CAPITULO 2. Despedida (Pte 2).( Un nuevo comienzo.)

                            Olivia.

Mi vida no ha sido fácil de ninguna manera, pero me he esforzado por salir adelante, a pesar de mi familia.

Creo que tomar mi propio camino y empezar de nuevo en otro lugar me hará muy bien.

Mañana sale mi vuelo a Seúl, me esforcé mucho por ese trabajo, y se siente bien que al fin las cosas me estén saliendo como quiero.

Claro que, a mi familia no le agradó la noticia de que me iré al otro lado del mundo, no porque vayan a extrañarme, más bien porque ya no traeré dinero a casa estando lejos.

A mi madre solo eso le interesa. Siempre ha sido exigente conmigo, pero a mi hermano no le pide casi nada.

Por eso me he repetido a mi misma que esto es lo mejor, ellos no han sido de gran ayuda en mi vida.

Casi termino de empacar, me da algo de nostalgia dejar a mi México querido, aunque también estoy emocionada, es una mezcla de sentimientos.

-Olivia ¿de verdad piensas dejar a tu familia?.- Dijo mamá al entrar sin pedir permiso a mi habitación.

-Ya está decidido.- Ni siquiera la mire.

-Hola tía Olivia.- Entró la pequeña Katy a mi habitación, mi preciosa sobrinita de tan solo tres añitos.

Mi hermano Raúl era un pésimo padre, embarazo a la madre de Katy y hasta ahora no se hace completamente responsable, sólo de vez en cuando le da algo de dinero para la niña. Las que la ayudan más somos mi madre y yo. Lo que tiene la niña es gracias a nosotras y a su mamá que trabaja para solventar gran parte de los gastos de la niña. Viene a esta casa si mi madre va a buscarla o yo en todo caso. Pero Raúl pocas veces va por ella, al hacerlo sabe que Catalina le reclamará la pensión alimenticia. Mi madre le solapa que sea un irresponsable, pero aquí estaba fastidiándome a mi.

-Hola mi niña linda.- Me puse de cuclillas para estar más ala par de su estatura. Rodee con mis brazos su pequeño cuerpecito, la abrace y al separarme deposite un besito en su mejilla. Era idéntica a mi hermano -¿Cómo estas?.- Sonreí ampliamente.

-Triste porque ya no voy a verte.- Hizo un pucherito.

-Mi pequeñita…

-Eres tan egoísta.- Al escuchar esas palabras sentí tanto coraje, ¿Yo egoísta?, ella ni siquiera a sabido ser una verdadera madre.

-No voy a discutir.- Seguí sin mirarla, ya estoy cansada del mismo círculo vicioso con ellos -Menos delante de Katy

-No puedes hacerme esto soy tu madre.- Me grito y al momento me jalo del brazo -Piensa en Katy. Sólo nos tiene a nosotras, sabes que Catalina se ayuda con lo que nosotras le damos.

-¿Enserio eres mi madre?, quisiera que te hubieras comportado  como una realmente, pero en mis 23 años nunca he visto que seas una verdadera madre, así que suéltame.- Jale con fuerza mi brazo para que me soltara. -Yo amo muchísimo a Katy, pero no es mi responsabilidad, si tuvieras un poco de empatía con Catalina, deberías presionar a tu hijo para que le de la pensión alimenticia.

-Vas a regresar cuando veas que dejas todo por esos sueños estúpidos, cuando no seas mas que una fracasada…- No voy a mentir sus palabras aún me afectaban, pero estaba trabajando en eso. Por eso debía irme, no quería está vida -Tú hermano se queda conmigo, porque me quiere.

-Mi hermano se queda contigo porque puede hacer lo que quiera contigo, te roba el  dinero para ir a emborracharse, esa es la razón de que este aquí, yo no pienso seguir aquí, mañana me voy.- Dije con firmeza.

-No peleen.- Mi pequeña Katy hizo un pucherito.

Miranda estaba llorando, sólo lo hace para victimizarse, siempre ha hecho eso, solía manipularme, pero ya no más, he decidido que no quiero está vida para mi.

-Puedes salir de mi habitación ya.- Le dije mientras seguía empacando.

-Siempre voy a lamentar el haberte parido.- Dijo con coraje -Vamos Katy.

-Quiero quedarme con mi tía.- Dijo cabizbaja.

