Capitulo 32 (De A Poco)
No le importó el protocolo, el saludar, nada... Solo llegar a donde ese olor tan familiar lo inunda.
-Primer... Líder...- Quiso llamarlo el medico del gremio, pero fue inútil.
El castaño se acercó de inmediato al inconsciente cachorro, para acercarse a él... Mirarlo con sumo detalle, sus manos temblorosas, sus ojos inundándose de lágrimas, pero portando una hermosa sonrisa, y su corazón latiendo con gran fuerza.
No necesita nada más, su corazón le confirma que ese es su hermanito, ese pequeño que perdió junto a su papá esa noche... Quedo solo... Y aunque todos le digieran que lo más seguro es que muriera, nunca perdió la esperanza.
Y aquí está su recompensa.
-¿Aioria?- Lo llamo, acariciando sus mejillas –Eres tu... Hermanito...- Sonrió, para tomar su mano y darle varios besos de alegría, de por fin tenerlo de vuelta.
-Aun no estamos seguros- Manigoldo tuvo que agregar, para que pudiera escuchar razones –Se parece mucho, pero era solo un pequeño infante aquella noche-
El castaño, no contesto nada, no presta atención a nada que no sea al fauno león que yace en esa cama.
El cabrío se quedó mirando como su amado Alfa... demuestra su sentir, la alegría que proyecta por fin encontrar a ese niño.
Sabe cuánto sufrió, de los dos años que ha estado en ese gremio, ya casi tres... Aioros le conto todo, esa maldita noche en que perdió a su familia, pero nunca encontraron los cuerpos de su papá y hermano menor.
No perdió nunca la fe de encontrarlo.
Sonrió, verlo así de feliz es lo que siempre ha deseado.
No sabía si sería prudente acercarse o no, no se siente merecedor de estar a su lado en estos momentos... Pero quisiera hacerlo.
Mas en esos momentos, unos débiles quejidos se comenzaron a escuchar.
-Mmhh... ¿He?- De a poco va abriendo sus ojos verdes oscuros, parpadeando varias veces para acostumbrarse a la luz.
Obviamente no reconoció el lugar, lo que probo que se alarmara de inmediato, más al sentir su mano capturada por alguien.
-¡¡¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTOY?!!!-Se incorporó de golpe, mirando a todos los presentes de forma amenazadora, como un gatito mostrando sus dientes, creyendo que le puedan hacer daño.
-¡¡¡Aioria!!!- El castaño de cinta roja se alegró tanto al verlo dispuesto, ver esos ojos verdes que comparten, que no le importo ser rasguñado por esas garras que se encajaron en sus manos.
-¡¡¡¿QUIÉN ERES TÚ?!!!- El fauno león, se inmediato lo cuestiono, mientras trata de zafarse, para huir -¡¡¡¿DÓNDE ESTÁ EL SEÑOR DO?!!!- Frunció el ceño, mostrando sus dientes bastante enojado -¡¡¡¿QUÉ LE HICIERON?!!!-
Los tres allí presentes aparte del primer líder, se quedaron impresionados, pero atentos a un ataque sorpresa, después de todo lo faunos salvajes son tan impredecibles y más al creerse capturados.
-Aioria... Cálmate... Tranquilo... Nadie te va hacer daño- Le susurro, sonriéndole, pero jamás le soltó la mano, sin darle crédito a la sangre que brota de esas heridas –Estas seguro ahora- Quiere acercarse para abrazarlo y tranquilizarlo un poco.
-¡¡¡ALÉJATE DE MÍ!!- Mostro sus dientes, y dio un zarpazo con su mano libre, para herirlo en la frente y rasgando la cinta roja.
Esto si fue un dolor fuerte en el castaño, cerro el ojo que se encuentra debajo de las heridas, pues sintió como el cálido liquido comenzó a salir.
Manigoldo y Albafica, dándose cuenta que ese pequeño no va hacer caso a los ruegos del otro, pensaron que podría ser mejor sedarlo un poco o sujetarlo a la cama, pues esta brusquedad solo estará aumentando.
-¡¡¡AIOROS!!! ¡¡¡¿ESTAS BIEN?!!!- No lo pensó más, y decidió acercarse, sin importar su seguridad, pues podría ser herido por el león enfurecido, pero en este momento su destinado Alfa está siendo lastimado y no lo permitirá.
-Estoy bien...- Sonrió para no preocupar a Shura, pero igual atento al otro –Aioria... Por favor, cálmate-
-¡¡¡¿CÓMO SABES MI NOMBRE?!!!- Pregunto asustado, sin duda está bastante alterado y más al estar solo.
