Capitulo 47 (Alfa Enterado)

No paso mucho cuando Milo se acercó con toda la rapidez posible.

No debían alejarse tanto, o bueno no perderse de vista, sabe que este fauno es más salvaje de lo que cree, además que es de Mu de quien habanos, está desesperado por encontrarlo.

-Dohko... ¿Qué es lo estás haciendo? ¿Encontraste algo?- Acercándose con sumo cuidado, ya ha tenido más golpes de lo planeado, pero comprende al castaño tigre.

-Un ligero aroma... No es como el de Mu, pero...-Su mente y corazón confuso por lo que su nariz deja apreciar.

-Dentro de la mansión no hay nada, tal vez si buscamos a los alrededores encontraremos algo que nos brinde alguna pista más concisa- Mira aquel punto con esa cruz, imaginándose tal vez de que podría tratarse, pero no sabe si sería prudente hacerle el comentario. –Vamos, debemos revisar el perímetro...-

-Pensaba que esta vez... Podría protegerlo... Estaba cerca de él... En su vida...- La furia dentro de su corazón se incrementa con cada segundo, sabe la verdad de lo que fue y sería capaz ese bastardo, por eso su miedo y angustia -¿Cómo podría llamarme su padre, si no fui capaz de defenderlo...?- Los tormentos por no cuidar a ese pequeña cría, que tiene poco de conocer.

Shion se lo advirtió en ese lapso, en donde su conciencia estuvo en un punto difícil de explicar, pero que parecía acercarse a su Omega.

Le informó que estaba cerca, que trataría de lastimar a Mu, que lo protegiera y no lo ha hecho.

Culpa es su sentir, malestar en su corazón, impotencia en sus acciones, pareciera que se podría repetir todo de nuevo y no lo podría permitir.

-No es culpa tuya, ese loco, es el único que ha hecho mal... Tampoco es sano que Mu viva con miedo, que se le tenga que restringir las salidas, solo porque ese maniático no entiende que un fauno no es propiedad de nadie- Su molestia va igual, debía proteger al corderito, mas no pudo.

Se entiende que fue una imprudencia por su parte, Mu concia las reglas y no las obedeció, sin embargo... Es verdad, nadie debería vivir con miedo.

Tener uno que protegerse, defenderse, temer, que algo malo ocurra, cuando nuestro único pecado fue... Estar a fuera de nuestro hogar, solos o acompañados... Nadie debería herirnos.

-Dohko, ahora no es tiempo de lamentarse, han pasado días, cada segundo cuenta... Mu es mucho más fuerte de lo que todos creen, no se dejara herir tan fácilmente- Mira para todos lados, sintiendo unas extrañas vibraciones debajo de sus pies, esa es la manera en que los faunos escorpiones pueden detectar el peligro.

Esto alertándolo, confundiéndolo si lo que sentía, seria alguien que se acerca, por cualquier flanco.

No se tardó mucho, cuando el castaño igualmente comenzó a olfatear el aire, un aroma se presenta repentinamente, de dos que ya conocen.

Y no se tardó mucho en verlos venir directamente hacia ellos.

Obviamente Milo, no se encuentra feliz en este momento... Por una razón le pidió que se quedara en el gremio y quien se supone debía apoyarlo, venia acompañando a su destinado.

-¡¡¡¿QUÉ HACEN AQUÍ?!!!- Su reacción obviamente no es grata.

-Te dije que no me quedaría de brazos cruzados, sin hacer nada- El enfrentamiento entre ese Omega y su Alfa que lo ama se hizo presente de inmediato.

-No te molestes tanto Milo, nosotros también queremos ayudar a encontrar a Mu y Camus de todos es quien conoce mejor el lugar- Sonríe algo apenado, pues reconoce que el peli cerúleo estaría enfadado.

-No encontramos nada en ese lugar- La respuesta tan desesperada del tigre se presenta, ya no existe mayor forma de hacer algo al respecto en su pensar, pero debía mantener la confianza en su ser.

-En ese caso... Aún existe otro lugar donde buscar- Respondiendo tranquilo el peliaguamarino, no necesitaría hacer mucho para encontrar ese punto y recordar la entrada por donde podrían ocultar a una presa.

-¡¡¡¿CUÁL OTRO LUGAR?!!!- Si esto le da esperanzas, su hijo podría aun tener oportunidad, necesitaba solo un minuto para saber que este a salvo con eso podría estar tranquilo, para matar a Saga.

