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Chris lavaba el pelito de Peter. Esa mañana fue difícil para todos. 

Steve y Bucky se hicieron pasar por amigos de Chris ante la policía. Y estaba ahí solo para apoyar a su amigo ante la perdida de su Omega. La policía volvió por petición de los padres de Peter, seguían sospechando de él. Eso lo enfadó, después de haberles mostrado su faceta más débil a los padres del Omega que había marcado, seguían pensando que él es el causante de ello. Que en cierto modo, ahora mismo, si lo era, o por lo menos era cómplice.

Le costó mucho disimular ante la policía que Peter no estaba ahí, mucho menos intentando no notar la tensión que estaba habiendo en ese momento en el armario. Debió imaginar que encerrarlos juntos era mala idea. Pero todo pasó tan rápido...

Realmente, Chris tuviera la esperanza de que Peter saliera y acabar con esta locura. No se podía ni imaginar lo que su pobre Omega debería de estar sintiendo. Su cansancio emocional lo intentaba disimular con trabajo, que al principio funciona, pero cuando vuelve a la casa, todo se le viene encima. 

Estaba enfadado con Tony, todos lo estaban. Había hecho daño al chico, otra vez. Tony no quería darle importancia pero se empezó a preocupar por Peter. De verdad que quería ser buena persona y quería que todo estuviera bien entre ellos, ya estaba demasiado grande para entrar en juegos de niños. Pero realmente, le estaba afectando mucho todo en general. Quería irse de ahí. Quería volver a casa.

Al paso de algunos días, se fue notando en el ambiente como la personalidad de Peter fue cambiando de nuevo. Estaba más triste, más apagado y ese brillito en los ojos que tanto esfuerzo le había costado que apareciera de nuevo, se volvió a apagar. De un día para otro, Peter se podía pasar horas sin hablar. Si podía contestar con asentimientos de cabeza, lo haría. O con frases cortas, incluso una palabra bastaba. 

Era obvio que no estaba bien. Y Steve y Bucky se sentían cada vez más culpables. Sentían que la confianza que tenían con su Omega, poco a poco se iba esfumando. Sentían que solo podía estar con Chris y ya. Más de una vez Peter les había rechazado algo, con la excusa de tener cosas de hacer, pero a los minutos lo veían tumbado en la hamaca encima de Chris.

Eso les enfadaba pero a la vez les entristecía. ¿Por qué de un día para otro, nadie hablaba con nadie? La tensión en el ambiente se podía tocar.

Hasta que un día, Peter no estaba. Se iba afuera, le querían dar su espacio pero recalcando que no podía salir de ahí y que si veía a alguien, que enseguida se escondiera. 

El Omega no tuvo problemas con eso, solo iba al granero. Pasaba las horas recluido ahí. Su cambio de actitud y de personalidad simplemente fue debido a que se dio cuenta que su vida a partir de ahora sería así. Recluido y secuestrado, sin libertad de hacer lo que quisiera. No volvería a estudiar, no volvería a ver a sus amigos, ni a sus padres, a sus abuelos, a nadie. Viviría en las 4 paredes que sus Alfas le obligarían a quedarse y ya. No tenía más opción que obedecer.

A no ser...

Los últimos días Peter no había aparecido ni para comer. Los 4 Alfas comían solos, con un plato vacío de más. Los 3, a parte de Tony, notaban demasiado su ausencia y eso se notaba en el ambiente. Como odiaba Tony que el ambiente fuese tan triste, podía soportar la tensión, ¿pero la tristeza? No no, eso no. No quería infectarse con ese malestar. Encima él también está con la incertidumbre. El Omega estaba por ahí, probablemente muerto de hambre, porque Peter, lo que tiene de pequeño, lo tiene de hambriento.

Esa noche de cena simplemente no podía más. Se levantó de la mesa con su plato a medio comer y en la oscuridad de la noche fue a por Peter. ¿Por qué no mierdas se le había ocurrido a alguno de sus Alfas hablar con él? 

