Cap 40. ¡Tú!...¿Tú?

Narra ____

De verdad me quedé en shock, este sujeto que en realidad no era hombre como en un principio pensé, era un ser idéntico a Slenderman pero con un cabello largo y negro hasta la cintura, con un esbelto y delgado cuerpo.

-Slenderman...mi amor, no sabes el gozo que me llena volver a verte -habló con una clara voz de mujer, sabía que había algo raro en ella-.

-¿Disculpa? -mi sorpresa se hizo más que presente, la mire de pies a cabeza-.

-No vuelvas a decirme de esa manera Woman, y el sentimiento no es mutuo -dijo mi novio con total desprecio y notable nerviosismo-.

-¡Ay!, cariño, no seas así de malvado conmigo, sabes lo sensible que soy-.

Esta vez habló con algo de indignación mientras me soltaba y llevaba su mano derecha a su frente y la otra al pecho, obviamente se notaba su falsedad a leguas.

-Se conocen -hablé con afirmación-.

-Lamentablemente...-dio un fuerte suspiro-.

-Claro que si niña, él y yo estamos comprometidos-.

Se dirigió a mi con total superioridad cosa que desaprobe de inmediato con una mueca. Acto seguido extendió su larga y delgada mano donde me mostró un anillo de plata con un pequeño pero lindo (he de admitir) diamante en el.

-¿Ves?, él y yo nos vamos a comprometer y pasaremos el resto de nuestra vida juntos -hablaba como si se tratase de un cuento de hadas-.

Estaba realmente confundida, ¿quién  mierda era esta mujer?, ¿por qué se refiere así a Slender?, y más aún, ¿de verdad mi novio le dio ese anillo?.

-¿Eso es verdad...Slenderman? -rápidamente voltee a verlo creo que no sabía como articular palabra-.

Debido a su silencio, el entorno se volvió tenso e incómodo. No hasta que Offenderman da unos pasos hacia la escalera donde anteriormente me encontraba con la mujer esa, que hasta el momento se que se apoda "Woman".

-____...será mejor que entres con nosotros y los dejes hablar por un momento...a solas...-me habló con total tranquilidad, como si fuese una niña-.

No sabía como reaccionar, estaba en un pequeño trance, en ningún momento Slenderman negó nada, aún con la mirada perdida en el "rostro" de mi novio atine a sólo acentir con la cabeza.

Offenderman me tomó por los hombros y me giró para ir hacia la entrada, pero antes de dar un solo paso me detengo, quito las manos de Offender de encima mía y extendí mis alas a mediana capacidad para quedar así a la altura de la mujer, sin quitar la vista de la puerta.

-No se quién seas, pero espero que MI novio te saque de nuestro hogar, tu presencia no es bienvenida aquí...- le recalqué el "mi novio" para que sepa quién manda en su corazón ahora-.

Me daba escalofríos a mi misma debido a lo seria y fría de mi voz, por su parte esta rió con burla y negó con la cabeza, pero antes de recibir respuesta alguna vuelvo a hablar.

-Y ni se te ocurra hacer algo estúpido, con él...no te conviene larguirucha -hablé con burla ante lo último-.

Después de eso, entro casi corriendo a la casa a penas regreso mis pies al suelo, voy directo al baño del primer piso y me encierro en este para llenar mi cabeza de pensamientos absurdos.

¿Slenderman de verdad se comprometió con esa tal "Woman"?, ¿por qué mierda no me respondió?, ¿que historia habrá detrás de todo esto?, ¿fueron algo en el pasado?, pff claro que si ____, si no por que otra razón se habrían comprometido si no fuese así....aún, ¿la querrá?. No. Claro que no ____, no seas estúpida, de ser así aún estarían juntos.

No sé por cuanto tiempo estuve así mirando el lavamanos blanco con mis manos apoyadas a los lados en el bello cuarzo blanco. Me miré al espejo, estaba con el cabello algo desordenado, pero lo ignoré por completo, esa no es mi preocupación ahora mismo.

