CAPITULO 38. Fiesta en la terraza.

                           Olivia.

—Hola chicas.— Nos saludo Sonmin entrando al departamento.

—Hola lindura.— Jessica la abrazo besando las delicadas mejillas de nuestra amiga recién llegada.

—Pensé que vendrias más tarde.— Le dije mientras dejaba sus cosas en el sofá.

—Si, pero la verdad ya quería salir de casa. A veces no aguanto a mi mamá.— Suspiro con cansancio. —Aparte ayer tuve un día bastante extraño después de llegar a casa.

—¿Qué paso?.— Se apresuró a preguntar mi amiga de ojos de miel.

—No se si deba contarles, me da algo de vergüenza.— Bajo la mirada.

—Ay no, aquí estamos en confianza. Puede contarnos lo que sea.— La anime a hablar.

—Primero que nada mi hermana Suni esta embarazada.— Sonreí al momento que nos dijo tal noticia.

—Felicidades vas a ser tía.— Sonreí —Recuerdo cuando me convertí en tía, fue una de las cosas más bonitas en mi vida.— El recuerdo de la primera ves que tuve a Katy entre mis brazos volvió a mi haciéndome sentir feliz y nostálgica. La extrañaba mucho.

—Yo solo seré tía el día que Olivia se digne a embarazarse de algún millonario.— No pude evitar reír ante el comentario de Jess —Mis padres solo me tuvieron a mi, así que tener a Olivia fue lo mejor que me paso.

—Owww Jess.— Mis manos se apoyaron en mi pecho haciendo saber lo conmovida qué estaba por lo último de sus palabras. —¿No estas feliz?.— Me dirigí a Sonmin. Note que no la hacía muy feliz aquello.

—No lose, no quiero decir que no quiera a mi sobrino o sobrina. Pero mi cuñado no me agrada mucho, ¿saben?. Aunque Suni parece feliz a su lado.— Comprimio los labios pensativa —Aparte le vi un horrible moretón en el antebrazo. Ella jura que fue porque se cayó y se puso mal cuando le pregunté si había sido Choi.

—Tal vez si se cayó.— Jess se encogió de hombros —Lo importante es que ella sepa que cuenta contigo para cualquier cosa. Y si algo va mal en su matrimonio puede decírtelo

—Jessica tiene razón.— Asentí.

—Tal vez tiene razón, tal vez estoy pensando lo peor porque Choi no me agrada mucho.— Trato de restarle importancia. —¿Ya escogieron los vestidos que se pondrán?.— Cambio el tema.

—Si, ya tenemos listo todo.— Asentí a su pregunta.

—¿Puedo ver lo que usarán?.— Asentimos y nos dirigimos a la habitación de Jessica donde habíamos dejado los vestidos.

—Llevaré este vestido rojo.— Le mostré.

—Y este es el mio.— Jess tomo el vestido brilloso color beige.

—Me encantan, son muy lindos.— Presto especial atención a las prendas.

—¿Qué usaras tu?.— Pregunto Jessica con una sonrisa expectante.

—Bueno yo...— Parecía dudosa —Traje dos opciones para usar.

—Muestranos.— La anime a hacerlo.

—Aquí están.— Los extendió sobre la cama. Se sentó ella en el borde poniendo su bolso sobre sus piernas.

Los dos eran lindos y cubrían más que suficiente. Justo lo que Sonmin usaría por lo tímida que es.

—No se comparan a los de ustedes, pero bueno...—Comprimio sus labios.

La vi mirar dentro de su bolso con las manos dentro de este, parecía sostener algo y observarlo más de la cuenta.

—¿Qué tienes ahí?.— Levanto la mirada al escucharme.

—No es nada.— Negó tímidamente.

—Quiero ver.— Jessica le arrebato el bolso y metio la mano dentro sacando una prenda más.

—Oh por dios!.— Sonreí ampliamente, sin duda era un vestido más atrevido de lo que ella acostumbra.

—Eso no...dejenlo ahí.— Trato de quitárselo a mi mejor amiga.

—Tienes que usarlo.— Dije con emoción.

—Si, definitivamente.— Jess me apoyo.

—No, yo no usaré eso.— Negó.

—¿Como lo obtuviste?.— Arquee una ceja.

—Lo vi en el maniquí de una boutique, y...me gustó.— Sonrió ligeramente —Pero no creo que pueda usarlo.

—Si no lo ibas a usar, ¿para que lo compraste?.— Cuestionó Jessica.

