Capitulo 50 (El Ultimo Suspiro)

Hola mis terrones de azúcar, si se ven aquí es por dos razones, y la que es en este momento es...

Por que hemos llegado a los 450 terrones de azúcar en Wattpad, por lo cual... Ya saben, tiempo de votar, así que escogerán dos fic's para que sean actualizados muy pronto, o sea de que este mes no pasara, pero de una vez hacerlo, jajaja ahora ando un poco atrasada con algunos encargos, pero los cumpliré sin falta.

Sin mas, quiero que recuerden en esta canción serán un voto por terrón de azúcar, dejándolas en el titulo del fic que pondré a continuación, también aquellos terrones que no sigan este fic, pues lo dejare en mi tablero de anuncios, para que todos puedan participar.

Los resultados se darán el día de mañana en el momento del nuevo capitulo de las "Vacaciones En México"

Así que a continuación las opciones:

Cartas Anónimas (AioriaXMarin)

Pétalo Marchitos (DeuterosXAspros)

Prohibido Este Amor (AsprosXRegulus)

Melodías Inspiradoras (Todos)

Un fic faltaría de las opciones, pero queda fuera, por que la próxima semana se unce a los semanales, así que... Esperenlo los Jueves, solo sera el próximo, ya que quedara en los miércoles al final.

No se olviden de votar.

De verdad... Voten antes de leer, yo se lo que les digo.

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Al mirar los cabellos lilas, teñidos de sangre, el corazón se le detiene, creyendo que por su falta de reacción, está herido.

Pero al ver que ese cuerpo se tambalea, observando como su vista se presenta en cámara lenta.

Ver a quien está buscando delante de sus ojos, con un semblante que desde luego deslumbra el infierno que ha estado pasando.

No permitirá que caiga al suelo, alza los brazos para lograr sostenerlo, temiendo que la sangre que acompaña a su Omega, pertenezca a él.

-¡¡¡MU!!!- Su grito desesperado, al sentir el peso en sus brazos, sosteniéndolo con toda la fuerza posible, apretando la mandíbula, plantando sus zafiros en el pelilila.

Desde luego los gritos de dolor de parte del peli azul no se hacen esperar.

Es un corte de tajo, por el costado izquierdo al nivel del estómago, la hemorragia ha comenzado a salir a borbotones, además de las quemaduras que se presenta por el breve roce que Mu hizo en él y el rosario reacciono a defender a su portador.

El disparó que dejó escapar, no conecto con su objetivo, incrustándose en la pared que daba a la espalda de Shaka.

Incluso el dolor aumenta y es tan grande, que logra derrumbarlo de la molestia que presenta...

Jamás lo creyó... Que Mu fuera capaz de hacerlo, no lo creía tan valiente de esa forma... Y ahora ve que ya no lo puede mantener bajo su dominio, no lo podrá controlar con el miedo y terror.

Saga debe admitir que ese pequeño corderito que atormento por tantos años, ya no es el mismo que ve ahora... Valiente, capaz de enfrentarse a lo que sea por los que quiere.

Una expresión que odia de solo mirarlo.

Pero lo que piensa, lo que sienta Saga, no es importante ahora, ni siquiera es un motivo de prestar atención ahora, algo que puede ser un terrible error en poco tiempo.

-Mu, por favor...- Temiendo lo peor, el rubio desesperado por encontrar donde se encuentra la herida que atormenta a su amado fauno.

No le importa en lo más mínimo manchar sus ropas de sangre, sostienen a Mu con todo el cuidado del mundo, pero el hecho de que el pelilila no reaccioné es muy aterrador.

Pero el tormento dura solo unos instantes más, ya que...

Esos ojos verdes, se abren pesadamente, admirando el rostro de su Alfa, dedicando una sonrisa, sintiéndose de nuevo a salvo.

El corazón del Omega late desbocado, sus manos algo temblorosas desean alcanzar a su rubio amado, sin embargo ahora si está realmente débil, que no se pudo mantener en pie.

-Shaka... ¿Estas... Bien?- Pregunta su mayor preocupación, también está herido, lo puede ver cansado, su miedo de perderlo, pudo más que su malestar general.

