.
—Ponte esto.— Le extendí un cubrebocas.
Así lo hizo y yo me puse uno igual.
Entramos al lugar, di mi seudónimo con el que hice una reservacion.
La hosstess nos guió a nuestra mesa alejada del resto.
Nos trajeron las cartas y comenzamos a leer el menú.
El mesero tomo nuestra orden y se retiro.
Nos quitamos los cubrebocas, para estar más cómodos.
—¿Te gusta el lugar?.— Le pregunte.
—Es bonito, muy elegante. Y es muy costoso.— Hizo énfasis en lo último.
—No tienes que preocuparte por eso, yo pagaré.— Sonreí.
—No creo que sea buena idea venir a estos lugares. Eres algo famoso, ¿sabes?.
—Son muy discretos en este lugar, y no va a salir nada en las noticias o algo así. Tranquila.— Quise qué estuviera segura.
—Para ti es fácil decirlo, tu querido Army me va a odiar si saben que estoy contigo.— Se cruzó de brazos.
—Nos quieren mucho, pero se que no te harían daño.— Quería creer en mis propias palabras —Pero ya te dije que estamos seguros aquí.
El mesero volvió con nuestra comida.
Y comenzamos a degustar los alimentos.
—Entonces, ¿qué es lo que más te gusta de tu país?.— Me interese en su cultura.
—México tiene una de las mejores gastronomías de latinoamerica.
—Me imagino que si, por algo son patrimonio de la humanidad.— Tome un poco de mi copa.
—Pero sin duda la gente es lo mejor, a pesar de la inseguridad que se vive.– Empezó —Por ejemplo, en 2017 un sismo afecto varios estados de la República mexicana, y todos se esforzaban por ayudar, nos solidarizamos con nuestra gente.
Muchas personas pusieron centros de acopio para recaudar despensas, ropa y demás para las familias afectadas. Jessica y yo lo hicimos y donamos muchas cosas para ayudar.
—Eso es...muy noble, me imagino que toda esa situación fue debastadora.
—Lo fue, pero me siento feliz de que pudimos ayudar a varias familias. Muchos perdieron sus hogares y al menos pudimos darles algo para comer.— Notaba cierta nostalgia en sus palabras.
—Me gusta saber que existen personas como tu, y de verdad eres invaluable.— Tome su mano y deposite un beso en ella. —En Corea también hubo uno ese mismo año, en noviembre. Nosotros no pudimos hacer más que donar.
—Eso es de gran ayuda.
—Siento que vale más cuando dedicas tu tiempo para las personas. Como ustedes lo hicieron en México.
—No podían hacerlo, y las donaciones qué hicieron seguro ayudo a mucha gente.— Trato de animarme.
Seguimos conversando mucho más. De distintos temas. Me hablo mucho sobre México y la cultura de su país.
Y yo le conté poco más sobre Corea y la exigente cultura.
Terminamos de comer y justo ahora estábamos degustando un postre.
—Entonces, ¿piensas volver a México?.— Hice aquella preguntar pareciendo que no me importaba demasiado. Pero la realidad era otra.
—Si, tengo que hacerlo.— No pude evitar hacer una mueca ante su respuesta.
—¿Porque regresar?, dijiste que no te llevabas bien con tu familia.— Se tenso al mencionar el tema.
—Yo...tengo que volver por Katy, es mi pequeña sobrinita. Le prometí visitarla.— Desvio la mirada.
—Entonces solo iras de visita, no vas a volver para quedarte.
—Por ahora no me interesa volver a vivir en México.— Sentí alivio al escuchar esas palabras.
—Qué bueno, porque me romperías el corazón.— Tome sus manos. Y con una sonrisa apartó las manos.
—Hay que terminar el postre.
[..........]
—Subiré contigo.— Me quite el cinturón de seguridad.
—No.— Se apresuró a decir —Los chicos deben estarse preguntando donde estas. Es mejor que vayas a casa con ellos.
—Quería quedarme contigo...— Confesé. Mis ganas de tenerla cerca no cesaban.
—Yo también quisiera que así fuera. Pero no podemos excedernos, podrían empezar a sospechar.— Tenía razón, y no podía dejarnos en evidencia.
—Odio esto.— Resople frustrado.
—¿Odias qué?.— Me miró confundida.
—Tener que escondernos.
—Es lo mejor, no sería bueno que los demás supieran de algo que solo es pasajero.— Sentí una puntada en el pecho. Ese era el mayor problema ya no quería algo pasajero.
—Tienes razón.
—Nos vemos después.— Se inclino a mi asiento colocando sus manos en mis mejillas. Beso mis labios suave, sin prisas, pero profundizando aquel beso —Adiós guapo.
—Adiós preciosa.
