Capítulo 32. Nuevos sentimientos
---- MATTEO ----
Quedé un poco sorprendido con lo que Abigail me dijo después de la cena, eso de que piensa que salgo con Quinn. Entré a mi habitación y me reí de eso. Si bien, era cierto que yo le gustaba a Quinn en un principio, cuando nos conocimos. Pero después, dejé en claro mis sentimientos y que sólo quise una amistad con ella. Desde entonces, ella entendió y hemos sido sólo amigos.
Puse el seguro a la puerta y me cambié la pijama. Me recosté viendo mi celular. Tenía mensajes de Farah que no había leído. Iba a abrirlos, pero en ese momento, un recuerdo vino a mi cabeza, y era el de Abigail, recostada en el césped del jardín, moviendo sus dedos en el aire. Aunque no supe exactamente lo que ella estaba haciendo, sus ojos brillaban de forma especial y sonreía de forma diferente. Ella se veía diferente. Puse mi celular a un lado y me levanté para sentarme en la misma cama.
—¿Por qué me siento así? ¿Por qué me gustó ver a Abigail en el jardín? —me pregunté a mí mismo. —Seguro lo que siento se me pasará.
Aunque estuve viendo a Farah a escondidas de todos, no me sentía con la capacidad de romperle el corazón. Una parte de mí quería continuar con la venganza, pero otra parte ya no quería hacerlo. Aunque Quinn ya tenía planeado todo. Ya había enamorado a Farah de nuevo, y cada vez más se acercaba el momento de destruirla.
Llamé a la prensa para agendar una pequeña conferencia en un par de días más. Tenía planeado hacer una conferencia sobre mi noviazgo con "Amanda", así que ella estará presente junto conmigo. Y mañana en la noche, haré una fiesta familiar, para proponerle matrimonio a "Amanda". Así es, estoy harto de que Melanie no entienda que no quiero nada con ella, ni siquiera su amistad. Tendré que hacerle entender con eso.
A la mañana siguiente, vi a Quinn en la cocina. Estaban las sirvientas también. Fuimos al jardín trasero para hablar a solas.
—Daré pie al siguiente paso como quedamos. Le pediré matrimonio a "Amanda" esta noche. También ya agendé la conferencia de prensa. Farah está completamente enamorada de mí. —comenté.
—Bien hecho. Cada vez estamos más cerca de nuestra meta, pero no tenías que pedirle matrimonio a Abi. Ese paso no me lo sabía. —respondió Quinn.
—Eso lo haré para... —iba a explicarle a Quinn lo que pasaba con Melanie, pero no pude, no quiero que haya problemas entre hermanas. —Bueno, se me ocurrió de repente. —terminé de decirle.
—¿No será que... realmente te gusta Abigail? —preguntó Quinn, dibujando una sonrisa.
—¿De qué hablas? No digas tonterías. —respondí.
—Matteo, Matteo. —tocó mi hombro —Siempre enfocado en el trabajo, menos en su vida personal. Por eso no te has dado cuenta de que, te estás enamorando de Abi. —rio levemente.
—Eso no es verdad.
—Giovanni tiene razón. Estás ciego y no puedes verlo. Pero te ayudaré para que puedas ver, que Abi y tú, se quieren mutuamente.
—Ella no me quiere. Ya me lo dijo, y yo tampoco siento absolutamente nada por ella.
—Ni siquiera tú te lo crees. Te diré algo, he visto y escuchado cómo la tratas, siempre protegiéndola. Giovanni me contó lo del Coliseo. Y Abi siempre hace lo que tú dices, y te sigue. Incluso se vino a vivir nuevamente a la mansión. Es obvio que de todo eso surja algo así, mientras conviven juntos. Y no es nada malo que se gusten mutuamente.
—Abigail cree que tú y yo tenemos una relación secreta. Dijo que guardará nuestro secreto, y que nos vemos bien juntos. Dudo mucho que ella me vea como algo más.
—Ok, ella piensa eso, pero ¿Y qué hay de ti? ¿Has sido sincero contigo mismo sobre tus sentimientos?
Me quedé en silencio. En realidad me sentía confundido sobre lo que sentía.