—Yo....

—Sonmin pontelo.— Se lo entregue. —Veamos que tal.— Estaba por negarse pero no le di tiempo de hablar —Vamos queremos verte con ese vestido puesto.

Se dio la vuelta y entro al baño, minutos después salió con el vestido cubriendo su cuerpo. Al menos las partes más importantes.

Le quedaba maravillosamente bien, se entallaba tan delicadamente a su cuerpo de muñeca de porcelana. Sin duda se veia preciosa.

—Tienes que llevarlo, es un hecho.— Sentenció mi amiga.

—La única forma de que salgas de aquí es con ese vestido puesto.— No parecía convencida.

—Es muy revelador, no se si deba.— Se miraba al espejo.

—Se que te encanta como te queda, no lo pienses tanto.— Asintió levemente a mis palabras.

                           [..........]

(Vestidos de las chicas🔥)...

Bajamos del auto de Sangtae quien amablemente se ofreció a traernos.
Entramos al edificio y nos dirigimos a la terraza.

Las miradas comenzaban a caer sobre nosotras. Pero sabía que habia notable asombro y murmullos por ver a Sonmin con un estilo diferente.

Estando allí, la mayoría del staff ya estaba presente. Algunos idols fueron invitados por los anfitriones.

Mientras con mis amigos más cercanos: Jessica, Sonmin, Sangtae y Jindae. Nos sacamos algunas fotos.

Sonmin trataba de bajarse un poco más el vestido pero no servía de mucho.

—Tranquila, te ves hermosa y sexy.— Le susurre con una sonrisa juguetona.

—Creo que estoy mostrando demasiado.— Aun estaba insegura.

—No pienses en eso, y presume tus encantos.— La anime.

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                            Jimin.

Llegamos al fin, la mayoría de los invitados ya estaban presentes.

Mi cerebro mando la orden a mis ojos de comenzar a buscar a una persona en especifico. En estos momentos era muy parecido a un radar humano.

Caminamos entre las personas que yacían aquí divirtiéndose.

Logre mi cometido, mi vista la ubicó a una considerable distancia. Conversando y riendo con sus compañeros de staff muy animadamente.

Mi mente se enfocó en ese pedacito de vestido rojo que llevaba puesto. Ceñido al cuerpo con el que se podía apreciar todas las curvas de su exquisito cuerpo.

Dios sabe las inmensas ganas que tenia de caminar hacia ella y tomarla justo aquí. Para que así todos supieran que ella, ya era mía. Aunque aún no lo he escuchado salir de su boca.

Baje la mirada porque sentí mi pene despertar con solo recordar nuestros encuentros eróticos.

—Jimin por favor no estés cuidándola, ni nada parecido. Solo diviértete y deja que ella haga lo mismo.— Taehyung se paro a mi lado con las manos en los bolsillo de su fino pantalón.

—No haré nada imprudente.

—Eso espero.— Me miró y después regreso su mirada al frente donde estaba ella. Quien ahora se encontraba conversando con Soobin —No enloquezcas, seguro muchos hombres querrán acercarse a ella.

—Oh madre mía.— Nos giramos para mirar al maknae embobado mirando hacia un punto fijo.

Miramos en la misma dirección y era justo donde estaba Sonmin.

—¿Quieres ir a decirle algo?.— Taehyung palmeo la ancha espalda del menor.

—Más que decirle, quiero hacerle muchas cosas.— Relamio sus labios.

—Shhh viene Namjoon.— Les avise.

—¿Qué hacen?.— Levanto las cejas mirándonos.

—Nada hyung, solo admirando la decoración, quedo bonito.— Jungkook dejo salir una risa nerviosa.

—Ah.— No parecía convencido con la respuesta del menor, pero le resto importancia —Vengan, no se queden ahí.

Lo seguimos y nos enseñó el lugar especial que había para nosotros.

Tomamos asiento en unos sofás grises de piel sintética. Había una mesa de centro con una botella de vino y siete copas.

El maknae la destapó y comenzó a llenar las copas. Cada uno tomo una.

—Estoy feliz de compartir mi vida con ustedes, de verdad estoy satisfecho con nuestros logros como grupo. Gracias por todo su esfuerzo.— Namjoon dijo aquellas palabras.

—Me gusta como hemos crecido juntos y quiero seguir creando más recuerdos junto a ustedes.— Dijo Hobi con una sonrisa cerrada.