Abrí la llave y acuné la helada agua en mis manos para posteriormente lavar mi cara y refrescar mi mente, por unos momentos cerré los ojos dando un largo suspiro aún con el ceño fruncido.

Después de unos instantes escuche leves golpes en la puerta de este, símplemente abrí los ojos con lentitud  y luego sequé mi cara con la toalla gris que se encontraba a mi derecha, di suaves toques en mi piel, ya seca volví a suspirar antes de abrir la puerta.

Miré a quién se encontraba del otro lado y para mi sorpresa eran las chicas. A penas las miré entraron de inmediato cerrando la puerta detrás.

Por mi parte baje la tapa del W.C. y me senté. Mi mejor amiga se arrodilló en la pequeña alfombra negra frente a mi y tomó mis manos acariciandolas.

-Amiga...¿Estás bien?...-fue lo único que dijo-.

-Si...sólo...-resoplé- estoy confundida, molesta, nerviosa...-.

Sentía como el color de mis ojos cambiaba conforme decía cada sentimiento, pero estos siguieron cambiando a su color respectivo cada segundo, jamás me había pasado. No se si esto sea bueno.

Si bien sentía como cambian mis ojos, debido por un leve cosquilleo que siento en ellos, lo descubrí tras mirarme por largos periodos de tiempo en el espejo y pensar en diferentes recuerdos, tanto buenos como malos.

-Tranquila, ya han pasado unos 15 minutos desde que están afuera hablando -volvió a decir mi mejor amiga-.

-Si, pero bajo la vigilancia de nosotros claro -sonrió Nina-.

-Tenemos bajo el ojo a esa tal "Woman" -hizo comillas la peli negra con máscara-.

-Tienes que tranquilizarte un poco ____, no es bueno para ti pensar demasiado esto -me dijo preocupada la rubia-.

-Si ____-reafirmó Zero- nos preocupamos por ti a penas te encerraste aquí-.

Levanté la mirada a todas mis amigas, con un gran esfuerzo pude regalarles una pequeña pero verdadera sonrisa de agradecimiento.

-Gracias chicas, de verdad -mire a todas- no se que haría sin ustedes-.

Todas nos dimos un gran abrazo grupal hasta que mi mejor amiga volvió a hablar para romper ese lindo momento.

-Ven, te llevaré a la cocina para darte algo, de verdad necesitas tranquilizarte -hizo una mueca-.

-Pero si ya estoy tranquila....-.

-____...tus ojos no paran de ir en verdes, a un color miel con una tonalidad roja...y eso de verdad no me agrada -pasó un mechón de mi desordenado cabello detrás de mi oreja-.

-Esta bien...-no me quedó de otra más que aceptar-.

Me sonrió sólo como ella sabe hacerlo y aún con nuestras manos juntas salimos todas del baño, al llegar a la sala de estar todos los chicos se encontraban ahí, quizás esperando cualquier cosa.

Vi que los creepys estaban sentados en los sillones y alfombra del living, mientras Offenderman se encontraba al lado de la ventana viendo a esa mujer y a Slender.

Para no pensar más en eso pasé directamente a la cocina donde Yoselin me dió un agua caliente de manzanilla, lo sostuve en mis manos aspirando su suave aroma.

Soplé y tomé un sorbo disfrutando el sabor con los ojos cerrados, luego di otro sorbo un poco más grande dando un suave suspiro de satisfacción, en definitiva, éste era mi té favorito.

Cuando abrí los ojos miré a mi alrededor, todas me miraban expectantes, más al sonreirles ya más relajada ellas me devolvieron el gesto.

-Morado, y no cambia...mucho mejor -Yoselin como siempre ayudándome en los momentos más tensos-.

-Gracias...-seguí tomando del brebaje-.

Pasaron otros diez minutos en los que me quedé hablando cosas tribales con las chicas en la cocina, a pesar de estar ahí con ellas mi mente aún se situaba allá fuera, imaginando en lo que podrían hablar.