-¡¡¡¿A QUIÉN LE IMPORTA ESO?!!! Mu...- Acaricia la mejilla derecha del Omega, sonriente, sintiendo la calma en su corazón, porque este desierto –Lo único que importa es que tu estés a salvo-

-Lo estoy ahora ahora...- Suspira, para cerrar sus ojos y acercarse un poco, para poder dar un beso al Alfa, uno que necesita, sus lágrimas caen de alivio, quien ama está a salvo, y es lo único que lo calma, además que estando ambos juntos, el fruto de ese dulce amor que se tienen, también lo estará –Lo estamos...-

Fue un beso corto, apenas rozando sus labios, no es el momento ni el lugar de demostrarse su amor, no están para nada seguros, con un loco sufriendo de un profundo corte.

Con cuidado lo sostiene, para admirar más de cerca a su corderito, pero extrañándose mucho al momento que esté le dedica esas dulces palabras.

-¿Lo estamos?- Le cuestiona con rapidez, por su preocupación, angustia, dolor y miedo de que Mu estuviera siendo herido de formas horribles, ni se acuerda que han hecho su tarea, para que llegara a existir una nueva vida.

No porque no fuera importante, si no que en estos momentos no prestas atención a nada que no sea la persona que estuviste buscando todo este tiempo, solo deseando que su vida este bien y seguro, para volver de regreso a donde pertenecen.

-Shaka...- La sonrisa del Omega se presenta, aun tiembla por la falta de alimento, sus fuerzas disminuyen con cada minuto, pero aun es capaz de hacer un último esfuerzo si es necesario, esperando que no suceda así –Estoy embarazado, Espero... Un hijo, un pequeño... De los dos...- Su voz es más calmada y pausada, le cuesta hacerlo, pero ya no puede aguantar más por decir esta información.

Su corazón, temía nunca poder decírselo de nuevo...

En la soledad de ese encierro que pocos días, se prometió que se lo diría a su rubio amor en cuanto lo volviera a ver...

Cumpliéndolo en ese instante...

La notica es demasiado rápida, ni siquiera tiempo para reaccionar de inmediato, pero... No deja de ser una sorpresa valiosa, importante, algo que desde luego ambos deseaban.

Era lo que habían hablado en esa noche... Las consecuencias que pudiera tener al hacerlo.

Al sucumbir al celo de un Omega, Un Alfa puede llegar a entran en celo igual, y las posibilidades de preñar al corderito desde luego aumentaron.

Terminó dentro, era lo más posible un pequeño ser de ambos...

Un resultado de amor tan hermoso y valioso.

-Mu... ¿De verdad?- Su boca abierta ligeramente, fijando sus zafiros en las esmeraldas, de donde unas lágrimas comienzan a brotar, demostrando la emoción del interior.

-Si... Shaka...- Apenas si pudo responder estas palabras.

Cuando los brazos de su Alfa lo aprisionan en un fuerte abrazo, en donde la cabeza del pelilila se posiciona en el pecho del rubio, para sentirlo seguro, reconfortarlo, demostrarle que nada malo ocurrirá ahora.

No puede soportar más, es una emoción muy grande, usualmente no se deja llevar por ellas, pero... Son demasiadas cosas vividas en poco tiempo, lo que más deseaba es tener de nuevo a Mu entre sus brazos, para protegerlo e impedir que algo malo le vuelva a ocurrir y ahora le da esta noticia, que ambos serán padres en un futuro cercano.

Jamás volverá a permitir que algo mal le pase a su Omega, a su amado Mu y mucho menos a la pequeña criatura que crece dentro de este.

Sostiene con su mano la nuca del fauno, sin importar la sangre seca que este lleva en su cuerpo, al verificar que no tiene herida alguna, es una buena noticia.

Después de preguntar que paso, ahora esta calmado... Lo tiene a su lado, es lo único que importa.

-Juro que nada malo te volverá a pasar... Estarás bien... Los protegeré a ambos... Perdóname, por no cuidarte... Yo...- Su rostro se oculta en la cabeza de Mu, evitando que este lo pueda ver, dejando que sus lágrimas caigan de golpe, pero mantiene su voz calmada...

Lo más que pueda, después de una noticia que se necesitaba decir.

-Shaka... No es tu culpa... Fue mía, por no hacer caso...- Puede sentir el corazón de su rubio latir con fuerza, ese sonido, esa sensación de calidez, el aroma que jamás será confundido por nada, que solo pertenece a quien ama...

Todo esto lo hace sentir bien, seguro por fin... Que nada malo podría ocurrir.

