13
Peter no sabía que sentir, era muy extraño. Él era totalmente consciente que era un Omega Superior y aún así se sentía muy culpable de sentir un amor romántico por tres personas distintas. Y probablemente a lo largo de su vida encontraría más personas, ya que este tipo de Omegas llegaban a tener hasta seis o incluso diez Alfas predestinados. Pero precisamente las tres personas que ahora mismo estaban en el cuarto, no eran ninguno de sus Alfas.
Estos eran tres guardias que por ahí pasaban y usualmente cuidaban de que nadie ajeno entrará al sótano. Pero ahora eran los encargados de que nadie pudiera pasar por la puerta del cuarto de Peter, a no ser que estuviera autorizado. El caso es que esos tres hombres no tenían autorizado entrar.
Peter tampoco entendía que pasaba. Eran tres Betas que ya conocía bien.
La primera vez que los vio tampoco le dio mucha importancia, pero no bajó la guardia. Algunas personas pasaban al cuarto, ya sea para dejarle de comer o ver como estaba el chico y comunicárselo a su jefe. Pero estos hombres iban con otras intenciones. Unas mucho más oscuras y retrogradas. Obviamente ya habían venido más de una vez y lo único que hacían con el chico era desahogarse. Es obvio que era por los golpes que le propinaban a Peter y por eso la salud del chico no mejoraba por mucho que el doctor Strange le revisará e intentará poner medidas. Es bueno recalcar que esos tres Betas, violaron múltiples veces al chico durante su estancia en el lugar.
Ese día, el cerebro de Omega colapsó definitivamente cuando uno de los hombres se acercó a él lentamente. Peter solo se encogió más en su esquina pero sin desviar la mirada del hombre. El Beta se agachó a la altura de Peter y acercó su mano hasta la cara del chico para acariciar su mejilla, el Omega lo evitó echando su cabeza hacia atrás pero la pared se lo impidió.
El hombre le acariciaba la mejilla pero realmente Peter no podía evitar tensarse, no se sentía para nada cómodo. No se dio cuenta que otro de los hombres se acercaba a él para agacharse a uno de sus lados. Pero este iba un poco más allá. Llevó una de sus manos el pecho de Peter y haciendo círculos bajando hasta su abdomen.
Peter se retorcía levemente por la incomodidad que realmente estaba sintiendo, comenzó a gemir en forma de desagrado. Pero es obvio que los hombres son tres y el pobre Omega, es solo uno. Lo sometieron a la fuerza para inmovilizarlo. Y por mucho que Peter se resistía, los hombres más apretaban y más se burlaban por su condición.
El Beta que le acariciaba la mejilla bajó su mano hasta los labios y abrió su boca metiendo su dedo en la boca.
- Realmente tu boca se vería muy linda alrededor de otra cosa.
Enseguida Peter entendió lo que estaba ocurriendo obviamente. En un acto reflejo, mordió el dedo del hombre, por ende este comenzó a gritar. Realmente le había pegado un bocado muy fuerte, incluso le hizo una pequeña herida por la que comenzó a sangrar. Peter soltó el dedo y el hombre enseguida lo sacó de la boca del chico.
El hombre no lo pudo evitar y le pegó una bofetada en la mejilla, haciendo que Peter la girase por el impulso. Fue muy fuerte, también se le saltaron algunas lágrimas. De verdad que no quería hacer nada con ellos. Al tener su nariz sensible, enseguida comenzó a sangrar.
Peter no quería luchar mucho así que tampoco pudo hacer más que dejarse, una vez más mientras que aguantaba el llanto en su garganta. Aún así se retorcía mientras que los hombres intentaban ya deshacerse de las prendas del chico.
Al ser esos hombres unos Betas, las feromonas que expulsaban no dejaban tan cohibido a Peter como lo harían las feromonas de un Alfa. Es por eso que se daba el lujo a resistirse, aún así el chico era demasiado sumiso como para no hacerle caso a tres hombres que le sacaban dos cabezas de altura.
Es así como el pobre Omega no pudo hacer más que tragarse el miembro de uno de los Betas que ahí estaba. Mientras otro le metía sus dedos por su entrada para dilatarlo, aunque ese hombre ya le había follado más de una vez. Y por último, el tercero se masturbaba mirando la "erótica" escena.
Peter, por muchas veces que ya se lo hubieran hecho, no podía evitar derramar algunas lágrimas mientras esto pasaba. Sus entrañas se retorcían demasiado.
- Yo creo que ya esta suficientemente diltado. ¿Qué tal si lo rompemos ya?- dijo uno de los Betas.
A lo que los demás, le dieron la razón. Obviamente a Peter no le hizo ni pizca de gracia. Enseguida comenzaron a moverlo para acomodarlo de tal manera para que todos pudieran pasar de uno en uno por Peter. El Omega ya no resistía tanto como antes, le volvía a doler todo el cuerpo demasiado como para hacerlo.
Pero para su suerte, Bucky pasaba por la sala de vigilancia y cuando vio la situación, cogió el cuchillo que tenía en el bolsillo y enseguida fue al cuarto. Le hervía la sangre demasiado y no le daba pena admitirlo.
Entró haciendo un gran estruendo, lo que provocó la sorpresa de los Betas y del Omega. Pero para Peter era una sorpresa muy grata, mientras que para los otros no tanto. El alfa enseguida inundo la habitación con sus feromonas de macho cabreado, haciendo sucumbir a los tres violadores.
Lo que Peter ahí presentó fue la más grande de las matanzas. Bucky no fue para nada bueno con los tres hombres. ¿Los mató a sangre fría por haberle hecho daño a su Omega? Efectivamente. A todos los apuñalo más veces de las que hubiera podido contar. Realmente no llevó la cuenta, pero eran demasiadas. Le dio igual si tenían familia, esposa o hijos. Incluso les había hecho un favor a sus familiares por deshacerse de esos engendros.
Cuando acabo con ellos, su adrenalina no había bajado para nada. Seguía rabiando y con más sed de venganza. Las feromonas que expulsaba se podían notar por toda la planta, pero se relajó cuando escuchó los sollozos del Omega.
Bucky miró a Peter y lo vio totalmente devastado, vulnerable, roto. Se le partió el alma al ver llorar de esa manera al Omega, a SU Omega. Enseguida se calmó e intentó impregnar con sus feromonas al chico para consolarlo. Se acercó a él y lo abrazó.
- Juro que nadie te volverá a tocar de esa manera, ¿entendido?
Peter seguía en un trance, pero asintió. Le tranquilizaba un poco las palabras del Alfa, enseguida apoyo la cabeza en el pecho de Bucky y aspiró su aroma. Se sentía muy bien al estar por fin con él.
Bucky no aguantó más, el chico había sufrido demasiado ya y sin ser su culpa. Lo cogió al estilo nupcial y se lo llevó de esa oscura y pequeña habitación.
Peter jamás volvería a sentir un terror como ese.
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