Capitulo 12 (Hades)

En menos de una hora se pusieron ambos jóvenes líderes en dirección a aquel gremio nefasto.

Pero que necesitaban de su lado, solo para contener a los Shadow's. Sin las partes de pergaminos que ellos custodiaban no podrían seguir con aquella investigación.

Con el gremio de los mares había sido más fácil seguir una alianza a pesar de los siglos.

Por lo tanto los escritos habían ido a parar a los Atenienses, como muestra de confianza igual ellos daban algo a cambio, protección a las costas para que ninguna de esas criaturas pasaran.

-Solo lleva lo necesario Shaka, sería un largo viaje y recuerda que debes mantener tu arma favorita contigo. Dio una leve risita, gustaba de hacer bromas ligeras.

-Aioros, ¿No crees que es sospechoso todo esto?- Le preguntaba mientras alistaba su caballo.

-Claro que es muy sospechosos, por esa razón, quiero que si se pone violenta la situación, regreses de inmediato, iremos con pocos guardias, para que los demás se queden protegiendo el gremio- Subía al caballo de color rojizo y crin negra.

-Sabes que no te abandonaría de esa forma- Hablaba calmado, para salir de inmediato, suspiro un poco, lo único que le estaría pasando por su mente, sería que no pudo despedirse del pequeño Fauno.

-Lo sé, pero recuerda. Si me pasa algo tu eres el que debes ascender y cuidaras muy bien de todos- Su vista al frente, con una leve sonrisa.

Ambos jóvenes, se comenzaron a alejar montados en dichos animales que les pertenecían, para dirigirse a aquel gremio tan alejado, y tendrían que cuidarse muy bien, los Shadow's estarían al acecho todo el tiempo, principalmente en la noche cuando la cantidad aumenta.

Iban acompañados de varios soldados, para garantizar su seguridad, más se sabía que tenían la capacidad de protegerse solos, valía prevenir.

En su andar, que duraría más o menos cuatro días de camino para llegar, el rubio había revisado aquel documento oficial, en donde la cabecilla de todo era Radamanthys.

Jamás quiso tener una alianza con ninguno otro gremio, siempre igual de herméticos para hacer su voluntad en lo que quisieran y pretendiendo ser lo suficiente para acabar con los malditos que atormentaban a todos.

Pero si ahora pedía esa reunión, seguro significaba que sus tropas estaban cayendo como moscas.

Lo cual o están muy desesperados para hacer lo que se les pida, o desean carne de cañón para calmar a los Shadow's, lo que fuera no sería bueno, debían tomar las medidas necesarias.

Se tenía poca información de quienes pertenecían al gremio Hades, pero lo suficiente para saber que no dudarían en hacer lo que fuera por protegerse entre ellos.

Ir con cautela era la única forma de cuidarse.

Mas porque ahora tenía alguien a quien quería proteger a costa de lo que fuera, prometiéndole tanto, y dispuesto a cumplir.

Debía regresar, aunque tal vez al pelilila eso no le importara, eso es lo que creía el segundo líder.

---Gremio Ateniense---

-Por lo tanto, esa es la razón de que ambos líderes fueran hacia Hades- Un hombre de avanzada edad avanzada, rostro con las marcas del tiempo, cabellos cortos encanecidos y ojos color verde.

Se notaba que era alguien de mucho respeto, pues como se ha considerado por años o tal vez siglos, siempre existe un concejo de ancianos, para tomar ediciones en ausencia de los líderes o también mantener las reglas siendo respetadas, por si alguno de los antes mencionados cometían una falta grave.

Se mantenía en medio de los tres de edad adulto mayor, pero todos con un semblante frio, calculador, parecía que el tiempo los hubiera tratado mal.

Todos ellos, alguna vez fueron líderes, acatando todas las reglas y mantenido la honra y gloria del gremio, sabían los sacrificios que tuvieron que hacer, ahora les tocaba que los jóvenes las siguieran al pie de la letra.

-Milo, por lo tanto estarás protegiendo el gremio como principal prioridad- Un hombre de cabellos platinados, largos hasta los hombros y una cicatriz en un ojo que notaba la perdida de este, lo miraba al joven con seriedad.

