Ah?

Dicen que lo más importante son las primeras impresiones, ¿verdad? Y más cuando conoces a alguien por primera vez. Y todavía más cuando ese alguien resulta ser uno de tus cantantes favoritos. Sep, esa era la ley inquebrantable de todo fan. Y bueno, BaekHyun hizo una gran excepción a esa regla...

Es por eso que seguía confundido, mirando atentamente cómo el más alto se revolvía los cabellos y decía una y otra vez que el destino era un jodido grano en el culo, entre otras frases cargadas de rabia y frustración.

Por lo general, BaekHyun tiende a dormir mucho y cuando despierta su cerebro y cuerpo siguen en loading, por lo que su entorno y todo lo que suceda en una hora aproximadamente, no le afecta. Era como un  Internet Explorer versión humana, con la diferencia que tenía un botón de reset en su cabeza y que se mantenía presionado por un largo periodo, hasta tomar una taza de chocolate caliente.

Un dato cultural que ChanYeol no sabía.

—¡¿Por qué estás aquí?! ¡¿Qué más quieres de mí, niño?! —vociferó ChanYeol, parado frente a un desconectado castaño y que seguía abrazando la almohada que le había lanzado el más alto para despertarlo.

BaekHyun le miraba con una expresión imperturbable, ChanYeol juraba haberle dicho de todo creyendo que así se desharía del joven de una vez por todas. Pero ahí estaba, sin una emoción negativa o positiva a su desplante. La frustración inicial le estaba revolviendo el estómago y ya no sabía qué hacer. El chico parecía como ido, pero a la vez totalmente lúcido.

¡¿Qué alguien le explique?!

La respiración del cantante estaba agitada, su cuerpo tenso por la situación y la mente hecha un desastre.

—¿Me escuchaste?

BaekHyun simplemente arqueó las cejas y ChanYeol lloriqueó por su mala suerte.

—Ahora resulta que estuve hablando como imbécil.

En ese instante la puerta de su habitación se abrió, espabilándolo por lo repentino que fue. Estaba por solicitar a la mucama que se retirara, pero toda palabra se le atoró al ver pasar a JongIn. El moreno vestía unos vaqueros algo desgastados de las rodillas, una camisa blanca abierta de los primeros botones y una chaqueta negra brillosa que combinaba con sus zapatos lustrosos.

La mirada de JongIn le recorrió de pies a cabeza con una sonrisa burlona adornando su rostro al ver la mancha roja en su entrepierna.

Eso iba a doler.

—¿Acaso estuviste con una de esas chicas con fetiches peculiares o explícame desde cuando los hombres tenemos visita de Don Andrés?

No podía esperar menos de su amigo.

—¿Qué haces aquí?

—¡Te vine a visitar, desgraciado!

—¡Mínimo avísame!

—¡¿Por qué debería d...?!

En cuanto JongIn se terminó de acercar a su amigo notó que no estaba solo. Oh, no. El bonito vecino estaba ahí, sentado en un sillón individual, abrazando una almohada y con una expresión difícil de interpretar.

—¿Por qué... tu vecino está aquí?

—Lo mismo le pregunté y no me responde. En todo el rato que le he hablado no me ha respondido nada, ni siquiera a mis insultos.

—¡¿Lo insultaste?!

—¡No daba señales de vida y pensé quue reaccionaría de esa manera!

—En serio, hermano, a veces eres un animal tan bruto que me pregunto cómo es que eres popular.

—Oye, él me golpeó anoche, así que yo no soy el animal aquí. ¡Me desmayé! ¡Ese tipo tiene la mano pesada! ¡Aún duele!

—¡De todas formas tú...!

Ambos artistas callaron al ver cómo BaekHyun se ponía de pie, dejaba la almohada y se iba al baño, pasando entre ambos jóvenes incrédulos ante la conducta del vecino ruidoso. El castaño caminó hasta el baño, cerrando la puerta y pronto escuchándose el chorro de orín cayendo en el váter. ChanYeol y JongIn se lanzaron miradas sorprendidas y escépticas. Tiempo después el sonido de flatulencias y el tiro de la cadena. La regadera fue activada y ahí cayeron en cuenta de que Baek se daría una ducha.

Una maldita ducha.

—¿Se va a bañar?

—Se está bañando, mejor dicho.

—¡Pero qué demonios!

—Sí que fue bastante ruidoso, ¿no? Quien diría que alguien con una carita así tendría un poder de esfínter impresionante.

