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Peter despertó con los besos de Stephen por toda la extensión de su rostro. El chico tapaba su cara con sus manos e intentaba esquivarlos. Pero en ese momento el alfa estaba ya con todas sus energías. Obviamente a Peter le encantaban los cariños que el mayor le proporcionaba, pero se quejaba solo para molestarle un poquito. 

A Stephen le daba igual las quejas de Peter, seguía besando y dándole mimos. 

- Venga despiértate ya.

- Pero tengo sueño...

- Venga Peter, no sabes las ganas que te tengo. 

Peter sonrió aún con los ojos cerrados.

- ¿De verdad?

- No tienes ni idea. 

Stephen no era el único que le tenía ganas al contrario. 

El chico se removió y se puso de espaldas al alfa. Abrazó la almohada con sus dos brazos y poniendo su pierna por encima de ella. Haciendo que su trasero este más elevado y se vea más apetecible.

- Oye... no me des la espalda.

- ¿Seguro que no quieres que te la dé?

 Stephen al principio se quejó, pero después de la pregunta de Peter, frunció el ceño. Enseguida hizo un pequeño análisis de arriba abajo del omega. Y cuando vio ese trasero no dudó en sonreír.

- Creo que cambie de opinión.

Peter se rió.

- Sabía que lo harías.

- ¿Lo sabías?

Peter asintió haciendo un suave gruñido desde su garganta. 

- Pero sería muy aburrido que solo... lo miraras. ¿No crees, Stephen?

- Y, ¿qué quieres que haga?

- ¿Qué quieres hacer tú?

La mente de Stephen enseguida dejo que la imaginación hiciera todo el trabajo. Se imaginó tantas cosas que le haría a ese chico. 

- ¿Puedo hacerlo?

- Claro.

No sé pensó dos veces el meter sus manos directamente en el pantalón de Peter para estrujar su trasero. Peter se sorprendió y se sobresaltó, no esperaba que fuera directamente tan rápido. Pero no se quejó, estampó su cara en la almohada y solo se dejó hacer. Gimió suavemente en ella.

El cuerpo de Peter se movió "solo" y se apegó más al cuerpo de Stephen. 

El alfa notó sus intenciones y no dudo simplemente en adentrar un dedo en el omega. Esto hizo que el chico gimiera y se retorciera levemente. También elevó un poquito más su trasero para que su alfa lo tuviera un poco más fácil. Stephen se mordió el labio inferior.

- Encima vas provocando. Te veía un poquito más santo.

- ¿No te gusta?

Peter giró la cabeza hacia el alfa y lo miró con un puchero. Su voz sonó "rota", aunque realmente no estaba para nada dolido. 

- Yo no he dicho eso. 

Enseguida el alfa metió otros dos dedos y los movió más rápidamente, haciendo que el chico gimiera más y más. Peter mordía la almohada para acallarlos. 

- Estás tan suelto... como se nota que eres un superior. Con solo tocarte un poquito y ya estás totalmente mojado. Eres asombroso Peter. 

Al chico le calentaba totalmente el que Stephen le hable así. Aunque no solo Stephen, en general durante este tipo de actos con cualquier persona. Pero que lo diga alguno de sus alfas es otro nivel. 

- Joder... que ganas te tengo enserio. 

- Ya me lo dijiste. 

- Pues ahora sabes que es el doble. 

Peter se rio suavemente pero paró cuando notó que Stephen había sacado sus dedos de su interior. Enseguida se giró y en primer momento lo miró con el ceño fruncido y con un carita de ofendido puro.

- ¿Acaso te has reído de mí?

Esto último fue dicho por el alfa.

Peter cambió de nuevo su cara, a una sumisa y más obediente. Él aura del alfa había cambiado, al igual que sus feromonas. De una compasiva y bondadosa a una totalmente dominante y posesiva. Peter ni se atrevía a mirarle a la cara.

Stephen no quería darle miedo al omega, pero tampoco podía perder su aura de alfa. Sería inaceptable que Peter se cachondease de él solo porque fuera blando con él. Era muy bueno de vez en cuando consentir a su omega y ser bueno con él, pero que jamás olvidase quien manda aquí. 

- Te estor preguntado Peter.

- No...- susurró Peter.

- Yo escuché lo contrario

El alfa se acercó a Peter y este se encogió. No le tenía miedo, confiaba en el alfa. Simplemente era un signo de sumisión hacia Stephen. 

- Peter... ¿por qué mientes?

- No miento...

- Que mentiroso.

Stephen fue directamente al cuello del chico y mordió. No lo marcó, solo le dio un toque. Eso no evitó que el chico gimiera y se estremeciera. 

Sus cuerpos estaban totalmente pegados. Stephen estaba prácticamente tumbado encima de Peter. Obviamente se apoyaba con sus manos en el colchón, a los lados de Peter. No le estaba echando el peso. Pero eso no cambia que realmente estaban muy cerca del otro. 

A Peter le encantaba provocar y decidió restregarse enterito contra Stephen. Así ganando un gruñido y una risita de parte del alfa. Stephen no dudó y simplemente comenzó a despojar de sus prendas al chico.

Peter seguía boca abajo. 

Stephen acarició su espalda entera. Empezando por su nuca, sus hombros, sus omoplatos, costillas, lumbares y trasero. 

Su nuca finita, ya con la marca de Steve a medio cerrar. Sus hombros también eran estrechos y con la marca de Chris en la curvatura entre el cuello y los hombros. Su espalda bien definida y sus huesos marcados. No era solo por la delgadez, sino también porque la musculatura de cualquier omega pues es muy pequeña. Eso no cambia que el chico es totalmente atractivo  y ayudaba mucho que Peter hacía ejercicio. Ese pequeño viaje terminó en su hermoso y bien formado trasero. Seguro que la creación de semejante monstruosidad eran los dioses. 

Como es obvio lo masajeó y estrujó entre sus manos, sin pudor y vergüenza. No dudó en separar sus glúteos dejándolo expuesto. Simplemente bajó su cabeza para hundirse en él. Lamiendo por completo su entrada. 

Peter se sobresaltó, pero no se quejó. Todo lo contrario, el omega se hundió aún más en la almohada y gimió. Por inercia levantó su trasero para acercarse más al mayor. 

Stephen se lo tomó como un cumplido, Peter lo estaba disfrutando y eso le animo a seguir.

- Stephen por favor... métela ya. 

- ¿La quieres ya?

- Sí por favor...

Peter dio la carta blanca y Stephen sonrió.

El alfa se tumbó boca arriba, a su lado. Guío a su omega para que se sentara encima suya. 

- Si tanto la quieres, pruébala tú. 

Peter sonrió muy ilusionado mientras se mordía el labio inferior.

Nunca, jamás, en su vida, un alfa le había permitido montarlo. Los alfas son personas muy varoniles con masculinidad muy frágil, o sea, solo existían para dominar. Es por ello que en el momento de meterse en la cama con algún omega ellos siempre van arriba. 

A todos los alfas que Peter le había pedido ir encima, se habían negado. Como es obvio, odiaban ser dominados. No todos pero si la mayoría. Es así que Peter estaba totalmente a gusto e ilusionado. 

- ¿De verdad?

- Claro que sí, cielo. Dale, empieza que no creo que aguanté más. 

Los dos rieron suavemente. 

Peter simplemente se dejó llevar. 

Se divertirían. 

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