Por esa razón, ambos, de esta pareja de destinados están derramando lágrimas de emoción y tranquilidad, también el miedo de nunca volverse a ver, dejando expresar todo.

Son demasiadas emociones encontradas, pero al fin podrían estar en paz...

O eso se podría esperar...

Cometieron un terrible error, bajar la guardia...

En un lugar donde un enemigo aún se mantiene vivo, desde luego no están para nada seguros.

Y más con la emoción de que el Alfa se acaba de enterar que su Omega está llevando a un pequeño de ambos.

El fruto de su amor que tanto amaran y protegerán con sus vidas.

Ver esa escena, una que jamás lograra tener, nadie existe para él...

Por lo cual ha robado la felicidad de otros, solo para hacerlos sufrir, para arruinar todas las vidas posibles,

Ya que si él no pudo ser amado por el Omega que alguna vez amo y deseo...

Entonces se encargaría de cada Fauno Omega que conociera, le destruiría todo lo que representan, pero antes los humillaría, y haría todo el daño que pueda, hasta que la muerte los alcance.

Decisión que tomo, ya que su muerte es inminente, después de todo... Esa herida fue profunda, los golpes y cortes que recibió de parte del Alfa rubio también le harán estragos, además... Las quemaduras son dolorosas.

Sabe y entiende que no va a salir con vida, esto es verdad...

Ya no le importara nada...

Pero... Mu tampoco disfrutará de una vida feliz.

Su arma cayó lejos de él... Pero aún tiene un as bajo la manga, algo que puede ocasionar un daño mortal, si llega a atravesar la parte del cuerpo correcta.

Decidiendo en ese instante quien sería su víctima.

Su fuerza Alfa está llegando al límite, pero... No se dará por vencido, el odio, la sed de venganza es lo que lo impulsa, aunque sea todo para mal... Lo hará... Acabará a todos quienes deseen ser felices.

Se levanta con pesadez de donde su cuerpo cayó...

Mira con odio a ambos destinados, deseando ya acabarlos de una buena vez.

Pero el sufrimiento eterno puede ser mejor venganza que cualquier golpe decisivo.

Aun con la sangre escurriendo, aprovechando la distracción de la pequeña burbuja de felicidad que ambos presentan, se va contra ambos.

Con una daga en mano, lista para ser clavada en la espalda del Alfa, donde sea para provocarle una herida, pero... Su plan no sería del todo matarlo.

El sonido de los pasos apenas fue perceptible por ambos, principalmente por el corderito, el cual su reacción es inmediata.

Sus fuerzas, ¿De dónde las saca?

Es el misterio más grande, tal vez sea su condición de llevar dos sangres de diferentes faunos, un Corderito es más delicado de su cuerpo, pero un tigre tiende a tener mayor resistencia... Dos habilidades que ha sabido utilizar a su favor... Pero sigue siendo Omega, embarazado y sin alimento que le dé más energías.

Las cosas se van a complicar en pocos momentos.

Apartando a su Alfa para evitar que este reciba daño, confiando en el poder del rosario...

Nadie en su sano juicio sería capaz de soportar el calor extremo y el vislumbre que llega a manifestar dicho objeto, pero...

Sabemos que Saga ya no está en sus cinco sentidos... Ha perdido por completo el juicio, y su plan solo requiere lo siguiente.

A Mu.

Se detuvo por la luz cegadora del rosario, intentando cubrirse los ojos.

Pero ver al pelilila tan cerca, no le importa para nada tener que soportar el dolor que presentara si lo llega a tocar, después de todo...

El peli azul parece que se ha resignado en que podrá morir...

Más pronto de lo que cree.

En cuestión de segundos esto ocurrió.

Shaka, apenas si reacciona de igual forma que Mu, al sentir como una mano sujeta sus ropas.

No era una gentil, sino una tosca, que lo sostiene con fuerza que lo llega a lastimar.

Sujetándolo con ayuda del brazo izquierdo, sosteniéndolo del cuello, contra el cuerpo del maldito loco de Saga, con esa daga directamente contra el cuello del Omega.

Todo pasó sumamente rápido...

El dolor que presenta en su brazo y pecho es completamente ignorado, puede llegar a sentir su carne quemarse, pero no le interesa...

Su locura parece estar escalando a un nivel de psicosis de donde sin importar el dolor sentido, no le interesa, solo cumplir un único deseo.

