Capitulo 19 (Robado)

Buenos días, tardes, noches, Terrones de azúcar, les debo decir que tres fic's están empatados entonces en este caso, tendrán que volver a votar, no importa si ya votan antes, salvo que esta vez solo uno por persona. Tenemos que desempatar.

Aquí están los fic's que necesitan desempate:

Ayúdame A Olvidar (ShuraXAioria)

Obedeceme: ItiaXGateguard

Miraculous Dorados: DeathXAfrdoita)

Y los dos fic's que ya están en primero y segundo lugar son:

Mi Rayo De Luz: 8 Votos.

Dos Corazones Infantiles (ShiryuXShunrei) 3 votos.

Los fic's que necesitan desempaten, tiene dos votos cada uno, por ende... Necesito que se desempate esto, advierto que aun que alguno llegue a tener mas votos que los otros dos ya seleccionados, no puedo quitar los dos ya agendados, pues fueron acomodados por la primera ronda, esta segunda solo sera para desempatar.

Solo lo contare de la hora que publique este capitulo hasta el día de mañana que actualice el próximo. En otras palabras 24 horas es lo que lo contare.

Sin mas gracias terrones de azúcar y espero sus votos, gracias. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Suspiró un poco, jugando con sus dedos algo nervioso –Creo que es mejor... Que Shura y el señor Aioros tengan un momento... Juntos- Se lo dijo sin poder mirarlo a la cara, pues aunque es en parte verdad, ocultaba más.

Lo miro con sus zafiros detenidamente, de a poco se había vuelto un experto en reconocer sus expresiones.

-¿Eso es todo?- No quería mostrarse tan intimidante, pero reconocía que le ocultaba algo.

Para el joven corderito, el mentir no era la mejor opción, pero no quería preocupar a nadie, más que podía hacer si con ese rubio sería difícil ocultarlo.

Bajo la mirada, apretando sus labios, suspirando débilmente –Yo...-

Podía ejercer su autoridad con los demás, pero se había prometido que con Mu, sería más suave, todo lo que había pasado, los sentimientos que tenía hacia él, su propio corazón le ordenaba que no lo presionara.

-Si no me quieres contarme, está bien- Se levantó de su asiento, caminando hacia él, mirándolo con una ternura infinita en aquellos ojos que trataba de tener calma de no abrazarlo como deseaba.

Se comenzó a sentir algo mal, estaba tratando de guardar todo su dolor y miedo en el interior, pero sabía que eso a la larga sería contraproducente, si algo malo apsara y ellos no sabían seria su culpa.

Pero solo quería en esa noche vieja, olvidar la amargura que había tenido que soportar toda su vida y que hasta hace unos dos meses y medio cambio, por algo que le dio felicidad, pero le arrebato a un apersona sumamente importante.

Respiro profundo, ver al mayor por un año delante de él, con una sonrisa tenue, que le calmaba su corazón inocente, le traía paz.

Sonrió lo más genuino que pudo, con las mejillas levemente rojizas –Seño Shaka, ¿Por qué no fue... Con los demás a la ciudadela?- Una pregunta que había pedido respuesta hace rato con el castaño, pero este le había dicho que era mejor que le respondiera el rubio.

Sus ojos se contrajeron levemente, desviando la mirada, posando sus manos detrás, apretó su mandíbula, sin duda algo le molestaba en ese aspecto, que le traía una gran cólera.

-¿Por qué quieres saber eso?- Sin darse cuenta su tono de voz fue un poco más grave, suficiente para marcar su autoridad.

Esta acción incomodo algo al Omega, asustándolo, pero no se dejaría intimidar, aunque se sorprendió por la reacción.

-Es que... Todos... Los vi emocionados... Y creí que usted también... Bueno- Bajo sus ojitos, con un leve puchero de arrepentimiento, creyó que había hecho algo muy malo –Lo siento... No debí preguntar algo-

El tierno corazón del corderito se estremeció, preocupado por que hiciera enojar al rubio, cuando en ningún momento fuera su intención, más ahora que no quería perderlo, ya había confirmado la muerte de alguien, pero ahora le aterraba el hecho de que una persona que ama se alejara, por una imprudencia, le daba miedo, incluso las ganas de llorar se podrían ver.

Shaka, se a poco se dio cuenta lo que había hecho, un tono de voz grave, para un pequeño que sufrió y temió a los Alfas, sería un retroceso para todo el gran avance que tenía.

