Capítulo 49. Distanciamiento
---- NARRADORA OMNISCIENTE ----
Matteo tuvo que dejar a su novia, para acompañar a Melanie, aunque ni siquiera le agradaba en lo absoluto. Sólo lo hacía para tener contentos a todos, incluyendo a su misma novia, quien le había dado autorización de ir con ella.
Abigail se había quedado unos minutos platicando con Isabella en su habitación.
—No debes permitir que mi hermano vaya con otras chicas. ¿Acaso no estás celosa? Mi madre y la señora Berenice quieren juntar forzosamente a Melanie con mi hermano. —dijo Isabella, sentándose en su cama.
—Eso ya lo sé, Isa. ¿Pero qué puedo hacer? No pienso discutir con ellas. —respondió Abigail, sentándose a lado de Isabella.
—Pudiste haberte llevado a Matteo. Escucha, Melanie no me cae bien en lo absoluto. Hay algo en ella que no me gusta. Simplemente no la quiero cerca ni de mi familia, ni de mi hermano.
—Sí, a mí tampoco me cae bien.
—¿Entonces por qué permites que salga con mi hermano? Abi, ¿Segura que quieres a Matteo? Porque no parece.
—Amo a Matt.
—¿Entonces por qué no lo demuestras? No veo que pongas límites con otras chicas, tampoco veo que salgas mucho con él, con trabajos se ven dos días a la semana y sólo un par de horas. Cuando los veo juntos, ni siquiera parecen novios.
—Es porque quiero darle su espacio y que no se sienta asfixiado conmigo.
—¿Asfixiado? Él te ama demasiado. Nunca lo asfixiarías. Además, le estás dando mucho espacio, y alguien más podría meterse en todo ese enorme hueco que le das.
—Bien, haré todo lo posible para salir más con él.
Abigail regresó al departamento y había olvidado recoger unos libros que dejó en la mansión. Nara había salido con su novio. Paulina se había ido a un museo. Sólo quedaba David.
—No quería regresar a la mansión. Pero dejé un par de libros allá y los necesito. —se quejó.
—Te acompaño. Así no entrarás sola. —comentó David.
—Vamos.
Ambos fueron a la mansión. Era la primera vez que David conocía la mansión de los Fainello. Era enorme y lujosa. Además, el autobús no entraba a la mera zona residencial.
—Si quieres, espérame aquí. Los Fainello son muy especiales y no sé qué dirán si te ven. —dijo Abi.
—No te preocupes. No me afecta nada lo que ellos puedan decir. —respondió él, con una linda sonrisa.
Abi entró primero a la mansión, para asomarse. No había nadie de los Fainello ahí adentro. Le hizo señas a David y ambos entraron. Subieron las escaleras y sacaron los libros. Después, bajaron, pero ahí estaba Quinn.
—¡Hola, Abi! Pensé que te habías ido hace un par de horas. —dijo Quinn.
—Quinn... Es que, olvidé mis libros. Pero ya los tengo. Ya me voy.
—¿Y quién es tu amigo? —preguntó ella, mirando a David.
—Es mi roomie, David. —respondió Abi, presentándolo.
—Hola, soy David. —el chico extendió su brazo para saludar. —Ya sé que eres Quinn Miranda. Me encantan tus canciones.
—Gracias, eres muy lindo. —respondió Quinn, sonriente.
—Ya nos vamos. Nos vemos. —se despidió Abi.
Quinn miraba a ambos, saliendo de la mansión. Había notado cómo los ojos de David brillaban de forma especial al mirar a Abigail.
—Matteo tiene competencia. —dijo ella para sí misma.
Después de unas horas, Matteo y su familia llegaron a casa, junto con Melanie, quien había aprobado el examen de admisión a música.
—Te dije que eras mi hermoso amuleto de la suerte. —comentó Melanie, pero Matteo la ignoró completamente. Subió a su habitación.
Abigail y David se encontraban en el departamento, estudiando y haciendo sus tareas. Llegó la noche y ella salió un momento para tomar aire fresco. Se sentó en una de las jardineras, fuera del edificio. Miró al cielo y empezó a dibujar imaginariamente con los dedos. Después de unos minutos, también bajó David y se sentó junto a ella.
—¿Qué haces? —él rio, mirando a Abi.
—Oh, dibujo con las estrellas. Suena algo tonto, pero me gusta ver las estrellas e imaginarme que son puntos con los cuales puedo dibujar cualquier cosa que imagine. —respondió ella, con una sonrisa.
—Quiero intentarlo. —él se sentó a lado de ella, miró al cielo y empezó a dibujar imaginariamente.
Ambos estaban dibujando tranquilamente.
Matteo llegó en su auto al edificio donde estaba Abi. Bajó y se acercó hacia las jardineras, viendo que su novia estaba junto con el chico que ya había conocido antes y Nara le había presentado. Ambos estaban haciendo señas raras hacia el cielo. Fue entonces que él recordó cuando vio a Abi hacer lo mismo en el jardín de la mansión.
—Siento frío. Vamos adentro. —dijo David.
—Vamos. —respondió Abi.
Los dos se levantaron y fueron hacia el departamento. Matteo dio media vuelta para dirigirse a su auto. Planeaba sorprender a su novia, pero el que resultó sorprendido fue él.