-Somos hermanos- Le soltó de golpe, ya que desea recuperarlo.
-¿Hermanos?- El menor preguntó confundido –¡¡¡NO TE CONOZCO HUMANO!!! ¡¡¡YO NO TENDRÍA UN HERMANO HUMANO!!!-
-¡¡¡AIORIA!!! Es normal... Que no recuerdes... Eras un bebe... Pero sé que eres tu- Lo intenta abrazar de nuevo, pero este se pega a la pared, listo para saltar si es necesario con la agilidad y flexibilidad que pose, pero sigue atrapada su mano en la del otro.
-¡¡¡SUÉLTAME!!! ¡¡¡QUIERO IR CON EL SEÑOR DO!!!- Sigue intentado zafarse, desesperado está dispuesto a volver a herir al primer líder.
Pero aunque el castaño no sea capaz de detenerlo, no porque no pueda, si no por su sonrisa y alegría es mayor a las heridas que le lastiman.
Aunque otro está dispuesto a detenerlo.
Shura sabe cómo detener a algunos faunos, sujeto con fuerza la mano del león.
-Niño, ya cálmate- Lo llamo serio, no permitirá que sigua comportándose como un tonto.
Aioria lo miro atento, pues que un fauno deteniéndolo de atacar, cuando saben que los humanos son seres que están en contra de ellos.
-¡¡¡¿POR QUÉ DEBIERA CALMARME?!!!- Le respondió, tratando de zafarse ahora del peliverde -¡¡¡SOLO QUIERO IRME!!!-
-Escucha, si en verdad eres Aioria... El hermano perdido de Aioros, perteneces a este mundo, a su lado- Le hablo serio, mirándolo fijamente, aunque le gana un poco el corazón al ver a un cachorro indefenso, mas debe mantenerse firme.
-¡¡¡A MÍ NO ME IMPORTA NADA DE ESO!!! ¡¡¡YO QUIERO IR CON EL SEÑOR DO!!!- Grito, para dejar escapar lágrimas de desesperación, pues ya no sabe que más hacer, puede ser un fauno Alfa, pero lo tienen atrapado y es lo que siempre le advirtieron.
-El fauno tigre, está del otro lado, está bien- Albafica respondió, mirando serio el espectáculo y decidiendo salir, ya que la situación parece más calmada.
-¡¡¡QUIERO VERLO!!!- Deja escapar sus lágrimas, es un chiquillo de trece años, que se siente atrapado por quienes siempre debió de cuidarse.
-Lo veras después... Pero clámate por favor Aioria- De nuevo el castaño quiso llamar su atención, brindándole una sonrisa y tratando de limpiar sus lágrimas.
El fauno felino, no le pareció bien eso, pero... Sentir esa mano cálida, reconfortándolo, no le molesto como lo esperaba, más no está dispuesto en confiar.
No tiene de otra más que hacer caso por el momento, con un loco a su parecer que cree que son hermanos, estará alerta.
---En la primera sala---
-¿Mmh?- Hizo eso ruidos, moviendo su cabeza, abriendo con cuidado sus ojos.
Obviamente los allí presentes están atentos, aunque el corderito, está demasiado cerca, para verlo, saber que está bien.
Sus ojos verdes se tratan de acostumbrar a la luz, pero la silueta borrosa del corderito, por unos instantes le hizo recordar a alguien... De cabellos verdes, esponjosos, pero... Cuando por fin se dio cuenta, vio de nuevo a ese pequeño del bosque.
-¡¡¡DESPERTASTE!!!- La sonrisa del menor, se puede ver a kilómetros, ilusionado por hablar con él -¿Cómo te sientes?-
-¿Dónde estoy?- La primera pregunta que hizo el tigre, levantándose un poco, notando también al alfa que no le quita los ojos de encima.
-Estamos en el gremio de Atena- Sonrió, derramando lágrimas de emoción –Aquí estarás a salvo-
Ver a este pequeño corderito que se le hace tan familiar, llorando con una sonrisa, lo hace confundirse más.
-¿Qué te pasa?- Hablo con suavidad, denotado que le preocupa verlo así.
