La Ciudadela De Dragon
Llegamos poco antes del amanecer, Luffy aún dormía, no quise despertarlo, no quería ver esa expresión de dolor otra vez en su sonriente rostro, así que mientras seguía dormido, lo levante en mis brazos para dejar el vehículo. Su pequeña mano de goma se aferraba con fuerza a mi sudadera.
Frente a nosotros había un enorme muro, que se extendía hacia los lados hasta más aya de donde llegaba la vista.
Y una enormes puertas de roble, que no tenían ningún modo de abrirse, se alzaba ante nosotros, impidiendo entrar al recinto.
-Donde estamos?- pregunte.
-Bienvenido a la ciudadela de Dragón- dijo el rubio.
-Ciudadela? Es una fortaleza?- dije impresionado, mirando al rubio, era la primera vez que veía una.
-Así es- respondió la mesera - ésta ciudadela resguarda a todos los usuarios de habilidades que alguna vez fueron perseguidos, hacia mucho que no pasaba ésto, por lo mismo Cora, y Dragón, crearon esta ciudadela para la seguridad de los usuarios. La marina no se atrevería ni en sus mejores sueños atacar este lugar- decía Robin, mirando el gran muro frente a nosotros.
-Tan importante es es ese hombre?-
-Es un revolucionario, es el hombre más buscado por la marina en el mundo- dijo Iva-san mientras sacaba de entre sus ropas, el den den mushi que el chico raro le había entregado en la peluquería.
-Es el lugar más seguro en esta parte del mundo, y algo me dice que Dragón ésta de pésimo humor...- dijo el peliverde.
-Quieres abrir la puerta de una buena vez?- le oímos decir a Iva-san -tenemos heridos aquí que necesitan atención-
-Entren- una voz respondió en el den den mushi
-No va a pedirnos identificación o algo?- dije mirando todos.
-Solo los que sabemos de la ubicación de ésta ciudadela pueden llegar hasta aquí, no hace falta identificación- dijo la mesera, mientras las enormes puertas se abrían para dejanos pasar.
-Mis médicos ya están en posición para atender a los heridos- les informo Dragón atreves del den den mushi.
-Tengo a un herido al que solo yo atenderé- dije.
-Valla, que bueno que llegas porque tengo un asunto contigo- dijo Dragón, obviamente su tono de voz sonaba furioso, seguro ya estaba enterado de lo que le había pasado a Luffy.
-Sera luego, es otra cosa de la que me ocupare ahora- dije tajante mientras las puertas se abrían.
No podía creerlo, dentro había toda una ciudad. Tenia un estilo algo medieval, pero contaban con bastante tecnología por lo que alcanzaba a ver. Entramos.
Allí, unos metros más adentro, había todo un escuadrón de médicos, que rompieron filas para atender a los heridos que venían con nosotros.
Cuando se acercaron a Luffy y a mi, les dije que yo me haría cargo de él.
-De este chico me encargare yo!-
-Acaso eres medico o algo? Deja de jugar y entreganos a Luffy-
-No te preocupes, Luffy está en buenas manos, no hay médico como Trafalgar Law- dijo la mesera.
Apenas y hubo dicho esas palabras, los médicos en lugar de quitarme a Luffy, me guiaron corriendo con ellos, a un hospital que había cerca de allí.
-Trafalgar Law, lleva a Luffy, a esa sala, lo atenderemos- oí que me decía uno de los médicos cuando llegamos al hospital, indicándome una sala que había casi al final del pasillo.
-Creo que dije que de Luffy me encargaría yo no es así?- dije empezando a molestarme de nuevo- solo denme lo necesario para atenderle es todo-
-Law!- alguien me llamaba pero no hice caso, era la voz de una chica la que me llamaba, pero la ignore, me importaba tratar el desgarre de Luffy, porque cada gemido de dolor que emitía, me hacia sentir más culpable aún.
