---- NARRADORA OMNISCIENTE ----

El señor Fainello se encontraba preocupado por las amenazas constantes que recibía por parte de Farah. Ella realmente había enloquecido, por lo que él no podía correrla de la agencia, a pesar de las peticiones de los ex fanáticos de ella. El señor se encontraba sentado en su oficina, ya había regresado a trabajar después de su gran ausencia por problemas de salud.

—Señor, todavía tiene pendiente la firma de su esposa y usted para quitarle el apellido a Abigail. También, tenemos que hacer algo para distraer a los fans, de toda la situación con Farah. —le comentó su asistente y consejero.

—Me llevaré los papeles a casa, para que mi esposa lo firme. Aunque, no sé por qué Abigail quiere quitarse mi apellido, si es la novia de mi hijo. Además él desea casarse pronto con ella. Y en cuanto a lo de Farah, estaba pensando en sacar un nuevo álbum de Diamonds, ya que la gira se canceló. Carolina está mucho mejor de salud. Sería bueno que todas las chicas retomaran sus actividades grupales.

—Está bien, señor. Entonces, llamaré al mánager de Diamonds para que se ponga de acuerdo con las chicas.

Mientras tanto, Farah se encontraba sola en su departamento. Tenía el maquillaje corrido de tanto llorar por Matteo. Estaba recostada en el suelo de su sala, como si fuera una pordiosera sin lugar a donde ir. Había bebido mucho alcohol y también había estado consumiendo drogas hace unos días. Su aspecto era deteriorable. No quedaba nada de la gran artista que era.

—Tengo que recuperarte, Matteo. No puedes dejarme por ella. Soy más bonita que ella. Soy mejor que ella. —reía debido a los efectos del consumo de alcohol.

De pronto, soltó la botella de alcohol que tenía en la mano. La lanzó hacia su pared, haciendo que la botella de vidrio se quebrara, y el poco alcohol que quedaba dentro, se derramara. Estaba decidida a levantarse y luchar por Matteo. Se dirigió a su habitación para ducharse y arreglarse como si nada malo le hubiera pasado.

Abigail iba saliendo de la universidad. Nara se había quedado unos minutos más en la biblioteca. Ambas se verían en el departamento. Abi se sentó en la parada del autobús, pero se encontró con alguien que venía cubierta del rostro con unos lentes oscuros y capucha de una sudadera azul. también llevaba shorts y botas grandes.

—Hola, Amanda... —dijo esa persona.

—¿Te conozco? —preguntó Abigail, tratando de escanear con la vista a esa persona.

—Nos conocemos. Soy Farah. —se quitó la capucha de la sudadera.

—¿Farah? —preguntó Abi de forma sorprendida y casi gritando.

—¡Shhh! —expresó Farah, tomando del brazo a Abigail. Se le llevó hacia un callejón.

—¡Suéltame, Farah! —exclamó Abi, pero ella la soltó hasta llegar al fondo del callejón.

—Tranquila, sólo quiero hablar contigo. No quiero que todos se den cuenta que estoy aquí. Mi mánager me dijo que Matteo y tú estudian en la misma universidad. No pensé encontrarte tan rápido. —comentó Farah, en un tono burlón, debido a su estado.

—¿Qué quieres?

—Quiero a Matteo. Escucha, él y yo fuimos novios desde antes de que él te conociera.

—Eso ya lo sé. Pero no puedes tener a Matteo. Él está conmigo y no te quiere.

—¿Eso te dijo? ¿Que no me quiere? —rio. —Matteo me ama, desde que yo tenía dieciséis años y él quince. Y ese amor ha perdurado desde entonces hasta ahora. Quizás le fallé, pero él aún me ama con todo y mis defectos. Si no, ¿Por qué crees que él te fue infiel conmigo durante todo su noviazgo? Porque él no te ama. Él solamente es feliz estando conmigo. Y la pasamos muy bien las noches que dormimos juntos a escondidas de ti.

—¿Durmieron... juntos? —preguntó Abi, tragando saliva.

—¿No te contó? —rio. —Pues claro que dormimos juntos. ¿Por qué crees que él llegaba tarde a la mansión? Él y yo lo hicimos varias veces, y me dio tan duro que pude sentir el paraíso en mi cuerpo. Es excelente en la cama.

—No es necesario que me des los detalles.

