Capitulo 31 (Cachorro)
Teniendo ahora que cargar a dos faunos hasta el gremio.
Decidieron regresar de inmediato, pues esta situación es bastante complicada, si alguno de los dos despierta, tendrían que volverlos a inmovilizar dependiendo de su reacción y usar dos veces el paralizante de un escorpión no es buena idea en ninguna circunstancia.
Además Mu esta tan consternado por esta situación, que se niega a dejar solo al fauno tigre, pues para él, es sin duda el amor perdido de su papá, y por ende su padre.
Milo subió a su caballo, cargando al cachorro que en un movimiento le clavo las garras con miedo, como si algo en sus sueños le hiciera hacer eso.
Duele sin duda pero el peli cerúleo soporta muy bien cualquier cosa, aunque la sangre le escurra del brazo por el camino, ya después se curara.
Para ese tigre de supuestamente nombre Do, sobre el caballo blanco del rubio, cuidado por el pelilila, mientras el segundo líder dirige al cuadrúpedo sujetando sus riendas desde el suelo caminando.
No desea que ese animal cargue más peso, con que Mu este a salvo y feliz le basta.
Aunque verlo tan angustiado no es nada agradable.
No le pudo cumplir la promesa de salvar a su papá de ese maldito hombre, pero si existe una forma de sanar al que creen que es padre del corderito, hará lo que sea, se lo debe a su destinado.
Los ojos verdes se centran en el fauno de cabellos castaños, inconsciente, las lágrimas brotan, pensar en todo lo que debió pasar y sufrir, le duele que no recuerde a su papá pero... Si el daño que recibió fue tan grande para robarle sus memorias, debía dar gracias que no hubiera sido peor.
En el corazón de Mu no existían dudas, ese fauno es su padre, aunque nunca lo conoció en persona, si por las dulces historias que su papá le contaba cada que las circunstancias se lo permitió.
Existe un dato que Shion le confió, algo que puede el rubio no recordar, pero Mu lo mantiene a todo momento.
Todos los Alfas cuando encuentran a ese omega destinado, de verdad amen y quieran proteger, siempre dan un regalo especial, para que cuide y proteja al dueño de su corazón.
Que contenga su olor y encontrarlo sin importar la distancia, puede ser un objeto importante, una reliquia de la familia del Alfa, los faunos salvajes al no tener como tal posesiones valiosas, dan una parte de ellos, puede ser una garra, un pedazo de cornamenta, algo que no perezca o incluso un colmillo.
Una parte que no vuelva a crecer, para que simbolice que ese Omega tiene algo que le pertenece al Alfa que es irremplazable y encaje a la perfección.
Así son algunas costumbres.
Mu sabe lo que es... Por eso se acercó al tigre, pudo verlo en un instante, no teme por que confía ciegamente en las palabras de Shion.
-Papá siempre me dijo... Que tu posees un gran corazón, eres incapaz de herir a otros al menos que te sientas amenazado o quieran lastimar a los que amas...- Habla bajo, solo palabras para el inconsciente fauno –Perdóname... Por enojarme... Es que... No puedo creer que... Lo olvidaras, ahora entiendo mejor...- Limpia sus lágrimas, trata de sonreí... La vida no puede ser tan mala.
Pues le ha dado más de lo que creyó alguna vez, perdió a su papá y eso jamás lo podrá olvidar, pero encontró a su Alfa, quien lo cuida y protege de cualquier cosa, una familia en ese gremio y ahora aparece su padre, y siente que de nuevo no merece esta posibilidad de ser más feliz.
El camino de regreso fue más rápido que la ida.
Al llegar Shaka ordeno a Milo que lleve a ambos faunos a donde Albafica, siendo el medico del gremio, tendrá una idea de que hacer al respecto.
Primero debía hacer algo, solo una persona le puede ayudar a confirmar otra sospecha que siente en su ser, no piensa decirle nada Aioros por el momento, pues sería como ilusionarlo, pero... Si es verdad... Lo hará de forma inmediata
-Mu, iré a ver a Manigoldo, tu...-
-¿Puedo quedarme con mi padre?- Pregunto como si necesitara el permiso, aunque lo haría aunque se lo negara el rubio.
