Capitulo 48 (Oportunidad De Omega)
Las palabras de ese sujeto resonando en aquella prisión, provocando que el corazón del pelilila, se detenga por la impresión.
Que existan intrusos significa que su Alfa debe estar buscándolo... Y no venga solo, su padre igual...
Pero, la ilusión que pudiera sentir, el alivio o alegría, no existe en su rostro, ni pensamiento... Sobre todo al ver la sonrisa de desquició que presenta el de cabellos azules.
Tenía un plan, una maldita idea, que sabe será peligroso, sus seres queridos y amados, podrían perder la vida, por él.
No podía permitirlo, pero... Las fuerzas parecen no responderle.
El ceño fruncido de Mu, el miedo, el temblor en su cuerpo, mirando atento a Saga, cualquier cosa que diga o haga, solo son malas señales a su parecer.
-Excelente- Sonríe, imaginando tantas maneras de acabar con aquellos que se creen capaces de lograr hacer algo, para arrebatarle lo que le pertenece –Preparen una bonita bienvenida a nuestros invitados-
Esto sí que es una mala señal, luce confiado, pareciendo que nada le aterrara, si no disfruta el de solo imaginar cómo los dañara.
-Como ordene- Aquel que le dio la noticia, también parece sonriente, y de hecho los que están afuera, lanzan unas cuantas carcajadas de triunfo y gusto.
Planean algo horrible, de eso no tienen duda alguna.
Acto seguido ese hombre que dio la noticia sale, con un paso firme y riendo de la misma forma que los de afuera.
Mu sabe que esto no significa nada bueno.
-Mi lindo Omega... No te preocupes, ellos no te van apartar de mi lado- Sonando lo más suave posible, con aquella sonrisa retorcida, que nada bueno puede significar.
-No... Te atrevas...- Enfrentando al sujetó con la mirada, su cuerpo está muy débil, pero intenta hacerle frente.
-Claro que si- Como deseaba acercarse al corderito, tocarlo y hacer un sinfín de fantasías con él, pero... No podía por aquel rosario, sin embargo aún podía aterrarlo psicológicamente –Sobre todo, quien te dio esa cosa...- Su ceño fruncido volvió, dirigiéndose de forma despectiva a ese valioso objetó –Voy a matarlo con mis manos, y no tendrás jamás con quien volver-
-¡¡¡NO!!! ¡¡¡SAGA, NO TE ATREVAS A LASTIMARLO!!!- No puede permitir, ni concebir la idea que Shaka salga herido.
-Lo hare, y serás libre de su marca y atadura, me pertenecerás por siempre... Y tranquilo esa cría la podrás conservar...- Su rostro demuestra que esas palabras son falsedades, aunque intenten sonar sinceras, jamás dejara que Mu sea feliz con nadie más.
-Maldito...- Sus manos en puño, los ojos reteniendo las lágrimas, deseando tener la fuerza necesaria, para herirlo, pero... Nada funciona ahora, su propia voluntad parece desvanecerse, por la poca energía que le queda.
-Seré lo que tú quieras, pero no podrás negar que al final aceptaras hacer lo que yo quiera contigo, si no... El único recuerdo que tendrás de ese idiota, se perderá- Lazan una carcajada –¿Eso no sería una gran lastima? Ja, ja, ja, ja-
Su risa resuena en esa celda, en medio de la oscuridad posible, atormentado de nueva cuenta a Mu.
El miedo de perder a su Alfa se incrementa, y no es porque no confié en las habilidades de Shaka, si no... Que sabe los trucos sucios que puede llegar a usar Saga.
Podría usar cualquier chantaje, lo que sea, para que Shaka baje la guardia, herirlo de muerte... No, simplemente no puede dejar que algo así ocurra.
Sin contar que a su mente, viene la idea de que no solo su amado rubio venga por él, si no... También la posibilidad y con cierta certeza que su padre este aquí...
Buscando salvarlo y el pago de deuda que tiene, vengarse de Saga, por todo los años de sufrimiento que vivieron Shion y Mu.
Sabe que debe hacer algo, para evitar una masacre a los suyos...
Sus esmeraldas derraman las lágrimas contenidas, sintiendo que siempre será un estorbo para los demás, en donde todos se deben sacrificar por él.
Ya no quiere que eso pase, también puede luchar, enfrentarlos...
Cierra sus ojos para dejar correr las últimas lágrimas, y de esta forma, como puede ponerse de pie, tambaleándose un poco por la falta de aliento y agua...