—Cada uno aporta algo y eso es lo que nos a ayudado a mantenernos unidos.— Añadió Jin —Me ha gustado verlos crecer.

—También nos ha gustado que seas como nuestra madre.— Bromee un poco —Los quiero chicos, espero que sigamos así.

—Son esa casualidad con la que la vida me sorprendió. Me siento feliz de haber tomado la decisión de acompañar a mi amigo a la audición.— Dijo entre pequeñas risas Taehyung. —Jamás imagine todo lo que sucedería después.

—Todos llegamos por diferentes razones. Pero creo que ahora somos más que un grupo, somos familia.—Las palabras de Yoongi nos conmovieron.

—Yo de verdad les agradezco.— Jungkook comenzó a hablar —Cuando deje mi casa, a mis padres...realmente fue difícil apenas era un niño. Tenerlos siempre cuidando de mi, fue reconfortante.— Sus ojos brillaban y unas lágrimas traicioneras abandonaron sus ojitos de bambi. Las limpio de inmediato —Ya me puse sentimental.— Soltó unas pequeñas risitas.

—No fue fácil pero logramos hacer de ti un buen hombre.— Dijo Jin inflando el pecho orgulloso —Aunque aún eres un mocoso desobediente.

—Perdón hyung, te amo.— Volvió a reír el menor.

—Brindemos.— Propuse —Por BTS.

—¡Por BTS!.— Exclamamos al unísono chocando ligeramente nuestras copas. Para después beber de ellas.

Las conversaciones invadidas de recuerdos juntos no se hicieron esperar. Reíamos al recordar y en ocasiones solo guardabamos silencio escuchando.

Bebimos mas de lo que nos gustaba admitir.

Después de un buen rato varios idols amigos nuestros invitados se acercaron. Conversamos y seguimos conviviendo.

Ella no se habia apartado de mi mente en ningún momento. Pero me propuse no hacer nada más que convivir con mis amigos.

Hasta que la vi bailando muy amenamente con su tan peculiar amigo. Jindae.

Sentí como la mandíbula se me tenso y mis puños se apretaron. Si no fuera porque prometí comportarme ya estaría empujandolo lejos de ella.

Tome aire llenando mis pulmones y dejándolo salir minutos después. Necesitaba mantener la cabeza fría.

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                        Namjoon.

La fiesta transcurría de maravilla, nos hacia falta algo así para divertirnos un poco y olvidarnos por un momento de todo.

Convivía con los chicos y unos amigos nuestros.

Pero había una cosa que atraía mi atención, mi mirada la seguía involuntariamente. Ese vestido tan pegado a sus curvas me estaba causando problemas. Esos qué quisiera me ayudara a resolver.

Esa mirada clara como la miel no dejaba mi mente. La pensaba más de lo que debería.

La vi alejarse de su grupo de amigos y supe que era el momento.

Comencé a poner mis pies en movimiento.

—Hyung, ¿A donde vas?.— Taehyung pregunto.

—Yo...enseguida vuelvo.— Me límite a responder.

Camine entre los invitados abriéndome paso. Algunos me saludaban tratando de entablar una conversación, pero amablemente les decía que llevaba prisa.

La perdí de vista, y desesperadamente mis ojos buscaban a la dueña de esos ojos de miel. Recorrí todo el lugar observando cada lugar esperando verla.

Hasta que la reconocí a la distancia entrando al ascensor.

Antes de que pudiera reaccionar ya me encontraba corriendo en su dirección. Mi cuerpo quedo atrapado entre las puertas del ascensor, qué por mi no pudieron cerrarse.

Ella levanto esa clara mirada sorprendida de verme.

En segundos las puertas me liberaron abriéndose de nuevo. Permitiéndome así entrar junto a ella.

No dije ni una palabra eso me hizo sentir bastante estúpido. Las puertas se cerraron y el ascensor comenzó a moverse.

—¿Te lastimaste?.— Ella rompió el silencio —Cuando las puertas te aprisionaron, ¿Te lastimaste?.

—Ah...no en realidad no.— Negué —Soy muy resistente.— Desvíe la mirada por la vergüenza que sentí al escuchar mi tono de voz. Estaba hablando de manera diferente. ¿Sensual?.

—Me imagino que si, eres increíblemente grande.— Sus ojos se abrieron más al decir aquello. —¿A que piso vas?.— Se acercó para marcar el piso qué yo le diría.

—Yo...eh...— Me tense al no saber que decir.