-No estamos seguro que lo sea... Y...- Le acaricia los cabellos lilas con cuidado y besa su frente con tanta ternura, entendiendo su sentir.
-Sé que lo es... No puedo dejarlo solo- Su mirada de súplica no se puede ocultar, ni las ganas de llorar.
Un suspiro sale de los labios del segundo líder, sabe que no le puede negar nada –Esta bien, sé que... Aunque te diga que no, lo harás- Le dedica una sonrisa, prefiere ver en los ojos de Mu la ilusión siempre, si ese Alfa es su padre de verdad, ayudara para que este a salvo.
Sonrió enternecido, pues su Alfa es el más dulce de todos, para él lo es, no lo pensó y le dio un fuerte abrazo, desea besarlo, pero están al descubierto –Muchas gracias-
Respondió al abrazo, estrechándolo con fuerza, sin querer apartarse, pero se deben mantener las apariencias aun.
-Quédate con Albafica en el invernadero y no te separes de... Tu padre- Le doy las instrucciones –Iré de inmediato, solo hare algo primero-
-Está bien... Señor Shaka- Sonrió y se soltó de los brazos del rubio, para ir de inmediato con los demás.
Miro como su Omega desaparece para dirigirse hacia el invernadero donde los dos recién llegados inconscientes descansarán.
De inmediato el rubio dirigió sus pasos hacia el lado contrario, buscando a una sola persona, que le puede confirmar o negar lo que también le preocupa.
No tuvo que caminar mucho, rápidamente encontró a quien busca, lo único malo es que esta justamente con el Alfa que no desea que sepa esta información.
-Manigoldo- Hablo bastante serio.
-¿Qué pasa segundo líder?- Habla con cierto respeto, por el rango, más básicamente ese hombre ayudo a cuidarlos al quedar en la orfandad ambos líderes actuales.
-Necesito habla contigo a solas- Miro de reojo al castaño, que le sorprendió su llegada sorpresa y que ni lo saludara.
Pudo denotar en la mirada azul del rubio que algo le está preocupándolo.
-Está bien- Contesto, caminando junto al otro, algo serio.
-Oye Shaka... ¿Todo bien?- Ladeo su cabeza, también conoce al otro y su rostro lo evidencia por completo.
-Sí, todo bien- Lo miro serio –Solo necesito consultar algo importante con Manigoldo-
-Bien- Frunció su ceño, entiende que algo le está ocultando, pero dará su privacidad por el momento.
Ambos Alfas se alejaron del castaño, lo suficiente para estar seguros de que no los escucharan, de eso se asegura Shaka.
-¿Qué sucede?- De inmediato el peli azul necesita respuestas.
-¿Aun recuerdas como era el hermano de Aioros?- Pregunta sin rodeos.
Esto sorprende un poco al otro, pero su semblante serio vuelve de inmediato, antes no era así, pero desde la muerte de su único hijo, cambio bastante, sin embargo sigue siendo fiel al gremio.
-Si- Asintió –El pequeño Aioria, claro que lo recuerdo pero era un bebe, sin embargo recuerdo sus orejas de león, como las de su papá y colmillos- Lo miro confuso -¿Por qué la pregunta?-
-Sé que en ese ataque a nuestro gremio, el papá de ambos desaprecio con el pequeño en brazos- Respondió de manera nuestra.
-Aunque los declararan muertos a ambos, Aioros no perdió la esperanza de encontrarlos- Agregó, mirando con detalle el rostro del otro.
-Creo que Aioros no estaba tan confundido o dejando que sus emociones no dominen como creíamos- Declaro esto, suspirando, mirando hacia el frente del gremio en esa sección rodeada de arbustos.
-¿A qué te refieres?- Frunció el ceño sin entender lo que ocurre.
-Este día, en el bosque atrás del gremio... Por extraño que pueda sonar, dos faunos que encontramos, uno puede ser el padre de Mu y el otro, es un cachorro de león, con la posibilidad de la misma edad que el hermano menor de Aioros-
Asintió –Por eso no querías decirlo delante de él- Lo miro a detalle, entendiendo el corazón que se ha gentilizado desde que ese corderito llego.