-Bien. Sólo mientras preparo la comida.- Dijo antes de salir y cerrar la puerta.

Cerré los ojos apretando mis párpados, respire profundo y me imaginé en mi nueva vida.

<No le creas, no vas a fracasar, no sigas permitiendo que todo esto Te afecte...>

Me decía a mi misma mentalmente.

Ya quiero que sea mañana y comenzar de nuevo, conocer personas nuevas, tener una vida nueva, me he decidido a crear la vida que siempre he querido tener.

Pase lo que restaba del día jugando con mi pequeña Katy, vimos un par de películas y comimos muchas palomitas.

-Tía.- Me llamo con su dulce vocecita.
-Dime mi niña.- La tenía acurrucadita en mi pecho, sus ojitos empezaban a cerrarse.

-¿Te vas para siempre?.

-No, yo voy a volver para visitarte.- Acariciaba su cabecita.

-Te vas a olvidar de mi.- Se escuchaba triste.

-No Katy, nunca podría olvidarme de ti.- Bese su cabecita -Recuerda siempre que yo te amo muchísimo. Eres muy especial, y eres maravillosa.- Me daba nostalgia dejarla. Temía que ella tuviera la misma vida que a mi me tocó. Pero aunque me doliera aceptarlo yo tenía que seguir mi camino. No podía hacer mucho por mi dulce Katy. Tal vez cuando crezca pueda llevarla conmigo. Mientras tanto se quedará aquí.

-Te quiero mucho tía. En las noches puedes mirar las estrellas y mandarme un beso en ellas.- No pude retener más las lágrimas.

-Claro que asi lo haré.- La abrace aún más. -Cuando tengas miedo o este muy triste piensa en la luna, observala y cuentale todo. Ella me lo dira a mi.

-Lo haré. Te amo tía.- Dijo con su suave vocecita.

-Y yo te amo a ti mi bebé.- La abrace y deje besitos en su cabecita.

Sentía su cuerpecito relajarse, sus ojitos se cerraron. Estaba profundamente dormida.

La lleve a la habitación de mi madre, se la entregue y regrese a la mía.

Antes de dormir, tome una ducha, me puse mi pijama y me recoste en la cama, mi mente divagaba, no me di cuenta cuando logre quedarme profundamente dormida.

                  (EL GRAN DIA).

La alarma sonó y desperte casi al instante, son las 5:00am, me levante de la cama, me dirigí al baño, me di una ducha rápida, me vestí, y maquille un poco.

Salí de mi habitación y me preparé un licuado de plátano. Sentía el estómago sensible así que no comería nada más.
Al parecer Raúl y mamá seguían durmiendo.

Regrese a mi habitación, revise por última vez mi equipaje, asegurándome de llevar todo.

Mi vuelo sale a las 8:00am, tengo que llegar antes no quiero perderlo.

Mi celular suena, recibí un mensaje de Jessica.

Jessica.
Oliv estamos afuera,
puedes salir ya.
                                                         Olivia.
                                                       Ahí voy.
                

Doy una última mirada a toda mi habitación, este lugar que fue mi refugio por mucho tiempo. Hoy lo dejo.

Tomo mi equipaje y al llegar a la puerta la abrí, prosegui con el portón, Pemi se acercó para comenzar a subir mi equipaje al auto.

-Olivia.- Escuche la voz de mi hermano detrás de mi -Carajo, ¿Enserio te vas?.- Me di la vuelta y lo observe.

-Raúl.- Dije su nombre -Así es, se los…avise con tiempo.- Mi voz temblaba un poco. Temía su reacción.

-¿Cómo te vas así como si nada?.- Su voz imponente me ponía nerviosa -¿Mamá no te importa?.

-Te tiene a ti, sabemos a cual de los dos ama por sobre todas las cosas.- Respondí. Era verdad y él lo sabía -Cuídate y a Katy, ella te necesita.

-¿Qué te hace pensar que lograrás todas esas fantasías?.- Empezó a atacar con sus palabras -¿Acaso te crees especial?, Olivia…lo mejor que puedes hacer es quedarte, somos familia, nos necesitamos el uno al otro.- Trataba de convencerme -Katy te necesita.

-Olivia tu hermano tiene razón.- Apareció mamá -Tenemos que seguir juntos.

