Capítulo 47. Enfrentamiento amoroso
---- NARRADORA OMNISCIENTE ----
Al día siguiente, Abigail no podía creer todo lo que pasó la noche anterior y que ahora era la novia real de Matteo Fainello. Ella sonrió como adolescente enamorada y se tapó la cara con la sábana. Estaba feliz después de mucho tiempo.
—¿Te das cuenta, amiga? Las vueltas que da la vida. Ayer estábamos solteras y ahora ya tenemos novios. —comentó Nara, a un lado de ella. También estaba contenta.
—Debo admitir que me tomó por sorpresa que aceptaras a Giovanni. —se burló Abi.
—Él me dijo que Diana es su hermana menor. Pero no me había dicho nada porque quería darme un poco de celos. Casi lo quería matar por eso, pero al final nos besamos. —respondió Nara, con una gran sonrisa.
Abigail recibió un mensaje de su novio...
"Mi amor, espero hayas dormido bien. Es sábado, así que, espero salir contigo hoy. ¿Te parece si vamos al cine?"
"Me parece bien". Respondió Abi con una sonrisa.
Ella se dirigió a la cocina y ahí estaba David, preparando el desayuno.
—Huele delicioso. ¿Qué es? —le pregunto ella a él.
—Son hot cackes, y unos huevos especiales. Les puse puré de tomate y verdura. También algo de queso. —respondió David.
—No puedo creerlo, yo también los preparo así. Pensé que era la única loca que cocinaba así. —rio.
—Yo también soy otro loco que cocina igual. No te preocupes. —sonrió David. —Por cierto, Abi, ¿Podrías seguir con mis asesorías, por favor? Ya se acercan los finales. No quiero reprobar.
—Sí, seguiremos con las asesorías.
—¿Podemos esta tarde?
—Claro, pero a las siete de la noche. ¿Te parece? Hoy tengo unas cosas qué hacer.
—Sí, me parece.
Abigail no podía notar que David gustaba de ella.
Matteo quería sorprender a Abigail, yendo por ella antes de la hora acordada. Bajó de su auto e iba a entrar al edificio, pero apareció Neal, entrando primero al edificio.
Neal subió hasta el departamento de Abigail y tocó la puerta. Le abrió ella misma.
—¡Hola, Neal! No me esperaba tu visita. —dijo Abi con una sonrisa.
—Abi, vine porque quiero saber si estás disponible para salir a comer algo. —mencionó Neal.
—Ella no podrá salir contigo. Ya tiene planes conmigo. —se acercó Matteo.
—¿Matteo? ¿Qué haces aquí a esta hora? Quedamos en vernos más tarde. —dijo Abi, sorprendida de verlo.
—Más bien, ¿Qué hace Neal aquí? ¿Por qué viene a visitarte? —preguntó Matteo, estaba celoso.
—Dile, Abi. Dile que somos amigos otra vez. Es por eso que me permites acercarme a ti. —comentó Neal.
—Así es... Neal es mi amigo. Por eso él puede acercarse a mí. —respondió Abi algo nerviosa, mientras Matteo la miraba decepcionado por lo que escuchaba.
—¿De verdad, Abi? Después de todo lo que te hizo, ¿Decides perdonarlo así? —preguntó Matteo, sin dejar de verla.
—Así que, ¿Tú sabes nuestra historia...? —preguntó Neal a Matteo. —Bueno, ya me disculpé con Abi por todo lo que le hice pasar.
—Una disculpa no basta. Tú realmente no sabes lo que ella tuvo que pasar, no sabes lo de su madre, ni lo que sufrió por ti y por culpa de Farah. En cambio yo, estuve ahí para ayudarla a limpiar sus lágrimas. Y me encargaré de hacerla feliz como lo merece. —respondió Matteo.
—En eso sí te equivocas. —rio Neal en forma sarcástica. —Yo lo sé todo. Sé lo del maltrato de su madre y lo demás también. Incluso la conozco mucho mejor que tú. Para tu información, ya llevamos cuatro años de conocernos. Sé lo que a ella le gusta y lo que no. En cambio, a ti te conoció recientemente. —se burló.
Matteo enfureció y tomó a Neal por el cuello de la camisa que traía puesta.