Miré mi taza ya vacía y la dejé en el lava platos, la lave y deje en su respectivo lugar, me volví a sumergir en mis pensamientos hasta que un repentino sonido de la puerta abrirse con brusquedad me saca abruptamente de estos.

Caminé con rapidez a la sala donde mis ojos rápidamente se posaron en la delgada mujer parada en el marco de ésta dandome a entender que ella fue la responsable del estruendo. Debido a esto nuevamente volvió el odio en mi.

-Hey -hablé con notable molestia- ¿quién mierda te crees que eres para entrar así a mi hogar?-.

Tomé una postura desafiante poniendo ambas manos en mi cadera, vi sobre sus hombros como Slenderman estaba detrás de ella sin decir nada, sólo miraba al suelo, cosa que me irritó aún más.

-Lárgate de mi casa larguricha -aprete los dientes mandando mi peso a la derecha sacando la cadera-.

-¿Como me dijiste? -dió un paso al frente amenazadoramente-.

-¿Eres sorda o qué?, dije que te largaras -también di un paso al frente-.

-Para tu información mi nombre es Slenderwoman, niña -volvió a dar otro paso-.

-Para tu información mi nombre es ____, larguirucha -di otro paso hasta que quedamos frente a frente-.

-Vuelve a repetirlo pequeña zorra-.

Agrandé mis alas a mediana capacidad como antes y quedé un poco más alta que ella, reflejando mis aires de superioridad me crucé de brazos y quedé a cinco centímetros de su rostro.

-Lárgate...de...mi...casa...-.

Cada palabra lo decía pausada pero firmemente, mi rostro no expresa más que repulsión y desagrado, ¿cómo es posible que en tan poco tiempo llegue a despreciarla tanto?.

-Lamento decirte querida...que aunque no quiera, a partir de ahora viveremos juntas -dijo burlonamente-.

Estaba shockeada, pero sólo por dentro, levanté una ceja husmeando su inexistente cara y luego me aleje de ella todavía con los brazos cruzados pero aún a su altura.

Mi mirada ahora viajó a Slenderman, quién en todo este tiempo parecía perdido en sus pensamientos haciendo caso omiso a nuestra "inofensiva" discusión.

-Slender...-lo llamé- Slenderman -lo llamé un poco más fuerte consiguiendo al fin su atención-.

-¿Si?...-aún parecía ajeno a la situación-.

-Quiero que saques a esta zorra de quinta de mi casa -dije con tranquilidad-.

-Yo...n-no...puedo...-.

Si la zuripanta esta tuviera rostro estaría sonriendo con triunfo, se que lo hace. Pero mis pensamientos ahora me traicionaban, ¿qué sucede con él?, a caso no se dió cuenta de cómo me trata?.

-¿Cuál es el motivo? -sentencie molesta a más no poder-.

-¿Podemos hablar en mi oficina? -respondió frío-.

Mi corazón se aceleró, esto no es bueno. Solo acentí y ambos fuimos directo a su oficina, pero antes de hacer algún movimiento Slender miró a uno de sus hermanos.

-Trenderman, por favor, ¿podrías...? -dejó la pregunta al aire esperando a que el contrario entendiera-.

-Si, por supuesto...-acomodó sus lentes, se que pueden hablarse por telepatía-.

-Gracias...-sin más con paso firme pero algo acelerado caminó adelantandome-.

Miré de reojo a la zorra de Woman, esta tenía aires de triunfo, no cantes victoria aún larguirucha. Como todavía flotaba, me incliné levemente hacia adelante y así saltarme las escaleras para llegar directamente a la segunda planta.

Volví al piso a penas llegue al pasillo y pude ver la espalda de Slender ya casi llegando a su oficina, con pasos algo apresurados quedé detrás de él. La oficina se encontraba al final del largo y oscuro pasillo.

Al llegar abrió la puerta y se quedó en el umbral mientras que con una mano hizo un ademán de "las damas primero", rodee los ojos y entré, ¿sólo ahora le da por ser caballero?.

Tomé asiento en el sillón de cuero frente a su escritorio, escuché como cerró la puerta pero esta vez con seguro, me pareció extraño pero lo ignoré olímpicamente.

