Capítulo 18. Llegando a casa de Isabella
---- MATTEO ----
—¡Isabella! —dije al ver a mi hermana nuevamente. Ella es mayor que yo, sólo por un año.
—¡Ciao! Benvenuto, fratello —saludó Isabella, dándome un abrazo.
—Ellas son Nara, y Abigail... —presenté a las chicas con mi hermana. —Pero Abigail tiene su nombre artístico y es "Amanda".
Isabella las saludó de beso en la mejilla a ambas. Se quedó viendo unos segundos a Abigail.
—Immagino che tu sia la ragazza di mio fratello —dijo Isabella en italiano, a lo que Abigail no entendía nada.
—Ella pregunta si tú eres mi novia. —traduje.
—Ah, ya. Sí, así es. —respondió Abigail, asintiendo.
—Benvenuta, cognata —le dijo Isabella, sonriendo.
—Ella dijo, que bienvenida. —traduje incompleto. En realidad Isabella había dicho "Bienvenida, cuñada", pero omití lo último, ya que me era algo incómodo.
Todos entramos a la casa de mi hermana. Giovanni se tuvo que retirar.
—Hablas perfecto en inglés, ¿Por qué actúas como si sólo hablaras italiano frente a las chicas? —pregunté a Isabella, mientras ellas se instalaban.
—Me encanta hacerlas desatinar, hermanito. —respondió sonriendo. —Además, es la costumbre de vivir aquí. Por cierto, ya conocí a mi querida cuñada. ¿Es cierto lo que dijo mamá por teléfono? ¿Te casarás con ella?
—Mamá desea que me case con ella.
—¿Y tú? ¿Qué deseas?
—No, hermana. Es decir, aún no tengo planes de boda. Ambos somos jóvenes todavía y tenemos una carrera por delante. No hay prisa para pensar en formalidades.
—Es bonita. Y se ve que es buena persona.
—Lo es. Mamá la adora como una hija.
—¿Quieres decir que mamá me ha reemplazado?
—¿No te contó? No te reemplazó. Pero decidió registrar a Abigail como una Fainello. La vida de ella ha sido muy dura. Su madre no la quiere, incluso está en prisión por maltratarla. Mis padres se compadecieron de Abigail. Ahora es como una hermana más para nosotros.
—Bueno, si mamá y papá creen que es buena idea, los apoyo. Ellos siempre tienen la razón.
—Vamos a comer, tenemos hambre.
—Ok.
—Iré por las chicas.
Fui a la habitación donde se instalaron Nara y Abigail. Isabella me dio una habitación aparte, y a ellas les había dado una para compartir. La puerta estaba abierta, así que decidí entrar, pero ellas estaban de espaldas a la puerta, y no notaron mi presencia.
—No voy a mentir. La verdad se ve muy guapo. Quisiera decir lo contrario, pero es bellísimo. Tiene un cuerpo bien trabajado y esos bóxeres le quedan de maravilla. —habló Abigail. Nara y ella estaban viendo un celular.
—Te dije. Neal es guapísimo, y en estas fotos se ve superior. Ya quisiera tallar mi ropa en ese lavadero bien formado. —comentó Nara.
Me acerqué lentamente detrás de ellas. Alcancé a ver unas fotos de Neal Harrison en ropa interior y otras en traje de baño.
—No me digas que nunca se lo viste... —dijo Nara, insinuando algo.
—No, nunca se lo vi. Debí aprovechar cuando pude. A lo mejor Farah ya se lo vio. —respondió Abigail.
—Mira nomás, todo lo que desayuna, come y cena la Farah. —expresó Nara.
Carraspee un poco. Ambas voltearon a verme. Estaban sonrojadas como tomates. Las quedé viendo a ambas, seriamente.
—¡Matteo...! —exclamó Nara, bloqueando y ocultando el celular.
—¿Qué están haciendo? —pregunté.
—Oh, nada. Estábamos... viendo las noticias. —respondió Abigail, algo nerviosa.
—Ya está lista la comida. Bajen que se está enfriando. —mencioné y di media vuelta para irme.
Al día siguiente, decidí meterme a nadar en la piscina de la casa de Isabella. Llamé a Giovanni, para platicar. Él ha sido como un hermano para mí, desde que éramos niños. Lo que más me impresionó fue lo que me dijo en el auto, el día de ayer, mientras hablábamos en italiano: «¿Cómo se llama la chica castaña de cabello corto, la morena de ojos marrones oscuros que viene a lado de tu novia? Me pareció bonita. ¿Crees que podrías presentarme con ella de manera formal?»
Ahora tendré que hacerle de Cupido. Tenía que presentarle a Nara. No tenía idea de cómo hacer para que ella accediera a conocerlo.
—Ya llegué, hermano. —entró Giovanni hacia la piscina. Se había colocado el traje de baño.