-Torao... me duele...- le oí decirme cuando estábamos por fin en aquella sala. Se había despertado por el dolor de su cuerpo. No había querido quejarse, seguramente no quería preocuparme - duele...- yo no sentía su dolor, pero con solo notar como apretaba mi sudadera en sus manos era suficiente, para querer asesinar con las mias propias a ese mal nacido de Doflamingo.
Lo deje en la cama aún con mi abrigo, puesto que estaba desnudo, su ropa la había tirado, ya no servia. No podía sentarse, así que se quedo de lado sobre la camilla, echo un ovillo. Mire al rededor. Había un cuarto de baño, prepare todo para que se diera una ducha y así poder tratarlo.
-Necesito que te levantes...puedes hacerlo?-
Fue obvio que pensó que ya había causado problemas a otros, porque se esforzó para ponerse de pie.
Durante la noche, no había podido ver bien sus lesiones, debido la falta de iluminación. Sin embargo, mientras se arremangaba mi abrigo desde las muñecas hasta los codos, vi unas marcas en ella, empece a asustarme, otra vez.
Lo ayude, estaba débil, las heridas que le había tratado apenas, en la noche, resultaron ser más profundas de lo que creí.
Me metí con él a la ducha, él desnudo y yo con toda mi ropa, aunque eso, no me importo en lo absoluto, me preocupaba más su estado físico. Se quito el abrigo y lo que vi, encendió mi ira una vez más.
Acababa de entender, más o menos lo que había pasado. Le pedí a Luffy que me lo confirmara.
-Que... que fue lo te hizo..?-
-Tras dejar todo ordenado en tu apartamento...me fui a mi trabajo, y cuando estaba a mitad de camino, Zeff, el maestro de cocina de Sanji, y mi jefe, me llamo para decirme, que tenia libre el día por el cumpleaños del abuelo. Eso era genial, porque entonces podría volver con Torao y no tendría que quedarme en casa del viejo.
"Te llame un par de veces, luego recordé que estabas en medio de tu examen, así que te deje un mensaje, pero no quise decirte que seguramente estaría en casa para cuando regresaras. Así que pase a comprar algunas cosas que necesitaríamos para la fiesta del abuelo, y Ace, regresaría pronto de la universidad, había ido a entregar un trabajo que tenia pendiente, según lo que me dijo.
"Compre, varias cosas, serpentinas, gorras de cumpleaños, globos, confeti, y demás.
"Como el abuelo aún no llegaba, me adelante a preparar todo, incluso decidí cocinar yo el pastel, seria una gran proeza, tendría que resistir a la tentación..."- rio un momento y luego gimió, estaba realmente muy mal herido.
"Me senté un momento con él, en la pequeña banca que allí había, no sin antes oír los gemidos de dolor de Luffy, y sus muecas diciéndome la intensidad de su sufrimiento, mientras muy suavemente, casi sin tocarlo quitaba la sangre de su cuerpo. Estaba asombrado, tanto por su relato como las heridas que tenía.
-No pude evitar recordar tu cumpleaños, que ya esta cerca...seguro, podría prepararte algo, y quizás por fin... tu hubieras querido... pero como ya vez... no podremos... aunque yo me moría de ganas por hacerlo contigo de manera voluntaria... no creí que esto pasaría...-
Me quede mirándolo un momento, como estaba sentado sobre mi regazo y mirándome, fue inevitable que mis manos llegaran a su lloroso rostro, sujetándolo delicadamente, para luego robar un beso de sus labios, mientras la esponja con la que le quitaba la sangre, caía entre ambos.
-No note cuando Ace, abrió la puerta, al llegar de la universidad- continuó contándome- dado que mi mente no dejaba de pensarte...- se detuvo y se aferro a mi, no quería abrazarlo por miedo a lastimarlo más de lo que ya estaba, y sé que Luffy lo entendió de la misma manera.