-¿Y bien?...-lo miré inquisitiva-.

Ya se encontraba sentado frente a mi detrás de su escritorio con su típico traje, un momento, ¿en que minuto se cambió de ropa?.

-Esto es algo difícil de explicar -comenzó a hablar- Slenderwoman y yo...bueno -lo interrumpí-.

-No me interesa tu vida con ella Slenderman, si no negaste aquel anillo, me imagino lo que vivieron ambos en un pasado...-mi voz sonaba tranquila, pero por dentro ardía en furia-.

-Pues es cierto -se recargo en el respaldar de su silla- en un grato momento de nuestra relación, estaba tan enamorado que le propuse matrimonio-.

Lo dijo tan a la ligera que la furia que sentía en mi interior poco a poco se extinguió, dando lugar al miedo, duda, angustia, ¿tan poco le importaba?.

-Hubiéramos vivido felices, quizás ahora con una bella familia...-junto ambas manos sobre su estómago dejando los codos en los posabrazos de su silla-.

No sé por que actuaba de esa manera, ¿a caso no se da cuenta del daño que me está haciendo con cada palabra?. En ese momento me sentía tan pequeña, una cosa insignificante al lado de su ex.

Mis ánimos se fueron al infierno, mi postura desafiante declinó, me deslice por el respaldar del sillón mientras me abrazaba a mi misma, por inercia miré cualquier cosa para distraer mis pensamientos, en este caso fue el reloj en la pared a mi derecha, marcaban exactamente las 22:53 pm.

No me di cuenta del tiempo, realmente pasó muy rápido todo este enrollo y yo aún seguía con el bikini que me prestaron para este día supuestamente tranquilo y familiar.

-Pero aquel "hubiera" no existe -continuó- dos semanas después de la proposición...la descubrí siendome infiel...-.

Mi vista ahora viajó a su no rostro, ¡ja! tenía razón, Woman sólo es una maldita zorra. Por otro lado, me siento mal por Slender, no me imagino que él me llegase a ser infiel, por mi parte jamás lo haría.

-Di por terminada nuestra relación, y como en ese entonces ella vivía conmigo, le pedí que se fuera en ese mismo instante...desde ese entonces jamás la volví a ver ni supe más de ella...-terminó de relatar volviendo a su postura derecha-.

-¿Hace cuánto tiempo pasó esto? -imite su acción sintiendome un poco mejor ahora-.

-Unos seis meses atrás más o menos-.

-Oh...-.

Fuelo único que pude decir, después de eso ninguno volvió a hablar hasta que algo en mi mente dio un click y volví a retomar la palabra.

-Aún no me dices la razón por la cual debe quedarse esa zorra aquí-hice una mueca con total repudio-.

-____ te pediré que por favor ya no la trates así -puse los ojos en blanco- esto es mas complicado, yo aún no proceso lo que me dijo, y en verdad espero que tú puedas comprend-...-.

Lo volví a interrumpir ya desesperada por que me dijera, le estaba dando muchas vueltas al asunto y eso de verdad que me estaba sacando de mis casillas.

-¡Vamos Slender!, sólo dilo de una maldita ve-...-.

-Está embarazada...-.

La noticia fue como una cubeta de agua fría, mi piel se erizó, estaba shockeada, sentía como mis manos sudaban y mis piernas se entumecian, agradecía estar sentada en ese momento.

-No...puede ser...posible...-dije con la voz apagada y muy baja-.

-Estoy igual que tú, pero las fechas de...-se cortó así mismo- el punto es que si, yo mismo puedo asegurar que la criatura es mía-.

-Pero...si ni se le nota ese supuesto embarazo...-.

-Los ender's tienen una gestación diferente a los humanos, la de ustedes dura nueve meses, mientras que la de nuestra raza dura aproximadamente 18 meses, lo que equivale a un año y medio...-.