—¿No sabes a donde vas?.— Frunció el entrecejo.

—En realidad voy a donde sea que tu vayas.— Me atreví a decir.

—¿Entonces me seguiste?.— Comprimio una sonrisa mordiendo sus tentadores labios.

No respondí, realmente estaba nervioso. Podía escuchar los latidos de mi corazón acelerarse con su cercanía.

La forma en que sus caderas se meneaban al acortar la distancia. Me hizo tragar saliva con dificultad.

Respire profundo y tome el valor suficiente.

—Ven conmigo.— Sujete su mano, ella no se resistió. Asintió levemente.

Marque el piso y cuando las puertas se abrieron salimos juntos. Ella siendo guiada por mi, siguiendo mis pasos sin rechistar.

A decir verdad, no tenía idea a donde llevarla; no tenía nada planeado.
Mi mente revoloteaba tratando de pensar. Hasta que tuve un lugar en donde seguro no tendríamos la interrupción de nadie.

Detuve mis pasos mientras abria la puerta, con sus clara mirada observando cada uno de mis movimientos.

De manera suave volví a tomar su mano para adentrarnos a la sala de descanso.

Mientras ella comenzaba a mirar todo a su alrededor. Yo me aseguraba de cerrar bien aquella puerta.

Lentamente me di vuelta sin saber muy bien que hacer. Sobre todo porque ella me miraba expectante y no tenía ni una maldita idea de que debía hacer o como actuar.

<Para que la trajiste entonces.>

Me dijo la voz en mi cabeza.

No podía quedarme inmóvil, así que poco a poco los centímetros de distancia fueron escaseando entre nosotros.

—Esta es nuestra sala de descanso.— Fue lo primero que se ocurrió decir.

—Es bonita.— Sonreía ligeramente.

—Jessica.— Me miró con total atención al escuchar su nombre salir de mi boca —Toma asiento por favor.— La escolte hasta la mesa y le abrí una de las sillas.

—¿Porque me trajiste aquí?.— Pregunto con notable curiosidad.

—Quería poder platicar contigo en un lugar más íntimo.— Me propuse a no dejarme dominar por los nervios —No tenía nada preparado, no tenía pensado traerte aquí. Pero te vi y no pude evitar acercarme.— No decía ni una palabra solo me observaba —Seguro encuentro algo que podamos beber o comer.— Camine hacia los dos refrigeradores grandes. Busque y encontré botellas de soju, vino y paquetes de hotteok. Los tome sin pensarlo.

Acomode todo en la mesa de manera ordenada, acompañado de dos copas.

—No es...no es demasiado, pero prometo compensarlo.— Sonreí un tanto nervioso —¿Ya probaste el hotteok?.— Tome uno y se lo extendí.

—Aun no.— Sonreía.

—Estoy seguro que te gustara.— Rellene las dos copas con vino tinto —Aquí tienes.— La tomo con tanta elegancia que era difícil apartar la mirada.

—Gracias.— Sus labios rojizos se pegaron al borde de la copa hasta tocar el líquido y dar el primer sorbo.

—Lamento que esto sea lo único que pueda ofrecerte.— Estaba avergonzado.

—Es perfecto, lo que importa es hacernos compañía.— Sus labios se curvaron.

—Tienes razón, pero aún así voy a compensarte.

—Puedes compensarme yendo a la galería de arte. Lo prometiste, ¿recuerdas?.— Meneaba un poco la copa entre sus dedos.

—Claro que lo recuerdo. Cumpliré mi promesa.— Le asegure.

—Superas mis expectativas.— Dijo de pronto, por lo cual frunci un poco el entrecejo.

—¿Expectativas?.— No entendía muy bien a lo que se refería.

—Lo que le muestras a tus fans es real, y de hecho eres mucho mejor cuando te conocen en persona.

Ella siguió hablando y juro por el universo qué quería prestar atención a cada palabra que salía de su exquisita boca.
Pero ese escote, oh por dios, ese escote me lo estaba dificultando.

Sus manos yacían sobre la mesa, lo que hacía ver sus senos más apretados y apetecibles.

Veía sus labios moverse y las cosas más sucias invadieron mi cabeza. ¿Como se vería de rodillas y esos hermosos labios rodeando mi pene?.

Era poseedora de senos bien proporcionados. Apuesto a que si ponía mi ereccion en medio de ellos, solo en cuestión de segundos me haría correrme.

