Todos notaron el buen humor de Logan. Algo muy raro, pero todos ya sabían porque fue. Los tres Alfas restantes estaban molestos, bastante.

Wade, el sarcástico y a menudo extravagante, se encontraba en una encrucijada emocional. Su amor por Peter era tan evidente como sus bromas audaces, pero la noticia de que Logan había compartido la cama con Peter lo había dejado en un estado de frustración. En su corazón bullente, la ira arrojaba chispas de celos, y aunque su lengua afilada podía enfrentar cualquier desafío, se encontraba impotente ante la realidad de que no podía cambiar lo que ya había sucedido. Le había prometido no hacer nada en una semana, llevaba un día únicamente y ya ha tenido que guardar sus manos en los bolsillos más de una vez. 

Peter, con su naturaleza más reservada, se sentía agraviado. Para él, era injusto que Peter hubiera compartido una intimidad tan cercana con Logan, mientras él se mantenía en la periferia de las emociones de Peter. La amargura del Alfa en su interior crecía, creando una brecha silenciosa entre ellos. Cada mirada perdida y cada palabra no dicha eran testigos de su frustración, un eco silencioso de sus anhelos no correspondidos. Pero tampoco tenía la confianza suficiente de decirle como se sentía, ni la fuerza de voluntad. No quería enfadar a Peter, solo se sentía bien de que el Omega cada vez era más recíproco con él.

Y Erik, bueno, observaba la situación con un ceño fruncido. Peter, para él, representaba una amenaza potencial para la estabilidad del equipo. Veía el afecto de los demás hacia Peter como una distracción peligrosa, una grieta en la armadura que protegía la armonía del grupo. La desconfianza en sus ojos era un reflejo de la determinación de mantener la unidad a cualquier costo.

Mientras el Omega, estaba tranquilo. No había hecho nada malo y cuando fue a la cocina ese día, ya tenía el desayuno hecho. Pero esta vez, fue el Peter Alfa quien se lo preparó.

- Espero que hayas dormido bien.- las palabras del Alfa fueron directas.

Peter solo quería sacar algo de información, solo quería enterarse si había pasado algo más que solo dormir. 

- Muchas gracias Peter. La verdad es que he dormido muy cómodo.

- Y bueno... ¿Solo habéis dormido? O... ¿O ha pasado... algo más?- preguntó el Alfa ya siendo bastante evidente.

El Omega le miró y sonrió mientras se sentaba en la mesa de la cocina y el Alfa le sirvió el desayuno. Es obvio que se dio cuenta de sus intenciones de sacarle algo de información. Pero no entendía porque su rostro se veía tan preocupado. No quiso hacerse ideas indebidas, pero podría sentir que Peter Alfa estaba también celoso.

- Solo hemos dormido Peter, no te preocupes. 

Peter suspiró aliviado de forma muy poco disimulada, algo que hizo reír al Omega.

- ¿Por qué estás tan preocupado por si hago algo con alguno de esos dos?

-  No creo que sea preocupación... Sé que Logan es buen tipo, ha sido mi mentor durante mucho tiempo. Pero... no sé como decirte esto...

Se hizo un silencio. El labio inferior del Alfa era mordido por si mismo con nerviosismo. ¿Cómo le podía decir de forma sutil que él también quería dormir con él? ¿Cómo le podría comunicar que realmente le gustaría hacer mucho más que dormir? No sabía como expresarle el hecho de que quería vivir mucho tiempo con él, no sabía hacerlo porque él mismo no sabía como se sentía muy bien.

- ¿Quieres hablar en privado? Puede que te sientas mejor. 

No sabía muy bien si sería efectivo, pero el Alfa asintió. 

- No no no, no iréis a ningún lado.- habló Erik entrando a la cocina.

El mayor sobresaltó a los dos chicos de la cocina. Entró por la puerta y miró a los dos.

- Quiero que salgas de aquí, tengo que hablar con Peter.- Erik habló mirando fijamente a su hijo.

- ¿Por qué? No tiene sentido, todo lo que quisiste decir me lo dijiste a mí. 