—Hay algo que quiero comentarte. He visto que Abi se va sin avisar de la casa. Se sale justo por este lado de la mansión y llega a la hora de la cena. ¿Sabes a dónde va?
—Ella va a la universidad, al trabajo parcial en el cine, y a ver a sus amigos del departamento. Así que seguro es eso. Realmente no me importa. Ella es libre de hacer lo que quiera.
—¿Seguro? Porque incluso se arregla de más para ir.
—¿Insinúas algo?
—No, nada. Sólo fue un comentario.
Entramos de nuevo a la mansión y escuchamos unos gritos por el pasillo de las habitaciones. Ahí estaban mamá, la señora Miranda y Melanie, junto con Abigail. Quinn y yo subimos a ver qué sucedía.
—¿Qué sucede? —pregunté.
—Abigail trató de empujarme por las escaleras. —se quejó Melanie, sollozando —Ella me odia.
—¿Por qué? —preguntó Quinn, acercándose a su hermana.
—Ella está celosa de que yo me acerque a Matteo. —respondió Melanie.
—Eso no es cierto. —dijo Abigail enojada.
—¿Llamas mentirosa a mi hija? —preguntó la señora Berenice. Se notaba molesta con Abigail.
—Yo ni siquiera la toqué. Melanie está mintiendo. Se cayó sola al propósito y empezó a gritar como loca. —afirmó Abigail.
—¡Ya no peleen! —dijo mamá. —Vamos todos a la sala.
Todos bajamos a la sala para hablar tranquilamente. Sinceramente yo creía más en lo que decía Abigail que en Melanie.
—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó mamá.
—Sólo quería ver a Matteo hasta su habitación para avisarle que ya estaba el desayuno listo, y llegó Amanda, bueno, Abigail, y me prohibió hablarle a Matteo. Me amenazó, diciendo que me iba a lastimar si yo me acercaba a su novio. Después me empujó, por eso grité. —respondió Melanie, pero en realidad pude percibir que todo era mentira. Aunque sabía actuar muy bien.
—Abi, hija, no debiste actuar así con Melanie. Ella sólo quiere ser amiga de Matteo. Mi hijo sólo te quiere a ti como su novia. No deberías ser tan celosa. Además, él es muy famoso, así que tienes que acostumbrarte a que siempre habrá muchas chicas que quieran estar cerca de él. Y cuando iniciaste tu noviazgo con él, sabías perfectamente todo eso y lo que te esperaba a su lado. Por eso lo aceptaste. —comentó mamá.
—¿Está diciendo que le cree a Melanie? —preguntó Abigail aún más molesta.
—Melanie es una chica muy linda, y no creo que ella sea capaz de mentirnos. —respondió mamá.
—Mamá, realmente no creo que Abigail haya empujado a Melanie. —comenté serio.
—Hijo, ya sé que amas a tu novia, pero no justifiques sus acciones. Acepta que se equivocó, pero no volverá a suceder. En este momento, Abigail le pedirá una disculpa a Melanie y a su madre. Vamos, Abi. Discúlpate, hija.
Abigail estaba más que molesta y se notaba en su rostro. Tenía que evitar esa disculpa. La tomé de la mano sin pensarlo mucho.
—Mamá, mi novia y yo tenemos algo importante que hacer juntos el día de hoy. Ya se está haciendo tarde para irnos. Se disculpará en otro momento. —dije y todos me miraron impresionados.
Salí de la mansión, tomando a Abigail de la mano. Le abrí la puerta de mi auto y también me subí. Empecé a conducir. Abigail estaba en total silencio.
—Melanie es una mentirosa profesional. Ya te había dicho que actúa muy bien. —comenté.
—Ella está completamente loca. Lo entiendo, pero, tu madre me sorprendió. Nunca me había llamado la atención así. Antes de que tú llegaras, tu madre me apretó del brazo y me regañó. Ni siquiera creyó en mis palabras.
—Mamá suele ser así. No es tan cariñosa como todos creen. Se pone de mal humor cuando ve que alguien no actúa adecuadamente.
—Y... ¿A dónde me llevas?
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Nota: Tan bien que me caía la suegra :( digo... la madre de Matteo :(
-Lau De Nu'est
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