-Existe unos pasajes subterráneos, pasan por debajo de la mansión Blizanci, pero no se conecta con ella, para no levantar sospechas, un punto para poder entrar a ese lugar, se encuentra a unos kilómetros de aquí, pero son pasillos muy largos... Y oscuros, si no se tiene cuidado es como un laberinto allá abajo- Sentencia el Omega, suspirando y bajando la mirada.

-¿Dónde podemos encontrarlos?- No va a quedarse mucho tiempo analizando la situación, si algo así existe y es donde podrían tener a su pequeño, no perderá tiempo alguno.

-He visitado muy pocas veces ese lugar, pero lo se... Aunque sea, la entrada... Mas adentro, deben tener cuidado no será fácil...- Sus advertencias deben ser escuchadas, conoce mejor que nadie, lo que podrían encontrarse.

-Camus... ¿Te quedaras aquí esperándonos?- Toma sus manos, frunciendo el ceño, pero de un tono de tristeza que de enojo, preocupado porque algo malo pase o dañe a quien ama.

-Sabes que no lo hare, todos estamos aquí por solo un objetivo, regresar a Mu con vida, sano y salvo, por él y ese pequeño que...- Calla un instante, los demás soldado del gremio están cerca, si alguno escucha... Las consecuencias aún están latente.

Suspira derrotado, no lo hará cambiar de opinión en lo más mínimo, pero si lo protegerá pase lo que pase, dedicándole un breve abrazo, pues el tiempo apremia –En ese caso, quédate a mi lado, y no te alejes por favor-

-Milo...- Se sentía avergonzado, pero a la vez feliz, sus manos tiemblan en corresponder, más lo hace de forma breve.

Si aún existe una oportunidad para que ambos puedan permanecer juntos en este mundo después de esta situación, claro que Camus aceptara vivir con Milo... Salvo que no lo dirá, aun no le puede revelar sus deseos.

-No nos debemos preocupar, traje varias cosas que podrán ayudar- Afrodita sonriente confiado, ante sus habilidades, como médico y portando algunos objetos que le ayudaran a detener a quienes sea con algunos venenos y paralizantes.

No será nada amable con quien lastimé a sus amigos.

De eso podemos estar seguros.

Soltándose del abrazo del peli cerúleo, para dirigirse a los demás.

Dando las indicaciones necesarias, advirtiendo que sin luz, abajo estará por completo lleno de la oscuridad subterránea, y preparados para cualquier movimiento que llegue a presentarse.

No paso mucho tiempo, apenas unos minutos para prepararse y partir al próximo punto.

Más uno de ellos, aun con deseos de encontrar a quien es el único recuerdo y ser más preciado que tiene... Su corazón, no quería alejarse por completo de aquella cruz, que mientras más lo pensaba, le era conocido el aroma y entendió de quien se trata.

Por eso su dolor solo se intensifica al igual que su odio.

-¿Te diste cuenta?- El único que sabe la verdad, después de todo, fue él quien le intento dar un último descansó.

-Shion...- El nombre de quién ama es repetido en sus labios, su puño apretándose, con lágrimas desbordándose de sus ojos, pero el ceño fruncido.

-Es lo único que pude hacer por él... Lamento no haber podido hacer más... Pero, Shion siempre pensó en Mu antes que en él- Las palabra claramente no reconfortarán a un corazón tan herido como el del tigre, sin embargo no puede intentar mucho.

Baja la mirada, sintiéndose de lo peor, mas su dolor debe dirigirse en fuerza, para devolver a quien representa el amor de esos dos faunos que no tuvieron un final feliz.

-Te prometo... Que acabare con quién les hizo mal a ambos, Mu estará a salvo, ambos volveremos aquí para verte y... Lo veras, que es feliz, con un estúpido humano... Shion...- Las palabras sobran, el sufrimiento se vuelve coraje, valor y fuerza, solo con un deseo en mente, el único de traer al corderito de vuelta.

-Lo vamos a lograr- Levanta la vista hacia el cielo, en la dirección que cree que el gremio se encuentra –Espero que todo esté bien-

Con ese pequeño momento entre Dohko y la tumba de su primer y único amor, es como todos se reúnen, para adentrarse más lejos de aquella mansión, y así encontrar su objetivó.

---Gremio Ateniense---

-Aioria, déjame en paz- La molestia del cabrío esta en todo momento, ya que cierto cachorro no lo ha dejado ni a sol, ni a sobra en todo este tiempo.