-Yo no se porque mi dulce hermano se convirtió en esto.- Lo señale. Cuando era más pequeña Raúl era completamente diferente, nos cuidábamos mutuamente, pero un día todo cambio, cuando el tenía diez años. Cuando papá se fue -Yo no te necesito, tú me necesitas para seguir quitándome el dinero para tus vicios…amo mucho a Katy, pero ella es tu responsabilidad.

-¿Crees que puedes irte así nada más.?- Me sujeto con fuerza de los brazos, y me miro frunciendo el ceño.

-Suéltame.- Lo empuje -Si me voy.- Al momento sentí su mano en mi mejilla, me había dado una bofetada, su mano pesaba, mi mejilla ardía por el golpe, coloque mi mano derecha en mi mejilla y lo mire apunto de llorar.

-Papi no.- Katy corrió hacia Raúl. -No le pegues.- Comenzó a llorar, pero este la ignoro por completo.

-Katy.- La llamo mi madre.

-Pues nunca regreses estúpida.- Dijo con odio.

-No la vuelvas a tocar.- Se acercó Pemi. Detrás de él, Jessica y Domi -Debería darte vergüenza, golpear a una mujer.

-¿Cómo te atreves a pegarle a tu hermana?.- Exclamó Jessica empujándolo. Raúl no respondió nada.

Agradecía que Jessica nunca haya aceptado salir con él, se que sigue sintiéndose atraído por ella. Pero jamás va a merecer a una mujer como ella.

-Jess no puedes estar de acuerdo con esto.- Raúl trato de acariciar la mejilla de mi amiga.

-No me toques.- Dio un paso atrás.

-Ven.- Domi me abrazo.

-Ustedes le llenaron la cabeza de estupideces a mi hija, ahora se va de su casa.- Empezó mamá a reclamarles.

-Miranda la única que tiene la culpa de que tu hija no quiera estar más contigo, eres tú…Siempre maltrataste a Olivia, y sin mencionar todas las veces que su vida estuvo en riesgo estando a tu cuidado.- Al escuchar esas palabras de Domi. Miranda no dijo nada más.

-Debemos irnos.- Dijo Pemi.

-Mamá…adiós.- Le dije antes de subir al auto. Ella me miro con su tan repetida mirada de indiferencia hacia mi.

-Tía.- Katy se soltó del agarre de mi madre y corrió hacia a mi. La levante en el aire.

La abrace lo suficientemente fuerte sin lastimarla. Mi llanto ya había surgido, me dolía dejar a mi dulce Katy.

-Portate muy bien, obedece a tu mami en todo. Se una buena niña. Recuerda que eres hermosa, eres importante y eres brillante. Que nadie te diga lo contrario.- Dije mientras acariciaba su suave mejillita -Te amo mi pequeñito amor.

-Te amo tía.- Me partía el alma verla llorar de esa manera. -No te olvides de mi.

-Jamás mi niña. Voy a visitarte en cuanto tenga la oportunidad.- Katy asintió -Recuerda lo que hablamos anoche...

-Lo prometo.- Dijo en un tono bajo. La baje al suelo y bese sus mejillas por última vez.

-No olvides que te amo.- Le di un último abrazo -Adiós mi amor.

-Adiós.- Sollozo.

-Katy ven acá.- Raúl le hablo en un tono muy hostil para una niña de su edad. Katy camino a paso lento dentro de la casa.

-Cuidala.- Fue lo último que le dije a mi hermano.

Sin decir más, me subí al auto con Jessica. Pemi encendió el motor y lo puso en marcha.

Los mire por última vez a través de la ventana, me miraban con un semblante frío, nunca entendí porque eran de esa forma, yo sólo quería una familia amorosa y unida, y lo que acaba de pasar hace un momento me confirmaba que lo mejor era irme.

Llegamos al aeropuerto, lo primero que hice es registrar mi equipaje.
Verifican que mis papeles y mi pasaporte estén en orden.

Falta una hora para que salga el vuelo. Así que se sentaron a esperar conmigo.

Sentía una opresión en el pecho por lo acontecido en mi casa. Aún me dolían sus actitudes.

-Hey Oliv no estés triste, que no te arruinen esto.- Jessica levantó mi mentón y me hizo mirarla.

-Es sólo que…no se porque son así conmigo, ¿cuál fue el mal que yo hice?, ¿nacer?.- Una lágrima traicionera resbaló por mi mejilla. Mi amiga la limpió casi al instante.