Obviamente intentar violar a Mu, sería una estupidez, Shaka lo mataría si siquiera lo hiciera y no pudiera cuásar el daño que desea.

Su mente retorcida, solo calcula a medias, lo que quiere.

Pero si tiene a Mu de rehén, prefiere hacer lo que está planeando de una sola vez...

Sonríe, hacia el rubio, que lo observa con los ojos azules bien abiertos, el ceño fruncido, las manos en puño, la rabia del odio intenso se presenta en el joven.

Es completamente impensable que por no haber reaccionado con mayor rapidez, en vez de abrazarlo y tratar de saber que está bien, de impresionarse por la noticia, perdido tiempo en donde pudo haber sacado a su amado Mu.

-¡¡¡SUÉLTALO SAGA!!!- Aunque sus aros están inservibles ahora, aún le queda algo bajo la manga, solo se usa en emergencias...

No pensaría que debería usarlo, pero... Es de Mu de quien habla, en este peligro y ahora con la noticia que le ha dado...

Es impensable que su familia, la única que le queda y que defenderá contra todo...

Si algo les sucede...

Un pequeño cuchillo, empuñado en su mano derecha, sujetándolo con todas sus fuerzas.

Con esto amenaza al peli azul, si no deja a su amado Mu, lo destrozara por completo aquí y ahora.

-No, no hare tal cosa- Sonríe, con las pupilas dilatadas, dejando una expresión aterradora en su rostro.

El brillo que proyecta el rosario, parece no alcanzarlo, pues no mira hacia el de cabellos lilas, si no al frente, desafiando a Shaka.

-¡¡¡¿CREEN QUE LOS DEJARE GANAR?!!! ¡¡¡¿QUÉ NO HARE SUFRIR A ESTE VULGAR FAUNO?!!!- Aprieta con mayor fuerza el cuello de este con su antebrazo.

La reacción de Mu, es sujetar el brazo, intentando apartarse, moviendo su cabeza desesperado, para que sus cuernos le hieran, pero en este punto sus energías se han agotado, apenas capaz de mantenerse de pie, temblando, y dejando escapar lagrimas pues la presión le dificulta respirar.

-Suel... Ta... Me...- Es como el hilo de voz del pelilila sale, mirando con desesperación a su Alfa.

-¡¡¡NO LO HARE!!!- Le responde, apretando más el cuello del menor, alzándolo con esto mismo del piso, para que la sensación de ahorco sea mayor.

-¡¡¡YA DÉJALO!!!- Shaka está dispuesto a ir directamente contra Saga, no lo va a pensar dos veces, pero... Antes de siquiera seguir sus pasos, con firmeza y odio.

El peli azul rápidamente lo observa, para frenarlo de una vez por todas.

-¡¡¡DETENTE DE UNA VEZ!!! ¡¡¡SI SIGUES CAMINANDO, ESTA DAGA...!!!- Sonríe, acercándola con su mano libre hacia el plano vientre del Omega –¡¡¡TERMINARA ENTERRADA EN ESTE LUGAR!!!-

No, no podía ser... Por solo no ser rápidos, cometieron un terrible error, cantar victoria antes de estar por completo seguros.

Ahora se enfrentan a un peor escenario.

Pareciera que todo lo que han hecho hasta ahora, lo que aquellos que los quieren y aman, no sirviera de nada...

Saga vuelve a tener las de ganar.

-No... Por favor...- Sentir el metal frio de ese arma blanca contra su vientre, es tan aterradora sensación, sus lágrimas caen con desesperación... Había hecho tanto para que esa pequeña criatura en su interior tuviera una oportunidad de vivir feliz y ahora... No parece existir nada que los salve.

Es imposible...

El rosario aunque intensifique el brillo, que no afecta a Mu y mucho menos a Shaka, no parece tener efectos, el calor igualmente se debe estar i aumentando, llenando el lugar de un olor bastante nauseabundo de carne quemada.

Es completamente posible que una persona que ha perdido por completo la cabeza, sucumbiendo a sus instintos más primitivos, pero al grado de no mantener su seguridad, es un acabose.

No le interesa vivir, sino solo seguir arruinando las vidas de todos.

Comprendió en el momento que supo de intrusos, que Mu es alguien importante en la vida de muchos, si al final de cuentas les arrebata ese corderito, aunque no pudiera hacerlo suyo como deseo y mantenerlo bajo sus garras.