—¡Kim JongIn!

—¡¿Qué?! ¡Vas a negar que no fue así!

ChanYeol no sabía cómo refutar ni qué decir. Estaba anonadado, sintiendo un colpaso mental que pronto sería físico. Por ello terminó sentándose en la orilla de la cama y tomándose de la cabeza. Esto no estaba pasando, se repetía constantemente.

—Yah... ¿Estás bien?

ChanYeol miró de mala manera a su amigo y terminó recostándose en la cama.

—¿Por qué el mundo es tan pequeño?

—No es pequeño, tu destino es bien perra, que es distinto.

—¿Gracias?

Tan pronto dijo eso, el más alto se puso de pie y fue hasta su maleta para sacar unos pantalones de chandal. Se quitó los sucios y los dejó arrumbados en una silla.

—¿Vas a decirme cómo carajos tu vecino está aquí?

—Resultó ser el sobrino de hyung.

—¿Sobrino?

—Sep, en realidad son dos; uno se casó ayer.

JongIn chifló sorprendido comenzando a reírse por lo bajo.

—Vaya suerte la tuya, hermano.

—Lo sé.

En ese momento la puerta de la habitación se volvió a abrir, dejando ver a un fatigado mánager que venía cargando una maleta pequeña.

—¿Hyung?

—¿D-dónde... dónde está... B-baekHyun?

—Se está bañando —rumió ChanYeol.

—Es bastante confianzudo —comentó JongIn.

El mayor frunció el ceño y estaba por preguntar, cuando la puerta del baño se abrió, dejando que vapor saliera y que la menuda figura del menor se viera. BaekHyun traía una bata que había encontrado doblada en un estante y con una toalla pequeña se estaba secando los cabellos.

—¿Baek?

El castaño miró a su tío de forma inexpresiva que hizo suspirar resignado al mayor.

—¿Lo despertaste a la fuerza, ChanYeol? —inquirió de forma acusatoria el mayor.

ChanYeol frunció su entrecejo y se cruzó de brazos.

—No tenía que estar aquí cuando despertara.

—Serás cabezota.

Sin más el mánager abrió la pequeña maleta y le entregó una bolsa negra al castaño, quien la tomó, hizo una reverencia y se volvió a encerrar en el baño.

—¿ChanYeol la cagó? —preguntó divertido JongIn, mirando a su amigo.

—Más o menos... más o menos. ¿Le dijiste algo, Park?

El cantante asintió y murmuró: —Le estuve hablando y como no respondía comencé a insultarle.

—Que maduro de tu parte.

—¿Qué tiene que ver si le he dicho algo o no? ¡Me estaba dando miedo! ¡Además... me golpeó anoche!

—Le di permiso en caso de que te pusieras pesado.

—¡¿Que tú qué?!

Nuevamente BaekHyun hizo acto de presencia, completamente vestido y con los cabellos húmedos. Miró a todos los presentes y un retortijón en su estómago le hizo caminar directamente al teléfono que había en una mesa de noche. A un costado del dispositivo, se encontraba una hoja con los números correspondientes a los servicios del hotel. Baek la tomó y buscó el de comida. Digitó los números en el teléfono y cuando respondieron dijo con un inglés raramente fluido:

Buenos días, un desayuno completo. Chocolate caliente. A nombre de... 

— Park ChanYeol — susurró el tío de Baek.

De Park ChanYeol. Gracias

ChanYeol abrió completamente los ojos y estaba por gritarle al tipo cuando su mánager le detuvo con una fría mirada. Baek se giró sobre sus talones y vio a todos los presentes sin interés, sentándose en la cama sin apartar la mirada.

El aire se sentía incómodo de cierta manera.

—¿H-hyung? —susurró JongIn al mánager de su amigo. —¿Qué le pasa al chico?

El mayor resopló y miró de reojo a ChanYeol.

—No es nada malo, sólo...

—¡Yah! ¡¿Con qué derecho te crees para hacer lo que te plazca?! ¡¿Ah?!

BaekHyun le miró completamente frío, haciendo temblar ligeramente al cantante.

Ese mocoso superaba a cualquier fantasma.

Unos ligeros toquidos a la puerta y el castaño fue presuroso a abrir y permitir el paso de las mucamas que traían dos carritos repletos de comida. En cuanto se fueron, Baek tomó un plato de frutas y comenzó a comer, ignorando las miradas curiosas de los otros.

