Capitulo 7 (Darse Cuenta)

-Shaka- El mayor de los ahí presentes, sorprendió que el rubio levantará la voz.

-¿Señor Shaka?- Shura, como todo Omega, se sobre salto por esa forma de hablar.

El llanto en la cara de Mu, había dejado escapara mares en él, temblando de rodillas seguía, en su mente revivía los gritos de aquel lugar, las voces, el miedo, todo se regresaba.

Y que ese joven de ojos azules, hablara así, no ayudó a tranquilizarlo.

Quería saber el por qué el fauno estaba de esa manera, pero sentía que debía tranquilizarlo.

Aquella noche, lo hizo. Pudo tranquilizarlo, en el momento justo en que llego y evito aquella tragedia.

Le dio poca importancia a los otros dos y se acercó levemente al menor, acercando su mano.

El cabrío, esperaba que el menor entrara en pánico, temía aquello tanto, que quiso acercarse para calmarlo, pero no pudo.

-Mu... Cálmate...- Lo llamo con la voz más dulce que pudo dar, sus ojos entreabiertos, fijos en el menor.

El carnero levanto su mirada levemente, dejando ver la marca de la tristeza en este.

Por una razón que desconocía, al chocar las esmeradas con los zafiros, sintió una leve sensación de tranquilidad, como si pudiera relajarse.

Pero el contacto que tratara de hacer lo rechazaba, haciendo levemente su cuerpo para atrás.

Su cabeza le decía que un alfa como el, tarde que temprano le haría daño, como a su padre, pero su corazón latía acelerado, tal vez porque estaba en un ataque de pánico, o porque eso le provocaba el rubio por todas las anteriores razones.

-Nadie te hará daño aquí, solo confía en mí por favor- Un alfa que de nuevo suplicaba, es algo que solo ese cordero provocaba en él.

Sintiendo como la vista se me comenzaba a nublar, sus fuerzas se estaban volviéndose nulas, ya no aguantaba el estrés que estaba experimentando en un cuerpo tan frágil.

Y cayo de nuevo hacia adelante, justo a los brazos de uno de los líderes del gremio, desmayado por segunda vez al verlo.

Un comportamiento muy extraño.

Cuando un fauno siente miedo extremo, nunca dejaría que su cuerpo descansé, al contrario se mantenía alerta hasta el momento de sentirse seguro.

Inconscientemente eso provocaba aquel humano en el pequeño, pero aun no se sabia la razón cierta.

¿Realmente importaba?

-Mu- El susurro del peliverde oscuro, fue lo que salió de sus labios, estaba angustiado por el pequeño, pero no podía acercarse.

Shaka, al sostenerlo de nuevo en sus brazos, sintió de nuevo las ganas de cuidarlo, protegerlo y no apartase de él, se pudo observar simplemente al momento de apretarlo contra su cuerpo, mirándolo fijamente.

En la noche no pudo admirarlo mucho, la oscuridad no lo dejo, pero ahora podía ver que es en verdad un fauno muy lindo.

Cerró de nuevo sus ojos de nuevo, esos pensamientos catalogados como impuros debían ser detenidos, no podía dejarse llevar.

-¿Se encuentra bien?- Aioros rápidamente pregunto, se sentía culpable, por haber asustado al pequeño.

-Solo se desmayó, creo que le provocaste un ataque de pánico- Que voz tan automática.

-No quise asustarlo, solo quería presentarme, sabía que era el fauno que salvaste y...-

Callo de inmediato, cuando el otro, se levantó de su posición, cargando con suavidad a ese pelilila durmiendo.

Siempre ha sido reconocido, por no hablar mucho y actuar, pero todo siempre pensado y calculado con antelación.

Debía llevarlo a la habitación que el menor tenía designada, solo era recorrer unos cuantos pasos atrás y llegaba.

El de la cinta roja, solo observó en silencio, sabía que aquello que pasaba significaba algo, que el experimentaba cada instante al estar a solas con el fauno de enfrente, pero como eran de efectivos sus entrenamientos, para no actuar por instinto.