-Si no estuviera tan herido... te hubiese pedido que me abrazaras... ni siquiera cuando los enviados de Kidd intentaron robar mi sombrero, estuve tan adolorido...y lo peor es que... las viejas lesiones se abrieron, Mingo las abrió mientras intentaba obligarme a decirle que eras mi novio... tuve que negarlo, debí negar que teníamos un romance, así no te verías envuelto en ningún peligro... pienso que me costo mucho poder tenerte, y no quise arriesgarme a perderte...no quiero que me dejes...
-No digas eso, jamas te dejaría...pero dime...que paso con Portgas-ya... ayer me dijiste que estaba contigo y tu abuelo...-
-Ace, había salido a comprar vino para el abuelo, fue repentino, ni siquiera estaba al tanto de la redada hasta que te llame... y me asuste... pensé que Mingo te había llevado con él...
-Que... que paso cuando te llevo con él? A donde te llevo?-
-Me llevo a una mansión... a un jardín.... luego una sirvienta salio del interior de la mansión y me vendo los ojos...-
-Baby 5...- murmure en su oído- la conozco... no es una mala persona...solo sigue ordenes...-
El agua seguía cayendo sobre nosotros... y aunque sabia que Luffy sentía que le quemaba el agua, tenía que hacerlo para poder tratar sus heridas, mi ropa, estaba impregnada solo con su sangre, no quise decirle que también tenia mis lesiones, no quería preocuparle...
-Creo que luego, me llevo hasta un calabozo...olía a humedad, era frio y era todo de piedra así que podría estar seguro de que era eso... me esposaron con kairoseki...- me dijo apartándose un poco de mi y enseñándome sus delgadas muñecas, y tratando también de mostrarme sus tobillos. Sabia muy bien que las esposas podían dejar marcas, pero en su caso, había lastimado tanto sus muñecas y tobillos, que sus herida no dejaban de sangrar.
-Intente escapar...jalé y jalé de mis muñecas, pero no lo conseguí, jalé tanto que quedaron en este estado... lo mismo paso con mis tobillos...- ahora entendí, por eso estaban tan lastimadas, había intentado huir...
-Y las lesiones de tu espalda?- pregunte.
-Cada uno de esos golpes y cortes...- guardo silencio un momento.
-Luffy...-
-Cada uno de ellos, es la cantidad de veces que debí negarte, todas esas heridas son por haberte negado...-
-Porque no simplemente le dijiste que eras mio? Hubiera preferido eso a que te hiriera como lo hizo!-
-Y dejar que diera contigo y alejarte de mi? Yo creo que no...-
Volvió a apoyar su cabeza en mi hombro, no quise dejar salir las lagrimas, mientras me contaba lo ocurrido, aunque el agua las camuflaban bastante bien.
-También me hacia preguntas sobre donde estaban los demás... y al no responder lo que quería, me dijo"Así que te gustan los hombres eh? Bien... aquí tienes a uno..."- aferro fuerte mi sudadera.
-Oye...-
-Yo quería que tu fueses el primero Torao... -rompió en llanto - pero ese maldito se quedo con eso... él se quedo con lo que yo quería darte solo a ti...- se echo a llorar como un niño pequeño, que ha caído y que se ha lastimado gravemente.
Cerré el grifo, y el agua dejo de caer sobre nosotros, lo envolví en un gruesa toalla, y lo lleve hasta la sala donde empece a tratar sus heridas, anestencinadolo primero.
Cuando ya estaba en medio de su tratamiento, en esa zona en que ese maldito había echo lo que quiso con Luffy, lo mire aunque el no podía verme, debido que estaba boca abajo, dormido, y anestesiado y a pesar de todo, me sentía culpable por haber permitido que Luffy pagara por algo que no tenia nada que ver con él, pero también me sentía dichoso, de saber, que no le importo ser torturado con tal de ponerme a salvo... ahora me pregunto, que hubiese pasado si no le hubiese dado esa oportunidad a Luffy? Quien habría salido en mi defensa, si la relación que tenia con Kidd se había ido al carajo? Seguramente ese maldito habría acabado conmigo. Pero apareciste tu, un chico que al principio solo era un dolor de cabeza, pero que con el pasar de tres días, había logrado que me enamorara una vez más.