-Estoy feliz- Le contesto –Sé que no recuerdas nada, pero... Sé que eres mi padre- Tomo las manos toscas del otro fauno –Lo se...-
El rubio, mirada esto con sumo detalle, no se pondrá celoso, pero está atento por si el tigre se le ocurre herir a Mu, lo pondrá en su lugar, nadie toca a su destinado.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?- Lo mira bastante serio, sin poder ignorar las imágenes borrosas que vienen a su mente, y le causan dolores en la misma, pero con el dulce aroma que puede reconocer en el menor.
Quiere saber cómo es que el corderito lila puede creer en que estén relacionados.
Sonrió, negando con su cabeza, dejando que las lágrimas salgan –Tu le diste algo especial a mi papá, un objeto... Que solo un Alfa puede darle a su Omega destinado- Dijo posando sus manos sobre el propio pecho.
-¿Qué cosa le di?- Sin duda todo le parce nuevo, algo que no puede recordar, le causa mucha frustración, pero sobre todo quiere saber de ese pasado.
No ha podido vivir tranquilo desde entonces, ya que cada que duerme, tiene los mismos sueños, la misma voz que lo llama, el aroma que recuerda.
-Le diste uno de tus colmillos- Hablo tranquilo con una sonrisa, y sus manos en el regazo.
El castaño abrió sus ojos, impresionado por esa revelación, pues... En efecto... Uno de sus colmillos le hace falta, creyó que lo perdió en alguna pelea, pero... Que haya entregado una parte de él... A alguien...
Explicará porque... No deseo nunca aparearse con nadie, ni siquiera en su época de celo... Solo... Pensaba en alguien que ni siquiera recuerda bien.
-¿Cómo?- Los ojos verdes se abrieron bastante preocupados, mirando atento al corderito. -¡¡¡¿POR QUÉ SABES TANTO?!!!- Le levanto la voz al pelilila, pues se siente un inútil por no recordar, por perder lo que necesita.
Para el segundo líder esto no le pareció nada bien, parándose delante de Mu, para protegerlo si al otro se le ocurre atacar.
Las miradas de ambos alfas chocaron, los azules mostrándose amenazante, como los verdes.
-Por favor... Shaka...- Intento llamar a su amado rubio, sujetándolo con fuerza del brazo.
-Si se atreve a hacerte daño... No dudare en atacarlo- Hablo serio, amenazando sin duda al otro.
-No me interesa tu amenaza, pero no pienso dañarlo- Ese fauno alfa le hablo serio, pero sigue mostrando sus dientes como una forma de mantener su postura, lanzo un suspiro, tocando su cabeza.
-Sé que...- Tomo la mano del tigre, sonriéndole para calmarlo –Puede ser muy difícil no recordar nada de tu pasado, pero... Si quieres te puedo contar de mi papá... De ustedes... Como se conocieron- Trata de mantener la calma, pues su ansiedad y preocupación de que su padre no recuerde nada del pasado, pero quiere darle ánimos -¿Te gustaría?- Le pregunto, con algo de miedo por saber la respuesta.
Se pregunta más de una vez, el... ¿Por qué ver esa sonrisa, lo hace pensar en alguien que no logra distinguir?
Pero que desea saber, su mente debe traer esos recuerdos a cualquier costo.
Mas al saber que dio su colmillo a un omega... A uno que debió amar... O que puede ser aun lo haga y no lo sepa.
No supo porque... Pero sus ojos verdes que ya no portan el mismo brillo, comenzaron a sollozar, sintiendo como la carga de ese dolor que no puede recordar, lo invade...
-Si...- Asintió, esta calmado, mucho más que el otro pequeño fauno, que en ese momento comenzó a recordar, por todo lo que invadió su mente -¿Dónde está Aioria?- Pregunta angustiado.
-Al cachorro que viene contigo, está en la otra sala- Cruzado de brazos -¿Dónde lo encontraste?-
Mira con algo de molestia al rubio, porque su tono le parece demasiado arrogante y siendo un humano, no les tiene confianza.
-Su papá murió... Y me pidió que lo cuidara- Solo le dijo esto bastante serio.
-Comprendo- Suspiro, dedicándole una mirada al pelilila -¿Quieres hablar con él a solas?-
-¿Puedo?- Sonrió de lado, sintiéndose feliz de que ese alfa lo comprenda tanto.
-Estaré afuera... Si algo pasa... No dudare en entrar- Dedico una mirada bastante seria, sin duda bastante amenazante.
Cuidara a su Omega toda la vida.
-Gracias- Sonrió, dándole un fuerte abrazo al rubio, casi lo hubiera besado pero no sería buena idea.