-Si estoy equivocado, no me gustaría darle falsas esperanzas-
-Comprendo- Miro hacia donde el rubio lo hace -¿Dónde están?-
-Con Albafica en su invernadero y sala medica-
-Entonces vamos- Se encamino con un paso apresurado –Es mejor confirmar esto de inmediato, así Aioros podrá verlo de nuevo-
-Bien- Lo imito en el andar, ya que desea de nuevo estar junto a Mu, para brindarle su apoyo incondicional.
---Sala Medica (Gremio Ateniense)---
Sin moverse un solo centímetro, el pequeño corderito, acompaña al fauno depredador que descansa sobre esa cama, esperando a despertar en cualquier momento.
Es lo que Mu más desea, tratar de seguir conversando con él, saber cualquier cosa y ayudarlo a recordar a Shion.
De vez en cuando se limpia alguna lágrima traicionera que sale sin permiso.
-Así que... ¿Él puede ser tu padre?- Afrodita sonríe, revisando el suero que su maestro le indico, para una hidratación inmediata, ya que la parálisis del escorpión causa la necesidad de líquidos.
-Si- Respondió bajo, asintiendo sin apartar sus ojos del otro.
-Debe ser algo confuso para ti- Le acaricio el hombro con cuidado.
-No... No mucho...- Suspiro bajando la mirada –Es solo que... No recuerda nada... No sé cómo ayudarlo- Aprieta su mandíbula con bastante tristeza -¿Y si nunca logra recordar a mi papá? ¿Qué hare? No es justo- Cubre su boca para no producir ningún sonido que perturbe el sueño del tigre.
-Mu, tranquilo... No pienses en eso- Afrodita abraza al corderito con bastante cariño –Haremos lo posible para que recuerde, y veras que todo estará bien- Le acomoda algunos mechones de su rostro, para sonreírle.
-¿Cuánto debió sufrir después?- Su precaución va solo al inconsciente –Teniendo una herida tan profunda en su cabeza...-
-Pudo haber muerto desangrado, pero... El cuerpo de algunos faunos es muy fuerte, sin duda no se dio por vencido fácilmente- Tratando de hacerle ver a Mu que pase lo que pase, ese Alfa no es alguien que se dejara vencer con facilidad.
-¿Crees que... Aunque sea de manera inconsciente... Algo de mi papá le debió dar fuerzas?- Piensa en eso manteniéndolo como una hermosa ilusión de vida.
-Puede ser- Asintió, y no solo para calmar si no que de verdad siente que el papá de Mu tuvo algo que ver, el hecho que siguiera este Alfa, aun sin tener la menor idea de lo que paso antes, se mantenía en una búsqueda de algo que no comprendía.
-Fue al aroma de mi papá que aún tengo- Murmuro esto con una sonrisa triste.
-Estuviste a lado de tu papá hace menos de un año, el aroma de él debe queda en ti, pero además eres un cordero, puede que eso ayudara a encontrarte- Levanto sus hombros, indicando que aún existen muchos misterios que descubrir de como el aroma puede quedar en la cría aun después de tanto tiempo.
Sin mencionar que ese tigre puede recordar de alguna forma inconsciente el aroma del Omega que marco, buscar sin saber a qué o quién.
Son misterios que no se logran descubrir en este tiempo.
-Le dolió mucho la cabeza cuando mencione el nombre de mi papá, puede que lo recuerde... O... No se...Tengo tantas dudas y miedos- Se recargo en el pecho del otro Omega, sintiéndose reconfortado.
-Tranquilo, mi maestro encontrará la forma para ayudarlo- Su confianza siempre esta con ese hombre peli celeste que lo ha cuidado desde pequeño.
En la otra sala, Albafica cuidando de ese cachorro y de las heridas del escorpión.
-Ese niño tiene un buen agarre- Sonrió mostrando su brazo con esos profundos rasguños.
Limpiando al otro con un poco de algodón, alcohol y una pinza para que sus manos no toquen la herida.
-Debió estar asustado, para actuar así- Miro con más detalle la profundidad de esas garras clavadas.