La expresión de preocupación en el cabrío es demasiado evidente, el ceño fruncido, con eso lo dejaba en claro, queriendo ir de inmediato, pero ambos notaron la posición que ese rubio había ejercido por inercia se mantenían al margen.

-Él tiene muchos miedos a los humanos- Tarto de romper el hielo entre ambos.

-Vivió cosas muy difíciles- Su voz seria, pero desviando la mirada.

-¿Te ha contado? Has sabido ganarse su confianza- Sonrió un poco.

-Es un niño, solo se aferra a mí por lo que ha sucedido- Le quería restar importancia a todo eso.

-Pobre, ¿Tiene unos doce años?- Solo quería sacarle algo de conversación.

-Quince... Es una suerte que tenga vida aun- Él amaba la voz de ese hombre, pero trataba de mantener tranquilo, que su corazón no lo traicionara, como lo había hecho antes.

-Shaka, te pidió que cuidarías de él ¿verdad?- Ya tenía conocimiento de esto, al ser el de mayor rango conocía cada movimiento que sucedía en el gremio, pero quería hacerse el desentendido.

Solo asintió.

-Te va a necesitar- Le dedico su mejor sonrisa –Te verás muy lindo de mamá-

Por un momento tuvo la ilusión de ver al fauno con más crías a su alrededor, pero esos pensamientos debían ser controlados.

Ambos se sonrojaron demasiado.

El mayor solo se disculpó por lo que acaba de decir, a veces su instinto dejaba salir palabras d esa índole, era demasiado puro para darse cuenta que su corazón y cuerpo deseaba cosas que el había jurado no experimentar.

Shura, por su parte... al quedarse a solas, miraba hacia el cuarto del menor, pero mientras dejaba escapar unas lágrimas de sus ojos, no mostraba la clara señal del dolor, el ceño fruncido no estaba, pero aun así se desahogaba.

Desde que había llegado a ese lugar hace tres años, por la intervención de Aioros en aquella ciudad maldita, compendio que ese hombre alfa, era su destinado, pero la regla agrada, esos votos ridículos, que no permitía ninguna cercanía.

Sufría en silencio, aun había tanto que aclarar.

El de ojos azules, llevando esa carga preciada para él.

La deposito con cuidado en la cama, admiraba a ese indefenso ser.

Pensar que solo es un año menor que él, y había padecido cosas terribles.

Se sentía realmente mal, como si fuera su culpa, cuando eso era campalmente absurdo, al contario fue quien lo salvo de aquel martirio.

Aunque quisiera estar a su lado, el mismo debía mantenerse a raya, no quería eso pero es necesario para mantener la promesa hecha.

Por esa razón lo admiraba de lejos y de pie, quería seguir tocando su suave piel y acariciar sus mejillas aunque fueran tan pálidas, por la falta de color y su estado.

De verdad, quería quedarse a su lado. Pero no podía, no debía.

Esa es la razón que Shura lo cuidaría, y le explicara todo lo que debía, eso lo quería hacer por ese pequeño.

Debía alejarse, su corazón estaba demasiado alterado.

Dio un fuerte suspiro, y salió. No sin antes dirigir su mirada al pequeño...

Quería curar sus heridas de todo tipo, pero era indebido estar a su lado, con esos sentimientos que estaban creciendo de manera peligrosa.

Al salir, solo cruzo miradas con el cabrío, indicándole que entrara a cuidarlo.

Este solo le dio la reverencia dictada y entro a la habitación, para cerrarla detrás.

Se iría a meditar, necesitaba hacerlo, para purificar su mente, de todo lo que había pensando.

Debía buscar alguna manera de mantener calmo en su presencia, así como lo hacía el de cinta roja cuando estaba con el fauno de cabellos verdes oscuros.

Se dirigía, hacia la sala destinada a dicha labro, pero fue detenido de forma inmediata.

-Shaka, creo que debemos hablar- Parado de frente estando el primer líder Aioros de nueva cuenta.

-¿Quieres ir al estudio?- Se mantenía sereno, tenía una leve idea de que le diría.