No se guiaría por la antigua ley, en cuanto terminará su trabajo, como antes menciono, renunciaría a ser un líder, todo para estará lado del Omega que le robo el corazón, tendría cuidado de cuando estuvieran a solas, pero hoy en esta noche podía acercarse más a él.

Ambos no son tan altos, Shaka con dieciséis años y Mu que había ganado un poco más de peso y altura, apenas ya le llegaba al otro al nivel de los hombros, cuando antes estaba un poco más bajo.

No lo analizara más, solo dejo que su cuerpo siguiera con lo que deseaba hacer, le dio un abrazo, para tratar de calmarlo, lo estrechó contra su pecho, sus manos en la espalda acariciando los suaves cabellos lilas.

Mu por su parte, sus manos delante de su pecho, no se atrevía a corresponder aun, pero sintiendo la calidez del cuerpo del rubio, calmándolo de a poco.

-Perdóname... Pero es muy difícil para mí hablar de eso- Le hablo con un susurro al oído, el tono más suave que podía darle.

-No tiene que disculparse... Yo... No debí preguntar... Fui imprudente- Le temblaba la voz, tanto por el ligero miedo que sintió y los nervios que lo invadieron.

-Sí, si tengo... Nunca debí haberte alzado la voz... Yo...- Suspiro resignado, podría contarle su secreto y una de sus motivaciones para seguir en donde está.

Miro el reloj antiguo de madera que estaba al pie de una esquina, marcando que aún faltaba un poco para la media noche, y conocía el mejor lugar para ver los fuegos artificiales, que sin importar donde sea, Mu lograría apreciar su belleza.

Rompió el abrazo, pero no el contacto, mirar el rostro pálido de Mu, con esos ojos grandes y brillantes que amenazaban con dejar salir una lagrima, ese sonrojo que lo estaba invitando a hacer algo demasiado atrevido pero que deseaba.

Contuvo sus deseos, y sujetándolo suavemente de la mano, lo guio a la ventana, en donde había colocado un sofá, en donde te podías acomodar y mirar el cielo nocturno tan tranquilo, estando a un nivel alto se apreciaba muy bien la lejanía, y más al estar en un sector bastante discreto del gremio.

Ambos se sentaron, quedando juntos, uno a lado del otro.

El corderito, se sentía nervioso, su corazón latía demasiado rápido, cada vez que estaba de esa manera con el segundo líder, el amor que senté se incrementaba, pero al ser aún bastante inocente, no sabía cómo más expresase que no fuera el hecho de querer estar con él.

Un momento se quedó serio, meditando su siguiente paso, no haría nada de lo que pudiera asustar al menor, tampoco se atrevería a tocarlo, y agradecía que su celo ya hubiera pasado, si existiera peligro de que eso pasara... tendría que alejarlo.

-Mu... La razón por la que no voy a festejar a la ciudadela es, porque en estas fechas... Justo esta noche... Mi hermano mayor fue asesinado- Le conto algo que guardaba en un gran secreto, que solo lo conocía el primer líder y los ancianos del lugar.

Las grandes esmeraldas del Omega, se abrieron de golpe, mirándolo con atención, su corazón se estrujo, aquel relato se parecía mucho al propio.

-¿Qué... Fue... Quienes?- Temblaba su voz, pero quería conocer más al rubio, incluso sus recuerdos dolores, trataría de calmarlos, así como Shaka logro calmar los suyos.

-Tenía cuatro años, mi hermano tenia quince, siendo un Omega, se enamoró profundamente de un Alfa que le correspondía, eran destinados, pero este provenía de una familia nada buena- Apretó sus manos, formando puños, frunciendo el ceño, le molestaba tanto recordarlo –Deuteros no era malo, se había alejado de su familia por lo mismo, siendo cinco años mayor, lo cuido tanto y Asmita fue tan feliz, pero... Nada de eso duro-

EL pelilila callo, no interrumpiría.

-Nuestros padres, aceptaron su relación, incluso pronto se casarían, lo recuerdo bien aunque fuera un infante, pero... La noche vieja de aquella vez, ellos no volvieron y al día siguiente, sus cuerpos fueron encontrados sin vida y...- Cerro sus ojos, aguantando las ganas de estañar en cólera y dejar escapar el odio que contenía –No se pudo probar nada, pero estoy seguro que... Esa familia fue la que acabo con ellos...-

-¿Por qué... Lastimarían a alguien de ellos?- No compendia Mu, como entre los propios humanos, se pudiera dañar tanto.