-En que piensas?- oí que me pregunto. Pensé que no estaba mirando, pero ahí estaba él, mirándome con uno de sus ojos, el otro había sido lastimado, aunque no de gravedad. Había pasado unas horas desde que había empezado a tratarlo, y seguramente había pasado el efecto de la anestesia.
-Recuerdas que dijiste que querías que yo fuese el primero?-
Asintió, aún adormilado.
-Entonces así será.. yo seré el primero...-
-De que estas hablando?- me interrumpió - ya no podrás serlo porque mingo...-
-Fue con tu consentimiento?- lo interrumpí ésta vez.
-Por supuesto que no...- dijo aún mirándome.
-Lo ves? Si no te entregas a esa persona de manera voluntaria no se puede decir que sea la primera vez no crees? La primera vez, es cuando ambas partes están de acuerdo y quieren lo mismo, si ese no es el caso, entonces aún no has tenido tu primera vez...-
-En serio?- ahí estaba su cara de perplejidad, maldición, era demasiado lindo cuando hacía esas expresiones.
-Así es... así que cuando te recuperes del todo, lo haremos...- le dije besando su frente - me dejaras hacerte completamente mio?-
-Y si sucede lo mismo que la otra vez? Y si llegan tus amigos otra vez?-
-Oh... pues no pasara, porque no estaremos en mi apartamento...-
-Lo haremos en el mio?-
-No...- le dije sonriendo - No, te llevare a otro lugar...-
De pronto oímos mucho ruido afuera. Luffy y yo nos miramos, no entendíamos que ocurría. Llevábamos horas solos en esa sala, y no estábamos enterado de lo que ocurría al otro lado de la puerta.
Eche la manta sobre Luffy, no me agradaba la idea de que lo vieran en ese estado.
-Iré a ver que ocurre, ahora vuelvo, y no te muevas entendido?-
Me sonrió, simplemente era demasiado lindo ese chiquillo.
-Tu!!- un hombre alto que llevaba una capa con capucha y que tenia un tatuaje en todo el lado izquierdo de su cara, y que tenia un cabello que terminaba en puntas hacia arriba y abajo, se acerco a mi.
-Calmate!!- decía Iva-san, intentando detener a ese hombre que se dirigía hacia mi.
Se detuvo a un paso de mi, me miro de pies a cabeza, y no me extraño, todos ya se habían cambiado de ropa y dado una ducha como correspondía menos yo, que aún seguía con mi ropa hecha trapos, y cubierta de sangre que no era la mía.
-Donde esta mi hijo?!- me soltó antes que cualquier otra cosa.
-Dragón? Monkey. D Dragón? El amigo de Cora-san?-
-Donde esta mi hijo?- pregunto de nuevo tomándome del cuello de la sudadera.
Lo obligue a que me soltara, su mirada era de profundo odio, pero también pena.
-Estoy tratándolo justo ahora, en esa sala- señale la sala de la que habia salido, la que estaba al final del pasillo.
-Ya hablaremos luego... primero quiero ver a mi hijo...-
-No puede- dije y se detuvo apenas dio un paso en esa dirección.
-Y quien te crees que eres para impedírmelo?-
-Primero, Mugiwara-ya es mi novio y segundo, soy su medico personal, y como medico, yo decido cuando puede verlo y cuando no.