—Y-yah... ¡Tú...!

ChanYeol no terminó la frase pues el castaño tomó un pequeño bollo y se lo metió en la boca, casi ahogándolo.

—Hablas mucho. Eres muy molesto.

Y ChanYeol no supo qué decir.

~*~*~

Habían pasado cuatro días desde que regresó de Japón y JongIn seguía con la misma burla a su persona. ¿Cuándo superaría lo que pasó con BaekHyun esa mañana en el hotel?

—¡BaekHyun es mi héroe!

—Jong, creo que debes volver a meditar quién es tu pareja, porque se te anda olvidando —riñó LuHan de mala gana, mirándole con reproche.

—Sabes que yo te amo a ti, pero debiste estar ahí, Lu.

El susodicho rodó los ojos con fastidio.

—¿Cuándo superarás eso?

—No lo sé.

JongIn se encogió de hombros aún sonriente. Todos se encontraban en la casa de ChanYeol. Era tarde noche y tanto LuHan como JongIn se encontraban libres en sus agendas, por lo que quisieron visitar al amargado cantante y pasar un rato de amigos.

—¿No te lo has vuelto a topar, Chan? —inquirió curioso el chino.

—Afortunadamente no, pero su mamá ha venido un par de veces.

—¿Su mamá? ¿Acaso ya te vio cara de yerno?

Almohadazo y golpe al pobre modelo.

No lo vio venir.

—¡Imbécil, no!

—Con eso de que eres medio liberal en cuanto a gustos. Además ya pasó un par de años desde que saliste con JooHyun y medio año de tu ruptura con JongDae. Creo que deberías intentar algo con tu vecino...

—¿Estás loco?

—¿Qué tiene?

—JongIn...

El tibre sonó y la sonrisa burlona de Jong se hizo aparecer.

—Debe ser tu suegra.

LuHan pateó al moreno en la espinilla y le dio de almohadazos.

—¡Por un momento deja de decir estupideces!

ChanYeol dejó a esos dos pelearse en su sala y caminó hasta la puerta. En cuanto abrió ésta sus ojos se abrieron de par en par y casi se ahoga.

—B-buenas noches... uhm... sunbae.

Ahí, frente a él, estaba un tímido BaekHyun quien llevaba otro pastel de arroz (supuso).

—Hola —respondió seco.

—Uh... Le traigo un pastel de arroz como disculpa por lo ocurrido hace unos días en Japón. Fui bastante grosero y... eso. Lo siento.

Además que es lo único que puedo hacer sin quemar la cocina de mamá, pensó BaekHyun.

ChanYeol internamente no quería aceptar tal regalo, pero su conciencia le hizo tomar algo brusco el pastel y musitar un "Está bien". Iba a cerrar la puerta, despidiendo al chico cuando éste le tomó de la manga de su sudadera.

—¡Sunbae! T-también le pido... una disculpa por los malos ratos que le pude ocasionar al... al poner su música... a... todo... v-volumen los fines de semana.

ChanYeol miraba fijamente el agarre en su manga y en cuanto el castaño se dio cuenta de su acción, lo soltó y se alejó un paso completamente avergonzado.

El cantante en ese momento no estaba con ánimos de discutir o siquiera reclamar algo, simplemente iba a dejarlo ir.

—Sí, no descansé varias noches, pero... me alegra saber que tengo fans... hombres.

ChanYeol puso su mejor sonrisa al terminar de decir la oración, maldiciéndose un poco por ser bastante lengua suelta. Quizo corregirse, mas el brillo en los ojos del menor le hicieron morderse la lengua y seguir con su sonrisa.

—Sí... eh... debo irme. Gracias por aceptar mi regalo —murmuró apenado Baek, hizo una reverencia y se retiró de ahí.

El cantante suspiró y se adentró a su casa, en cuanto cerró la puerta y se giró, dos pares de ojos le miraban con curiosidad y burla asomándose en ellos.

Claro, olvidó que tenía dos amigos cotillas.

Mierda.

~*~*~

—¿Sí le pediste una disculpa? —preguntó por enésima vez la madre de Baek.

—Sí, lo hice.

—En verdad, qué pena con él. Mira que debe llevar tanto rato ahí y tú con tus locuras.

Si BaekHyun se sentía avergonzado, con lo dicho por su madre se sentía al doble. Tan pronto su tío, en una visita al regresar a Corea, les contó de su trabajo y que realmente el cantante vivía en la casa de a lado, el menor de los Byun quiso desaparecer. ¿Le habrá escuchado 'cantar'? ¿Qué pensará de él ahora?