-Sería mejor- Se encamino ha dicho lugar, con el rubio casi a su par.

Pasaron un largo pasillo, pasando por un pabellón donde algunos aprendices ya entrenaban, en diferentes artes para detener a los Shadow's, algunos faunos haciendo deberes, acompañados de omegas humanos de igual forma.

Cada uno hacia reverencias al verlos.

Respondieron, a cada uno, siempre viéndose tranquilos aunque por dentro estuvieran luchando con todo el alboroto en sus corones.

Llegando a dicho lugar, con una puerta grande de madera y adornada de marcas a un estilo Griego, curvilíneas.

Rápido entraron y cerraron la puerta detrás, para lograr hablar con privacidad.

-¿De qué quieres hablar?- Directo ir al grano.

-Shaka, por lo que veo...- Dudaba en seguir aquello, pero sabía que no se equivocaba –Ese pequeño te interesa ¿Verdad?-

-Claro que no, solo quiero que este bien, como todos los de aquí- Sonó lo más seguro que pudo.

-Cuando has rescatados a otros Omegas, no tienes ese semblante y tu aroma no se intensifica- Le hablaba como un hermano mayor, que trataba de que viera sus debilidades.

No contestó, prefirió guardarse su respuesta.

-Si las cosas fueran diferentes, me alegraría tanto que por fin encontrarás a alguien importante- Pensó un momento, el rostro del castaño oscuro, se volvió triste y un poco sombrío –Pero, sabes que nuestros votos, nos lo prohíben...-

-Nos prohíben enamorarnos, porque eso lleva a deseos impuros, que nuestros cuerpos no deben experimentar, por dedicarle nuestra vida a la Diosa que salvo estas tierras y estamos solo para seguir cuidando lo que ella dejo- La desesperación de esa voz gruesa, quería mantenerse calmado, pero le estaba carcomiendo aquello.

-Se lo que sientes, tu mente te recuerda los votos a cada instante, tu corazón quiere ser caso omiso, pero a la vez te sientes abrumado, porque... Lo conoces hace unos días, y ya crees que es parte de todo tu mundo- Callo un instante, recordando cuando el padeció aquello –No, que él es tu mundo entero, solo quieres estar con él... Pero- Levanta su mirada, directo al más joven, que se mantenía en su misma posición –Sabes que si eso pasara, el precio será un enorme castigo, no solo para ti, si no para Mu-

Asintió –Por eso, me quedare al margen- Bajo levemente su cabeza.

-No seré el más recomendable, para decirte que hacer... ¿Me has mirado como actuó cuando estoy con Shura?- Sonrió desanimado –Soy un desastre, pero aunque tres años lo he hecho sufrir, no puedo dejarlo ir... Soy de lo pero-

Levanto su mirada, directo al castaño, para enfrentarlo –Yo no puedo hacerle eso, cuando llegue el momento, podrá irse, si lo desea- Suspiro, aquella idea no le agradaba –Pero, primero le ayudare a salvar a su padre, de aquel hombre-

-Shaka, aun que quieras que él sea libre, no lo dejaras ir. Tu instinto te lo impedirá- Le decía estoy de manera tranquila, no podía alterarse.

-He trabajado años, para que mi instinto no me domine, y te demostraré que puedo enfrentar lo que sea, incluso...- Apretó su mandíbula y puños –Si ese cordero es lo que llaman mi "Destinado" Eso es solo las feromonas de un Omega haciendo estragos en los Alfas, es todo- Quería sonar lo más indiferente posible, podría lograrlo con cualquiera, pero no con alguien que ya padeció el mismo mal.

-¿Te has preguntado alguna ve lo siguiente? ¿Por qué el celo de otros Omega no tiene afecto en mí?- Sus brazos llevados hacia atrás de su espalda.

-El entrenamiento desde niños, ha surtido efecto- Cortante, no podía seguir adelante con esta conversación.

