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La hora de dormir llegó. Al final, Bucky dormía con Steve y Tony solo en el colchón hinchable del mismo cuarto en donde dormían los alfas. El cuarto de Chris era para él y Peter esta noche. Habían asimilado que todos iban a dormir todos con todos, para que no hubiera una desigualdad en cuanto a comodidad. Pero el Alfa que esta noche acompañaba al Omega, tenía claro que la iba a disfrutar con su pareja. La había echado mucho de menos y toda esa energía la iba a tener que sacar de alguna forma.
Nada más llegar a la habitación, los dos se pudieron fundir en un beso. El beso más pasional que hayan podido darse. Un baile entre ellos que acabó en la cama. Chris encima de Peter y entre sus piernas.
Peter podía notar como la fuerza de Chris lo agarraba por la cadera. Lo acercaba totalmente a su cuerpo mientras que Peter lo abrazaba del cuello con ímpetu para seguir besándolo. El Alfa se restregaba en la entrepierna de Peter y este entre beso y beso emitía pequeños gemidos de satisfacción.
Ninguno de los dos se creía en ese momento, no se creían ninguno de los dos que esto podría a darse de nuevo. Chris solo quería aspirar el olor de Peter mientras por fin podía simplemente reencontrarse con él. Los días que había llorado en la ausencia de su Omega por fin se desvanecían en el olvido. Por fin se conectara y arreglaran ese lazo que hace mucho que no se entrelazaba tan fuerte.
En un santiamén los dos se desnudaron frente al otro sin pudor ninguno. Tampoco dudaron en tocar, besar, abrazar, lamer... el cuerpo del otro. Lo deseaban desde hace meses, desde que a Peter le prohibieron juntarse con su Alfa. Algo por lo que el Omega luchó, pero se había llevado algunos golpes de su padre por negarse a sus órdenes. Por eso les pilló con tantas ganas de estar juntos esa noche y esos días.
El Alfa detrás del Omega embistiéndolo con fuerza y firmeza, en un vaivén ininterrumpido. Poniendo almohadas en el cabecero de la cama para no montar tanto escándalo y dejar dormir a los demás. Peter acostado boca abajo, como los folios, A4, mordiendo almohada, con lágrimas de placer en los ojos.
Peter sentía el fuerte agarre de Chris en la cadera y su respiración en la oreja. Una respiración agitada y con ansias de comerse a Peter. A veces el Omega soltaba la almohada para coger aire, pero al instante se veía obligado a hundir sus dientes de nuevo. No quería gemir tan fuerte, sobre todo porque la pared es de papel.
Pasaron una noche muy bonita en donde los dos cayeron en un sueño profundo nada más terminar, aunque eso fuera a las 3 de la mañana. Pero para los demás Alfas también fue a esa hora. Que aunque tomaron precauciones para hacer el menor ruido posible, la cama de Chris estaba pared con pared con la habitación donde los demás dormían.
Los tres Alfas solo miraban el techo con cara de póker en donde solo podían intentar ignorar lo que estaba ocurriendo en el cuarto de al lado. Los de la cama de matrimonio, Bucky y Steve la verdad era porque estaban un poco celosos y querían estar en la posición de Chris. Pero no les molestaban, porque es la naturaleza... supongo.
Pero Tony solo miraba el techo rezando al Dios que no cree para que acabe prontito. Cuando el reloj del salón sonó indicando que eran las 3 de la mañana y seguía escuchando suaves golpecitos en la pared su esperanza acabó con un sollozo. Solo se giró e intentó dormir.
Y aunque consiguió conciliar el sueño, lo obligaron a despertarse cuando Peter sin querer pisó el colchón para llegar a la cama donde dormían los otros dos Alfas.
Peter se quedó inmóvil cuando vio a Tony mirándole fijamente con cara de asco, con ojeras y aún viendo borroso por haberse despertado.
- ¿Te aburres, Peter?
- Cállate abuelo.
- ¿Qué hora es niño?
- No sé, pero Chris se despertó por el gallo.
Peter se movió y se metió entre los otros dos Alfas.
- NO me digas que son las 6 de la mañana.
Un cojín aterrizó en su cara. Lo había lanzado Buck.
- Que te calles ya Tony, pesao.
Mientras se tumbaba de nuevo abrazaba al Omega en su pecho.
El temperamento de Tony no le permitió quedarse de brazos cruzados. Se despertó con las energías que no tenía y cogió el cojín. Se puso al lado del Alfa y le estrelló el cojín en la cara con todas sus fuerzas. Y como cualquier Alfa, simplemente se levantó y se abalanzó sobre él.
Peter lo vio todo y disfrutó de la pelea con un suspiró0. Notó como Steve le abrazaba por el cuello y le dio un besito en la mejilla, haciendo sonreír al Omega.
- Buenos días amor.~
Peter sonrió y se acurrucó en su bíceps mirando como se lanzaban puñetazos. Más puñetazos al aire, porque seguían adormilados, pero era divertido ver como se frustraban al no poder hacerlo bien.
- Buenos días cielín.
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