Debía calmar el mareo que siente por hacer este esfuerzo, dirige sus pasos hacia ese tazón con agua que Saga le llevo.
No luce para anda limpia... Incluso duda si sea seguro tomarla, pero... Debía por lo menos mojar algo sus labios, refrescar su boca, para ganar un poco de energía...
El cuerpo de cualquiera, puede resistir unos días sin aliento, pero sin agua moriría a las pocas horas.
Si quería una sola oportunidad de hacer algo, debía beberla...
Y empezar a su modo un plan para salvaguardar a quienes ama.
---En el laberinto subterráneo---
Se prepararon como pudieron...
Llevando algún de luz, por el fuego de algunas antorchas, y es bueno haberlo sabido, aquí está en penumbras totales.
Sin embargo para buena fortuna, los faunos tienen habilidades extrasensoriales, algunos con su olfato, otros con el oído, vista o sensaciones por la tierra.
Todo esto es favorable, sin importar sean Alfas, Betas y Omegas, logran hacer la diferencia, siendo una las creencias en el gremio Ateniense.
Su único deseo en mente, es encontrar la pista del aroma de su pequeño, en un lugar así, el aire solo va de un lugar a otro, trayendo el aroma de quienes estén.
Se concentra y de hecho yendo en la cabeza para dirigirse, de entre todos es el que mayor experiencia en el exterior tiene y de algunos años más, por ende, es mejor opción.
Aunque Milo va muy de cerca, sosteniendo la mano del Omega que ama, no importa que, protegerá a Camus a como diera lugar.
-Este lugar, sí que luce tenebroso- Afrodita, con un rostro angustiado, y mirando por todos lados, disgustado por el entorno, tratando de calmarse.
-Eres un fauno pez, obviamente estar bajo tierra, no es lo ideal para ti ¿Cierto?-
-Pues lo ideal es estar en el gremio, rodeado de mis hermosas flores, pero... Lo que sea por salvar al pequeño Mu- Esta decidido, todo lo antes pensando de su actitud, vanidad, narcisismos se puede ver reprimido y hasta nulo, por donde está ahora.
No le importa ensuciarse o hacer cualquier cosa, por traer a un buen amigo a salvo.
Es el resultado que Mu logro en muchos corazones en el gremio.
Se los gano por su sola presencia, actitud y amabilidad.
El fauno tigre va concentrado y sumergido en su pensar, solo encontrar el aroma, ese preciado que le traerá el camino hacia su hijo.
De un momento para el otro, parecía tener una idea de dónde estaría, y obviamente no esperaría a nadie, ni diría nada, solo reaccionaria a irse directamente donde ha captado ese olor que parecía ser solo un ligero rastro, pero le sirve por completo.
El peli cerúleo reaccionando de inmediato, ante la ida repentina del mayor.
Fijando los ojos bastante molesto ahora.
-No otra vez- Murmura aquello, si se separan en medio de esta a oscuridad no sería la mejor opción.
Pero sabe que no pude hacer nada con la desesperación de un padre y culpa por no haber protegido antes a quienes ama, ahora no volverá a cometer el mismo error a lo que lo obligaron.
Pensaba en seguir las andadas del otro Alfa, pero... Sintió por las vibraciones del lugar, que un grupo de personas se acercan, esto denota que ya los estaban esperando.
Bueno... Es algo que igualmente esperaban.
-Cuidado... Vienen de este lado- Se pará de costado, en medio de uno de los tres camino que se pueden tomar en esa división.
Dohko habiéndose ido por el de la izquierda, y ellos quedándose, dirigiendo su vista al camino del de en medio.
-Bien, veremos si este veneno experimental es tan bueno como creo...- Pensativo el peli celeste –Que bueno que no traje los de humo, si no todos estaríamos en peligro-
Sí que eso no hubiera sido una gran idea, estando bajo tierra sin muchas posibilidades de escape rápido.
-Mantente cerca de mi Camus- Milo está al frente ahora, dispuesto a combatir con quiénes sea, pero desde luego cuidando al Omega que ama con todo su corazón.
-Está bien... Pero no voy a quedarme sin darles algún golpe a esos imbéciles- El peliaguamarino, armado con una lanza que logro obtener entre los demás que han venido a ayudar y... Afrodita preparó con algunos toques de paralizante y veneno combinados, de una vez que mate si es necesario.
Todos listos, y en efecto no tardo mucho, cuando un grupo de esos aliado de Saga, se hacen presentes.