Miraba al suelo aún pérdida, de seguro estaba pálida, algo oscuro dentro de mi ser comenzó a descontrolarse, sentí el cosquilleo en mis ojos. Levanté la mirada hasta conectar en donde deberían estar sus ojos.

-Sacale esa escoria...-hablé al fin pero con una voz apagada, lúgubre, sin sentimiento alguno- ese pequeño bastardo no debe nacer...-.

La frialdad de mis palabras daban de que temer, Slenderman claramente quedó en shock ante mi petición, pero eso no me interesa ahora.

-Prácticale un maldito aborto...de inmediato -me paré del sillón abruptamente- y dile a esa zorra que no vuelva a pisar este terreno...JAMÁS-.

De un segundo a otro Slenderman se levantó de la misma manera que yo, golpeó fuertemente su escritorio con ambas manos, por mi parte ni me inmute, seguía mirándolo frívola.

-¡¿Cómo puedes decir eso?!, ¡el embarazo ya está demasiado avanzado!, ¡su sistema nervioso ya a de estar desarrollado! -sus tentáculos comenzaron a salir agresivamente-.

-¡Me importa una mierda ese pequeño bastardo!, ¡MÁTALO!, ¡ESA COSA NO TIENE LUGAR EN TU VIDA, NUESTRA VIDA SLENDERMAN NO LO OLVIDES!-.

-¡ES MI HIJO DEL QUE ESTÁS HABLANDO!, ¡JAMÁS HARÍA ALGO CONTRA SU INOCENTE VIDA!-.

-¡OH CLARO! HABLEMOS AHORA DE MORAL -dije con sarcasmo- NO SEAS HIPÓCRITA SLENDERMAN, MATAS NIÑOS TODOS LOS DÍAS, ¡¿CREES QUE NO LO SE?!. UNO MÁS NO HARÁ DIFERENCIA -mis alas se extendieron a su máximo y volé hasta su altura al igual como lo hice con la zorra-.

-ES SANGRE DE MI SANGRE ____. ¡MI HIJO, ENTIENDELO DE UNA PUTA VEZ! -su boca comenzó a aparecer-.

-¡Y YO SOY TU NOVIA!, EN ESTE MOMENTO SOLO TE DEBO IMPORTAR YO, Y NO ESA ZORRA CON SU PEQUEÑA BASURA DENTRO DE ELLA -sonaba egoísta lo sé, pero la ira me dominaba-.

-¿ME ESTAS HACIENDO DECIDIR ENTRE AMBOS?-.

-NO ME DEJAS DE OTRA...-respire profundamente- es esa escoria...o yo-.

-No, tú no me dejas de otra -suspiró y guardo sus tentáculos- lo elijo a él o ella, por sobre todas las cosas, mi hijo es más importante que nada -su boca desapareció-.

-Bien -regrese mis pies al suelo- si eso piensas y deseas...yo no tengo nada más que hacer aquí...-sentí otra vez el cosquilleo en mis ojos-.

Di media vuelta en dirección a la puerta para retirame, pero antes de que pudiera tocar el pomo un tentáculo me toma por la muñeca impidiendo cualquier movimiento.

-Slenderman....sueltame...-tenía un hilo de voz-.

-____, por favor...-estaba triste lo podía sentir-.

-Basta, Slenderman...déjame en paz...-.

-Hablemos ____, te lo imploro...no me dejes así...-notaba su desesperación-.

-¡DIJE BASTA!-.

De un fuerte movimiento me di vuelta  y con la misma mano en la que tenía su tentáculo la dirigí en su dirección simulando que lo ahorcaba, pero tenía el presentimiento de que en verdad lo estaba dejando sin aliento.

Luego lo levanté en el aire, mis acciones se manejaban solas, esa oscuridad dentro de mi que se encendió minutos atrás, se estaba manifestando, y lo sentía en cada rincón de mi ser.

-_-___...po-r favor...detente...-.

Intentaba con desesperación sacar algo imaginario de su cuello, sus tentáculos intentaban llegar a mi, pero a pesar de ser lo suficientemente largos, algo les impedía tocarme, como si fuera un campo de fuerza el que me protegiera.