De repente había mucho calor y la ropa me estaba asfixiando.

—¿Estas bien?.— Su voz me saco de todos los pensamientos indecorosos.

—Ah...claro.— Asentí.

—¿Estas sudando?.— Era verdad.

—Esta haciendo mucho calor.— Me sople un poco con las manos. —Últimamente he estado muy estresado.— Admití.

—Puedo ayudarte con eso.— Abrí los ojos como platos y trague saliva con dificultad.

—¿Con...con que?.— Hable torpemente.

—El estrés.— Sonrió y se puso se pie. Camino un par de pasos hasta quedar aun lado mio —Solo quedate quieto.—  Sus manos cayeron sobre mis hombros masajeando de manera exquisita. Quise concentrarme en el masaje que estaba dándome. Pero eso quedaba en segundo termino al tener sus tetas prácticamente en la cara.

Lo fácil que sería sentarla en mis piernas y bajar solo un poco su vestido liberando a ese par. Los deboraria sin cansarme.

Sentir sus manos tocándome estaba poniéndome duro. Mire mi entrepierna y esta saltaba a la vista de inmediato.

—Mamá me enseñó a dar estos masajes.— Comento risueña —Te sentirás muy fresco y sin tensiones.

—Eres muy bonita.— Aquello escapó de mis labios antes de que pudiera reaccionar. Había pensado en voz alta. Sus lagunas de miel conectaron con las mías y solo me dedico una dulce sonrisa.

—¿Enserio te lo parezco?.— Ladeo la cabeza.

—Si, lo eres.— Lo reafirme.

—¿Qué es lo que más te gusta de mi?.— No detenía los movimientos de sus manos.

—El color de tus ojos me ha cautivado desde el día que te conocí.— Incluso desde que la vi en aquella fotografía.

—¿Quieres saber que me gusta de ti?.

—Si.— Respondí de inmediato.

—Me gusta tu cara, tus ojos de dragón, tu voz...tu voz me encanta. No puedo dejar de mencionar esos preciosos hoyuelos qué aparecen cuando sonríes.— No pude evitar sonreir al escucharla —Ahí están.— Señaló mis hoyuelos y siguió con el masaje —Eres increíblemente grande y eso también me gusta mucho. Y eso es hablando de ti físicamente.

—¿Enserio lo dices?, jamás considere qué tuviera muchos atributos. No soy uno de los atractivos en el grupo.

—¿Estas de broma?, Kim Namjoon eres un hombre extremadamente atractivo. No tienes idea de lo que provocas.— Desvío la mirada, parecía haber hablado de más.

—¿Qué es lo que provoco?.— Quería saber.

—Ya hable mucho, tu dime si tienes alguna otra cosa que te guste de mi.

—Me gusta tus labios medianamente esponjosos. Y tus mejillas con un toque rosa, me gusta ese lunar aun costado de tu cuello. Eres...sexy.— Dude en decir lo último, pero lo solté.

—Qué lindo eres, y eso que aun me falta decir lo que me gusta de ti como persona.

Aunque parecía estar tranquilo, en realidad me aterraba que ella notará mi entrepierna hecha una roca.

Me sentía mal al estar teniendo estas reacciones, de imaginarla de forma inapropiada. Cuando ella me hablaba de temas diferentes y entretenidos. Yo solo pensaba en esto.

Qué idiota eres Kim Namjoon.

—Siento que no te esta gustando el masaje. Mejor ya te dejo.— Se dio la vuelta para volver a su asiento.

—No.— La tome de la cintura queriendo evitar que se alejara. Pero lo que conseguí fue hacerla caer sobre mi regazo. Su trasero quedo justo encima de mi erección, al sentir mi dureza dio un respingo. —Lo siento.— Me puse de pie y prácticamente corrí al baño.

Me mire al espejo, recargandome del lava manos.

—Ahora quedaras como un pervertido.— Me dije con dureza mirando mi reflejo —Mierda, Mierda, Mierda.

Lo peor de todo es que la masiva erección no disminuía. Las imágenes de sus senos y ella cayendo de golpe sobre mi no ayudaban mucho.

Así que; desabroche mi pantalón lo baje junto con mi boxer liberando mi palpitante entrepierna.

Recargue mi espalda en la pared y mi mano derecha rodeo mi longitud.
Masajee despacio comenzando a mover de arriba abajo.

Sin más paciencia acelere de manera atroz. Buscando una rápida liberación, la cual no llegaba.