-Deuteros, no quiso seguir haciendo los trabajos de la familia, por lo tanto su padre Caín, lo desterró, pero cuando el hermano mayor de este subió, quería acabar con quienes tuviera información de lo que su familia hacia- Suspiro cansado –Al final esa familia cuando hizo todo esto, ya habían caído en desgracia y poco después ese hombre murió-

El cuerpo del rubio se tensó demasiado por el hecho de estar relatando lo que recordaba y había sabido después de la pérdida de su hermano, pero no acaba eso con su sufrimiento.

El corderito, ahora comprendía de mayor forma al rubio, ambos tenían un fuerte dolor en su corazón, después de conocer una felicidad, que se les arrebato alguien.

Tomo sus manos, indicándole que lo apoyaba y que está con él ahora.

Ese tacto con aquellas suaves manos, que una se mantenía tibias por estar cubiertas, le trajeron calma, Mu estaba a su lado y no permitiría que nadie se lo arrebatara.

-¿Y sus padres?- Con algo de miedo pegunto, pero necesitaba también saberlo.

Bajo la cabeza, frunciendo el ceño de nuevo –Mi padre no se volvió líder, porque se enamoró de un omega en uno de sus viajes de investigación de los Shadow's, así que no hizo los votos, y pudo continuar en el gremio así como Milo lo ha hecho, mi papá vino con él, y al poco tiempo se unieron en una ceremonia perteneciente a la familia Devica- Sonrió levemente, recuerdo todos los momentos felices con su familia.

Sonrió, se sentía feliz de poder verlo con una sonrisa en su rostro, no le importaba nada en ese momento.

-Pero... Después de la muerte de mi hermano, ellos trataron de encontrar a quienes lo hizo, pero también protegerme, sin embargo una noche... Todo cambio, una noche el gremio fue atacado, todos trataron de proteger a los niños y omegas, pero en un descuido mi papá trato de ayudar a mi padre, no podían separarse y...- La mano que tenía libre, dio un fuerte golpe en el asiento, casi rompiendo aquella parte.

Ese arranque de odio, estremeció al pelilila, pero no podía temer, no cuando la persona que lo había salvado y robado su corazón, sufría, no sabía cómo, pero lo ayudaría a sentirse mejor, aunque fuera un poco.

Nunca lo había hecho antes, abrazar a un Alfa, iniciarlo como tal... Pero no podía dejar que el otro sufriera en silencio.

Así que, decidido con nervios y cerrando sus ojos, darle un abrazo, aun siendo pequeño por su condición de omega, lo rodeo como pudo, queriéndolo calmar, brindándole su amor.

-Perdóneme... No debí preguntarle, pero... Lo siento mucho- Le decía estas palabras, pero estaba en un punto de quiebre, ahora sabia más del rubio, también perdió a sus padres, pero en vez de temer, guardaba odio y tenía la idea de vengarlos tal vez o seguir su propio camino, no le quedó claro en ese momento.

Solo sabía que debía ahora brindarle un poco de confort.

Se sorprendió, al sentir ese cálido cuerpo dándole el abrazo más agradable de su vida, no lo pensó dos veces y le correspondió, sintiéndolo, oliendo su suave fragancia, una pequeña esencia que aun indicaba que es bastante joven, pero que con eso bastaba para sentir una atracción junto con el amor.

Pero en un momento, empezó a sentir las lágrimas del menor, cayendo sobre su ropa, sobre todo en sus hombros, Mu se aferraba a él con todas sus fuerzas.

No pudo soportar más, también se rompió en ese dolor, la noticia que recibió le consumió toda su felicidad, cuando al contrario quería ser muy feliz esa noche.

-Mu...- Lo llamo sumamente, acariciando sus cabellos.

-Señor Shaka... No hace falta... Que busque a mi padre... Ya sé, que no está con vida...- Sollozo, queriendo hablar lo más claro, su respiración entrecortada le revelaba el dolor.

-¿Cómo sabes eso?- Su preocupación aumento, se imaginó mil cosas en un instante.

-Hoy... Al ir con Shura y Milo... Yo, me encuentre con Camus, y... Me dijo eso...- Rompió en llanto, abrazándolo más, no supo en que unto, perdió la idea de tener que apoyar al rubio y ahora era él quien buscaba confort, en sus brazos.

-¿Dónde lo vistes?- Creyendo que hubiera sido una trampa, o que Saga... Lo tuviera en la vista ahora.