—¡No, Matteo, no lo toques! —exclamó Abi, estaba algo asustada. Él se detuvo y se contuvo de golpear a Neal.
—Ya me voy, Abi. Te veré otro día, cuando tu novio no esté aquí. —comentó Neal, se compuso la camisa y se fue.
—¿Por qué lo defiendes? ¿Acaso todavía te gusta él? —preguntó Matteo muy molesto. —¿Por qué le contaste todo lo que pasaste?
—Él no me gusta. Ya sabes que me gustas tú. Pero había días en los que me sentía sola, y él era el que me escuchaba. Lo siento. —respondió Abi.
—En esos días, pudiste haber acudido conmigo.
—Tú casi no estabas porque te ibas con Farah. Además, dijiste que yo no era nada para ti. ¿Qué querías que hiciera? No me querías ni como amiga.
Matteo quedó en silencio unos segundos. Sabía bien que había cometido esos errores con Abigail. No podía negarlo.
—Abi, perdóname. Me duele ver que le hayas dado la oportunidad de ser tu amigo a ese imbécil. No merece ser algo tuyo. De ahora en adelante, no te sentirás sola, porque sabes que yo estaré para ti cuando me necesites. Y es cierto, no te quiero como amiga, porque te quiero como novia, es más, como el amor de mi vida.
—Matteo, es mejor que hoy no salgamos como acordamos. Creo que todavía estás molesto, y no quiero salir contigo estando así. —habló ella.
—Será como digas. Saldremos mañana. Nos vemos. —se iba a despedir con un beso, pero ella giró para abrir la puerta y entrar.
—Hasta mañana. —sonrió ella, cerrando la puerta.
Matteo aún seguía celoso. Después de dar unas vueltas en su auto, se dirigió al estudio de grabación de la agencia donde Neal trabajaba. Mientras este último, iba a grabar las otras dos canciones que le faltaba para completar su nuevo álbum.
Neal se encontraba grabando el principio de una canción, ahí estaba el entrenador vocal, los músicos acompañantes, y el técnico en audio. Él tenía los audífonos puestos y su guitarra para interpretar la música. De pronto, entró Matteo sin avisar. Todos detuvieron sus actividades y el ensayo, para verlo.
—¿Matteo Fainello? ¿Qué haces aquí? Te equivocaste de agencia. —bromeó el entrenador vocal.
—Quiero hablar con Neal Harrison. —respondió Matteo, volteando a ver a Neal, desde la ventanilla de la cabina.
Todos salieron un momento, y ellos dos quedaron solos. Neal bajó su guitarra y se quitó los audífonos. Se levantó para enfrentar a Matteo.
—¿Qué quieres? —preguntó Neal.
—Quiero que te alejes de mi novia. No quiero que vayas a buscarla cuando yo no esté con ella.—respondió Matteo.
—Ahora entiendo por qué Abi te tiene tanto miedo.
—¿A qué te refieres?
—¿No lo sabes? Ella me contó que te tiene miedo, y no sólo a ti, a tu familia también. La tienen realmente traumada. Todos ustedes la tienen como una prisionera. Tu casa es como una jaula que no permite que ella sea libre. Así es como Abi se siente, así es como me ha contado.
—Eso no es verdad. Abi es libre y yo no me opongo a sus decisiones.
—No te creo. Si de verdad Abi fuese libre como dices, no tendrías por qué venir a hablar conmigo como ahora lo estás haciendo.
—Sólo te advierto que no me gusta verla contigo.
—Entonces será Abi la que decida. Sólo ella es la única que puede darme autorización para acercarme o no a ella. Si dices que ella es libre, entonces la dejarás elegir a quién quiere realmente.
—Por eso no hay problema. Sé muy bien que ella me elegirá, es más, ya me eligió.
—No estés tan seguro. Recuerda que yo la conozco más que tú. Ella confía en mí. Dime algo, ¿Ella ha confiado lo suficiente en ti como para contarte cosas personales?
—Te demostraré que ella me ama.
—Entonces no vengas a amenazarme, mejor dejemos que ella decida.
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Nota: ¡Que lluevan los golpes! Hagan sus apuestas. jajaja ah... no es cierto. Es broma, pero si quieren no lo es ;)
-Lau De Nu'est
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