Le queda solo una cosa por hacer, acabar con la vida de este, así condenara a todos... A un sufrimiento que jamás acabaran.

Más, se deberá dar prisa... El calor también lo terminará matando, al atravesar la piel...

La sangre sigue saliendo de aquella embestida que Mu le dio, lo odia... Odia todo lo que tiene que ver con Faunos, por eso les quería hacer la vida imposible a como diera lugar.

Salvo que este pequeño corderito, resultó ser más fuerte de lo que esperaba.

Ahora, terminara con esto de una vez por todas.

-Ja, ja, ja, ja, ja, ja- Es la risa que lanza a carcajadas, de una forma estridente, acercando más la daga al cuerpo del menor, para atravesar la ropa y con esta una pequeña parte de la piel, suficiente para hacerlo sangrar, pero no ser algo de gravedad.

-¡¡¡NO!!!- Es al suplica de Mu, su forcejeo continua... La falta de aire también es una gran desesperación, no podía dar se aun por vencidos, pero sus movimientos carecen de energía y fuerza.

-¡¡¡BASTA!!!- Shaka, esta entre irse contra ese maldito loco, con el riesgo de que de verdad provoque la muerte de ambos seres amados por él, o quedarse a ver lo que ese imbécil logre hacerla a Mu.

La segunda no es ni siquiera opción de pensar.

-¡¡¡TIENES RAZÓN!!! ¡¡¡YA BASTA DE ESTO!!!- Retira la daga de aquella zona en donde una pequeña herida se ve, para colocarla sumamente cerca del cuello donde había estado al inicio -¡¡¡MU, PEQUEÑA ZORRA, COMO TU PAPÁ, TE DARÉ FIN A TU MISERABLE VIDA!!!-

-¡¡¡DÉJAME!!! ¡¡¡TE LO SUPLICO!!! ¡¡¡MI HIJO NO MERECE MORIR... POR FAVOR!!!- Su grito se hace resonar por todo el lugar.

Obviamente escapando del recinto circular, para llegar a los oídos de alguien más...

Un ser que está sumamente cerca y con el olor a carne quemada, le da una pista, de que la situación está mal.

La voz es de su hijo, el aroma que invade sus fosas nasales no corresponde a la de su pequeño o del rubio, por esa razón no sabe quién sea, pero lo que sí, es que...

Ese hijo que tuvo con su amado Omega, está en peligro y debe rescatarlo.

-¡¡¡SI NO ERES MÍO, NO SERÁ DE NADIE MÁS!!!- Es lo que exclama Saga, con un rostro de desquiciado, dispuesto a seguir su último plan.

No lo piensa más, entiende que Saga acabara con su esposo... Por las leyes de su familia, ese rosario da a entender ese título, que nadie le podrá arrebatar.

La daga cerca del cuello de Mu, un solo golpe sería capaz de arrebatarle la vida en el acto.

Empuñara ese cuchillo con todas sus fuerzas, no puede permitir que Mu muera, no lo puede hacer, su destinado no puede irse de esta forma, de ninguna.

Sus pasos corren directamente contra Saga, alzando el cuchillo para enterrarlo directamente en una zona que acabe con el peli azul de una vez por todas.

Ocurrió todo tan rápido...

Unos pasos apresurados también se hicieron presentes, solo alcanzando a ver una cabellera azul de espaldas, un charco de sangre y las suplicas de Mu, sus sentidos son muy sensibles saben que vienen de ese sujeto.

El cual coindice con los rasgos que Mu le menciono de ese tal Saga.

No lo dudo más, igual como Shaka ya no tuvo más dudas.

Yendo contra ese idiota.

Las garras de Dohko se clavan en la espalda de ese idiota, rasgando la piel por completo, cortes profundos que la muerte es inminente.

Pero no solo la sangre de ese lado se presenta.

El rubio igual, el arma que lleva directamente contar el cuello del peor enemigo que hubiera conocido en la vida, quien arruino el gremio, arrebató la vida de los padres de Aioros, y que... Aún seguía sin saber que fue el culpable de la muerte de los suyos.

Puede que nunca se entere ahora...

La sangre del cuello sale a borbotones, igualmente de la boca de este peli azul, más la fuerza la mantiene en su brazo para no dejar a Mu liberarse, solo por una razón...

La sonrisa de esos labios, se hace presente, como burlándose del rubio, el cual lo mira con una cara de profundo odio.