Lo buscó por todos lados, gallinero, corral de cerdos, el campo de las vacas, los establos de los caballos. Y por último, en su desesperanza, visitó el granero. Y efectivamente, ahí estaba, pero no de una forma en la que quisiera verlo. El granero tenía dos plantas, la primera donde estaba el grano y la comida de los animales. Y si subes por una escalera de mano, ibas a la siguiente planta, donde se guardan diferentes herramientas. 

A Tony, hay muy pocas cosas que lo dejen atónito y quieto en un sitio. O que se le acelere el pulso de la nada. O que comience a temblar y se ponga nervioso. Pues en ese momento, Tony estaba en todos esos estados.

Peter no se dio cuenta de su presencia y siguió a la suyo. Siguió atando la soga al techo con los ojos secos pero hinchados, después de todo lo que había llorado no le quedaban lágrimas. La silla en la que estaba subido se tambaleo haciendo que casi perdiera el equilibrio. Pero no le importó mucho, solo siguió con lo que estaba haciendo.

- Peter...

Cuando Tony ya pudo hablar después del shock, lo hizo bajito, intentando parecer lo más sereno posible. Pero cuando vio que Peter ya había atado la cuerda y comprobó que resistía su peso y que estaba apunto de ponérsela al cuello, se obligó a salir de ese estado.

Peter se asustó, se dio la vuelta rápidamente. Mantuvieron contacto visual. Ninguno se movió hasta que el Alfa dio unos pasos hacia delante y el Omega aterrorizado se encogió aún sujetándose de la cuerda. Comenzó a sollozar de nuevo. 

- Por favor... no lo hagas...

Tony llegó hacia él y lo guío poco a poco, intentando hablar lo más tranquilamente y sin quitarle las manos de encima. Tony le quitó la cuerda de las mano, a lo que Peter se apoyó en sus hombros. El chico fue dejando caer su peso encima del Alfa y se enganchó a él en un abrazo llorando en su hombro. 

Cuando tenía a Peter en el suelo, Tony le pegó una patada a la silla para alejarla de ellos. Se arrodilló en el suelo y abrazó al Omega. El cual se había encogido por completo en su pecho y agarraba tímidamente la ropa de Tony. El Alfa le acariciaba la espalda y le susurraba palabras de alivio en su oído.

Pudo ver como un papelito asomaba del bolsillo trasero de Peter, instintivamente lo cogió y lo leyó. Obviamente era la nota de suicidio que había dejado. Diciendo lo mucho que lo sentía pero que no aguantaba esa vida más. Escondiéndose y no pudiendo vivir su vida, no lo aguantaba más. Peter comenzó a llorar y un vacío en el pecho se le hizo presente a Tony. Lo había escuchado llorar muchas veces, pero esta vez sentía que era la más desgarradora. No era un llanto calmado o silencioso como solía serlo siempre, estaba vez podía notar como la voz de Peter se desgarraba al gritar de la rabia. Juraría que si Peter tuviera más fuerza, conseguiría arrancar la ropa que Tony llevaba puesta por la fuerza que estaba teniendo al tirar de ella.

Sintió pena, lástima, ira... muchas emociones muy negativas. Se arrepentía por el pasado, por el trato que le dio a Peter. Se arrepiente por el presente, porque una parte de que Peter esté así es por su culpa. Y seguro que se arrepentirá en un futuro si no cambia el curso de la historia.

Unas lágrimas cayeron por sus mejillas mientras abrazaba con fuerza al Omega que seguía convulsionando en un ataque de ansiedad.

- Lo siento, perdóname por favor.

Los tres Alfas de la casa vieron como Tony entraba cargando a Peter como un koala. Realmente se pensaron lo peor y fueron a comprobar el estado del Omega, que se pensarían que estaba inconsciente, pero al verlo totalmente en sus 5 sentidos y tan junto a Tony se sorprendieron. Pero más se sorprendieron cuando Tony se llevó a Peter a la habitación principal.

Antes de desaparecer por el umbral de la puerta de la habitación, Tony se giró hacia Bucky y le pasó discretamente la nota que había encontrado en el bolsillo de Peter. 

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