Salió del auto y la vi entrar al edificio.
Cuando la perdí de vista encendi el auto y lo puse en marcha. Tenia que ir a casa.
[..........]
Fui directo a mi habitación y en el camino me vieron Jungkook y Taehyung. Venían detrás de mi aunque les dije que quería descansar.
—Quiero dormir.— Les repetí al mismo tiempo que los vi entrar detrás de mi a la habitación.
—Lo se todo Jimin, bueno casi todo.— Jungkook se cruzó de brazos, su mirada me decía que esperaba una respuesta.
—No se de que hablas.— Me deje caer en la cama cerrando los ojos.
—Olivia.— Al escuchar al maknae mencionar el nombre de ella. Me senté de golpe y abrí los ojos.
—¿Qué sabes?.— Clave mi vista en el menor.
—Tu aventura con ella.— Cuando dijo aquello, instintivamente lleve mi vista a Taehyung ya que era el único que sabia sobre lo nuestro.
—¿Le dijiste?.— Lo mire mal.
—Oye no me mires así, no tenía opción. Este mocoso nos vio en el estacionamiento y pensó que te habías llevado a Olivia para aprovecharte de que estaba ebria y acostarte con ella.— No se que me dolía más. Que Taehyung haya revelado lo que le pedí que no dijera. O Jungkook pensando tal cosa sobre mi.
—¿Enserio creíste que haría algo así?.— Volví a mirar al menor.
—Estaban actuando muy raro y luego Taehyung no quería decirme nada y me amenazó para no divulgar lo que vi, ¿que más iba a pensar?.— Tenía un buen punto.
—Jamás haría algo así, lo sabes.
—Yo lo se, pero si me asuste al tener esa posibilidad rondandome la cabeza. Por eso quería que Taehyung me dijera la verdad.— La mirada del maknae fue directo a mis orbes oscuros —Lo siento.
—Esta bien, pero enserio nadie más puede saberlo, ¿entienden los dos?.
—No diremos nada.— Aseguro Taehyung.
—Voy a guardar el secreto.— Dijo Jungkook —Aunque me ofende que no me hayas dicho nada antes.
—Ahora lo sabes, y enserio cierren la boca. No se les ocurra hablar del tema.
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Olivia.
—¿Entonces te llevo a un restaurante elegante?.— Jessica estaba recapitulando todo lo que le conté.
—Si, aunque si me dio algo de miedo qué alguien pudiera sacar una foto o algo. No quiero tener problemas en la empresa.— Confesé mi temor.
—Jimin esta esforzándose demasiado, ¿No crees?.— Arqueo una ceja —Digo, para ser solamente algo casual lo que ustedes tienen.
—No lo había pensado.— Fingí no saber de lo que hablaba —Mejor dime, ¿Porque llegaste a esa hora?.
—Te lo diré porque eres mi mejor amiga y tu me confiaste el secreto de Jimin y tu.— Sus labios se curvaron en una sonrisa, estaba emocionada —Estuve con Namjoon...
—¿Queee?.— Me sorprendí más de lo que debería.
—Estuvimos en la sala de descanso qué comparte con los chicos.
Mi mejor amiga me contó todos los detalles. Que incluso habían podido ver un par de películas juntos en aquella sala. Hablaron de muchas cosas y se tomaron al menos dos botellas de vino.
—¿Enserio se metió al baño después de que le diste el masaje?.
—Al principio no sabía que pasaba. Pero después lo supe.— Vaya que había sido bastante intenso —No insiste en entrar porque no quiero ir demasiado rápido. Eso no me funcionó con ese idiota.— Se que se refería a su ex novio. —Aparte me pidió perdón muchísimas veces. Me dijo que no quería que pensara mal de él y esas cosas.
—Nam es muy lindo, me parece perfecto que empiecen a conocerse. Aunque si te arrepientes de ir despacio no olvides usar condon.— Solté una risita.
—Empezaré a tomar pastillas o algo.— Se reía —A él si me encantaría sentirlo sin nada de por medio.
—Qué sucia Jessica, se que te mueres por probarlo. Pero ya tu decidirás cuando pasara.
—Por cierto eres muy ruidosa.— Sonrió burlona —Ah~Si Jimin así, ah~ más rápido.— Claramente me escucho y ahora se burlaba.
—Callate.— Tome una almohada y se la avente en la cara.
—Se nota que Jimin te hace un excelente trabajo.— Sonreía con picardía.
—Como no tienes idea...
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(Me encontré este regalito por ahí) 🔥🔥🔥🔥
Buenas las tengan, volví.
Espero que les siga gustando esta historia.
Se vienen cositas, así que la 🧀 jajaja.
Atte. Mon💜💜💜
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