Su mano que dejo libre van dirimente para sostener a su preciado Mu, pero... Algo debe andar mal, sumamente terrible.

Al escuchar esas malditas palabras.

-Ira conmigo...-

No le importo dejar el cuchillo enterrado en el cuello del peli azul, ni si quiera le importaba la presencia del castaño, sus manos directamente a rescatar a Mu.

Sostenerlo entre sus brazos, verificar que este bien de nuevo.

Lamentablemente, ambos no fueron rápidos, tal vez porque aun que corta la distancia, no alcanzaron a detener esto.

En un costado del Fauno, esa daga que Saga sostenía se encuentra clavada...

¿En qué momento bajo la mano?

El cuello de Mu, era una zona que no tendría la certeza de conectar, pues el movimiento era brusco.

Pero la parte de las costillas, estaba más bajo control, además si era profundo, atravesaría el pulmón, sería una muerte lenta y dolorosa, con la desesperación de estar ahogándose.

Solo quería el sufrimiento de todos, como último triunfo en su miserable vida.

El grito de dolor en el pequeño corderito no se pudo hacer presente, solo un leve quejido, la sensación de estarse sofocando, fue en ese momento demasiado.

Solo que sí, el dolor se presenta y la cálida sangre que sale de su interior, las lágrimas igual...

-¡¡¡MU!!! ¡¡¡NO!!!- Sus manos tiemblan al ver que quien más ama, esta con esa clase de herida, sosteniéndolo con fuerza, sus piernas flaquean, sintiéndose impotente.

¿Cómo permitió que esto le ocurriera a Mu?

La culpa por no ser precavido, por no prestar atención.

Todo esto lo siente como su culpa.

Se confió, la emoción de que esa noche, su amor se volvió sangre y carne, que todo pareciera estar bien.

A veces cuando más feliz te encuentras y por bajar la guardia todo puede acabar en solo unos segundos.

Sostiene a Mu entre sus brazos, alzando la cabeza de este, recostándolo en sus piernas, no podía permitir que algo le ocurriera, pero moverlo, sería el peor error de todos.

-Por favor... No... Por...- El miedo, su peor terror parece que se está volviendo realidad...

Las esmeraldas llevan lágrimas, mirándolo de frente, con una mueca de dolor, y las delicadas manos de su Omega, siendo llevadas hacia su propio vientre.

-Sha... Ka...- Lo llama con cuidado, parece que la voz se extingue.

-Todo estará bien... Lo juro, ¡¡¡LO PROMETO!!! ¡¡¡NO TE ESFUERCES POR FAVOR!!!- Su voz no se controla, su desesperación es enorme, el grito es lo que puede permitirse ahora.

Como el hierve de la sangre, desea ir contra ese maldito loco, acabar de matarlo si es que aún no le llega, pero es más importante que Mu se estabilice, aunque... En este momento no hay nada que lo pueda ayudar.

El castaño, aprecia esa escena, su hijo, el único recuerdo de su amado Shion, el fruto de ese fugaz amor.

Todo viene a su mente, pensar que solo había conocido el sufrimiento, por no haberlos sabido proteger...

No podía ser... Mu no podía... No...

La sangre de su cuerpo hierve, la furia se incrementa...

Ese instinto destructivo, su origen de Alfa se hace presente, el deseo de seguir rasgando el cuerpo de quien le ha arrebatado la vida a su amado Omega y ahora... Que hiriera de esta forma a su pequeño, no... No lo perdonaría.

Sus garras retractiles se presentan, y aunque la poca vida que queda en el cuerpo de ese maldito de Saga, no se ha escapado del todo, Dohko ara que su muerte sea la más dolorosa posible.

Desgarrara la piel del rostro, los ojos, todo el dolor que tuvieron que pasar ambos faunos herbívoros lo pagara ahora, en sus últimos momentos.

Posiblemente murió al momento de empezar.

Pero el odio no lo permitir ver nada, su vista parece solo estar teñida de rojo sangre, mientras sus lágrimas caen.

Todo esto es un desastre.

Aunque sus fuerzas disminuyan con cada segundo, su respiración le cuesta más, una sonrisa se deja ver en su rostro.

-Si... Existe una posibilidad... De que... Nazca nuestro bebe... Po... Por... Fa... vor...- Las lágrimas salen de esos ojos verdes, que mantienen un brillo triste, admirando a su amado Alfa.