Faunos, humanos, Alfas en su completa totalidad, armados con armas tanto blancas como de fuego... Listos para acabar con esos intrusos y posiblemente aprovecharse de los Omegas presentes.
Desde luego Milo reconoció a uno de ellos, el otro sujetó que también había entrado a la florería, para atacar a Camus.
Si bien no le hizo daño, como a ese pelirrojo, tenía aun las ganas de hacerle pagar por los daños...
Nadie lastima a su Omega y se sale con la suya.
-Espero que estén preparados, para que este lugar sea sus tumbas- Ese mismo sonríe confiado, frunciendo el ceño, para intentar intimidar a los presentes.
-Veremos de quien será la tumba, que tanto mencionas- El fauno escorpión, atento al ataque, procurando el bienestar primordial del peliaguamarino, aunque este sí que está listo para darles su merecido a cualquiera.
Y así se lleva acabo.
Todos en una batalla campal, en las profundidades de la tierra, creyendo tener la ventaja por usar armas de fuego, pero... Si confías demasiado en estas, te olvidas de las habilidades físicas que sirven mucho más para esquivar y devolver los golpes.
Milo, enfurecido... Solo de recordar que alguien pudiera lastimar a Camus, le hace hervir la sangre, su aguijón en la punta de su cola, está preparado para inyectar el veneno suficiente para acabar con cualquiera.
No perdonará la vida de nadie.
Camus por su parte, es un Omega humano, habilidades sensoriales nulas por default, o de menor intensidad sin entrenamiento.
Su agilidad es buena, además que gracias a todo en lo que cree, su celo ha acabado y puede concentrarse mejor.
Con aquella lanza dada, se defiende a cómo puede, no pensaba atravesar a nadie con ella, pero... Sabía que no existiría otra forma.
Aquellos que venía con intenciones de herirlo u otra cosa, tuvo que lastimarlos de verdad y con el simple roce de aquella sustancia que la punta goza, es suficiente para impedirles seguir.
Pudo notar que el veneno es demasiado potente, apenas si entrando en el torrente sanguino de estos, se comienzan a quejar de un ardor muy potente, que les recorre y de buenas a primeras caen al suelo.
Si tiene señales de vida o no, pues... Era cuestión de verificar, cosa que no harían.
Afrodita por su parte, haciendo uso de sus habilidades, la agilidad es algo que mantiene desde luego, y a diferencia de muchos de los allí presentes, su tolerancia al veneno es algo que aprendió a tener por parte de su maestro.
Allí demostró que no es solo una cara bonita y un cerebro para comprobar sustancias tóxicas con las plantas e identificación de estas, si no que su combate cuerpo a cuerpo, no dejaba nada que desear.
Derribando a varios.
Las armas de fuego son disparadas, claro que algunas conectan con algunos de los del gremio.
Algunos cayeron de igual de este lado, otros heridos, pero... No se darían por vencido aquellos que siguen con vida.
Pero aquellos que están con Saga, no se salvan de morir uno a uno, de formas rápidas y dolorosas.
---En la celda---
Habiendo recuperado un poco de sus fuerzas, tenía una idea mínima de que hacer...
Se había sentido un poco mejor después de beber aquella agua, aguantándose las náuseas que le provocó, pero... No existía más oportunidad que esta.
Solo debe intentarlo, tiene una ligera ventaja de su lado y la deberá aprovechar sin duda.
Cierra sus ojos, respirando un poco, para relajarse y pensar tranquilamente, lo que haría... Lo puede condenar, pero no existe otra manera.
Es tomar la oportunidad o dejarla ir.
-Por favor... Denme algo de comer... Se los pido...- Con la voz más lastimera posible, dejando escapar algunas lágrimas, como si sufriera algún dolor.
Los guardias en su puerta, al principio no toman enserio sus palabras, al contrario se ríen por sus suplicas ridículas a su parecer.
-Hare lo que sea... De verdad... Solo un poco de comida pido...- Debía sonar muy mal, suficiente para crear esa ilusión.
-Ja, sigue rogando, eso debió ser bueno para el jefe- Uno balbucea esas palabras con sorna.
-Saga me hará peor daño, pero... Si ustedes... Podrán hacer lo que quieran conmigo, de verdad... Los dejare hacerlo, pero... Solo a cambio de algo de comer... Por favor... No quiero perder a mi hijo...- Su voz entrecortada, debía también lucir triste dentro de la celda, por si se fijaban, lo vieran desesperado.