-Olivia…tu nunca hiciste nada malo, eras sólo una niña en una familia que no sabía apreciarte…aún no saben hacerlo, pero nosotros creemos en ti, y vemos la hermosa mujer que eres por fuera y por dentro. Vas a triunfar, tenlo por seguro.- Domi me abrazo y sentí tan reconfortante su abrazo. Sin duda los iba a extrañar. Jessica y Pemi se unieron al abrazo, en ese instante sentí que la opresión en mi pecho se desvanecía. -Y si por alguna razon algo sale mal. Sabes que siempre serás bienvenida en nuestra casa.- Mis ojos se estaban llenando de nuevo con el líquido salado.

-Aunque estés del otro lado del mundo, siempre contarás con nosotros…- Dijo Pemi.

-Los amo, gracias enserio.

Pasado los minutos, anunciaron que mi vuelo estaba próximo a salir. Me puse de pie.

-Es hora.- Domi me miro con nostalgia y asentí con mis ojos acuosos. -Cuídate mucho, sabes que estaremos para ti siempre…si por alguna razón las cosas no salen como pensabas, siempre puedes volver a casa con nosotros, no lo olvides nosotros te amamos.- Después de decir esas emotivas palabras Domi me abrazo.

-Gracias por todo tu amor, has sido como una madre para mi.- Le dije al oído.

-Y tu como una hija para mi…te amo mi pequeña Olivia.- Me abrazo más fuerte.

-Y yo a ti Domi.- Le dije. Nos separamos y Pemi se acercó a mi para rodearme con sus brazos.

-Tu lograste esto sola, estoy orgulloso…mantente en contacto, ¿si?.- Asentí a lo que dijo.

-Gracias por todo.- Dije en un hilo de voz. Nos separamos y mi mejor amiga rápidamente me abrazo.

-Te voy a extrañar tanto.- Su voz se quebraba -Mis días no serán los mismos sin ti.

-Recuerda que pronto vas a irte conmigo.- Le recordé.

-Si…pero mientras tanto trataré de sobrevivir sin ti…mantente en contacto.- Dijo entre el llanto -Te amo Olivia…

-Y yo a ti Jess…

Nos separamos, era hora de subirme a ese avión.
Justo antes de irme les di un último abrazo.
Al separarme sin más demoras me acerque al personal que está revisando los boletos y pasaportes. Entregue los míos, al confirmar que todo está en orden me dieron indicaciones de que pase para abordar el avión.

Camino y antes de cruzar esa línea, les doy una última mirada, sonrió nostálgica, agite mi mano despidiéndome. Ellos me devolvieron el gesto.

Camine por el pasillo que me llevaría  abordar ese avión, mi corazón latía muy rápido.

<De verdad lo estoy haciendo, de verdad me voy, de verdad tendré una nueva vida, una vida que yo misma voy a crear>

Era lo que me decía a mi misma mentalmente.

Mientras subía al avión mire hacia adentro del aeropuerto, a lo lejos detrás de los cristales aún estaban esas tres personitas tan importantes para mi. Aquí se quedaba todo lo que conocía, mis raíces, todo lo vivido, mis amigos, mi país.

Tenía miedo, mucho miedo, no sabía lo que me deparaba el destino, pero sin duda no me iba a arrepentir, porque, es mejor intentar y fracasar, que jamás haberlo intentado.

Subí al avión, con mi maleta colgando de mis hombros, ubique mi asiento y me senté. Este sería un largo viaje.

                        [………..]

Después de comer algo que una de las azafatas amablemente me trajo, estuve con mis audífonos puestos, mientras vi un par de películas en mi laptop, luego escuche un poco de música. Cuando sentí mis párpados pesados guarde mi laptop junto con mis audífonos, para quedarme completamente dormida.

                       [………..]

Desperté al fin, y ya estaban anunciando que habíamos llegado., estábamos apunto de aterrizar. Me preparé, estaba más nerviosa que nunca.

Después de unos largos minutos el  avión al fin aterrizo, baje del avión, me dirigí a tomar mi equipaje.

Al tenerlo conmigo, camine detrás de los pasajeros que viajaron en el mismo avión, para salir de aquí. Con mi mirada recorro todo a mi alrededor, en la empresa me dijeron que alguien vendría a buscarme.

Mi mirada se frena en un cartel que tiene mi nombre escrito "Olivia Oropeza Palmer", me acerque rápidamente.

-Hola!.- Al saludarlo hice una reverencia.