Aunque sufre un poco por el ardor de ese líquido para desinfectar, su rostro se enmarco con cierta duda –Estos dos faunos parecían estar emboscando a Shaka y Mu- Hablo bastante serio.
-Escuche que Mu menciono que el tigre, es posiblemente su padre- A terminar de limpiar, comienza a vendar el brazo.
-Y si este cachorro es hijo de ese fauno?- Hablo frunciendo el ceño, hasta algo molesto, por pensar que olvidara al padre del pequeño corderito y todo ese sufrimiento que vivió.
-No lo creo- Respondió, revisando al pequeño, sin darle más importancia al asunto.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?- Se cruzó de brazos bastante confundido –Sin duda pasa-
-Por la forma en que Mu conto la historia de sus padres, ese amor no era algo que se pudiera olvidar tan fácilmente, incluso... Por la pérdida de memoria- Parece que el tema le duele más de lo que puede fingir.
-Eso no lo puedo creer-
-No interesa lo que opines- Hablo tajante –Si reconoció de alguna forma el aroma del Omega que marco en Mu, eso hace que las posibilidades de haberlo olvidado bajen, además...Puede que pasara su vida buscando al dueño de ese olor que lo atrae-
-Estoy confundido ahora- Parpadeo varias veces, pues la palabras de Albafica suenan tan rebuscadas para él, más al mismo tiempo son muy bellas.
-¿Tú llegarías a olvidar a Camus?-
.No, jamás lo haría- Hablo bastante convencido.
-¿Estás seguro?- Le comenzó a retar.
-Bien, entiendo ahora, el poder del amor es más fuerte e inquebrantable si es genuino y con tu destinado- Asintió sintiéndose ahora un tonto por dudar –Jama sería capaz de olvidar a Camus, puede que no sepa que pase después, pero mi amor por mi hermoso Omega jamás se acabara-
No pudieron seguir hablando sobre el tema, pues alguien los interrumpió no de forma grosera, si no por pedido de otro.
-Permiso Albafica- Hablo bastante calmado, mirando a los dos delante.
-Pasa Manigoldo- Indico tranquilo –Debe ser algo importante si has venido- Cruzo sus brazos sonriéndole.
-Sí, Shaka cree que este pequeño puede ser Aioria- Habla firme, fijándose en el fauno inconsciente.
-Cierto, tú los conociste de niños- Asintió, dándole paso a que se acerque.
-¿Podría ser?- El escorpión se acercó al otro alfa algo curioso.
-Deja que lo vea bien y diré- Poso la mano en el hombre del fauno.
Con cuidado se acercó al cachorro mirándolo con sumo detalle, frunció el ceño, dejando ver su sorpresa.
-Es muy similar a Regulus- Hablo bastante tranquilo –La posibilidad es demasiado alta- Miro a ambos, que desde luego muestran su sorpresa por esta declaración –Sera mejor en este caso que Aioros venga, el reconocerá el aroma de su familia, será solo un Alfa, pero su olfato es bueno-
-Pero... ¿Y si se equivoca?- Pregunto Milo con cierto miedo.
-Bueno... Le dolerá haberle creado falsas esperanzas- Sonrió algo desganado.
---En la sala uno---
-¿Cómo estás?- Shaka fue de inmediato a ver a Mu, no puede dejarlo más tiempo a solas en esta circunstancia.
-Sigue dormido...- Habla bajo, con sus manitas en el regazo, mirando al otro con tristeza.
-No tardara en despertar- Hablo abrazando al pelilila –Encontraremos la forma que recuerde-
-Gracias- Alzo la vista, dedicándole la sonrisa más dulce que pudo dar.
-Perdón por tardar, debía ir a buscar a Manigoldo- De inmediato le informo el motivo de su ausencia.
Miro a su Alfa, denotando algo en él –Debe ser algo importante y de seguro no tiene que ver con mi padre- Asintió tranquilo.
-El otro fauno, es muy similar al hermano menor de Aioros- Sin dejar de abrazar al pelilila, comenzó a contarle lo que cree.
-Su hermanito perdido... ¿Podría ser?- Habla sorprendido.