Mi respiración irregular mezclada con mis gruñidos y jadeos inundaban el lugar.

Ni me detenía por nada, los minutos pasaban y no lo lograba. Esto me estaba matando.

Llevaba demasiado tiempo sin sexo, y ahora masturbame no estaba funcionando.

Maldita sea.

—Namjoon.— La escuche hablarme del otro lado de la puerta, mientras seguí embistiendo mi mano —Namjoon, ¿puedes abrir?.— Me pedía —No estoy enojada, todo está bien.

Esto era un martirio, no podía correrme. Y ahora no había forma de sentir más vergüenza.

—Puedes...puedes irte.— Le pedí con dificultad por mi acelerada respiración.

—No quiero irme.

—Por favor habla...solo habla, di mi nombre.— Pedí casi en una súplica.
Sabía que ella se habría dado cuenta lo que yo estaba haciendo aquí dentro.

—Namjoon.— La escuche —Namjoon.— Lo decía de manera sensual.

La corriente eléctrica recorrió mi cuerpo, y vi como mi esencia era liberada bañando mi mano.
Su voz me había ayudado a poder terminar.

Trate de regular mi respiración y volví al lava manos, me lave y después vi al espejo el desastre que era.

Acomode mi ropa y salí.

Ella estaba en la puerta esperando, seguro que me escucho correrme.

—Yo, yo te pido me perdones.— Me sentía avergonzado y sobre todo por lo que le pedí. Por que me escucho masturbarme —No quise faltarte al respeto. No quise hacerte sentir incómoda.

—Esta bien.

—No, no está bien. Yo no tendría que haberme comportado así, no tendría que tratarte como una...— Solte un pesado suspiro —Por favor perdoname. No es esta la imagen que quiero que tengas de mi.

—Si te hace sentir mejor, entonces te perdono.— Se encogió de hombros —Pero son cosas que a veces pasan.

—Deberíamos volver a la fiesta.— Sería lo mejor, no podía con mi vergüenza.

—No.— Sujeto mi brazo —Podemos quedarnos aquí, solos los dos.— Esos ojos me miraban suplicantes. Esos ojos claros y hermosos.

—Esta bien.— Acepte.

Después de todo quería tenerle cerca.

Admitía qué Jessica me gustaba y se había quedado en mi cabeza desde aquella fotografía. No sabía porque pero quería conocerla un poco más.




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                             Jimin.

Había tratado de mantenerme en calma. Pero era evidente que ya estaba muy ebria.
No podía dejarla cerca de los lobos hambrientos.

Había notado a varios mirarla de formas que podía saber lo que se imaginaban con ella. La desnudaban con la mirada.

Me aleje de los chicos y llegue hasta donde ella se encontraba en la pista de baile.

Se tambaleó y se pego a mi un poco para después alejarse. Pero volví a recuperar la suficiente cercanía para hablarle.

—Estas tomando mucho, ya estas ebria.— Ella se hecho a reír.

—No seas aguafiestas.— Decía sin dejar de mover sus caderas de un lado a otro. Siguiendo el ritmo de la música. —Toma un poco.— Uno de sus brazos lo paso por detrás de mi cuello y con el otro me empico la copa de vino, logrando hacerme tomar un sorbo.

Sus amigos nos observaban y aunque no decían nada. Se que estaban preguntándose el porque de nuestra cercanía. Su expresión y risas no lograban ocultar la confusión en sus rostros.

Ella se soltó de mi y al momento tambaleo a punto de caerse. Pero la sostuve con fuerza de la cintura.

—Olivia, es momento de detenerte.— Le hable bajo al oído.

—Vamos a divertirnos.— Pego su cuerpo al mio y su pomposo trasero se restregaba sobre mi entrepierna.

Sonmin al ver tal acción abrió los ojos como platos, y no fue la única.

Ahora el problema lo tenía yo, mi ereccion estaba creciendo a una velocidad impresionante.

Si estuviéramos solos ya le hubiera arrancado ese pedacito de vestido y justo ahora estaría empotrandola contra una de las mesas aun costado.

—Preciosa, no me provoques aquí.— Susurre con la voz más gruesa —Aquí no puedo hacerte nada de lo que quiero.

Se restregó una vez más y escuche un jadeo abandonar sus labios.

—Vámonos.— Le pedí.

—Jimin.— Di un paso atrás, dando la vuelta y encontrándome con un Taehyung sumamente serio —Ven conmigo.— Di una última mirada a mi chica, ella me observó y discretamente de tiro un beso al aire.