Cuando vi que los intentos de Slender eran menos intensos, lo dejé caer viendo mis manos y la escena que acababa de realizar con horror, más algo me impedía sentir remordimiento alguno.

-Yo...yo...Slender...-lo miré buscando su "rostro"-.

En cambio el sólo se tocaba su cuello, sentía una mirada suya que era de asombro más que nada, por mi parte di un suave suspiro y retomé mi postura desafiante, me negaba a pedir perdón.

-Te dije que me dejaras en paz -dije sin culpa alguna de mis actos-.

Rápidamente abrí la puerta y salí cerrandola de inmediato, al dirigir mi mirada al pasillo en el que también estaban las habitaciones de los chicos, todos se encontraban en el umbral de sus puertas con pijama y armas en mano. De seguro me escucharon gritar.

-¡____!, ¿se encuentra bien? -Hoodie se acercó a ver si tenía alguna herida-.

-¿El operador le hizo algo? -los ojos chocolate de Toby me veían preocupado mientras me tomaba por los hombros-.

-Estoy bien...-dije cabizbaja-.

Los tres fueron los únicos en acercarse, Masky me miraba fijamente sin decir nada. Me tomó por el mentón e hizo que lo mirara durante unos segundos, sus ojos azules intensos no dejaban de quemar los míos, que hasta el momento no se exactamente su color.

-Hoodie, Toby, vayan con el operador, ahora -sentenció muy seriamente, demasiado para mi gusto-.

Los dos antes mencionados acataron su orden sin dudar. En ningún segundo dejó de mirar, me perdí en ese azul celeste de sus ojos, un recuerdo de cuando era un bebé inundó mi mente.

-¡Masky ven aquí!, ¡necesitamos ayuda! -gritó Hoodie desde la oficina-.

-Deberías ir a descansar -fue lo último que dijo antes de entrar a la oficina-.

Me abrace a mi misma bajando la cabeza y con paso algo lento comencé a acercarme a las habitaciones donde aún los creepys se encontraban mirando todo el espectáculo.

-Será mejor que todos vuelvan a dormir...ya...es muy tarde...-hablé al quedarme en medio del pasillo-.

No hicieron más que hacer caso y encerrarse en sus cuartos, miré a mi lado y Jeff aún seguía observandome, le regalé una débil sonrisa que más que eso fue casi una mueca.

-Tus ojos están rojos enana -fue lo único que dijo y entró en su cuarto-.

Ahí todo cobró sentido para mi, caminé en silencio a mi cuarto, que ahora para mi desgracia es la de Slender también, no sé cómo podría verlo a la cara después de todo lo que a pasado.

Entré a la habitación y consigo al baño, prendí la ducha y dejé que el agua se calentara, mientras, iba quitándome el bikini, ya desnuda miré mi cuerpo y todas las cicatrices que en tan poco tiempo se hicieron presentes en mi piel.

Sin más preámbulos me metí a la ducha, después de unos 20 minutos terminé y con cuidado de no resbalar salí de esta, tomé la toalla blanca que estaba a mi costado y sequé todo mi cuerpo. Hasta ahora no sé por que mis alas no pesan después de que me ducho, nunca pensé en eso antes.

Simplemente ignoré mis pensamientos y con la misma toalla traté de quitar toda el agua posible de mi cabello, aún desnuda tomé el secador y puse en marcha mi labor.

Ya seco mi cabello, me cubri el cuerpo con la misma toalla, en todo este tiempo evite verme al espejo, ¿la razón?, no quiero ver el verdadero monstruo en el que me convertí, no, psicologicamente no aguantaría.

Desde que entré a la habitación eh tenido la mirada neutra, debería sentir culpa pero no, no puedo sentir nada, y siento que el no sentir nada en el fondo me da igual. Carajo, ni yo misma me entiendo a veces.

Bufé y decidí salir al fin del baño, fuí a la cómoda que está al lado del closet y saqué unas bragas grises, al ponermela dejé caer la toalla al suelo, acto seguido abro el primer cajón y veo lo que era mi pijama.

