Capítulo 21. La sorpresa de Matteo


---- ABIGAIL ----

—Ahora sí te pasaste, Abigail. —me dijo Nara un poco enojada. Y supuse que lo estaba porque me llamó "Abigail" completamente y no "Abi" o "amiga" como siempre. Estábamos en la habitación.

—Lo siento, no fue mi intención. —respondí cansada, sentándome en la cama.

—Es que es el colmo. Neal te trajo a esta casa. Yo sé bien tu plan de venganza, y esto no me pareció buena idea. No puedo creer que te hayas quedado de ver con Neal, mientras nosotros estuvimos buscándote y el pobre de Matteo...

—¿Matteo?

—Así es, hubieras visto a Matteo, estaba muy desesperado por encontrarte. Incluso más que nosotros.

—Él sólo estaba actuando, y es un excelente actor. No creo que yo le preocupe tanto.

—No creo que estuviera actuando, Abi. Matteo realmente estaba muy mal, le costaba respirar, dio dos vueltas al Coliseo tratando de encontrarte. Te llamaba desesperado. Y no lo estoy inventando, te estoy diciendo lo que vi. Llamó a la policía para buscarte y siguió buscando con ellos.

—Matteo no me considera ni su amiga. Él lo ha dicho varias veces.

—La verdad no creo que no te considere como tal. Escucha, vi su sonrisa en su cara cuando Isabella le llamó para decirle que tú estabas bien con ella. Se puso muy contento. Tú dijiste una vez que él no sonreía.

—Sí, pero...

—Y cuando te vio, te abrazó. Sinceramente sólo lo había visto hacer eso en la serie de las nueve y en sus películas. Pero lo hizo contigo. ¿No te basta esas pruebas para que creas que a Matteo le importas mucho?

—Escucha, yo no planee nada. Discutí con Matteo, y me eché a correr. De ahí, realmente me perdí. De pura casualidad vi a unas chicas que hablaban inglés, y les pedí un celular y después...

—Le llamaste a Neal y no a Matteo. Te fuiste con el tipo que te hizo llorar, pero no confiaste en el que te buscó el resto de la tarde.

—Sí, eso pasó.

—¡Eres una tonta! Lo siento, soy tu amiga, pero es lo que pienso.

—Hoy cuando vi a Neal, me sentí tan bien, tan protegida y mi miedo se fue. Nos abrazamos y sentí muy lindo. De verdad.

—Ni siquiera porque te dejó por Farah, no dejas de pensar en él. ¿Y así quieres reconquistarlo para tu venganza? Porque parece que el que te está reconquistando es Neal.

—Ya, Nara, deja de regañarme. Tú te fuiste con Giovanni y me dejaste sola. Nada de esto hubiera pasado si no te hubieras ido con él.

—Lo siento, también fue mi culpa. Bueno ya, dejemos este tema a un lado, no debemos pelear entre nosotras. Mañana tenemos ensayo desde temprano. El concierto es a las ocho de la noche. Tenemos que prepararnos.

Nara y yo compartimos la cama para dormir.

Nos levantamos temprano. Ya era hora del desayuno. Isabella había preparado comida italiana, que se veía llamativa.

—Buenos días, dormilonas. —nos saludó ella.

—¿Quieres que te ayudemos en algo? —pregunté.

—Sí, por favor. Ve a hablarle a mi hermano para que baje a desayunar.

—Está bien.

Me dirigí a hablarle a Matteo, pero no quería verlo, después de todo lo que le hice pasar ayer. Toqué a su puerta.

—Adelante... —respondió.

—Hola... —dije entrando a su habitación. Él estaba arreglándose.

—Pensé que era Isabella. —habló indiferente.

—Ya está el desayuno. Sólo vine para avisarte. —di media vuelta.

—Abigail, espera.

—¿Sí?

—Quiero hablar contigo. Pero mejor, hablemos antes del concierto.

—Está bien.

