Al otro día, me levanté y me preparé para comenzar del día. Rose nos interceptó a mis amigas y a mí en la sala común de Gryffindor para organizar el plan.

- Entonces esto será así - nos decía - , Albus y Scorpius irán al despacho de Simons cuando esté ocupado. Hoy tienen un examen de su asignatura con el curso de mi primo James. Él nos avisará cuando haya peligro de que Simons vaya a su despacho. Usará su capa para hacerse invisible que le dió mi padre. Al mismo tiempo, ustedes irán a la sala de los menesteres. El grupo que encuentre algo primero que otro, irá hacía el lugar donde se encuentra el otro grupo y nos reuniremos allí todos juntos y destruimos el giratiempo. ¿Tienen preguntas?

- Yo si - dije - ¿Qué pasa si lo escondió en otro lado? ¿Y si lo escondió en el ministerio?

- ¿Por qué lo esocnderia en el ministerio si fue de allí de dónde lo robó?

- Buen punto - dije.

- Bien, ahora bajemos a desayunar o se nos hará tarde.

Bajamos corriendo la escalera caracol y llegamos al vestíbulo. Allí corrimos a al Gran Comedor y desayunamos con los demás miembros de Gryfffindor.

Tuvimos las clases normales y, a la hora indicada, pusimos en marcha nuestro gran plan.

Corrí con mis amigas a la sala de los menesteres mientras enviaba un mensaje de «¡ayuda! ¡Alerta a la Orden del Fénix!» a Luke a lo que él respondió con un «cuenta con ello» . Como habíamos acordado en nuestro último encuentro.

Una vez que llegamos al tapiz, pásala por delante de este y nad apareció.

- Tal vez debamos pasar otra vez - sugirió Lola.

- Dos veces más - dije leyendo el papelito que Albus me había dado en un recreo.

Entramos y nos encontramos inmersas en una sala con forma de laberinto debido a las pilas de objetos que había en ella.

- Tal vez debamos intentar un encantamiento combocador - dijo Pia.

- ¡Pero no sabemos hacer uno! - dijo Lola.

- Es verdad.

- Yo si - dijo Rose, que estaba seguida por James, Albus y Scorpius.

- ¿Qué hacen ellos aquí? - pregunté a Rose - ¿No estaban en el despacho de Simons?

- Es que no había nada allí - respondió Scorpius.

- Entiendo. Bien, habrá que separarnos - dije - . Somos veamos...tres...seis...¡Siete! Habrá que dividirnos. Un grupo quedara de cuatro y el otro de tres.

- Tal vez Lola, Pia, Lanny y yo podamos ir juntos - sugirió Albus - . La verdad es que necesitaran a un hombre con ustedes.

- ¡Eso es muy machista! - dije.

- ¡Lo siento! Lo que quiero decir es que me necesitará. No sé por qué, pero siento que esto tiene que ver conmigo de algún modo.

- Bien, entonces ven con nosotras - accedí molesta.

- Entonces nosotros iremos por el otro lado - dijo Rose - . Ustedes hayan por la derecha y nosotros por la izquierda.

- Bien, y si encontramos algo lanzamos un encantamiento Lumos al techo.

Nos dividimos como acordamos y comenzamos a caminar entre las pilas de objetos. Revolvimos en ellas durante un rato pero no encontramos nada.

Yo me encontraba revolviendo una pila cuando oí una conversación que me puso los nervios de punta y me hizo notar que no estábamos sólos.

- ¿Lo tienes? - escuché que una voz de mujer decía.

- Lo tengo - decía la voz de Simons.

- Excelente. Ahora podemos poner en práctica nuestro plan.

Entonces corrí hacía donde se encontraban el resto del grupo, o eso intenté hacer porque Algo me tomó por el brazo.

- ¿Buscas algo? - preguntó una voz conocida y yo atiné a gritar.

- Merula, tráela - dijo la voz desconocida - ¡Y díganle que se calle!

Una vez que me tuvo cerca dijo:

- ¿Qué viniste a hacer aquí, niña entrometida?

- Me perdí - mentí - . Todavía no conozco el colegio de memoria.

- Miente, señora - dijo Simons - . No sé perdió. Esa niña es alumna mía. Y ha escuchado nuestra conversación al parecer.

- Me apena decir que tendré que matarla dentro de esta sala - dijo la mujer.

- Delphie - oí que Albus decía - ¿Qué haces aquí?

- Sólo vine a buscar mi tesoro para poder cumplir mí plan.

- ¿Qué plan? - dijo Albus y yo aproveché para escribir un mensaje a escondidas y avisarle a Luke dónde estábamos y cómo llegar.