-En... Una florería... Donde Milo dejo un regalo... Allí trabaja, logro salir de las garras de Saga, pero... Me advirtió algo...- Sus lágrimas corrían por sus mejillas, no las retenía.

-¿Qué te advirtió?- Ya no aguanto más la incertidumbre, sujeto sus delgados hombros, mirándolo a la cara, buscando que le respondiera, verlo con las lágrimas corriendo por sus mejillas, le destrozaba.

-No fui a la ciudadela porque...- Bajo su mirada –Saga... Me sigue buscando... No se detendrá... Hasta tenerme... No quiero... Volver... Tengo miedo...- Tembló, recordando aquellos horribles días, y pensar que el tuviera que ocupar el lugar de papá, que ese sujeto lo tomara... Le causaba una gran rabia.

-No dejare que él se te acerque, ni que se atreva a tocarte- Lo tomo de las manos, con desesperación, la rabia incremento, pensar en que ese sujeto estuviera buscando a ese inocente corderito, que se atrevería a pensar de nuevo en llevarlo a su maldita mansión.

-No quiero... Que nadie salga herido... No puedo... No sé qué hacer...- Temblando de miedo, su cuerpo se estremecía, llorando con todo su dolor, cerrando sus ojos.

El rubio, al verlo así... Estaba entre querer matar a Saga, aun en contra de sus creencias, y proteger al pequeño Fauno a como diera lugar, lo abrazó, para calmarlo.

-Mu, escúchame... No tienes que preocuparte por nada, no permitiré que Saga se te acerqué y no temas por mi seguridad, yo puedo defenderte, y cuidarte de todo, jamás tendrás que volver a preocuparte por ese maldito- Tocaba su espalda, acariciándolo para que se calmara un poco.

-Pero... Si algo le hace, por mi culpa... Yo... No me lo perdonarían...- Las mejillas estando rojas, igual que sus ojos, porque el llanto no paraba.

-Y yo, no me perdonaría que algo malo te ocurriera, Mu... Yo quiero que estés bien... Deseo que seas feliz, es demasiado egoísta lo que te diere pero... Se feliz conmigo por favor...- No sabía si es el momento correcto de declararle sus sentimientos, pero no podía dejarlo pasar.

-Ya soy feliz a su lado...- Levanto su mirada, sonriendo con el llanto aun en sus ojos –Por eso... Tengo miedo de que me la arrebaten...-

-No tengas miedo, te juro... por mi vida, que nada te pasara... Estaremos juntos siempre- Ver con esa sonrisa, le devolvía el alma al cuerpo, acaricio su rostro arreglando su cabello que caí en el rostro.

Se miraron por un instante, conectaron sus miradas, ambos sufrieran, perdieron a los que más querían siendo jóvenes, aunque la diferencia es que uno pudo tener una vida más libre, con personas que lo querían y cuidaron, en cambio otro sufrió por que quien le dio la vida, se sacrificaba siempre para tenerlo a salvo.

Nunca olvidaran a aquellos que ya se fueron, pero debían seguir por los que estaban a su lado.

El amor en su corazón, estaba impreso en su rostro, habían compartido unos abrazos cálidos, se sintió así, sin importar el clima gélido de afuera.

El contacto visual, se estaba acortando, el rubio se acercaba al rostro del menor, este solo se quedó sonriéndole, no se imaginaba lo que pudiera pasar.

Pero justo allí, el sonido de los fuegos artificiales los interrumpió, provocando que ambos miraran hacia la ventana, contemplando aquellas flores coloridas, que iluminaban el cielo nocturno.

Mu, abrió sus ojos, asombrado por ese espectáculo, siendo la primera vez que lo contemplaba, se olvidó por completó del decoro y se subió por completó a ese sofá, arrodillándose y levantando su tronco, para poder ver mejor, la ventana les daba esa oportunidad.

Las lágrimas parecían solo ligeros brillos en sus ojos y mejillas, que la alegría e ilusión infantil que aun poseía dominaba.

Estando por un instante olvidando todo el miedo y ese dolor que aun luchaba.

No se enojaría, verlo de esa manera, es mejor que lo que planeaba.

Solo deseaba, preservar esa felicidad, de un sr puro, que casi le arrebataban la vida por completó, si hubiera llegado tarde, aquella vez... No, no pensaría en eso.

Sonrió, se giró igual que Mu, pero más tranquilo, ver al corderito de esa manera, es mejor que contemplar los fuegos artificiales.