Cuando estuvimos lo suficientemente lejos. Mi amigo me encaró.

—Estas llamando demasiado la atención.— Su expresión y mirada reprobatoria aparecieron.

—Ella está ebria.— Le dije.

—Muchos empleados lo están, y a ella le estas prestando una especial atención. No se ve bien.— Negó con el entrecejo fruncido.

—Me voy a comportar, entiendo lo que dices.

—Vamos con los demás.— Caminamos en dirección a los chicos.




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                            Yoongi.

Estaba divirtiéndome un poco, la convivencia con mis amigos siempre ha sido buena.

Había bebido moderadamente, quería evitar la resaca del día siguiente.

Deje un momento a los demás y camine hasta llegar al pasillo qué daba hacia los sanitarios. Necesitaba orinar.

Entre al baño de hombres y me pare frente a un mingitorio, baje un poco mis pantalones junto a mi ropa interior liberando mi miembro y comencé a orinar.

Escuche la puerta abrirse cuando ya casi terminaba. Gire levemente la cabeza para mirar quien había entrado.

Abrí los ojos como platos al verla aquí. Me guarde el paquete lo más rápido que pude, acomodándome la ropa.

—No se abre.— Dijo en un chillido haciendo un puchero. Tratando de abrir la puerta de uno de los cubículos.

Estaba por caminar a otro cubículo cuando la vi tambalearse. A una velocidad impresionante llegue hasta ella y la sostuve de ambos brazos.

—Olivia, ¿qué haces aquí?.— Frunci el entrecejo.

—Yoongi.— Sonrió —Quiero ir al baño.

—Pero este es el de hombres.— Le dije lo obvio.

—¿si?.— Parecía confundida.

—Ven.— Salimos y la guíe al de mujeres —Entra y te esperare en esa banca de allá.— Le señale.

Asintió y la vi entrar.

Espere hasta verla salir, pasaron varios minutos. Me decidí a ir por ella.

Cuando me puse de pie la vi salir. Dio un par de pasos y se tambaleó apuntó de caer. Llegue a ella y la sostuve de la cintura, pegándola a mi.

—Olivia...

—Otra vez tu.— Amplio su sonrisa tomando mi rostro en sus manos. Dejando suaves caricias en mis mejillas —Me salvaste otra vez.— Estaba ebria.

—¿Estas bien?.— Asintió e intento caminar por su cuenta. Pero volvió a tambalearse.

—Ven, vamos a sentarnos acá.— Pase mi brazo por su espalda baja, encajando mi mano en su cintura sosteniendola. La guíe a la banca donde minutos atrás estaba yo.

Nos sentamos y justo en ese momento se le ocurrió acomodarse el escote del vestido. Fue inevitable mirar en esa dirección, sus senos resaltaban.
Trague saliva con dificultad y me obligue a desviar la mirada.

—No te ves muy bien.— Mire alrededor.

—Me veo fea.— Hizo un puchero.

—Tu siempre estas hermosa.— Tome sus manos entre las mías y deje un beso en ellas.

La atraje a mi abrazándola, se acomodo en mi pecho. Parecía estar cómoda.

—¿Quieres que te lleve a casa?.— Le acaricie el cabello y sostuve su mano.

—No...— Se separo de mi, para mirarme a los ojos —Me estoy divirtiendo.

—Estas ebria.— Le hice la observación.

—Solo un poquito.— Hizo un ademán con la mano para indicarme la cantidad.

No hice más que sonreir y volver a acurrucarla en mi pecho.

Olivia levanto la mirada aun recargada sobre mi. Nuestras miradas conectaron.

—Eres muy lindo conmigo Yoongi.— Una dulce sonrisa decoro su rostro.

Me acerque peligrosamente a ella, nuestras frentes quedaron unidas. Nuestro contacto visual se mantenía.
Sin pensarlo mucho uni nuestros labios. Comencé a besarla de manera suave y pasional.

Sentir sus labios de nuevo se sentía muy bien.

—Yoongi no.— Con una de sus manos recuperó la distancia de nuestros labios. Bajo la mirada sin saber que decirme.

—Se que te gustó Olivia, ¿porque no lo aceptas?.

—Solo puedo ofrecerte mi amistad, te lo dije.— Dice en tono bajo.

—Eso es pura mierda.— Exprese con molestia.