—Te estaba esperando. —respondí contento de verlo nuevamente.
—¿Ya me conseguiste una cita con esa chica? Ya no me diste su nombre. —preguntó sonriendo.
—Se llama Nara, y aún no le he hablado de ti. Pero no te preocupes, amigo, se me ocurrirá algo para acercarlos.
—"Nara", qué hermoso nombre, le hace honor a su belleza. Gracias, mi hermano. ¿Y tú qué tal? Tu novia también es bonita. Me sorprendió que tuvieras novia, después de lo de Farah.
—Fue de repente. Sin pensarlo mucho. —suspiré. —Amigo, a ti no te voy a mentir. Sé que has guardado todos mis secretos y creo que no te ocultaré la verdad.
—Dime...
—Abigail... no es mi novia realmente. Sólo estamos fingiendo ser pareja.
—Entiendo. Es por Farah, ¿No es así?
—Sí.
—Amigo, quiero que seas sincero conmigo. ¿Aún sientes algo por Farah? ¿Todavía la amas? Porque esto que estás haciendo, me dice que sí, que sólo finges una relación para poner celosa a Farah.
—Tampoco voy a mentirte con eso. Todavía amo a Farah. No sé cómo sigo enamorado de ella. No puedo evitarlo. Incluso... ella me besó recientemente. No puedo sacarme de la cabeza ese beso.
—Amigo, te entiendo. Es difícil dejar de amar a alguien. Pero recuerda lo que ella ha hecho, y todo lo que me contaste que le hizo a Quinn Miranda. Alguien que te ama de verdad, no hace todo eso. Quizá tú puedas estar enamorado de ella, pero ella, la verdad dudo que te ame igual.
—¿Entonces por qué me ha besado?
—Las mujeres son así. A veces les gusta confundirte. Y para hacerlo, actúan así. Sinceramente no creo que Farah te ame.
—Es verdad. Además sale con el bastardo de Neal Harrison.
—Oye, pero tampoco insultes a su novio. Él no te ha hecho nada.
—A mí no, pero a Abigail sí.
—¿Abigail conoce a Neal? Eso no lo sabía.
—Abigail y Neal eran novios desde antes de que él debutara. Luego él colaboró con Farah y engañó a Abigail con ella. La hizo sufrir mucho. De por sí Abigail ha tenido una vida difícil. Su madre la maltrataba.
—Y, ¿Sólo estás utilizando a Abigail?
—No la estoy utilizando. Nos unimos como compañeros para destruir a Farah. Abigail estuvo de acuerdo con seguir mi plan.
—En mi opinión, está bien que colaboren en el plan, pero espero que ninguno de ustedes dos pierda.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Me refiero a que uno de los dos, sienta algo por el otro. Ya sabes, van a estar juntos un buen tiempo. Es probable que algo así suceda.
—Lo dudo. Ella aún está enamorada de Neal. Y yo... de Farah.
—¿Y no sientes nada por Abigail?
—Claro que no. Abigail y yo ni siquiera somos amigos. Sólo nos unimos por el mismo fin. Sólo eso.
—Como digas... —sonrió.
Salimos del agua, para secarnos. Posteriormente, nos metimos a la casa. Isabella estaba en su habitación, hablando por celular con su amiga. Las chicas también estaban en su habitación, ensayando para el concierto que darían mañana por la noche.
—Se me ocurrió algo para acercarme a Nara. —habló Giovanni. Estábamos en la sala.
—¿Qué se te ocurrió? —pregunté.
—Vamos todos al Coliseo, ahora mismo. Isabella, Abigail, Nara, tú y yo.
—Me parece buena idea, hermano. Les diré a las chicas.
Fui a la habitación de las chicas. Se escuchaba que murmuraban, pero no entendía qué decían. Esta vez, la puerta estaba cerrada con seguro. Toqué despacio.
—Chicas, ¿Puedo pasar? —pregunté.
—Espera... —respondió Nara.
Después de unos segundos, ella salió a abrirme.
—Mi amigo Giovanni está aquí. Vino a invitarnos al Coliseo. ¿Quieren acompañarnos? — pregunté.
—Mmm... Suena bien. Deja le digo a Abi. —respondió Nara, sin dejarme entrar a la habitación.
Después de unos segundos, ella volvió a salir.
—Dice que sí quiere ir. Pero danos unos minutos, por favor.
—Ok. ¿Y por qué Abigail no sale? —pregunté.
—Eh... Es que estaba en el baño, pero ya en unos minutos, saldremos.
—Las esperamos en la sala.
Había algo extraño entre Nara y Abigail, que no me gustaba. Pero aún así, no tenía tiempo de averiguar qué era.
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Nota: Hasta aquí termina el maratón de 3 capítulos, espero les haya gustado mucho. Actualizaré el siguiente fin de semana. :) ¡Gracias por leer!
-Lau De Nu'est
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