Así que tomo la mano del Fauno, aunque este no lo sintió de alguna mala forma, al contrario sonrió, pero no podía dejar de contemplar aquellas luces.

Paso el tiempo, los fuegos artificiales se iban acabando, así que el rubio, le dio el pequeño presente que le guardaba, por esas fechas.

No sabía dar obsequios, pero creyó que le gustaría...

Incluso le daba bastante vergüenza hacerlo, pero se lo entrego con cuidado.

Un peluche de un cordero de un color verde, tenía el significado... Mu lo comprendía, su corazón latió más, sonrió, aun una pequeña lágrima salió, pero su felicidad fue mayor.

De igual forma le entregó a este su presenté, reconoció el símbolo que le daba.

-Yo... Mismo lo hice... Yuzuriha, me enseño hacerlo...- Bajo su mirada, con las mejillas ruborizadas –Quería... Que el primero que hiciera, fuera para usted...-

-Gracias... Lo voy atesorar toda la vida- Aquel objeto simbolizaba el signo de la familia del rubio, pensó que lo más seguro fuera que Aioros le diera esa idea, o le pidiera alguna ayuda.

Saber que ese corderito se esforzó por darle algo así, le dio una facilidad tan grande.

De a poco el tiempo paso, y siguieron estando juntos, hablando un poco, o mirando por la ventana.

Hasta que el sueño venció al más joven, que se quedó dormido en el hombro el rubio, abrazando aquel peluche con todas sus fuerzas.

Si había hecho algo muy bueno en su vida, lo sabía ahora... Tener a ese Omega así, a su lado, es todo lo que necesitaba.

No se movieron del lugar, al contrario se quedaría a su lado.

Pero bajo la ayuda nocturna, el valor de los sentimientos acumulados, el amor que sentía y profesaba, le dieron la oportunidad de hacer un movimiento que nunca se arrepentiría.

Levanto con cuidado el delicado mentón del menor, para acércalo al propio y robarle un beso, solo un toque de sus labios en los de ese pelilila, un sabor tan puro y adictivo que podría sobrevivir por el momento después de probarlos, pero... Debía estar tranquilo, no se atrevería a tocarlo más.

-Mu... Te amo... Nadie te tocara...- Gracias a que el sofá fuera grande, se recostó en él, poniendo al pequeño sobre su pecho, dormirían juntos, sin ningún deseo sexual, solo el amor puro e inocente por esta noche.

Las promesas que se hicieron, debían perdurar, y así sería... Ni siquiera alguien tan malo como Saga podía tener poder para separarlos, pero la maldad nunca duerme y si se descuida un segundo... Se puede perder.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Buenos días, tardes, noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo estoy super feliz, ando emocionada pues hoy cumpleaños mi novio y festejaremos con una muy pequeña comida, solo sus padres, los míos y yo, jajajajajja Ya saben debemos aun cuidarnos.

Este capitulo lo ame, lo tenia escrito ya hace casi dos semanas y media, pero necesitaba pulirlo un poco.

La verdad, conocimos mas sobre Shaka, este momento romántico de estos dos jóvenes es hermoso, Mu ya confía en su rubio, se comprenden mutuamente por el dolor.

El amor esta tan presente.

Son tan hermosos, me dan ganas de abrazarlos a ambos, es que nuestro corderito se volvió fuerte, ya quiere estar bien y olvidar lo que ha pasado, sta dispuesto a hacer lo que sea por estar con su rubio y este igual, eso si es valentía.

La pregunta del día de hoy sera:

Si pudieran tener de mascota a un animal salvaje, obviamente pregunta hipotética, los animales salvajes deben estar en libertad y sin cacería furtiva Pero bueno... ¿Que animal les gustaría tener?

Yo adoro los lobos, la verdad... Me encantan así que un lindo lobo seria hermoso, jajajajjaa.

Espero sus respuestas, comentarios, reclamos y su voto

Muchas gracias por sus hermosos comentarios mis terrones de azúcar, en verdad los agradezco tanto, ustedes me dan mucha energía y motivación para seguir, y seguir escribiendo fic's tan hermosos y bueno también otras cositas, les prometo seguir así, hasta donde la vida me lo permita.

los mega quiero mis terrones de azúcar.

Me tengo que despedir, por que debo de ir a cocinar mis terrones de azúcar, los quiero mucho.

Nos vemos mañana, por favor voten, ya mañana daré en el cap como quedo el ultimo conteo.

Los mega quiero mis terrones.

Nos vemos mañana.

Ammu se va. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top