—Yoongi.— Sus labios se curvaron ligeramente hacia abajo.

—Lo lamento Olivia.— La hice recostarse de nuevo en mi pecho. Deposite un beso en la coronilla de su cabeza.


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                           Jimin.

—Necesito un cigarrillo.— Taehyung estaba ansioso.

—Vamos, hay un lugar designado para eso aquí.

Nos pusimos de pie comenzamos a caminar. A lado de los sanitarios, habían un espacio especialmente para fumadores. La empresa lo puso así por las veces que esto se utiliza para fiestas.

Entramos por el pasillo ancho, mientras Taehyung saca la cajetilla. Se puso uno en la boca, preparándose.

Devolví la mirada al frente y a una distancia vi a Yoongi junto a Olivia.
Él la abrazaba muy íntimamente.

—Jimin.— Taehyung sabía lo que haría.

Me apresure a llegar hasta ellos y me plante enfrente. Taehyung me sigue el paso.

—Olivia.— Al momento ella volteo a verme, al igual que Yoongi.

—Miren quien llego...— Se puso de pie alejándose de él —Jimin-shi...— Apretó mis mejillas de forma juguetona con una risa ligera brotando de su garganta.

Los otros dos rieron muy bajo, tratando de hacer menos hostil el momento.

—Tan lindo.— Me observaba con detenimiento.

Se tambaleó y dio un paso hacia atrás perdiendo un poco el equilibrio. Sentí como mi sangre hirvio al ver que su cuerpo y el de Yoongi se pegaron, él la sujeto poniendo sus manos en la cintura de Olivia.

—Cuidado.— Le dijo al oído.

—Olivia creo que ya estás muy ebria, debes ir a casa.— Dice Taehyung.

—Yo la llevaré.— Dice de inmediato Yoongi.

—No...- Intervino Taehyung —A ti te esta buscando Namjoon.— Mintió —Jimin se encargará.

—De acuerdo...— Yoongi hizo notar su descontento con su expresión facial., no parecía convencido. —Nos vemos luego...— Tomo la mano de Olivia y se acercó para depositar un beso en su mejilla.

Di un paso adelante al ver eso, Taehyung logro detenerme agarrándome fuerte del brazo derecho.

Después de eso vimos al mayor alejarse, hasta perderlo de vista.

Los tres nos dirigimos al ascensor, bajamos y fuimos directo al estacionamiento.

Taehyung tuvo que ir a pedir la llave a uno de los chóferes.

—¿Puedes manejar?.— Me pregunto al verme convencido de querer conducir.

—Estoy bien.

—Tomaste también y no quiero que corras peligro.

—Si puedo tranquilo.

Me subí a la camioneta con Olivia, cerré la puerta, puse en marcha el vehículo.

Llegamos a su edificio, entramos al ascensor y nos dirigimos a su piso.
Olivia me abrazaba, acariciaba mi rostro y no dejaba de reír.

Salimos del ascensor, caminamos un poco hasta estar frente a la puerta. Con dificultad logro poner la contraseña.

La guíe a su habitación y sin esperar se apoderó de mis labios. Desesperada me empujo a la cama. Se abrió de piernas y en segundos estaba arriba de mi.

Volvió a devorar mis labios, mientras mis manos comenzaron la exploración por cada parte de su cuerpo.

Se separó, y se sacó el vestido. Esa lencería era sexy, pero su cuerpo desnudo lo era más.

Quería meterme entre sus piernas, tocarla a mi antojo y hacerla tocar el cielo.

Pero tuve que detenerme.

—¿Que pasa?.— Me pregunto confundida.

—No puedo.

Ella me miraba sin entender que pasaba.

—¿Ya no te gusto?, ¿te has aburrido de mi?.— Su voz se quebró.

Me senté con ella aun sobre mis piernas. Enmarque su rostro y deje pequeños besitos en su hermosa cara.

—Eres hermosa y te amo, me encantas...— La mire a los ojos —Pero estas ebria Olivia, no me agrada la idea de hacerlo si tu no estás consciente.

No dijo nada más, se bajó de mi regazo. Nos acostamos abrazándonos, su cabeza sobre mi pecho. Mientras acariciaba su mejilla.

—Quedate conmigo.— Me pidió casi en una súplica.

—Me quedaré preciosa.

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Holiwis...
Espero hayan disfrutado el capitulo.

Gracias por leer☺️

Cuídense, tomen agua y coman bien.

Atte. Mon💜💜💜












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