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Peter tosió y volvió a escupir sangre.
Tony volvió a mirarlo de una manera furiosa.
El Omega estaba tirado en el suelo mientras que el Alfa estaba de pie.
Peter no tenía ni fuerzas para moverse ya, ni lágrimas para derramar. Aún así sollozaba e hipaba del dolor que sentía ahora mismo. Las feromonas eran ahora mucho más fuertes que antes.
Tony llevaba apalizandolo ya más de una hora. Y no le da pena admitir que ya le hizo de todo, patadas, golpes, puñetazos, tirones de pelo, entre muchas otras torturas.
En cambio Peter comenzó a notar dolor donde nunca antes lo había sentido. Sin contar los moratones y cardenales que ya se le habían formado a lo largo de todo su cuerpo, sobretodo en brazos y piernas por los fuertes agarrones que le proporcionaba el mayor.
Pero aunque no sea muy común en Tony, después de haber cumplido la hora, se rindió. Estaba claro que el chico no hablaría y pensaba que era solo por una razón. Su padre le había metido en la cabeza que no hablará con nadie del tema.
Porque para el Alfa la opción de que "no le dijera nada", no existía.
Se cansó y decidió alejarse del chaval. Además, ya tenía el suficiente autocontrol en su cuerpo por las feromonas que el chaval expulsaba.
- Vuelve a la esquina donde estabas.
Peter obedeció bajo la mirada del Alfa. Era impresionante que el chaval aún le hiciera caso a pesar de la golpiza que le había dado.
Con mucho sufrimiento y esfuerzo el Omega volvió a acurrucarse en la esquina donde ya estaba antes de que el Alfa hubiese entrado a la habitación.
- ¿Por qué sigues haciendo caso?
Peter ni levantó la mirada cuando respondió.
- Miedo...
Tony volvió a acercarse al chico, esta vez Peter solo cerró los ojos y bajó la cabeza para que el Alfa no viese su mueca de llanto. Estaba a punto de explotar de nuevo y no quería. El hombre se agachó de nuevo y volvió a estar muy cerca del chico.
Cuanto más se acercaba más irresistible le parecía el chaval. Era demasiado para él y solo era un crió.
- ¿Tienes razones para tener miedo?
Peter dudó un poco por la respuesta, pero es obvio que era una respuesta subjetiva. Es obvio que el chico tiene miedo de que le vuelva a dar esa paliza que acababa de recibir. Pero tenía miedo de responder ahora mismo con algo que al Alfa no le gustase. Pero ya más de una vez su madre le dijo que era mucho mejor el ir siempre con la verdad por delante, sobretodo si era en presencia de un Alfa.
- Sí...
- ¿De que tienes miedo, Peter?- Tony se acercó un poco más al Omega, apoyando una de sus rodillas en el suelo y acercando su torso al crió.
Mientras Peter intentaba alejarse de él por todos los medios, y ahora mismo lo único que podía hacer es encogerse más.
- De que... de que vuelvas a golpearme...- esto lo dijo Peter con un hilo de voz y al punto del llanto, de nuevo.
- ¿Crees que han sido sin motivos?
- Sí...- ahora al más pequeño se le quebró la voz y se acompaño de un sollozó, sus ojos estaban inundados pero no había resbalado ninguna lágrimas por su mejilla.
- Peter... mírame...- Tony hablaba con una voz muy serena. Sus feromonas ahora eran menos intensas y Peter juraría que eran unas para consolar a alguien.
Peter obedeció de nuevo y le miró. La mirada de Tony ahora mismo transmitía paz, obviamente una paz falsa. Tony solo jugaba de esa manera para conseguir lo que quiere. Y ahora mismo lo que quería era que le dijese la verdad sobre la investigación de su padre. Esa era la técnica de Tony.
- ¿Me mentiste en alguna de las preguntas que te formulé antes?
- No...- dijo Peter con desesperación.
- Peter, se que eres un chico muy obediente... no querrás que te vuelva a golpear, ¿verdad?
- No...
- Por eso necesito que colabores y que me digas... sobre que empresas investigaba tu padre.
Peter no aguantó más y rompió su silencio, volvió a sollozar de nuevo y esta vez con las lágrimas ya cayendo por sus mejillas hasta que goteaban al suelo.
- Vamos Peter, no te pongas así... solo respondeme y te dejaré en paz.
- No lo sé...
- ¿No sabes las empresas?
- No...
Esta vez Tony decidió hacer un contacto directo físico con el Omega, algo que hizo que el chico se estremeciera pero no apartó la vista del Alfa. Tocó su muslo, pero ascendió su mano hacia su abdomen.
- Vamos Peter, seguro que te lo dijo. Pero puede que no te acuerdes... haz memoria.
Según iba diciendo esa oración, Tony se acercaba más a Peter. Sin olvidar que su mano derecha daba suaves caricias en la zona abdominal del omega.
- No me dijo nada...
Los dos se miraban a los ojos, el problema es que Peter no veía muy bien a través de todas las lágrimas que tenía acumuladas en los ojos. El problema es que Tony si veía la cara de Peter, pero sobretodo notaba sus feromonas. Y al Alfa le encantaban los Omegas obedientes, independientemente de su género. Le encantaba que fueran tan sumisos. Joder, le excitaba demasiado la carita de cachorro apaleado que Peter portaba.
Juntando eso con el control perdido, pues no tenía mucho más que perder. Una erección crecía en sus pantalones.
Tony subió la mano de manera paulatina hasta su cuello y apretó fuertemente. Haciendo que el chico se quedará sin aire por un momento. Pero siguió con la mirada en Tony, como desde un principio el Alfa le había pedido.
- ¿Acaso estas intentando seducirme?
- No...- Peter respondió de manera inmediata a la pregunta.
Es obvio que el chico lo último que quería era mantener relaciones sexuales con uno de sus secuestradores.
- No te hagas el tonto, mira como me tienes ya.
Cogió las dos manos atadas y enseguida las llevó a su propia entrepierna. Peter notó la dureza de esta y realmente se asustó. ¿Qué haría ahora mismo?
Aunque se podía hacer un leve idea.
- Habrá que arreglarlo, no puedo salir de esta manera fuera de esta habitación.
Tony restregaba las manos del Omega por su pene ya erecto, por encima de los pantalones. Peter no se resistía, sabía que sería peor. Pero intentaba tener el menor contacto posible.
- No por favor.- sollozó el chaval.
- Claro que sí cielo... ¿eres virgen?
- No...
- Entonces, ¿qué problema tienes? No dolerá si te relajas.
- No quiero hacerlo...
- Que pena...
Tony se levantó y enseguida se desabrochó el cinturón. Todo mientras Peter se encogía como podía para intentar por todos los medios que no pasará.
El Alfa desabrochó su botón y se bajó la cremallera, así sacando su pene sin necesidad de quitarse el pantalón por completo. El Omega solo podía sollozar, sabía que no había nada que hacer.
Tony se acercó al Omega y le cogió de la cabellera para tira de ella. Le levantó la cabeza y le obligó a mirarle.
- Te la vas a comer enterita, ¿de acuerdo?
Peter no quiso, pero asintió.
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