-Torao-boy...-
-Puede que seas el hijo de ese hombre, y el niño que Cora salvo hace 13 años atrás, pero ese muchacho que esta en esa sala es mi hijo... y quiero verlo!-
-Es mi paciente y no se lo permitiré hasta que sea el momento adecuado... de verdad cree que quiere que lo vean en las condiciones que se encuentra? Si yo fuese él, no querría que nadie me viera-
-Pues no eres Luffy verdad? Luffy no piensa como tu-
-No, es verdad, no pensamos igual, pero yo pienso como mis pacientes- dije y volví una vez más a la sala,
dejándolo furioso y gritándome cuanta barbaridad se le ocurría. Seguro no fue la mejor primera impresión para el padre de mi novio, pero me importa un carajo lo que pensara, me importaba más la salud tanto emocional como física, de Luffy y exponerlo a que lo vieran así... no, no lo permitiría.
Aveces, me daba la impresión que, estaba mal querer a Luffy, y se debía al echo de que todo el mundo se oponía a ello, era como si yo fuese un insecto rastrero y venenoso, que podía infectar a su querido Luffy.
Pero ya me había enfrentado a la misma situación tantas veces que ya, sabia como poder manejar el problema, había decidido estar con Luffy el resto de mi vida, así la marina y el Gobierno Mundial se interpusiera entre él y yo.
-Paso algo? Oí a mi padre allá afuera... no lo dejes entrar por favor...- me dijo Luffy apenas me vio entrar a la sala otra vez.
-No te preocupes... no dejare que te vea así... puedes sentarte? Necesito poner estas vendas en tu cuerpo, otra vez...- me reí, era divertido.
-Que es lo divertido?-
-Ya lo olvidaste? La primera vez que te vi, estaban es una situación parecida, y estabas igual de indefenso que ahora... y de eso ha pasado seis meses... y hace cinco meses que se está intentando celebrar el aniversario de la universidad...-
-Es cierto... así fue como nos conocimos...-
-Levanta tu rostro...quiero ver el daño te tu visión...- dije- no soy oculista ni nada parecido pero puedo tratar ésta lesión, que por suerte no es grave, solo es un golpe fuerte que no tendrá secuelas...la limpiare una vez acabe de vendar tu cuerpo...-
Hizo algunas muecas de dolor al sentarse.
-Si te duele dilo, no te lo guardes, no escondas como te sientes ahora...no me extraña que en verdad sientas dolor, si estabas encadenado con kairoseki, era obvio que sufrirías lesiones y graves... y más si estaba usando haki-
-Me duele cada hueso del cuerpo... pero me duele más ahí abajo Torao...- dijo con muecas de dolor.
-Pronto terminare, así que resiste un poco más si? Luego pediré que te traigan algo de comer y quiero que descanses, no quiero que estés levantándote ni nada parecido- el efecto de la anestesia había terminado.
-Torao...me duele mucho ahí... y también me duele la cadera...- dijo señalando su trasero - me duele no puedo seguir sentado...-
-Por favor aguanta un poco más... ya casi termino-
Lo que estaba pidiéndole era una hazaña, no dejaba de repetir que le dolía, y tuve que rogarle que aguantara un poco más, pues ya estaba terminando de poner las venda, y finalmente lo recosté en la cama. Allí, puse una venda en su cabeza protegiendo su ojo de alguna infección.
-Iré a las cocinas, y pedire que te envíen algo de comida...no has comido nada desde ayer verdad?-
-Pues no, lo último que comí fue el desayuno en tu apartamento, no había querido comer nada más porque quería pastel...-
-Bien...volveré a revisarte más tarde, quiero cambiarme la ropa y avisarle a tus amigos que estás bien...-
Asintió, y yo deje la sala. No había nadie afuera, seguro habían regresado a sus asuntos dado que los usuarios estábamos siendo cazados en la ciudad, y estarían seguramente planeando algo para detener a la marina.
Me quite los guantes de latex, y los tire al cesto de la basura, que había en el pasillo, y unas salas más adelante de donde habíamos estado Luffy y yo, estaba la pareja a la que la mesera había evitado atropellar cuando nos dirigíamos hacia aquí. Por lo que alcance a ver, ya habían sido tratados y no parecía estar gravemente heridos.