-¡¡¡NO!!! ¡¡¡SI LO HAGO, VAS A IRTE Y TE PUEDE PASARTE ALGO MALO!!!- El pequeño niño, se interpone entre la puerta de aquella habitación y el peliverde.

-¡¡¡TU NO ME PUEDES PROHIBIR NADA!!!- Suspira molesto, aun siente dolor en su cuerpo por los golpes y la herida que no ha sanado, pero le da igual... Está desesperado por ayudar, rescatar al pequeño amigo que tiene.

-¡¡¡SI LO PUEDO HACER!!! ¡¡¡MI HERMANO DIJO QUE TE CUIDARA, AL IGUAL QUE AFRODITA ME LO PIDIÓ, ASÍ QUE NO IRAS A NINGÚN LADO!!!- Frunciendo el ceño, aun con la diferencia de tamaños, es feroz el leoncito.

No sería capaz de hacerle daño al hermano menor de quien ama, pero si lo está exasperando a gran medida.

-¡¡¡AAH!!! ¡¡¡ERES IGUAL QUE AIOROS!!!- Aun estando de pie, sin hacer ningún movimiento, aprieta sus dientes y cierra sus ojos algo adolorido, llevando de inmediato su mano hacia donde aquel roce de bala le toco.

-¡¡¡¿LO VES?!!!- Preocupado, por el fauno mayor, pensando si debería acercarse o solo es una trampa.

-¡¡¡NO TIENES QUE ESTAR RECORDÁNDOME QUE ESTOY HERIDO...!!!- Su dolor aumenta, pues cada que ve que su herida está mejorando, aunque solo sea un poco, intenta hacer esfuerzo y la abre de nueva cuenta, por su desesperación, la sangré vuelve a brotar, machando las vendas.

-¡¡¡PUES PARECE QUE SÍ!!!- Frunce el ceño, y se acerca a Shura, para revisar la herida.

Conoce como curarlas, vivió junto con Dohko toda su vida y desde luego estuvo atento cuando Afrodita le dijo como debía cambiar las vendas del cabrío, porque conoce que es algo testarudo y a la vez... Reacciona a sentirse triste y molesto.

Sabiendo que así, con un cuerpo lastimado y bastante frágil, por su condición de Omega, no podría hacer mucho, solo volverse un estorbo, sintiéndose aún peor de lo que ya está.

-Se fueron hace tres días... No ha habido noticitas, y tanto Aioros como Shaka... No están enterados de esto, ¿Qué se podrá hacer al respecto?- Posa su mano en su frente, cansado, de no haber hecho nada –Debí... Haber cuidado mejor a Mu, pero... No fui capaz... Ahora él está solo y quien sabe que le estará haciendo ese loco- Sus lágrimas caen, con la furia que siente, impotencia por no ser capaz de hacer algo al respecto.

-No es tu culpa, ni responsabilidad...- Agregando el menor, con su carita triste, y un ligero puchero se presenta –Hiciste lo que pudiste...-

-¡¡¡DEBÍ HACER MAS!!! ¡¡¡POR ESO DEBO IRME, AHORA!!!- No abandonaría su deseo de ir con el pequeño que le ha traído un poco de felicidad a su vida, pero a la vez... Entiende que no sería de utilidad, además que... Ver el rostro del fauno león, le estremece de igual forma.

-¡¡¡NO!!! ¡¡¡MU YA TIENE QUIEN LO PROTEJA Y DEFIENDA!!! ¡¡¡EL SEÑOR DOH...KO, FUE A BUSCARLO, TODOS LO HAN HECHO!!! ¡¡¡SI TÚ VAS, ME QUEDARE SOLO Y NO QUIERO POR FAVOR!!! ¡¡¡NO LO HAGAS SHURA!!!- Sus lágrimas corren por sus mejillas, el ceño fruncido, con los puños cerrados, temblando por su dolor tan grande en su ser.

Por fin habla y deja en claro su sentir, que había estado guardando y ocultando, porque sentía que no se vería fuerte, como siempre debía mantenerse, no dejar ver que le duele en verdad, creía que así los adultos faunos y Alfas se comportan.

-¿Aioria?- Fijo en ese pequeño fauno, que se aferra a él, sujetando sus prendas, temblando por lo que ha confesado, no comprendía del todo lo que le ocurre, pero tiene una idea.

