Reino Lucario (3 de junio, año 4010)

El príncipe Alexander se encontraba listo para atacar al zoroark en cualquier momento, lo único que faltaba era un movimiento sospechoso por parte del zoroark para que lo ataque, mientras que el zoroark tenia su mano metida en su gabardina buscando algo en particular

-No te atrevas, un movimiento en falso y atacare, dime quien eres?- decía el príncipe Alexander con algo de furia mientras que el zoroark solamente sonrió y procedió a sacar lo que el sostenía dentro de la gabardina, en ese momento juntos cuando el príncipe Alexander se disponía atacarlo es detenido por la voz de uno de los guardias del castillo, el cual se detuvo a pocos metros de los dos, colocándose en la posición de firme delante de un superior

-Coronel Orfeo, la reina solicita su presencia en la sala de juntas- Decía aquel guardia del castillo dirigiéndose al zoroark el cual saco de su gabardina su petaca el cual abrió y procedió a beber de ella, mientras que el príncipe sorprendido solo pudo repetirse para si mismo, sin creer en lo que acaba de escuchar -Coronel?......nunca lo había visto antes- Decía el príncipe Alexander para si mismo pero rápidamente su atención se volvió a dirigir ante aquel zoroark llamado Orfeo 

-Escúchame Alexander...y grábatelo muy bien en la cabeza- Decía Orfeo mirando a Alexander por encima de su propio hombro izquierdo, procediendo a decirle algo mas -Estoy eternamente agradecido con tu padre el rey Aaron, le debo la vida y en lo que a mi respecta tiene todo mi respeto, no solo como rey sino también como individuo. En cuanto a ti, no me importa si eres el príncipe de este reino o el hijo de Aaron...si quieres mi respeto lo tendrás que ganar-

Confundido por aquellas palabras que le decía Orfeo que acaba de conocer, solamente pudo responder diciendo -¿Y porque me dices todo eso?- a lo cual Orfeo volvió a mirar delante suyo y respondió -Algo me dice que nuestros caminos se cruzaran una vez mas- Eso fue lo que dijo Orfeo antes de soltar una fuerte tos que silencio rápidamente con un trago que bebió de aquella petaca que cargaba

Después de eso, el príncipe Alexander entro a la habitación de sus padres y camino hacia la cama, mirando a su padre acostado inconsciente, tomo una silla cercana y se sentó a su lado tomando uno de sus manos y empezó a hablarle con alguna esperanza de que pueda escucharlo -Padre, no se si me puedas escuchar pero hare todo lo que pueda para salvar nuestro reino, a nuestra gente y a ti, te prometo que hare todo lo que este a mi alcance- decía el príncipe Alexander para después levantarse y caminar hacia la puerta no sin antes darle un ultimo vistazo a su padre y salir de la habitación 

Al salir, el príncipe Alexander no se percato de una presencia la cual todo este tiempo estuvo observando, la cual salió de aquel armario de la habitación.

Llega la noche, el príncipe Alexander se encontraba en su habitación mirando a través de la ventana que apuntaba hacia el centro del reino, mirando con atención como el orden volvió a aquel reino caído en desgracia en este trágico día, era la primera vez en toda su vida que el príncipe veía aquellas calles del reino, estar tan vacías y silenciosas, quedando pensativo sobre todo lo que ha sucedido, normalmente para el, este día seria alegre y incluso esperaba poder celebrarlo con su familia cada año, pero, esta vez es diferente, para el, este día tendrá otro significado si no encuentra una forma de solucionar todo esto

Rápidamente la atención del príncipe Alexander se fijo en la puerta de su habitación, alguien estaba tocando en busca de una respuesta, a la cual Alexander respondió con -Adelante, puedes pasar- con un tono algo serio y a la vez tranquilo

La puerta se abrió dejando ver a un lucario de avanzada edad que usaba una túnica blanca, era Quilon el maestro de la capilla del reino, es alguien muy respetado en el reino debido a que en su juventud fue amigo y compañero de aventuras del antiguo y fallecido caballero aura 

-Príncipe Alexander, me alegro de verlo, lo estaba buscando, me gustaría hablar con usted sobre algo importante- Decía Quilon acercándose y tomando asiento en la silla del escritorio de la habitación, a lo cual sorprendido y a la vez intrigado el príncipe Alexander le pregunto la razón, a lo cual pudo observar como el maestro Quilon le mostraba un viejo libro

-acaso ese libro es!!.....?- Decía el príncipe Alexander al ver aquel libro y darse cuenta que era el diario del ultimo caballero aura a lo cual con una risa afirmativa, confirmo que era el diario, era muy conocido ya que se dice que en vida el caballero aura cargaba con ese diario a todos lados y escribía sus pensamientos ya sea en privado o incluso en publico pero no dejaba que nadie lo leyera, existe el mito en el reino que ese diario fue lo único que quedo del caballero aura, ya que no encontraron sus restos y lo que esta enterrado en el cementerio del reino es solo un ataúd vacío, ¿pero porque lo trajo consigo en estos momentos?, esa era la pregunta que el principe Alexander se hacia ahora en si mente, una pregunta que sorpresivamente fue contestada por Quilon

-Príncipe Alexander traigo este diario contigo porque así me lo solicito wil.....el caballero aura- Decía el maestro quilon, a lo cual el príncipe extrañado por sus palabras contesto -¿A mi? pero eso no puede ser, yo no lo conocí, ni siquiera había nacido cuando el caballero aura murió-

El maestro Quilon se levanto y camino hacia una ventana mirando a través de esta el reino, soltó un pequeño suspiro y dijo -Es una historia que nadie conoce a excepción de tu padre y yo y próximamente tu la sabrás....-

Hasta aqui dejo el capitulo de hoy espero que les haya gustado mucho el capitulo y sin nada mas que decir adios :3