Me detuve, en el umbral de su habitación.
-Están bien? Necesitan algo?- dije.
-No...estamos muy bien...gracias por ayudarnos, y no dejarnos morir allí...-
-Agradézcanle a la mesera e Iva-san, ellos en realidad salvaron sus vidas...- dije, y no pude evitar hacer una mueca de dolor. El corte que Mingo me había propinado durante la noche, en la espalda, empezaba a molestarme ahora que mi cuerpo se había enfriado, y la ropa rozaba mi cuerpo.
-Oi...que tienes?- me dijo el sujeto, al ver que me apoyaba con mis manos a la pared.
-No es nada... si me disculpan... me retiro...-
-Está herido...- dijo la chica - Fue herido mientras protegía a aquella chica...-
-Un medico!!- lo oí gritar - un medico por favor, hay un herido aquí!!-
Pude ver que venían a mi algunos médicos, que me llevaron hasta una sala. Rompieron lo que me quedaba de ropa, y descubrieron el corte en la espalda.
Solo recuerdo que la limpiaron y trataron, como había estado bajo el agua con Luffy, el agua había echo la limpieza de la herida, después de eso, todo se oscureció.
**********
Oía unas voces, a lo lejos, discutían, me removí un poco en la cama, y una dolorosa y fuerte punzada, en la espalda me despertó por completo.
Tenia la vista algo borrosa, no podía distinguir quienes estaban conmigo en la sala, pero la voz de la chica, la reconocí, y por dios que me alegre de oírla.
-Law! Estas bien?-
-Maldición, como es que siempre te vez envuelto en estas cosas raras...- se reía alguien.
-Es perseguido por la marina y el gobierno, que esperabas, y Cora-san también cuido de él desde pequeño, aunque ahora solo tiene a Luffy... pero también estamos nosotros... si necesitas algo, lo que sea, solo pídenoslo Law- esa era inconfundiblemente la voz de Vivi.
-Como te sientes?- ese era Kohza.
Poco a poco mi vista volvia a la normalidad, no me equivocaba, allí estaban lo dos, y lo mejor es que estaban bien.
-Necesitas algo?- me pregunto Vivi.
-Si...mi ropa, tengo que ir a cambiar los vendajes de Luffy- dije levantándome, pero haciendo muecas de dolor.
-Como se encuentra él? Cuando entraste con Luffy te llame, pero ibas tan preocupado, asustado, y enojado, que no volví a llamarte de nuevo.-
-Solo te diré, que si me encontrara con Doflamingo justo ahora, estoy seguro que lo asesinaría tan solo de recordar lo que hizo a Luffy.
No pregunto que había pasado con Luffy, seguro mi respuesta la había echo imaginarse que podía haber sucedido.
-Pasamos a tu apartamento junto con Sachi y Penguin y te trajimos algo de ropa... Robin nos llamo diciéndonos que estabas aquí, y unos hombres encapuchados nos trajeron a este lugar, dijeron que eran ordenes de Robin, y que debíamos venir con ellos- dijo Vivi mientras me daba un bolso.
Ella se levanto, del piso en que estaba sentada y se llevo a Kohza con ella.
-Estaremos en la cafetería, de la ciudadela, por si necesitas distraerte- me dijo Kohza- Sachi, Penguin y los demás están con nosotros también, así que no te preocupes por ello...-
-Gracias chicos... me alegra verlos bien...- fue lo único que dije.
No respondí, a su sugerencia, pero seguro que la tomaría en cuenta.
Fue un verdadero problema vestirme con la sudadera que me habían traído los chicos. Dolía a horrores mi espalda, pero de igual manera me la puse, y tras terminar de vestirme, salí en dirección a la sala de Luffy.
No estaba en la sala en que lo había dejado antes de de que me quedara dormido, sin mencionar que ya era de noche.