-¡¡¡SÉ QUE ESTOY MAL!!! ¡¡¡PERO... MU ME QUITO A AL ÚNICO FAUNO QUE SE HABÍA PREOCUPADO POR MI... Y... CREÍ QUE EN ESE CASO, TÚ TE QUEDARÍAS CONMIGO, AL IGUAL QUE MI HERMANO...!!!- Baja su mirada, tembloroso, porque en su pensar de un adolecente, esto podría significar que Shura lo despreciara, por ser egoísta.

-Aioros no está, y se... Que aun dudaba si era lo correcto tener a un hermano humano, por eso... Contigo me era más fácil relacionarme... Eres un fauno, como yo... Yo... Tengo miedo... No te vayas, no quiero quedarme solo...- Ya no soportaron sus piernas por el miedo a ser rechazado ahora, por ser un mal cachorro, pero... Por fin logra sacar su dolor.

Arrodillado, con la mirada al suelo, llorando como un pequeño cachorro, como lo que es...

-Aioria, la diferencia... Es que tú estás a salvo...- Sus palabras suenen duras, como una reprimenda.

El menor se da cuenta, creyendo que de ahora en más, el peliverde no rechazara, no querrá estar a su lado, y no, no es que lo comenzara a querer de una forma amorosa, al contrario, al saber que es la pareja de su hermano, lo ve, como otro hermano... Alguien que lo pudiera cuidar y querer, con la seguridad de que no se alejaría.

Más nunca se esperó lo siguiente.

Un cálido abrazo, solo sujetándolo con un brazo, pues el otro comienza a doler del hombro y le es difícil moverlo ahora.

-Mu, está en un gran peligro... Es una persona muy mala quien lo tiene, por eso la preocupación que todos sentimos está presente, debes comprender que es inevitable que me sienta así, quiero mucho al pequeño...- Ahora en un tono más bajo, relajando su semblante, entendiendo al menor, perfectamente.

-Lo sé, por eso... Me siento así... Y no me gusta- Seguro entre esos brazos, de los cuales confía de que nada pasaría, tomo confianza más rápido en Shura que de Aioros, pero el primer líder ya sabía que su hermano lo quiere.

-Ahora es demasiado tarde, sé que ya no los puedo alcanzar... Así que me quedare...- Sentencia decido, sabiendo que, si bien Mu lleno por un tiempo ese vacío en su corazón, no podía ser un reemplazo, ninguno de los dos era de quienes habían perdido.

Fue bastante agradable compartir su dolor en el momento exacto, pero ahora... Ambos miran a un camino diferente.

Mu, tiene a Shaka, Dohko y ese pequeño bebe como su familia.

Y Shura... también tiene a quienes debe amar y permanecer a su lado... Aioros y Aioria, y si todo salió bien en la última misión del gremio, posiblemente un futuro bebe llegue a sus vidas.

-¿De verdad?- Abre sus ojitos con lágrimas, y el ceño fruncido se presenta.

-Sí, le prometí a Aioros, que te cuidaría, en mi estado sería un estorbo allá, pero... No puedo evitar sentirme preocupado- Acariciar esos cabellos claros, con una débil sonrisa.

-¿Solo... Lo haces porque mi hermano te lo pidió?- Quiere sentir también cariño fraternal de parte del cabrío, no solo una obligación por otros.

-No, claro que no...- Susurra, calmado ante esas palabras –También te quiero pequeño, pero no soy muy buen exteriorizándolo-

-De eso es muy evidente- Una sonrisa se plasma, con las pequeñas gotas de sal en sus mejillas y pastillas.

-Aioria, ahora que encontraste a tu familia... Aioros y yo jamás permitiremos que estés de nuevo solo, ¿Lo comprendes?- Le pregunta con cuidado, sabe cómo hablar con los niños, aprendió durante un tiempo, para ganarse su confianza.

-Si... Creo que lo entiendo, pero... Me da miedo...- Sus delicados ojos verdes, dudosos sobre si creer o no por completó.

-No temas, por ahora estaré a tu lado- Le confirma, que esta vez... Desistirá en ir a buscar a ese pequeño corderito, no niega que su sentimiento de culpa no se desvanece, pero entiende ahora por completo el cabrío, que existe otro pequeño que lo necesita y depende de él.

Hizo mucho para ayudar a Mu, pero el rescatarlo, lamentablemente ahora no está en sus manos.

---Camino desconocido---

Había cabalgado por mucho tiempo, o eso parecía, ha recorrido tanto, pero ni siquiera está a un cuarto del camino, su desesperación ha comenzado a hacerle estragos.