-Hola, ¿Usted es Olivia?.- Me pregunto mientras reverenciaba.

-Si soy yo.- Asentí -Mucho gusto en conocerte…- Extendí la mano para estrecharla. Lo que él miro un poco extraño, pero aún así estrecho su mano con la mía.

-Supongo que ese saludo es normal en tu país.- Me dijo y asentí -Mi nombre es Moon Sangtae.- Mostró una ligera sonrisa.

-Olivia Oropeza, mucho gusto Sangtae.- Le devolví la sonrisa.

-También es un gusto conocerla.- Inclino la cabeza -Bueno señorita la llevaré a su departamento, mi auto está cerca, déjeme ayudarle con su equipaje…

-Gracias.- Sangtae comenzó a caminar y yo lo seguía.

Llegamos hasta su auto y me ayudó para meter el equipaje en la cajuela, subí a su auto y después lo hizo él, para poner en marcha el auto.
Durante el camino platicamos de algunas cosas básicas, como de que país soy, que me gusta hacer, etc.

-Tu coreano es muy bueno. - Me dijo Sangtae sonriendo.

-Gracias, me esforcé mucho para aprender tu idioma.- Le dije devolviéndole la sonrisa.

-Jamás había conocido a una mexicana.- Sonríe.

-¿Enserio?, entonces tengo que poner en alto a mi país.- Lo escuche reír.

No suelo ser abierta con las personas, pero Sangtae me agrada, y bueno no hemos hablado grandes cosas, solo cosas ordinarias.

Sangtae entra a un estacionamiento de un gran edificio. Supongo que este es el lugar.

-Al fin hemos llegado.- Me dice al estacionar el auto -Te ayudo con tu equipaje.- Se quitó el cinturón de seguridad y bajo del auto. Imite su acción.

Después de tomar mi equipaje de la cajuela, entramos en el edificio, subimos al ascensor, llegamos al piso 5, Sangtae me muestra un pequeño pero acogedor departamento, me gusta.

-Este será tu hogar por ahora.- Me dijo -No debe tardar en subir el señor de mantenimiento para ayudarte a ingresar otra contraseña en la pantalla.

Algo curioso que note es que Sangtae introdujo una contraseña en una pequeña pantalla que está pegada a la puerta, así es como pudo abrirla.

Cuando el señor de mantenimiento subió pude ingresar una contraseña que sólo yo supiera por obvias razones. Esto me encanta.

-Gracias, es bonito.- Respondí.

-La empresa ya pago los primeros dos meses de renta, después te tocará a ti seguir pagándolo, o si quieres cambiar de lugar, lo que tu prefieras.- Me informó -Como puedes ver ya está amueblado, ten.- Me entrego una llaves -Puedes entrar usando la contraseña, pero sólo por si acaso también tienes llaves.

-Enserio estoy agradecida…- El asintió con una sonrisa -Muchas gracias.

-Bueno te dejo, sólo recuerda que mañana es tu primer día.- Me recordó dirigiéndose a la puerta.

-No lo olvidó, nos vemos…

-Ten.- Me extiende una tarjetita -Mi número por si necesitas algo…

-Muchas gracias.- Sonreí y el reverencio. 

Camino para entrar en el ascensor y yo cerré la puerta.

Tengo mucho por desempacar y muero de hambre. La buena noticia es que antes del viaje hice el cambio de pesos a Wones.

Salí del departamento y muy cerca encontré un restaurante, compre algo de comida y regrese al departamento.

A pesar que quería tirarme a la cama y dormir, no podía, tenia cosas que hacer, así que me pasé el resto del día desempacando, organizando mis cosas, y por último elegí el atuendo que usaría en mi primer día. La primera impresión es muy importante.

Al terminar me di una ducha, me puse mi pijama y me meti entre las sábanas.

Me remuevo en la cama peor que una lombriz, quiero suponer que es por el cambio de horario que me está costando dormir.

Así que simplemente fijo mi mirada en el techo, tengo que obligarme a dormir, tengo que estar descansada para mañana.

Después de un largo rato consigo quedarme dormida.

♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤

Holaaa gente bonita.
Soy yo de nuevo jajaja😂💜

Nuestra querida Olivia a llegado a Seúl. Pronto iniciará en su nuevo trabajo.

Cuidense y coman sanamente🤗

               Atte. Mon💜💜💜

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top