Fui a recepción, allí, le pregunte a la recepcionista por Luffy, y me dijo que lo habían llevado a su habitación, y me señalo en el sartel que tenia detras, el tercer piso.
-Monkey D. Luffy ha sido trasladado hasta la habitación que está al final del tercer piso, ahí es donde atienden a la familia Monkey.-
Tenia que tomar el pasillo opuesto al que había tomado al llevar a Luffy cuando llegamos, y subir las escaleras, no quería usar el ascensor.
Al subir el último tramo, note que había estado todo muy tranquilo, excepto por unos sonidos sordos que venían justamente de la habitación que había al final del pasillo. Corrí, soportando el dolor de la espalda, pensé que habían intentado llevárselo otra vez, entre dando un fuerte portazo.
Al entrar, vi a varios médicos intentando acercarse a Luffy, pero este no les permitía que se acercaran a él. Lo vi acurrucado en el rincón de la habitación, lejos de la cama, y que de entre la manta que llevaba encima estiraba su brazo vendado, apartando a todo el que estaba cerca.
-Que es lo que sucede?- dije, y los médicos se volvieron a mirarme.
-No nos permite que le cambiemos las vendas-
Vi a Luffy, que intentaba levantarse, sus heridas y golpes aún lo debían mantener débil, porque cuando se levanto, su cuerpo se desvaneció, mientras intentaba llegar a mi. Me apresure a alcanzarlo antes de que cayera.
-No quiero que nadie más me vea así... no quiero que nadie me toque...- la anestesia había dejado de surtir efecto, así que debía de doler cada parte de su cuerpo.
-No te fuerces...- mire a los demás- creo que fui muy claro cuando dije que de él me encargaría yo verdad?-
-Son ordenes de Dragón...- dijo uno de los médicos.
-No me importa... ningún otro doctor se acercara a él, entendido, nadie más que no sea yo, le pondrá una mano encima a este chico-
Les ordene que nos dejaran en la habitación solos.
-No te acerques...no te acerques...no te acerques...-
-Luffy...que ocurre...-
-NO TE ACERQUES! ALEJATE ALEJATE DE MI NO ME TOQUES!!-
Empezó a retorcerse, y dar golpes por toda la habitación, estirando sus brazos y piernas. Me lance sobre él para que dejara de moverse, entonces fue que vi, que estaba dormido, seguramente lo que ese bastardo le había echo era la razón por la cual estaba comportándose de esa manera. Apretaba fuertemente sus ojos, y pateaba en todas la direcciones, como si se defendiera de alguien.
-DEJAME! NO TE ACERQUES! NO... NO...ME DUELE!! ME DUELE!! DEJAME !! AH!!!-
-LUFFY! DESPIERTA DESPIERTA!- la rabia y la impotencia otra vez se apoderaban de mi, oírlo gritar de esa manera...
-DUELE...DUELE...YA DEJAME EN PAZ... SACALO SACALO ME DUELE!!-
-POR FAVOR LUFFY DESPIERTA!!- dije mientras sostenía sus muñecas, pero no habia respuesta, seguía gritando y retorciéndose bajo mi cuerpo.
Solté sus muñecas para sostener su rostro, y bese sus labios, esperando que con eso e calmara y despertara....
Pero con un fuerte golpe en el pecho, salí expulsado hacia atrás. Estaba reviviendo un trauma por medio de una pesadilla, tenia que despertarlo, de lo contrario sus heridas se abrirían y esta vez seria peligroso.
-NO DEJARE...QUE NADIE MÁS QUE ÉL PONGA SUS MANOS EN MI!!
Ésta vez, debí usar mi poder y Haki sobre él, para calmarlo, quedando una vez más sobre su cuerpo.
-LUFFY...TE AMO...- dije y las lagrimas empezaron a caer sobre su cuerpo - POR FAVOR...DESPIERTA.... BORRA ESE RECUERDO DE TU MEMORIA... Y VUELVE CONMIGO...-
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