Tomo la polera de tirantes, paso ambos brazos y antes de pasarla por mi cabeza siento que la puerta es abierta con algo de fuerza, no le tomo importancia y sigo con lo mío.

-Oh, l-lo sentimos ____ -era Hoodie-.

-No sabíamos que estabas...-se cortó a si mismo un nervioso Toby-.

Pase la polera por mis axilas cuando decido voltearme a verlos, de inmediato vi como los proxy's se sonrojaban ya que como se suponía debían estar dormidos solo traían su pijama.

-Oh vamos, chicos, ya me han visto así, ¿a caso ya olvidaron quién cuidó de ustedes? -levante una ceja-.

Mientras hablaba iba bajando mi polera, ya lista tomo mi short pero antes de ponermelo, veo como se quedaban en su lugar nerviosos viendo a otro lado.

-¿Dónde está Masky? -pregunté al ver sólo dos de ellos-.

-Estoy aquí, ¿necesita algo? -dijo entrando a la habitación detrás de Slender-.

Éste al verme, solo siguió su camino en dirección al closet que esta a mis espaldas, no le dirigí la mirada en ningún momento, como creo que él tampoco a mi, los chicos se miraron entre sí, notaron lo tenso del ambiente quizás.

-Si no tienen nada más que hacer, pueden retirarse -habló desde mi espalda Slender-.

Este mismo caminó hasta quedar frente a mi tapando la mitad de mi visión hacia ellos, se que le molesta que esté semi desnuda con ellos presentes. Los tres juntaron su pies y dejaron ambas manos a sus costados, inclinandose.

-Buenas noches operador, ____ -dijeron al unísono-.

-Buenas noches muchachos -respondí mientras terminaba de vestirme-.

-Buenas noches -dijo Slender frívolo-.

A penas terminó de hablar Slenderman, los tres chicos salieron como alma que lleva el diablo, literal. Cuando la puerta se cerró Slender me mira por encima de su hombro, yo sólo trato de no mirarlo.

Como notó mi actuar, se comenzó a desvestir, mientras lo hacía caminó a su lado de la cama y se puso su pantalón de dormir. Yo en cambio volví a entrar al baño para cepillar mis dientes.

Al salir Slenderman parecía en el quinto sueño, traté de ignorar su presencia lo más que pude, apagué la luz y me recosté a su lado, ambos dándonos la espalda.

[...]

Son las 2:38 de la madrugada y yo aún no puedo conciliar el sueño. No pude aguantar estar otro segundo más  recostada que simplemente me levanto con cuidado de no despertar a Slender.

Me dirijo a la ventana y tratando de no hacer mucho ruido la abro, el viento frío choca con mi piel haciendome suspirar, en silencio vuelo fuera de la habitación en dirección al techo de la mansión de tres pisos.

Aún descalza y con pocas prendas me siento en el tejado frío lo que provoca que mi piel se erice, junto mis rodillas a mi pecho a la vez que abrazo mis piernas dejando caer mi cabeza en el hueco de estas.

Sentí una fría y gran mano posarse en mi espalda lo que me hace brincar del susto, rápidamente levanto y giro mi vista al dueño de ésta, aún con mi mirada neutra lo miro de arriba a abajo.

-¿Pasa algo? -fruncí el entrecejo-.

-No, nada. Sólo quería saber cómo estabas -su gruesa pero suave voz me hace estremecer-.

-Estoy bien Offenderman...sólo, necesito un respiro, eso es todo -mi vista ahora se posó en la gran y bella luna llena-.

-No, claro que no estás bien -me miró- Desde que saliste de la oficina de Slenderman que no estás bien, además tus ojos no han cambiado su color rojo, pero este rojo es más suave, no como el carmín que te hace perder la cabeza y te convierte en una lunática -esto último lo dijo con burla-.

-Eres un idiota -sonreí, creo que ese era su objetivo- la verdad siento que...