-¡¡¡MU ESTARÁS BIEN!!! ¡¡¡NO LO DIGAS!!!- No quiere escuchar esas palabras, en donde se queda en claro, que la muerte se acerca.

-Es... Necesa... Rio...- Sus manos temblorosas, todo el esfuerzo que hizo, al fin le cobra factura, logro hacer mucho... Pero al parecer no sirvió de nada –No quiero... De... Jar... Te solo...- El llanto es eminente, como la sangre que sale de aquella herida.

Sacar aquella daga sería contraproducente, la hemorragia sería mayor.

Pero... ¿De qué serviría hacerlo no?

La debilidad del cuerpo de este Omega al fin se presenta, ya sin mayor fuerza...

Sus motivaciones...

Shaka está a salvo, su padre igual, el mayor dolor es que... No pudo ser fuerte, para seguir en pie hasta que su pequeño naciera, pero... Aún le falta mucho tiempo.

-No, no lo harás...- Intenta suplicar, como si con estas palabras pudieran ser eficaces para evitar que algo tan terrible se lleve a su Omega.

-Quiero... Que Kiki nazca...- Sonríe, asintiendo débilmente –Así, lo he llamado... Solo... Un mes... Faltan... Muchos más... Pero... Quisiera que se quedara... Contigo...-

-¡¡¡MU!!! ¡¡¡BASTA DE DECIR ALGO ASÍ!!! ¡¡¡NO PERMITIRÉ QUE MUERAS!!!- Abraza al pelilila con todas sus fuerzas, las lágrimas de esos zafiros caen, empapando sus ropas, poco importa eso.

Si pudiera hacer algo, si la vida le diera la oportunidad de cambiar las cosas.

Mu debería vivir, y él morir...

Pero... A veces lo que deseas no se puede cumplir... Por más que te esfuerces...

-No llores...- Pidiendo algo imposible –No te culpes...- Sus manos no tiene fuerzas ya para levantarlas y acariciar el rostro del rubio, pero su boca presenta una sonrisa tristemente –Nada de esto... Es tu culpa... Ni la de mi padre...-

Aun en sus aparentes últimos momentos... Solo piensa en que aquellos que ama, que no se sientan mal o culpables de este acontecimiento...

No soportaría verlos sufrir.

-¡¡¡MI DEBER ES PROTEGERTE!!! ¡¡¡FALLE EN ESO!!! ¡¡¡YO DEBERÍA MORIR, NO PERMITIRÉ QUE TU...!!!- Aprieta la mandíbula con fuerza, es imposible terminar esa frase sin que su corazón se desquebrajé.

-No fallaste... Shaka, mi amado Shaka, tu... Me diste una enorme felicidad... Que jamás...- Una ligera tos se presenta, pero esta deja en evidencia los estragos de la peor herida en su cuerpo, un hilo de sangre escapa de la comisura derecha del fauno.

-¡¡¡NO TE ESFUERCES!!! ¡¡¡POR FAVOR!!! ¡¡¡PARA!!!- Esto es muy malo, evidencia que su cuerpo por dentro está agotándose y fallando... No quedaría mucho tiempo...

-Si...- Intentando recuperarse un poco, solo para continuar –No lo digo ahora... Jamás... Me lo... Perdonare...-

El tigre había dejado al sujeto irreconocible, sus nudillos, garras, están manchada de sangre, de esa pútrida del maldito que al fin ya no molestará, pero... Arrebato a un inocente la oportunidad de vivir, a alguien que no debía morir, que no debía pasarle nada.

Sus labios tiemblan, ver a su hijo en ese estado, la sangre escurriendo de manera ligera, pero que está formando un pequeño charco debajo.

Se deja caer a un lado, viendo lo inútil que fue de nuevo...

Los ojos iguales a los suyos parecen apagarse, sus manos manchadas de sangre quieren tocarlo, llevarlo para que alguien lo salve, pero...

Al parecer... Solo un milagro podría hacerlo y en este mundo, eso puede escasear a veces.

-Gracias a ti... Pude ser feliz...- El dolor comienza a invadir su cuerpo, mas ya no se queja... Nunca lo hizo, sentía que... Esto ya no era necesario –En menos de... Un año... Lograste... Que quince de... Sufrimiento... Se fueran...- Rompe el corazón de cualquiera estas palabras tan hermosas y dolorosas.