-No estoy seguro, por eso le pedí a Manigoldo que lo confirme, yo no tengo muchos recuerdos de ese bebe- Beso las rozadas mejillas de su Omega.
-Mi padre... Lo debió cuidar- Sonrió sintiendo más tranquilidad, y confirmando las palabras que siempre Shion le decía del Alfa que ayudo a engrandarlo.
-Posiblemente, pero debemos confirmarlo y decirle a Aioros no es una buena opción por el momento- Le indico mirándolo con cariño, para mantenerse a su lado en todo momento.
-Comprendo- Miro de nuevo al tigre –Cuando despierte nos podrá contar más a detalle y... Afrodita me dijo que Albafica podría ayudar a que recupere sus recuerdos- Esa esperanza lo mantiene con una sonrisa tan amplia.
-Sé que lo hará Mu, tú no te preocupes por nada- Le dedico una sonrisa, y mirando que nadie estuviera cerca le dio un tierno beso en los labios, rápido para demostrarle su amor.
-Te amo Shaka- Su Alfa estará siempre a su lado, sin importar nada, sabe que puede contar con él en todo momento, está seguro.
Habría sido un memento hermoso, en silencio en donde sus corazones laten, salvo que el corderito sintió un poco de mareos, pero trata de calmase, para no preocupar más a Shaka.
Pensando que es por las emociones tan fuertes que está teniendo en este día.
---Fuera de ambas salas---
-Aioros, ¿Por qué te interesa tanto que el señor Shaka le hablara a Manigoldo y no a ti?- Shura pregunto, bastante intranquilo por el comportamiento de su pareja.
-Algo me ocultan y sabes que eso no me gusta- Frunció el ceño, acercándose a la segunda sala, cuando sintió algo extraño –Shura... Ese aroma...- Hablo casi como si estuviera congelado en su lugar.
-¿Qué pasa?- lo miro confundido, hasta preocupado.
La respiración del primer líder se comenzó a agitar, su corazón latiendo a tan rápido galopé, sus ojos se abrieron tanto, incluso sintió que se humedecían por la sorpresa, por los recuerdos de ese débil aroma que siente.
-¿Aioria?- Murmuro entre dientes –Mi hermanito...- Fijo su vista de donde siente que el aroma viene.
No lo pensó dos veces y fue directo a ese lugar, dejando al peliverde bastante confundido, pero que no lo dejaría ir solo, después de todo no están yendo contra las reglas si están cerca de Manigoldo.
Abrió aquella puerta casi derribándola, sudando frio, sin importarle los ojos de sorpresa que lo recibieron.
-¡¡¡¿AIORIA?!!!- Exclamo aquello, mirando para todos lados, pero sobre todo donde el olor que puede recordar y percibir apenas, indicándole al cachorro durmiendo.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Buenos días, tardes, noches, ¿Qué hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar? Yo ando muy feliz, por que el frió ya se esta acabando, bueno... El frió... Como tal ya se ha retirado, y eso bueno esperemos que así sea hasta que llegue la hermosa primavera, kiaaaa necesito calorcito.
Creo que ya no habrá mas apagones, por el momento... Eso espero... No corro peligro de que pase, pero mejor no arriesgarse, jajajaja de una vez a actualizar.
Muchas gracias terrones por votar, ya tenemos los ocho fic's que actualizare el fin de semana del 27 y 28 de Febrero, así que esperenlos con muchas ganas.
Son los mejores y los mega quiero tanto mis terrones.
Jajajajajaja, bien ahora si la pregunta del día de hoy.
¿Como están?
Me gustaría saber, como se encuentran el día de hoy.
Así que espero sus respuestas, comentarios y reclamos.
Mis hermosos terrones de azúcar, mucas gracias por apoyarme, seguir aquí leyendo mis locuritas.
Me hacen muy feliz terrones, kiaaaaa son los mejores y espero que se sigan divirtiendo.
Gracias por cada hermosos comentario, los quiero tanto.
Por favor sigan las medidas de higiene, cuídense mucho de verdad.
Nos vemos en la próxima entrega.
Ammu se va.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top