— ¿Por qué? ¿Te duele saber que él fue mío varias veces? ¿O te duele saber que a ti nunca te lo ha hecho?

—Farah, basta.

—Tal vez él te haya propuesto matrimonio, pero él no va enserio contigo. Todos los cantantes y demás artistas son así. Siempre cambian de pareja constantemente. Deberías de saberlo. No es de extrañar que él sea así. Si te fue infiel conmigo, te será infiel con otras.

Abigail no pudo soportar todo lo que escuchó, y se fue corriendo, salió del callejón. Comenzó a llorar, así que decidió caminar en lugar de tomar el autobús.

Matteo quería ver a Abigail después de la universidad, pues tenía un tiempo extra antes de las grabaciones de la serie. Se encontró a Nara, saliendo de la biblioteca.

—¡Hola, Matt! —saludó ella.

—¡Hola, Narita! ¿Has visto a Abi? —preguntó él.

—Me dijo que se adelantaría al departamento. Seguramente ya llegó.

—Vamos, te llevo y de paso veo a mi novia.

Nara y Matteo llegaron al departamento, pero no había nadie, ni siquiera David ni Paulina se encontraban.

—¡Qué raro!, Abi debió llegar desde hace mucho. —comentó Nara, buscándola en el baño y en todas partes del departamento.

—Le llamaré. —mencionó Matteo.

Abigail se había detenido de caminar. Se sentó en una banqueta. Su celular sonaba, pero decidió apagarlo. No quería hablar con nadie. Así pasó la tarde, estaba oscureciendo y ella siguió caminando, hasta que por fin llegó al departamento. Tocó el timbre y abrió David.

—Abi, ¡Qué gusto que apareciste! — dijo David, muy contento por verla.

—¿Gusto? —preguntó ella.

—Sí, todos te estamos buscando desde la tarde. No respondías el celular y no sabíamos dónde estabas.

—Amiga... —la abrazó Nara. —¿Dónde estabas? Me moría de la preocupación. Matteo vino al departamento para verte, pero como estabas desaparecida, canceló las grabaciones de su serie, no deja de preguntarse dónde estás. Ahorita está en su auto, buscándote junto con Giovanni.

—Lo siento. Estoy bien. Fui a dar una vuelta.

—Llevas horas sin aparecer. Le avisaré a Matt para que deje de buscarte. —Nara sacó su celular.

—No... —dijo Abi, bajando el celular de Nara.

Ambas salieron a caminar fuera del edificio. Abi le contó todo lo que pasó con Farah.

—Amiga, te diré algo. A estas alturas ningún chico es virgen. Casi la mayoría ya tuvo alguna experiencia sexual desde preparatoria. No esperes encontrar a alguien que no haya tenido alguna experiencia de esas. Así que, no debes preocuparte por eso.

—No me preocupa que Matteo ya se haya acostado con Farah. Me preocupa lo que ella dijo. Que todos los artistas y cantantes son unos infieles y cambian de pareja constantemente. En parte tiene razón. Matteo me cambiará por otras. ¿Has visto a su nueva compañera protagonista? Es muy hermosa.

—No lo hará. Bueno, no lo sabemos, pero, por ahora él es tu novio. Él está contigo y mientras eso suceda, debes disfrutar ese noviazgo.

Nara le llamó a Matteo para avisarle que Abi había aparecido. Él inmediatamente condujo al departamento. Cuando llegó, venía Giovanni con él. Ambos bajaron y ellas estaban en la jardinera.

—Mi amor... —dijo Matteo, corriendo y acercándose a Abi. La rodeó con un abrazo fuerte, no quería soltarla y que se fuera otra vez.

—Estoy bien. —dijo ella, correspondiendo el abrazo.

— No quiero que me vuelvas a hacer algo así, no quiero que vuelvas a irte sin avisar y apagar tu celular. ¿Sabes cómo me sentí? Sentí que moría al no encontrarte. Eres muy indispensable para mí. —él dejó de abrazarla y le depositó un beso en la frente.

Nara y Giovanni quedaron viendo esa conmovedora escena. Ambos se miraron y se besaron.

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Nota: Farah metiendo cizaña a Abi, da mucha pena ajena, después de que se descubrieron sus fechorías. Y Matteo preocupado, la verdad me lo imaginé más guapo, mientras escribí este capítulo :3 espero que ustedes lo imaginen igual mientras leen. 

-Lau De Nu'est