Uno de ellos no le creía del todo, pero otro que deseaba un poco de venganza por la quemada de mano, sí que quería hacerle un peor daño.
Esas suplicas las recordaba sin duda del papá de este fauno.
Solo uno de los allí presentes logro escucharlas y siendo música para sus oídos, lo logran excitar ahora los de ese Omega.
-No sería mala idea divertirnos con él, si el jefe no se entera, esa bien- Sonríe triunfante, creyendo que esta era su realidad de disfrutar un nuevo cuerpo.
-Eres un idiota, si se da cuenta que estas divirtiéndose con su juguete, te castrara y matara a la vez- Sonríe socarronamente, por imaginar ese espectáculo.
-¿Cuándo tendré una oportunidad aquí?- Menciona esto, como si fuera una gran oferta, aprovecharse de la miseria de los demás, para beneficio propio.
-Tsk, has lo que quieras- Cierra los ojos y niega con la cabeza –Pero si el jefe viene y te encuentra, no hare, ni diera nada para ayudarte-
-No esperaba nada de ti- Sonríe triunfante, abriendo la puerta, incluso llevando su arma adentro, para someter al pelilila con mayor fuerza si es necesario.
Disfrutaría de dañarlo, como una forma de hacer pagar la quemadura que el rosario le provoco.
Al entrar y cerrar esa puerta por dentro, sonríe... Ver al pelilila con la cabeza baja, sentado de rodillas en el suelo, temblando por el miedo que esto pudiera provocarle.
Sí que lucía derrotado ante este sujeto.
El cual relamió sus labios, sonriente por verlo sumiso ante su presencia.
-Vaya, ¿Qué paso con tu actitud agresiva, pequeña zorra?- Insultos así serian el pan de cada día, en el caso de que ellos ganen, disfrutaría dañarlo primero.
No responde... Solo solloza, sin dejar ver su rostro, la bendita fortuna de tener su cabello largo.
-Ja, ¿Ahora te arrepientes de haber pedido esto?- Se acerca, dejando el arma a un lado, desabrochando la camisa que lleva y de igual forma sus pantalones –Tranquilo, no seré tan cruel contigo, te haré disfrutar un poco de la vida que llevaras de ahora en adelanté- Sonríe tan confiado, ver la derrotada en ese cuerpo indefenso, como lo cree, intentaría alcanzarlo, creyendo que el rosario no sería impedimento, si este acepta.
Pero su sonrisa se vio rápidamente borrada de sus labios, al momento de sentir como algo lo atraviesa de una sola estocada en el estómago, yendo profundo.
Soltaría un grito de dolor, pero su boca es llenada de forma rápida por el tazón de agua, evitando levantar sospechas.
La cabeza de Mu, estando tan cerca de ese sujeto, sus cabellos machándose de esa pútrida sangre, haciendo su mejor esfuerzo para acabarlo de una sola vez, no podía permitir que evidencia este acto, si el otro se daba cuenta antes de tiempo... Su plan se ira abajo.
Su mirada verde, se fija en lo que ha hecho...
Sus cuernos cubiertos por sangre y carne... No había creído ser capaz de hacer tanto daño... Un verdadero caos, que en un momento lo aterrorizó.
Sentía de nuevo su estómago revuelto, pero... Debía calmarse, ya no existe marcha atrás.
En este momento, Mu podría sentir en su interior que está haciendo una cierta justicia a su papá.
Aunque esto, podría ser una combinación de justicia, venganza y método para salir de ese encierro, no lo soportaría más, necesita estar a salvo y de igual forma su bebe lo estaría.
Después podría lamentarse por haber manchado sus manos de sangre, pero no existe otro modo ahora.
El temor, la incertidumbre, el miedo, el hambre, la debilidad que cada segundo siente en su cuerpo.
No puede limpiarse con nada, su ropa ahora igual esta con gotas de sangre corriendo desde su cabeza.
El sujeto aun parecía moverse, con vida se mantiene, pero incapacitado de hablar, por el plato en la boca, que lo adentro lo más que pudo.
La mirada algo fría del corderito, se fija en él, sin decirle nada...
Rapdiamente, busca entre sus ropas... Dándose cuenta que el rosario daba algunos destellos con el contacto de ese sujeto, y notando que le provoca más daño por las quemaduras que le da al momento de acercarse.
No lo siente, al contrario siente satisfacción por herirlo con cada toque.
Pero solo necesita una sola cosa, las llaves, para abrirse paso.
Las encontró, tomándolas entre sus manos, y poniéndose de pie rápidamente para alejarse.