Solo imaginar que algo le pasara a Mu, que no lo encuentre.

Lo hace querer asesinar a ese maldito sujeto...

Ya destruyo la infancia de Mu, pero no permitirá que le haga lo mismo a su vida entera.

Las riendas sujetas con todas sus fuerzas, ordenándole al equino que vaya con mayor rapidez.

Pero es mucho para el pobre animal, también necesita un descansó, sin embargo el rubio parece no darse cuenta, su desesperación solo lo hace pensar en llegar lo antes posible al gremio.

Ver a su Omega recibirlo, que todo este a salvo, que nada le pasara, eso es lo único que está pidiendo.

Sin embargo, sabe que eso no es así, algo dentro de su ser, le indica que está en peligro quien ama, y teme que eso fuera realidad, solo quiere equivocarse en sus instintos... Ese presentimiento no puede ser real.

Pero las horas que pasan, son peor cada vez.

Le tomaría días volver al gremio, y eso no puede estar a discusión.

En estos momentos, tal vez tener unas alas como algunos faunos, seria de utilidad, el recorrido mucho más rápido.

Mas en cuanto alguien lo diviso desde las alturas, tuvo que detenerse enfrenté para que le hiciera caso, por la forma en que van tan rápido, posiblemente no la verían.

-¡¡¡SEGUNDO LÍDER!!!- El llamado de una joven mujer que obviamente venia directamente a informarle lo sucedido.

Apenas si pudo detener al caballo, poco ante de que golpeara a la joven, por ponerse enfrenté.

-¡¡¡YUZURIHA!!! ¡¡¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ?!!!- No es su manera de actuar, usualmente mantiene la calma y no grita así a la ligera, pero... En estos momentos es de su destinado de quien hablamos.

-Tengo algo que informarle- El semblante de la fauno no luce nada favorable, no por haber estado sobre exigiéndose tanto, si no por la noticia tan mala que debería dar.

-¿Qué debes informarme?- Rápido quiera la respuesta, cada minuto que pasa solo le trae malos presentimientos y de repente, hizo entendimiento que ella le podría decir si algo malo ha ocurrido, pero si era obvio -¡¡¡YUZURIHA!!! ¡¡¡¿MU ESTÁ EN EL GREMIO?!!!-

No sabía que decir, la toma por sorpresa con esa pregunta, pues justamente le debía informar algo que tiene que ver con el pequeño fauno que proclama.

Baja la mirada cerrando sus ojos, dejando salir un suspiro.

Sin duda una muy mala señal, para el rubio.

Sabiendo que Shaka no se contendría más y la pasaría de largo, con esto, rápidamente exclamó la información, dejando que los oídos del rubio se inunden con la peor noticia que pudieran darle.

Rápida explicando, el tiempo trascurrido, la situación no es favorable y puede ponerse peor.

Contándole igualmente que un grupo de miembros del gremio han ido en la búsqueda, pero... No ha habido noticias desde entonces.

-Eso... ¿Es todo lo que has venido a decirme?- Su voz tornándose muy áspera y pesada, como la de un Alfa apunto de atacar, advirtiendo que no se encuentra bien en lo absoluto.

-Sí, pero debes calmarte, si haces algo con tu estado actual, ni sabes dónde están- Su tono algo temeroso, el Alfa ha hecho uso de su tono demandante que provoca en aquellos de jerarquías menores se sientan intimidados.

-No me importa a donde ir... ¡¡¡ENCONTRARÉ A MU!!! ¡¡¡Y MATARE CON MIS PROPIAS MANOS A ESE MALDITO SAGA!!!- Su desesperación continúa, combinada con su odio y enojo, nadie debería tocar a su preciado destinado, y quien lo haga va a pagarlo, con su vida.

La joven de coleta alta y larga, retrocede, su temor incrementa, este no era el mismo segundo líder que conocía, si no alguien complemente cegado por la gran cólera que se presenta en su ser.

Sin embargo tenía una sospecha más que informarle y podría darle una pista.

No escuchara más, se iría de inmediato, pero ella hablo con mayor rapidez.

-No sé si sea suficiente, pero de camino aquí, vi unos sujetos sospechosos, aún están a unos kilómetros de distancia, sin embargo, parecían hablar de un fauno similar a Mu- Si titubea, más se mantiene calmada, si logra ayudar en lo que sea, es suficiente, pero es aterrador el semblante del rubio.

