Capítulo 34. Una noche fea... y linda a la vez
---- NARRADORA OMNISCIENTE ----
Mientras el baile de compromiso se celebraba, Melanie subió furiosa a su habitación. No podía aceptar que Matteo no fuera para ella, y no se iba a quedar con los brazos cruzados.
—Esa maldita de Abigail no se saldrá con la suya. Voy a hacer algo para que la señora Fainello se moleste tanto que termine por odiarla y echarla de la mansión. —se decía a si misma.
Sacó sus propias prendas de ropa favoritas y empezó a rasgarlas. Tomó unas tijeras y rompió cada tela que tenía cada prenda. Lo hacía con tanto placer. Sabía que su plan no fallaría. Después de romper su ropa, la volvió a colocar en el armario.
Esa misma noche, Melanie entró a la habitación de Abigail, sin que nadie la viera. Abigail estaba rendida de sueño en su cama. Melanie llevó su almohada grande y se acercó a ella.
—Sólo trataré de asfixiarte, estúpida. Pero no te mataré, porque eso sería sencillo y yo quiero que sufras más. A más tardar para mañana te irás de aquí y me quedaré con Matteo en la mansión. —habló Melanie en voz baja.
Acercó la almohada al rostro de Abigail y trataba de asfixiarla con la misma. Abigail se despertó y trataba de gritar, pero nadie se daba cuenta de lo que pasaba en su habitación. Melanie dejó de ejercer presión con la almohada y Abigail pudo quitársela.
—¡Auxilio! —gritó Abigail. Logró quitarse la almohada —¿Melanie? —preguntó al verla.
—Así es, querida. —sonrió de forma malvada. —Quiero que te mueras ahora.
—¡Estás loca! —Abigail tosía fuerte, después de sentir que no podía respirar. —¡Auxilio! —volvió a gritar.
—Nadie te va a creer. —rio Melanie. Tomó su almohada y la metió debajo de la cama.
De prisa, todos se dirigieron a la habitación de Abigail, al escuchar los gritos.
—¿Qué pasó? —preguntó Matteo, entrando primero a la habitación, pues era el más cercano.
—Melanie me quiso matar, me quiso asfixiar con una almohada. —se quejó Abigail.
—¿Qué? ¿Estás loca? —gritó Matteo a Melanie.
—¿Qué sucede? —llegó la madre de Matteo junto con el padre, y después llegó Isabella. Al último, entraron la señora Berenice y Quinn.
—Melanie trató de asfixiar a Abigail. —habló Matteo muy molesto.
—Eso no es cierto. Sólo vine porque escuché que Abi gritó. De seguro tuvo una pesadilla. Vine a ver si estaba bien. —dijo Melanie con cara de preocupación, que obviamente fingía.
—No es cierto, me quisiste asfixiar con tu almohada. —Abigail se levantó de la cama y sacó la almohada de Melanie debajo de la cama. —Esta es la prueba.
—Oh, mi almohada. La estuve buscando pero no la encontraba. —dijo Melanie, tratando de hacerse la inocente.
—Abigail, seguramente tuviste una pesadilla. Vuelve a dormir, hija. —comentó el señor Fainello.
—No puede ser que no me crean. —dijo Abigail muy preocupada.
—Mi hija sería incapaz de hacerte daño, Abigail. —comentó la señora Berenice.
—Déjala, mamá. Siempre es así. Me quiere culpar de todo, porque sigue celosa de Matteo. No le caigo bien porque piensa que le quiero quitar a su ahora prometido. —sollozó Melanie, abrazando a su madre.
—¿Por qué haces eso, Abigail? Escucha, ya tienes a Matteo contigo. Ya se comprometieron anoche. No puedes seguir con tus celos. —la señora Fainello volvió a regañarla.
—Mamá, Abigail no está mintiendo. —comentó Matteo.
—Tú la defiendes porque es tu prometida. Pero no voy a permitir que mi hija sufra las consecuencias de los celos enfermizos de tu novia. —habló la señora Berenice.
—Quiero que mañana te disculpes con Melanie, durante el desayuno. Y no quiero escuchar más de esto. —dijo la señora Fainello muy molesta, a Abigail.
Todos volvieron a la cama, Melanie sonrió de felicidad. Matteo y Abigail se dieron cuenta.
—Tengo miedo... —dijo Abigail, lanzándose a los brazos de Matteo. Él correspondió el abrazo de ella, acariciando su cabeza contra su pecho, mientras ella se aferraba al torso de él. Podía sentir el temblor involuntario proveniente del cuerpo de ella.