Recibí un mensaje de Neal, mientras estábamos desayunando: "Buen día, Abi. Nos vemos antes del ensayo, por los camerinos. Farah llegará tarde".

Quería sonreír al ver ese mensaje, pero mi mirada se cruzó con la de Matteo, y dejé el teléfono a lado. Después, llegó nuevamente Giovanni por nosotros, para llevarnos al ensayo general.

—Wow, éste auditorio está enorme y es muy bonito. —habló Nara.

—Es el Auditorio Parco della Musica. —comentó Matteo.

—Los camerinos están allá. —nos habló Astrid. Ella estaba muy emocionada por estar ahí.

Posteriormente, llegaron todo el personal del staff. Carolina y Astrid probaban el vestuario que los estilistas habían llevado para nosotras.

—Nara, necesito que distraigas a Matteo. Por favor. —supliqué.

—¿No te basta lo de ayer? —preguntó ella, con cara medio molesta.

—Por favor, es importante.

—Es Neal. No es tan importante.

—Nara, por favor.

—Está bien. Sólo porque eres mi mejor amiga. Pero no tardes.

—Gracias. —le di un beso en la mejilla y me fui a los camerinos para ver a Neal.

Cuando llegué al pasillo, estaba el personal, desde los de limpieza hasta los maquillistas, el mánager y los asistentes. Astrid y Carolina estaban vocalizando. Seguí caminando y vi a Neal, cerca de una máquina de café. Me acerqué a él.

—Hola, ¿Me esperaste mucho? —pregunté.

—No tanto. Bien, ya podemos hablar. —Neal sonrió.

—He pensado mucho y tienes razón. En el pasado, actué como una chica inmadura y no medí las consecuencias. Sólo me gustaría que seamos amigos. Y no te preocupes, yo no odio a Farah. Creo que ustedes merecen ser felices.

—Y tú también mereces ser feliz, Abi. Me siento orgulloso de ti, porque has madurado. De todo corazón, te ofrezco mi amistad. Incluso podemos salir a pasear los cuatro, si quieres, es decir, Farah, Matteo, tú y yo.

—Me encantaría. Entonces... ¿Amigos? —extendí mi mano esta vez.

—Los mejores amigos. —sonrió y tomó mi mano.

—Debo irme a ensayar. Nos vemos. —dije y le di un beso en la mejilla a Neal.

Este era el principio de mi venganza, la cual, aún seguía en pie.

Llegué junto con Astrid y Carolina para vocalizar.

—Matteo vino a buscarte. —dijo Astrid.

—¿Enserio? ¿Y qué le dijeron? —pregunté.

—Que no te habíamos visto. Luego Nara se lo llevó.

Nara me había ayudado para que Matteo no se diera cuenta que me vi con Neal. Ella sí que era una buena amiga. Comenzamos los ensayos y puse mi esfuerzo en memorizar bien las coreografías de las canciones y las mismas. Me sentía cansada pero tenía que estar bien para la noche.

Farah había llegado a mitad del ensayo, y nos pusimos a vocalizar más. Evité a Matteo durante todo el ensayo, hasta que llegó la hora del concierto.

—¡Ya comenzó a llegar la gente! Estoy muy nerviosa. Voy a comer. —entró Carolina gritando, y sacando unos bocadillos de chocolate que tenía guardados en su bolsa.

—Tranquilas, chicas. Lo haremos bien. —dijo Astrid. —Vengan todas.

Nos acercamos las cuatro, formamos un círculo entre nosotras para tomarnos de las manos.

—¡Somos brillantes, como diamantes, somos Diamonds! —dijo en voz alta Astrid. Era como un lema del grupo y lo usaríamos antes de cada concierto.

Todas nos abrazamos al mismo tiempo.

—Bien, ¡Al escenario! —dijo Carolina.

—¡Mucha suerte, chicas! —dijo Matteo, entrando al camerino. Me quedó viendo unos segundos y de la nada, me regaló una leve sonrisa. Sólo había visto esa sonrisa sincera un par de veces. De seguro también la actuó.