A la mañana siguiente, Abi y Nara acudieron a la universidad. Abi no dejaba de ver su celular, pues no había recibido ningún mensaje de su novio, desde el día anterior, como todos los días lo hacía.
—¿Crees que se haya quedado dormido? —preguntó ella a Nara.
—A lo mejor sí. ¿Anoche no te dijo nada?
—No lo vi en todo el día ayer. Se fue con Melanie, porque ella iba a audicionar para entrar a la escuela de música.
—Qué raro, Giovanni me dijo que Matteo iba a ir a verte por la noche al departamento, y te iba a sorprender con su visita.
—¿Enserio? Pero no fue al departamento. Estuve ahí con David. Además, ni siquiera me mandó mensaje en todo el día de ayer, desde que se fue con Melanie.
—Ay, amiga. La verdad ya no sé qué decirte. Es muy raro que Matt no te llame ni te mande mensaje. Y más aún, que desde que salió ayer con Melanie, no te haya visitado ni nada. No quiero sembrarte dudas, pero, deberías tener cuidado.
—¿A qué te refieres?
—No quería decirlo, pero, siento que estás descuidando mucho a tu novio. No le prestas la atención que deberías, incluso dejaste que acompañara a Melanie. Yo en tu lugar, no lo hubiera dejado.
—¿Tú también me lo dices? Isabella me dijo algo similar.
—Ahí está, no soy la única que opina lo mismo. Ustedes ni siquiera parecen novios.
—Nara, lo que pasa es que, no quiero asfixiar a Matteo. No quiero que se harte de mí. A veces pienso que ese fue mi error con Neal. Siento que lo harté mucho, por querer estar siempre con él. No quiero que me suceda lo mismo. Esta vez, no daré mi atención en exceso.
—Matteo y Neal son personas totalmente diferentes. Neal es un idiota. Aunque lo defiendas, pero fue muy tonto contigo. No supo apreciarte, ni como persona. En cambio, Matt se ve que sí te quiere y va enserio contigo.
—No lo creo. Ninguna relación universitaria es enserio. Ambas lo sabemos.
—Pero, aunque no fuera enserio, debes disfrutar a tu novio mientras puedas. Así lo hago yo con Giovanni. Piénsalo.
En todo el día, Abi no lograba mantener su atención en las clases. Llegó la hora del trabajo, pero decidió faltar ese día para avanzar la tarea y sorprender a su novio en la cena de la mansión.
—Abi, ¡Qué milagro! —dijo Quinn, al verla entrando a la mansión. La saludó con un beso en la mejilla.
—Hola, Quinn. ¿Está Matt? —preguntó Abi.
—Ay, creo que va a llegar un poco más tarde. Pensé que te había dicho. Él aceptó un proyecto para una serie. Entonces va a estar ocupado por las tardes.
—No, no me dijo nada. Bueno, me había dicho que le habían ofrecido el papel protagónico, pero no iba a aceptar.
—Sí, a mí también me dijo eso, pero ayer regresó a la mansión por la noche y dijo que aceptaría. No sé por qué cambió de opinión. De hecho, no quería aceptar para estar más tiempo contigo.
—¿Enserio? Eso no lo sabía. Qué lindo.
—Escucha, Matt realmente te ama. No lo había visto tan enamorado de alguien. Así que, no debes fallarle. No me gustaría verlo sufrir nuevamente.
—Espera... ¿Sufrir nuevamente? ¿Él ya sufrió antes por alguien?
—No le vayas a decir que yo te dije. Matteo tuvo una novia a los quince años, fue su primera novia, y creo que ya la conoces, su novia fue... Farah Benson.
La noticia le cayó por sorpresa a Abigail. Aunque ya no sentía odio por Farah, se sentía extraña de saber todo lo que Quinn decía. Ahora todo tenía sentido; la foto que encontró donde Matteo estaba con esa chica, el mismo reallity en el que estuvieron juntos, y también el por qué él actuaba como si ya la conociera.
—Oh, entonces, Farah y Matteo... eran novios. —comentó Abi.
—Así es. No anduvieron mucho tiempo, casi tres meses, pero él realmente se enamoró de ella. Ella sólo salió con él para robarle sus canciones que había compuesto y así ganar el concurso para debutar. Él quedó muy afectado por eso. Desde ahí, él no tuvo otra novia y no salía con nadie. Creo que eres la única que pudo llegar a su corazón. —mencionó Quinn.
—No te preocupes, no diré nada a nadie de esto. Iré al jardín trasero para esperar a Matt.
Abi se sentó en la banca del jardín trasero. Estaba oscureciendo y la luna y estrellas estaban apareciendo poco a poco. De pronto escuchó un ruido de auto, era el de Matteo. Ella se dirigió a verlo, pero vio que él no venía solo. Se bajó y le abrió la puerta a una chica, la cual era hermosa, parecía oriental. Abi se escondió detrás de los arbustos. El padre de Matteo salió a encontrar a su hijo.
—Bienvenida, Hanna. Me da gusto que Matteo y tú vayan a protagonizar la nueva serie. Entren a la mansión, la cena está lista. —comentó el señor Fainello.
Los tres se metieron. Matteo lucía contento.
---------
Nota: Por fin Abi se enteró del pasado de Matt con Farah, but se puso celosita de la chica que llegó a la mansión junto con su novio. ¿Qué sucederá?
-Lau De Nu'est
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top