Entiende que deben hablar de tantas cosas, además que desea saber si existe alguna posibilidad de traer los recuerdos del fauno tigre, para compensar a su corderito de no haberlo ayudado en salvar a su papá.
Al ver cómo el otro salió y la mirada que comparte con el omega, que dio cuenta de algo bastante obvio.
-¿Es tu destinado?- Pregunto bastante serio.
Abrió sus ojos, sonrojándose un poco, sin duda será un tema difícil, del cual hablar al recuperar sus recuerdos... Pero debe saberlo.
-Sí, lo es...-
Este solo asiento, no le parecen adecuadas esas relaciones entre humanos y faunos, pero... No está en una posición de negarle algo al otro, aun así está bastante desconfiado del rubio.
-Háblame más de... ¿Shion?- Recuerda el nombre, porque ese grito que lanzo el menor en el bosque lo tiene presente.
Sonrió tranquilo, para sentarse en la silla delante y ofrecerle un vaso de agua –Si, lo hare... Me conto mucho de ti... Y de cuanto se amaban- Comenzó hablar, denotando tanta emoción en sus palabras.
Logrando inundar al otro con la misma sensación, pero un poco de tristeza también lo domina...
---Afuera de las dos salas---
Shaka se encontró justo con quien quiere hablar.
-Ese cachorro será un dolor de cabeza- Hablo mientras prepara algunos medicamentos por si se necesita, en cualquiera de los dos –Ataco a Aioros-
Miro hacia la sala donde su corderito esta, eso es lo que más le angustia.
-El fauno... Dijo que el papá de ese niño, murió y le pidió que lo cuidara- Agrego esto serio.
-Entonces... Puede que sea verdad... Que Aioria esté vivo y sea ese fauno- El peli celeste, quedo pensativo ante esta realidad.
Un silencio entre ambos se manifestó.
Pensando en todo lo que ese día trajo.
Al padre sin memoria de Mu.
Al hermano perdido de Aioros.
Esto parece una coincidencia... Que no puede tener precedentes.
Pero se ocuparía de eso después, ahora lo que quiere preguntar.
-Albafica- Su voz se tornó seria, como la de cualquier alfa hablando a una persona común.
-¿Si?- El otro lo miro atento.
-¿Tienes algún método para recuperar la memoria de ese tigre?- Habla algo despectivo del padre de Mu, porque lo nota como una amenaza por estar inestable.
El médico del gremio, alzo la mirada, cruzado de brazos, suspirando –Existe uno- Mas de inmediato miró al rubio –Pero... No es algo seguro para su mente- El tono del beta suena tan serio, pues sin duda si tiene una oportunidad de hacerlo recuperar sus memorias, puede tener un gran costo por cualquier pequeño error que se llegue a cometer.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?
Yo me encuentro muy bien, ademas que terminamos el especial de 8 actualizaciones y me da mucho animo que todos ustedes se divirtieran, que le agradara todas las locuritas que hice.
Mamá terrón esta muy feliz.
terroncitos, hoy iniciamos el hermoso mes de Marzo, mes de pecesitos y los borreguitos, kiaaaaaaaaa... Ya saben que mamá terrón de borrega también, así que... Perdón posiblemente vean mucho que sera mi cumpleaños muy pronto, es que... Me emociono mucho, soy demasiado fanática de los cumpleaños, me encantan y el mio obvio no puede ser la excepción.
Soy del 23 de Marzo jajajajajja Kiaaaaa bueno a ver...
Vemos que Dohko esta dispuesto a recordar a escuchar a su hijito y Aioria esta de rebelde, pero... ¿Pueden culparlo?
Quiero saber que les parece.
Así que vamos con la pregunta del día de hoy.
¿Que les pareció el capitulo de hoy?
Espero sus repuestas, comentarios y reclamos.
Muchas gracias a todos mis terrones, por apoyarme, leer, estar aquí conmigo, disfrutar de mis fic's que son dedicados para todos ustedes.
Son los mejores del mundo mundial, en vedad son los mejores.
Ademas les debo decir que desde el día 15 de marzo hasta el 28 de este mismo, estaré descansando, pero no olvidare publicar los fic's por los cumpleaños y así, ademas que varios personajes cumplen en esas fechas, sobre todo en la semana de mi cumpleaños.
jajajaj así que el 29 de marzo volveremos con al programación habitual.
Después de esto, les quiero decir que sigan cuídense, no se expongan de mas, hagan caso a las medidas de higiene.
Los mega quiero a todos mis terrones de azúcar.
Ammu se va.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top