El rubio deja que su corazón se exprese, derrame esas lágrimas que no se detendrán, escuchar que su Mu le agradece algo que hizo, porque así lo quería.

-Me amas y... Es lo único que me devolvió la felicidad... Que creí...- Otra tos que dificulta el habla cada vez más –Jamás... Tener...- Calla un instante, para intentar recuperar el habla -Mi papá... Hizo tanto por mí, le agradezco... Que me salvara... En una oportunidad... Que no merecía...

-Hijo... Debemos...- Sus manos temblorosas, con las lágrimas de impotencia están en su ser, no saber cómo ayudar, las plantas que pudieran hacerlo... Están sumamente lejos de esta zona, aun con toda su rapidez, no sería capaz...

-Padre... Por favor... Ya no se culpe de nada...- Mirando a su progenitor con sus lágrimas escurriendo, queriendo reconfortarlo, de que olvidé ya el sufrimiento –Solo le suplico que... Sonría... Papá siempre me dijo que... Tu sonrisa... Lo hacía feliz... Hágalo por él- Puede que en este punto, su mente este divagando tanto, pero...

¿Quién no lo haría?

Es demasiado, esto es tan cruel para ambos Alfas... Sienten que su corazón se desgarra, de diferentes maneras, su dolor aumenta, porque ese pequeño Omega en brazos del rubio, significaba todo para ambos.

-Lamento... No decirles tanto... A los demás, pero... A todos... Lo quiero mucho...- Recodando a aquellos amigos que hizo en el gremio, aquellos que en algún momento lo ayudaron.

Respira con mayor dificultad cada segundo, sus manos siguen en el mismo lugar, el vientre que recibió una pequeña herida, lamentándose por que no pudo darle la vida a ese pequeño.

-Lo siento... Yo... Quería que... Kiki naciera... Pero...-

-¡¡¡VAS A LOGRARLO!!! ¡¡¡LO SÉ!!!-

-¡¡¡SI, MU... POR FAVOR... SE FUERTE, SOLO UN ÚLTIMO ESFUERZO!!! ¡¡¡POR FAVOR!!! ¡¡¡HIJO!!!-

-Padre... Te quiero mucho...- Esas palabras con esa sonrisa... Es al parecer una triste despedida...

-Mi pequeño...- El labio inferior tiembla, derramando lágrimas de esas esmeraldas, es uno dolor sumamente grande, perder a tu hijo –Yo también te quiero mucho...- Acercándose, solo para contemplar a quien debió ser protegido por él, pero no se puedo, por deseos egoístas de terceros.

En ese momento el corazón del tigre, sabe y entiende que perderá el único motivo que tenía para seguir adelante, para vivir...

Y compartirá este dolor con el rubio que le desagrada, pero que se soportaban solo por el pequeño pelilila.

Sus ojos posándose en el castaño, para después ligeramente levantarlos y ver a quién ama, con todo el dolor del mundo, deseando que esto no ocurra.

-Shaka... Te amo... Te amo tanto... ¿Po... Drías... De... Jar... Que... Vea tu sonrisa?- Una petición que desea con todo su corazón.

No lo piensa más, ni le importa para nada, que la sangre escapara de esa dulce boca, un beso... Le quiere dedicar uno más...

Pidiendo a su Diosa que no se lo arrebate, que no lo aleje de él.

Un beso que tiene un sabor agridulce...

Y no por la sangre...

¿Es uno de despedida?

El escenario nos dice que si...

-No puedo... Dejarte ir...- Es lo que la voz del rubio Alfa deja escapar, pero... Cumple esa petición única.

-No me iré, te juro... Que estaré a tu lado... Siem... Pre...- El beso lo sintió tan agradable, precioso... Un hermoso recuerdo que se llevara...

Con la mejor vista de todas....

Habiendo hablado y dicho a las dos personas que más ama, sus peticiones.

-Te amo... Mi amado Shaka...- Los ojos se cierran, la debilidad de la voz se escapa...Las manos se mantiene en su lugar, pero... Un último aliento se presenta...

Como una triste despedida.

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Etto... Solo diré que lean el fic... Y... Los quiero mucho...

No diré mas... La verdad no... Hoy seré una tumba.

Solo que recuerden votar...

Muchas gracias por leer, disfrutar, y seguir conmigo.

No diré mucho, solo que gracias... Y espero que lo disfruten.

Cuídense muco, hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan y nos vemos el próximo lunes, con el capitulo final.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 

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