-Puede ser en parte eso, nuestro entrenamiento nos ayuda a que el celo de los Omegas, no nos afecte al grado de que nuestros instintos salga, pero... Si tu predeterminado ser especial, presenta esa condición en tu presencia, aunque tratas de controlarte podrías caer, es un aroma que solo tú puedes sentir tan necesitado- Su sonrojo fue grande, al recordar el aroma que solo Shura despedía en aquellos meses, siempre se debía mantener alejado, para no cometer tal acto.

-Eso no pasara, no me acercare más- De nuevo quería mantenerse tranquiló.

-Sería lo más recomendable, pero ese pequeño, presenta lo mismo que tu-

-¿Cómo dices? Él se aterra con los humanos y peor si son alfas. Yo le causare solo temor- La mirada azul, se había apagado, prefería mantenerlos cerrados ahora.

-Cuando tú llegaste, su miedo se fue disipando un poco, al grado de caer desmayado por el mismo, en su interior siente que contigo está seguro, aunque no lo comprenda-

-¿Cómo puedes saber tanto?- No entendía esa característica de Aioros.

-He vivido más que tú, y por ende experimentado más vivencias- Suspira –No puedes alejarte de él, si quieres que mejore, me temo que tienes que tratar de ayudarlo, si no temerá siempre-

Tal vez era cierto o no, pero... Ese castaño, aunque él no pudiera ser feliz con quien amaba, quería que ese rubio lo experimentara.

Lo veía como el hermano menor que alguna vez tuvo, pero un incidente de hace ocho años, le arrebato a toda su familia.

Suspiro, sintiendo un gran dolor, por una parte solo debía enfocarse en que confiara en que los humanos no todos son malos y los Alfas pueden ser seres decentes. Mínimo que este lugar podría ser un hogar para él, si así lo quisiera, más tenerlo tan cerca lo podría condenar a una vida llena de sufrimiento.

Si solo el rubio sufría, podría estar bien, pero que el corderito lo hiciera, no lo soportaría.

Sinario un a mano en su hombro, cálida y reconfortable, haciéndolo salir de sus pensamientos.

-Solo trata de que comprenda este mundo, que todo no siempre será malo- Le dedicó una sonrisa, algo paternal, recordándole a su propio padre, bajando su cabeza –Yo investigaré todo lo referente a ese hombre que viste y si se puede hacer algo para rescatar a su padre, lo haremos-

-Gracias Aioros- Musito apenas... Paso saliva, le esperaría una vida que podría llamarse un afortunado destino demasiado cruel y hermoso a la vez. 

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están terrones de azúcar? Jajajajajajajajaja la segunda pregunta, un terrón de azúcar me ha informado que fueron los espectros, ahora verán... Que con mi reloj nadie se mete XD

En fin, yo hoy me encuentro muy bien, estoy comiendo una manzana y me troné la mandíbula... Por eso no como manzanas rojas, están mas duras, no se... Hasta para comer una manzana me pasan cosas raras XD

Estoy bien, solo fue una cosa tonta que me pasa.

Me encantaron cada quien tiene a sus mamás del santuario previstas, jajajajajajaja imaginármelos así fue tan divertido y adorable.

La pregunta de este día sera la siguiente ¿Díganme tres cosas que les agrade del Aldebaran de Tauro? Si no tienen nada, ok no hay problema... Es solo que siento feo a veces por el, es algo olvidado... Pobechito.

Las tres cosas que me gustan de el serian: 1.- Su sentido del humor, es que... Son todos medio mamones, jajajajajjaa pero Alde me agrada, 2.- Que no quieran que le pongan el cuerno, es que... Osea me refiero a que recordar el avance de Seiya y eso, me agrado su idea, Si me hizo adorable. 3.- Que aun que luche siempre solo, le da pa delante y es fuerte.

Ahora espero sus respuestas, comentarios, reclamos.

Siempre les agradeceré por apoyarme en verdad son los mejores del mundo mundial.

La familia terrón de azúcar, cada día crece mas y mas, eso me alegra tanto el corazón.

Bueno paso a retirarme, debo hacer algunas cosas y a escribir.

Ammu se va. 

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