Las manos del hombre de seguro quieren alcanzarlo para también acabar con él, o quitarle lo que le estorba para respirar.
Pero la sangre que deja caer, es a borbotones, no se recuperaría de esto y la vida se le está yendo.
-Mi papá así murió... Y no quería hacer que tu muerte fuera similar, porque...- Aprieta su puño, donde lleva aquellas llaves, frunciendo el ceño, mostrando sus pequeños colmillos –No sé cómo, pero... Saga acabara igual-
Su tierno y noble corazón, parece hundirse en la sed de venganza, la fortuna de liberarse por sus propios medios a como diera lugar...
El tiempo corre para sus pocas fuerzas, sin embargo seguirá con la siguiente fase.
Notando aquella lanza de pie, la sostiene entre sus manos, algo dudoso, pero sabía cómo usarla.
Fue entrenado por Yuzuriha y reconocía varias armas por su labor de herrero.
Sabía que debía seguir haciendo lo mismo que le hizo a este sujeto, pero no hay de otra, solo quiere salir de esto, volver a los brazos de su Alfa, estar de nuevo a lado de su padre, y sus amigos y desde luego que el pequeño bebe que lleva en su vientre, su Kiki... Nazca, crezca y viva en un mundo en donde la luz y la bondad reinen más que la maldad.
Abriendo la puerta con cuidado.
-Vaya, sí que eres rápido...- Su risa del otro que se encuentra afuera –Ni siquiera lo hiciste gemir de dolor, ¿Qué acaso la tienes tan...- No pudo completar la oración, algo en punta atraviesa por su espalda, para de forma torpe y lenta salir hacia el nivel de su pecho, justo en el lado izquierdo.
-¿Qué?- Temblorosa su voz, no se puede girar del todo rápido, cuando esa lanza es sacada con cierta fuerza de su cuerpo.
El dolor de forma rápida, y la muerte instantánea, directamente al corazón, no existiría forma alguna de alivio.
Mira con asco lo que ha hecho... Sus manos tiemblan al reaccionar del todo.
Apartando con fuerza la lanza, de donde la sangre escurre hasta sus manos, cierra sus ojos, negando rápidamente con la cabeza.
-Debo salir de aquí primero- Es lo que se repite para sí mismo.
Dispuesto a ponerse en marcha para salir de ese encierro, no sabía por dónde fuera la salida, pero... Recorrería todo si fuera necesario, salvo que de repente siente como su gasto de energías le cobra factura, provocándole un mareo, que lo hace ver doble las cosas y en movimiento, aunque estén estáticas.
Esto no es buena señal, su cuerpo necesita también alimento, pero no hay nada que pudiera comer rápido.
Sosteniéndose de la pared detrás de él, intenta recuperar el aliento, para seguir en marcha.
Debe ser cuidadoso, está cubierto de sangre, el aroma será demasiada evidencia, para los Alfas del lugar, pero ocultaría su aroma Omega desde luego.
-Por favor... Solo quiero ir con Shaka...- Murmura estas palabras, mirando al frente para calmar su postura, las lágrimas corren por sus mejillas, por su sentir.
Más necesita ser fuerte, para lo siguiente que se avecina.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Bueno días, tardes,noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?
Yo me encuentro muy bien, en este hermoso inicio de semana, jajajajaja creo que en su mayoría todos están de vacaciones, bueno, los terrones que están estudiando.
Pero sin mas, espero que estén disfrutando mucho el día de hoy.
Yo sigo feliz, conseguir muchos Shiny's en el Pokemon Go Fest, y algunos legendarios y uno 100%IV.
Jajjajajaja por eso ando super feliz.
Mis terrones de azúcar los quiero mucho...
Y ahora les diré... Pobre Mu... Acaba de hacer lo único que tenia de opción, según sus circunstancias.
Pero... Su cuerpo se debilita cada segundo, las fuerzas se las da el deseo de estar junto a su Alfa y cuidar a su bebe.
Dohko capto el aroma...
Pero... ¿Donde esta Shaka?
Y... ¿Saga ya lo habrá encontrado?
Preguntas que se resolverán el próximo lunes.
Sin mas por el momento, les agradezco tanto mis terrones de azúcar, por seguir a mi lado, cada uno de ustedes que leen mis fic's, siguen aquí a mi lado, de verdad lo agradezco tanto, los mega quiero son los mejores del mundo mundial.
Por favor cuídense, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas.
Los quiero mucho.
Ammu se va.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top