- Y como tu tampoco no has hecho caso, es mejor que se lo diga a él. 

- No quiero. No quiero que se lo digas a él. Déjanos en paz. 

El rechinar de dientes de Erik se escuchó por toda la habitación y con paso firme fue a por su hijo. No era la primera vez que esto ocurría, de ahí la reacción del chico. Comenzó a retroceder de forma predeterminada hasta chocar con la encimera.  La confrontación estaba a punto de alcanzar su punto álgido cuando, de repente, Peter se interpuso entre padre e hijo.

El tiempo se paró. A los dos Alfas los separaba Peter Omega, haciendo de escudo para el Peter Alfa. En donde Erik y el Omega se miraban. 

La mirada de Peter, en medio del enfrentamiento, se tornó una chispa desafiante en sus ojos. Cada centella de determinación brillaba con una intensidad que desafiaba las sombras de la ira que lo rodeaban.

Erik, acostumbrado a ser la figura dominante en aquella casa, se sorprendió por la audacia de Peter. Aquella mirada no reflejaba temor ni sumisión, sino una resolución inquebrantable. Era como si Peter hubiera encontrado un núcleo de fuerza interna que Erik no había anticipado.

La confrontación de miradas fue un momento de silenciosa resistencia. La expresión desafiante de Peter actuaba como un espejo, reflejando la injusticia que se desataba en la sala. Por un instante, la sorpresa paralizó a Erik, cuestionando la naturaleza de la figura que ahora se interponía en su camino.

Fue en ese instante, entre las chispas del conflicto, que la dinámica de poder cambió sutilmente. La mirada desafiante de Peter desafiaba no solo a Erik sino también a las expectativas preconcebidas, marcando un punto de inflexión en la casa donde la resistencia y la valentía comenzaban a eclipsar la sombra de la ira.

- Quítate de en medio.- habló Erik saliendo del trance de la sorpresa.

El Omega no se atrevió a hablar. Su cuerpo temblaba muy suavemente, casi imperceptible, pero su mirada transmitía determinación. Se estaba enfrentando al "patriarca" de la casa. Al Alfa líder. ¿Para qué? ¿Para defender a otro Alfa? Se cambian los roles.

- Quí.ta.te.

El Omega volvió a negar. Peter retrocedió al ver la mirada cambiante de Erik. ¿Merecía la pena seguir defendiéndolo? El Omega chocó con Peter Alfa. Y el Omega notó como el otro rodeó su cintura en un abrazo y escondió su rostro en su hombro. Escuchó un suave sollozo de parte del otro. Iniciativa que le determinó seguir estando en su posición de defensa.

- No te lo voy a repetir.

- ¡Que no! ¡Me da igual! Ya me han hecho suficiente... Si quieres llegar a Peter, te tienes que deshacer de mí.

- Erik.

La voz desde la puerta alertó a todos. Ahí todos giraron a ver a Wade y a Logan. El que habló fue Wade. 

Todos notaron la tensión. Erik sabía que no podía contra esos dos a la vez. Solo suspiró al notar las feromonas de todos mezclada en esa habitación.

- Déjalos.- continuó hablando Wade.

La orden no agradó a Erik, como es obvio. Resentido y con el ceño fruncido se hizo paso entre los dos Alfas de la puerta empujándolos y saliendo de la habitación. 

La mezcla de emociones en la cocina se hizo presente. El Omega estaba en trance, actuó por instinto. ¿Por qué hizo eso? Sabía que no sería capaz de poder hacer nada en contra de Erik, pero no estaba dispuesto a que le hiciera daño a Peter. ¿Pero por qué? Estaba muy agobiado y no entendía nada.

El abrazo se fortificó y eso lo hizo salir de sus pensamientos. Pudo ver a Logan acercarse a él y a Wade mirándolo, que a pesar de llevar la mascarilla y capucha puestas, se podía ver en sus ojos una mirada de preocupación. Pero sobre todo, notó su hombro mojado y escuchó el suave llanto de Peter encima suya. 

No entendía que había pasado.