En ese momento, Matteo sentía que debía proteger a Abigail. Aunque ella fingía ser valiente, detrás de ella había una niña pequeña llena de inseguridades. Él se desapartó de ella lentamente. Se dirigió a la puerta y puso el seguro. Se regresó hacia la cama con ella.
—No te preocupes. Esta noche... dormiré contigo. —dijo Matteo, acariciando el rostro de Abigail.
Ella no sabía cómo reaccionar ante lo que Matteo decía y hacía. Asintió. Ambos se acostaron en la misma cama. Él la abrazó cálidamente y sólo así, ella logró conciliar el sueño. Él depositó un beso en la frente de ella, y también logró dormirse.
Ambos amanecieron abrazados. Abigail despertó primero. Se dio cuenta de que se encontraba entre los brazos de Matteo y su cabeza estaba en su pecho. Se levantó rápidamente.
—¿Qué pasó anoche? —se preguntó muy asustada.
Matteo seguía dormido. Ella se levantó de la cama lentamente. Se acordó de lo de Melanie y de que él se quedó con ella para que Melanie no volviera a querer matarla.
—Qué fea noche. Hasta siento escalofríos. —se dijo Abigail.
Buscó su bolsa con dinero y su mochila. Se fue en pijama de la habitación. Salió así de la mansión, por el jardín trasero. Después de una hora, llegó al departamento. Tocó el timbre.
—¿Qué haces en pijama y tan temprano? —la recibió Nara, aún en pijama también.
—Nara, tengo que contarte todo. Pero primero, déjame tomar una ducha y cambiarme. —entró Abigail al departamento.
Después de platicar unos minutos, Nara estaba sorprendida por lo que pasó con Melanie, su actriz favorita.
—No puedo creer que esté loca. Y más aún, que quiso matarte. —comentó Nara.
—Lo sé. La señora Fainello ya no me quiere como antes. Melanie se ha encargado de hacerme ver como la loca celosa de la mansión.
—Bueno, ya te comprometiste formalmente con Matteo. Aunque estoy molesta con él, porque no me invitó.
—Eso no importa. El compromiso sólo fue falso. Es una estrategia más para vengarse de Farah.
—Oye amiga, la verdad yo no veo a Matteo con ganas de vengarse de Farah.
—¿Por qué lo dices?
—No quería decirte esto, pero, se me cuecen las habas por decirlo. Cuando estuvimos en Italia, y tú ensayabas con Quinn, vi a Matteo muy cariñoso con Farah. O quizá debe ser mi percepción, pero, si no mal recuerdo, me parece que se besaron. Aunque, no me fijé bien porque sólo pasé por casualidad cerca del camerino de Farah. La puerta estaba entre abierta. Ese día estaba exhausta y sólo alcancé a ver eso.
—Entonces... ¿Crees que se gusten?
—La verdad no sé. Pero, por lo que me has contado, no veo que Matteo siga en el mismo plan. Ni siquiera te ha dicho nada. Y eso del compromiso contigo, me suena algo mal.
—Matteo nunca me dijo por qué odia a Farah.
—Ah, y anoche, Paulina comentó algo que me dejó picada. Mira... —Nara mostró la laptop con información de la biografía de Farah Benson.
Abigail se detuvo a leer la biografía de Farah. En ella decía que Farah había debutado después de obtener éxito y ganar la final del reallity show de canto, a la edad de dieciséis años. Era el mismo reallity donde Matteo estuvo en el mismo periodo de tiempo que ella.
—Bueno, una vez me comentaste que Matteo estuvo en este reallity. Así que, viendo esto, creo que él ya conocía a Farah desde ese tiempo. —comentó Nara.
—Qué extraño... Entonces, fueron compañeros. —dijo Abigail.
En ese momento, Abigail recordó la fotografía que había visto accidentalmente en la habitación de Matteo. Donde él estaba con otra niña, ambos abrazados y felices.
—Si mis conclusiones no me fallan... creo que Matteo y Farah eran amigos. Él guarda una foto de ellos juntos, en el reallity, donde se están abrazando. La tiene en su habitación, pero la tiene escondida. —mencionó Abigail.
—Entonces, quizás eran amigos, y se pelearon por algo. Soy tan chismosa que no podré dormir hasta saber qué pasó en ese entonces. Tenemos que averiguar. —comentó Nara.
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Nota: Y Matteo bien sacrificado se quedó a dormir con Abi :3 ¿Podrá Nara y Abi descubrir el pasado de Matteo y Farah? Descúbranlo en el siguiente episodio. Mañana actualizaré. ¡Linda noche!
-Lau De Nu'est
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