-¡¡¡¿QUÉ DECÍAN?!!!- Sin duda, su tono ahora no se compondrá en lo más mínimo, todo exigiéndolo con fiereza y desesperación, sus manos se volverán las armas para quitarle la vida a ese peli azul.

---Celdas subterráneas---

Las horas pasaron, ahora la falta de alimento y agua están haciendo estragos en el pequeño cuerpo del corderito, no siente sus fuerzas, apenas si se mantiene sentado contra la pared.

Es horrible, tener vacío el estómago, la sed matándolo, y llevando una pequeña vida dentro... El dolor de pensar que por su debilidad no es capaz de proteger a quien depende de él.

Sin embargo, aún no puede perder las esperanzas, no debe darse por vencido, resistirá hasta donde pueda... Pero de una cosa esta seguro, Saga no tocara jamás a su bebe.

Sus ojos verdes cristalizados, no hablaba, para poder soportar la sed, se mantiene en calma, para no cansarse más.

Su pequeña tranquilidad, se ve interrumpida de forma abrupta, cuando la puerta es abierta y quien ingresa es aquel lunático que no lo dejara en paz...

Una sonrisa burlesca, sosteniendo algo entre sus manos, mirando al pequeño fauno con su deseo lujurioso.

-¿Aun eres capaz de mantenerte consiente?- Pregunta como si no estuviera viendo, que esas condiciones está dañando al Omega.

Mu no responde, ignorando al sujetó, no va a molestarse en si quiera verlo.

-No soy tan desalmado como crees- Mostrando lo que lleva en ese plato, dejándolo en el suelo, algo lejos del pelilila –Un poco de agua será suficiente, tampoco quiero que mueras tan rápido, debes pensar bien mi propuesta, o al menos tener vida para cuando asesine a ese idiota que te dio esa cosa-

Esas palabras, hacen que a Mu le hierva la sangre, amenazando al amor de su vida, amenazando también la vida del futuro bebe que tendrá... Ya no lo puede soportar.

Desea atacarlo, acabarlo de una sola vez, si tenía suficientes fuerzas y puntería, podría clavar uno de sus cuernos en el pecho, rasgarlo para acabarlo de una sola vez...

Ya lo estuvo pensando lo suficiente, es mejor cortar esto de raíz, y con la protección del rosario lo intentara.

Sus manos acabaran manchadas y las leyes a las que alguna vez estuvieron sujetos... Lo podrían alcanzar, tanto puede ocurrir, pero si no lo intenta jamás lo sabrá.

Estando a punto de atacar, esperando a que ese sujeto deje de sonreír, o se distraiga para que no pueda protegerse en lo más mínimo.

Mas unos segundos bastaron para detenerlo, al escuchar algo que esos hombres traían de noticias.

-Jefe- Llamando al peli azul desde afuera.

-¡¡¡¿QUÉ?!!!- Respondiendo de manera desagradable como es su costumbre.

-Tenemos intrusos-

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Jajajajajajajajajaja, valgame... Tengo una semana publicando sin parar, jajajajaja bueno para los que no vieron, el in de semana estuve actualizando algunos fic's y espaciales de, por cumpleaños de algunos terrones de azúcar.

Pensaba hacerlo este fin de semana, pero... Me voy a ocupar en el Zafari Zone, jajajaja así que... Me desean suerte por favor.

Sin mas... Les debo decir que este fic, esta a punto de acabarse, digamos que son como tres o cuatro capítulos mas, jajaja ya se que lo había mencionado antes, pero no calcule bien los borradores, sin embargo ahora si... Espero que lo disfruten mucho.

Y... Bueno... El final... Puede que sea agridulce jajajajaja

Por lo que podemos leer, ya están cerca de Mu, sin embargo... Saga los esta esperando.

¿Lograra herir a alguien a tal grado al borde de la muerte?

¿Todos estarán bien?

¿Cumplirán sus deseos?

Bueno... Preguntas... Que se pueden hacerse...

Muchas gracias mis terrones de azúcar, por estar leyéndome, apoyándome, y que les guste tanto mis locuras, de verdad me siento super feliz por que estén a mi lado en todo momento.

Son los mejores, de verdad nunca les terminare de agradecer en lo mas mínimo.

Ahora solo les diré, que se preparen, por que el final se acerca y... Solo diré... Duele.

Sin mas, cuídense mucho hagan caso a las medida de higiene y no se expongan.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 

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