—Por cierto, hijo —llamó seria su madre.

Oh oh...

—Ya me enteré de esa materia que vas a reprobar. Así que, ¿qué castigo propones?

Y cómo siquiera hablar, si frente a él estaban aquellos ojos que miraban como cuchillas.

—¿Trabajar?

Su madre sonrió.

—Ya tienes un empleo.

—Uhm... ¿pagarme el extra?

—Me gusta cómo suena esa propuesta, ¿otra cosa? ¿No se te olvida algo? Un evento que ocurrirá en... ¿menos de un mes?

No.

Ella no se refería a...

—No —susurró con los ojos abiertos y pálido.

—Sí —contradijo su madre —, me parece que es tiempo que dejes de lado a Loey y te dediques a tus estudios. No irás a ese concierto y no hay reclamos ni negociación. Punto.

Su padre no intervino en ningún momento y simplemente negó al verle. Bien la había sugerido que le dijera a su madre sobre ese 'problema', pero no hizo caso.

Ahí las consecuencias.

Quería morirse.

~*~*~

—¡ChanYeol! —gritó su mánager desde la planta baja.

El cantante gruñó y se colocó una almohada en el rostro. ¡Quería dormir otro poco! ¡¿Era mucho pedir?!

—¡ChanYeol! ¡Te estoy hablando!

—¡¿Qué?!

Exasperado, el alto se descubrió y se sentó en la cama, mirando con furia a su mánager parado en el umbral de la puerta de su habitación.

—Baja. Es urgente.

ChanYeol frunció el entrecejo mientras se tallaba un ojos con el dorso de su mano.

—¿Por qué no me lo dices de una vez, hyung?

—Porque hay otra persona involucrada, así que baja.

El cantante salió de entre las sábanas hallándose desnudo.

—Ponte algo de ropa, que no es un amigo tuyo. No tardes.

—Sí, sí, ya voy.

~*~*~

Que los nervios no le fueran a traicionar. Que los nervios no le fueran a traicionar.

BaekHyun se encontraba sentado en el sillón de dos plazas en la sala. Estaba en la casa de Loey, aguardando a que éste bajara. Seguía sin poderse creer que estaba ahí, en un lugar tan personal para Loey... que diga, ChanYeol. Todo había ocurrido tan rápido que en su cabeza él seguía procesando los hechos.

Su tío había llegado a su casa con ánimos de comer en familia. La conversación fue fluida hasta que se tocó el tema de que probablemente reprobaría una materia. Su madre comentó su 'castigo' y su tío tuvo una mejor idea para quedar 'bien' con ChanYeol (y en parte con su tío): ser quien vigile, cuide y atienda al cantante.

"Un ayudante", había dicho su tío. Para una parte de Baek sonó a, "Un esclavo-que-no-sabe-que-es-un-esclavo-pero-es-feliz-siendo-un-esclavo-de-se-cantante-favorito". 

... Algo enredoso.

A su madre le pareció una buena idea, una forma de remendar sus 'errores'.

Sep, eso.

  ~*~*~ 

ChanYeol se puso sus mejores fachas porque: 

1) Estaba en su casa.

2) La flojera parecía gobernarlo ese día.

3) Es Loey... Pfff... ¿quién criticaría su forma de vestir?

 Aún con el sueño en sus venas, el cabello algo húmedo, ChanYeol bajó las escaleras a paso de tortuga. Estirando sus extremidades y bostezando nuevamente, llegó hasta la sala, donde escuchó a su hyung hablar con alguien más.

—Ya estoy aquí —habló el cantante —. Puedes decirme de una vez qué es...

Mudo. Sin sueño. A medio estirarse.

—ChanYeol, BaekHyun será tu 'asistente' en mi ausencia.

  What?!  

    ~*~*~ 

Aloh~

Sí, pueden pegarme :'v Comprenderé su enojo por mi ausencia y no haber cumplido en el tiempo establecido :'D

Soy culpable~ >/<  

Pero bueno, ninguna excusa es válida so...

Espero les haya gustado :'3

Corté antes de tiempo (again) porque: intriga mil!!!

Oaky no xD

Bueno, nos vemos pronto *ojitos*

Y disculpen mi demora milenaria asbjbeja *corazoncito*

Ali les quiere~

Ali se va~

AliPon fuera~*~*

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