—Gracias, Matteo. —respondió Astrid.

—Gracias. —dijeron Nara y Carolina.

—Gracias. —dije seriamente.

Subimos todas las Diamonds al escenario. Estábamos cada una en la posición que correspondía. Toda la gente aplaudía y gritaba el nombre del grupo. Esperaban con ansias nuestras canciones del primer álbum. De pronto, se apagaron las luces. No lográbamos entender por qué, ya que eso no fue parte del ensayo. También apagaron nuestros micrófonos. La gente tampoco entendía qué pasaba.

De pronto, una de las luces se encendió. Ahí estaba Matteo, en el mismo escenario. La luz lo reflejaba sólo a él. Todo el público se emocionó al verlo. Estaba vestido formalmente. Se veía más guapo. Tenía en la mano un micrófono. Después se encendió la luz que reflejaba hacia mí. Toda la gente comenzó a gritar de emoción. Yo no entendía lo que pasaba.

—¡Hola a todos!, soy Matteo Fainello. De seguro ya me conocen por mi actuación y algunas composiciones que he realizado para varios artistas, entre ellos... ¡Diamonds! —habló emocionado.

Matteo hablaba en Italiano, pero había un traductor italiano-inglés que vino con el grupo, y traducía al inglés todo lo que Matteo decía. La gente gritó de emoción.

—Se preguntarán por qué estoy aquí, en el primer concierto exclusivo de Diamonds, en la misma gira que estas talentosas chicas. Bueno, la razón es, porque he decidido abrir el concierto para ellas. Pero también, porque hay una chica Diamond... que me ha robado el corazón completamente.

Toda la gente continuaba gritando de alegría al escuchar a Matteo hablar por el micrófono, y más aún, cuando mencionó que le gustaba una de nosotras.

—Esa chica, la que me ha robado el corazón, es Amanda. —soltó él. Todos me veían sorprendidos y gritaban de la emoción. —Ella y yo tenemos algún tiempo saliendo, así que... somos novios.

Matteo se acercaba lentamente hacia mí.

—Mandy, mi amor. Esta canción es para ti. La escribí con mucho amor y cariño, pensando sólo en ti. En nosotros. —habló, esta vez, frente a mí, con el micrófono en la mano.

Un ayudante del escenario le llevó una guitarra y una base para colocar el micrófono. Mientras que otro ayudante, nos traía sillas para que los dos nos sentáramos. Me sentía extraña. Eso no era parte del plan. Matteo no me había mencionado nada de esto. Después, él comenzó a tocar la guitarra y a cantar. No sabía que él cantaba tan bien, parecía profesional. Su voz era hermosa.

Casi no escuché bien la letra de la canción. Creo que estaba más concentrada en lo que la gente pensara de nosotros, así que miré hacia el público y me sentía tan incómoda. Las demás chicas se acercaron a nosotros dos, para apreciar más la canción.

Terminó la canción, y Matteo se levantó del asiento, me ofreció su mano y la tomé. Delicadamente hizo que me levantara también del asiento. Nuevamente él estaba frente a mí. Tomó mi mano con todo y el micrófono que yo traía, para decir...

—Mandy, te quiero. —dijo a través del micrófono.

Posteriormente, él acercó su rostro al mío, depositando un beso tierno sobre mis labios. Ni siquiera tuve tiempo de cerrar los ojos, ni procesar el beso. A decir verdad, no sentí nada. Todos comenzaron a gritar nuevamente de emoción, incluso las demás chicas Diamonds. Pero lo más extraño era, que él y yo acordamos nunca darnos un beso verdadero, y él estaba rompiendo su propia regla.


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Nota: ¡Hola! Les traigo actualización de mi novela. Dos capítulos, que espero les guste, al igual que a mí me encantó escribirlos. ¡Gracias por leer! No olviden que pueden votar y comentar, gracias a ello podré mejorar ;)

-Lau De Nu'est

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