Volví con mi mirada neutral, como mis alas estaban grandes, con éstas mismas me cubrí del frío nocturno, estiré mis piernas, me abrace a mi misma y miré al cielo dando un suave suspiro antes de seguir.

-Que...-dijo para que siguiera-.

-Qué perdí gran parte de mis emociones y sentimientos...-lo miré- no por completo, pero se podría decir que un 55%-.

Offenderman no dijo nada, sólo me abrazó y besó la cabeza. Ahora me encontraba sentada en su regazo, con mi ala derecha la pase por su espalda cubriendolo y la otra cubriendome a mi mientras ambos veíamos la luna.

-Créeme que estoy consciente de todo -comenzó nuevamente a hablar- y para serte sincero también odio a esa zorra, pero...ese pequeño que viene en camino no tiene la culpa de cómo sea su madre, además al nacer tendrá que cargar quizás con los problemas de sus padres...y los dos sabemos que eso no es justo...-.

Por primera vez sentía que Offenderman era maduro para un tema en específico, y aunque no quiera aceptarlo, tiene razón, nunca debi decirle que matara a su hijo, eso simplemente no está bien.

-Se que cuando nazca esa criatura, lo vas a querer tanto como quieres a Sally, quizás hasta lo adoptes como a ella, esa esencia maternal aún sigue dentro de ti...-tomó mi mano y la besó-.

-Sólo quiero que se vaya...-respondí sin más mientras veía nuestras manos juntas-.

-Lo sé, yo también, pero sólo te pido paciencia, ya verás como el tiempo vuela y en un dos por tres ya podrás sacarla a patadas-.

Ambos reímos ante su comentario. Me puse derecha aún en sus piernas y lo miré, pero ésta vez con una suave y verdadera sonrisa.

-Tienes razón...gracias Offender -lo abracé- de verdad necesitaba esto-.

-Para eso estamos -me correspondió- después de todo soy tu mejor amigo. Y ahora será mejor entrar, hace demasiado frío-.

-Si, pero...¿puedes teletransportarnos al pasillo?. Por favor -lo miré con algo de súplica en mis ojos-.

Agradezco que no haya preguntado la razón y en respuesta solo me sonrió. En menos de un segundo ya estábamos dentro del pasillo. Como ahora me cargada cual princesa, lo abracé nuevamente y él deposito un beso en mi mejilla antes de bajarme.

-Buenas noches lunática -rió suavemente-.

-Buenas noches, yo también te quiero -dije con sarcasmo y rodando los ojos-.

Ahora como me encontraba sola en el pasillo comencé a caminar buscando algo, cuando lo encontré simplemente abrí la puerta y entré sin hacer ruido. Caminé de puntitas hasta quedar al lado de la cama.

Corrí las cobijas y consigo el brazo de Jeff, debido a esto lo desperté, más sólo se hizo a un lado donde rápidamente me acosté abrazándolo como la última vez que estuve aquí.

Me di cuenta que Jeff tiene la costumbre de dejar las cortinas abiertas dejando entrar la luz de la luna, haciendo que haya una tenue luz en toda la oscura habitación.

Jeff pasó su brazo por debajo de mi cabeza atrayendome más a él, levanté la mirada y tras unos segundos decido hablar.

-¿Jeff?...-.

-¿Mmm?-.

-¿De qué color están mis ojos ahora? -tenía miedo de la respuesta-.

Por su parte el cara cortada con una mano levantó su antifaz para dormir y me miró por unos cuantos instantes, luego volvió a bajarlo para volver a su posición anterior.

-Rosas-.

Fue lo único que dijo, pero debido a eso mi cuerpo de relajó notablemente, me sentía más tranquila a su lado. Me incliné y besé su cortada mejilla con cariño antes de volver a acomodarme en su cuello.

-Buenas noches....Jeff...-.

Susurré antes de quedar completamente a merced de morfeo, mañana sería otro día.

[...]



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Capítulo dedicado a jessica_cipher espero te haya gustado, van 5000 palabras con dedicación y amor♡
Voten y comenten, nos vemos pronto, un beso queridas💓

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