-Harás lo mismo Manigoldo con la ayuda de tu discípulo, estarán al pendiente de cualquier extraño que llegara a aparecer- Quien hablo en esta ocasión fue una mujer, su voz sonaba tan neutral, sin ninguna emoción, sin anda que pudiera delatar un estado de ánimo. Igual que todos portaba su cabellera blanquecina, corta y sus ojos de color verde, sin el brillo de la felicidad.

-Entendido- El fauno Escorpión asintió.

-Como ordenen- Hablo el alfa, con una sonrisa en sus labios.

Después de acatar las órdenes, se retiraron del lugar.

Siempre era difícil estar en presencia de esos ancianos, se notaba que lo único que deseaban era hacer respetar las reglas y cuidar la buena reputación del gremio.

Para estos dos, un hombre y un fauno algo rebeldes, pero que tenían amor por la justicia les costaba estar cerca de ellos sin cuestionarles todo lo posible.

Aunque no hubiera hecho los votos necesarios y renunciar a los demás placeres de la vida, eran considerados como buenos elementos, por su forma de lucha, mas solo eran de refuerzo, los principales se tuvieron que dirigir a un lugar bastante incierto.

-Espero que estén bien- El fauno escorpión, caminaba algo desganado, pensando en su amigo que se acaba de ir.

-Estarán bien, son los "Lideres", así que no les pasara nada- Manigoldo le ánimo, con esa sonrisa de siempre.

-Ya sé, pero creo que ambos están bastante distraídos últimamente- Cruzo sus brazos, suspirando, dirigiendo su vista al cielo.

-Aioros, ya está acostumbrado dos años enamorado de su destinado y no poder hacerlo suyo, debe estar vuelto loco, pero no tanto- Dijo tan a la ligera esas palabras, que realmente no le interesaba ser escuchado.

La razón era muy fácil, cuando recién había llegado Shura al gremio, traído por el primer líder, no lo dejaba a sol ni a sombra, literalmente él fue quien lo cuido y protegido, enseñándole cada una de las reglas que existían ene se lugar.

Su vida parecía haber logrado tener un nuevo brillo, pero fueron los mismos ancianos que le recordaron los votos que prometió cumplir hasta el día de su muerte.

Y que por si lo había olvidado, las consecuencias que tendría, siendo las mismas que sufrieron sus padres. Porque sí.

Uno de los padres de Aioros había sido un líder de aquel gremio, el castigo que pago pudiera nos e nada si se tratara de un Alfa, pero lo peor fue al Omega.

Pensar que Shura pudiera correr el mismo destino, al ver a quien lo engendró sufrir de aquella manera a diario, no lo podía permitir.

Renuncio el estar junto a su destinado, aunque el cabrío comprendía, ambos sufrían en silencio esa decisión.

Los castigos de ambos, hacían sangrar el corazón del otro, soportarían el propio, pero no deseaban que el otro fuera lastimado.

-Más te vale que estés callado con lo que ocurre con Shaka- El mayor de ambos le amenazo, sabia lo boca floja que podía ser el Escorpión.

-No diré, nada lo juro- Levanto sus manos en señal de que cumpliría.

-Muy bien, es mejor que esos vejestorios, no sepan nada, si no le ira muy mal y no solo al rubio- Ese alfa de apariencia aterradora pero de un gran corazón, hablaba con tanta seriedad en sus palabras.

-Le harían alejarse del pequeño Mu, lo acabaría... No creo que logre soportar estar sin él- Frunció el ceño, pensando en alguna manera de ayudarlo.

-Es más joven que Aioros y nosotros, obviamente podría caer más rápido en sus instintos-

-Si se lo propusiera, podría huir con ese carnerito- El de cabellos cerúleos, parecía convencido de esa idea.

-Lo haría, de seguro que lo hará. Aunque no lo entiende por completó, pero quiere acabar con los Shadow's, por aquella venganza- Suspiros, rascándose la cabeza.

-Aioros, solo quiere mantener el gremio en buen estado, me sorprende que nunca pensara en vengar a sus padres y hermano- Ladeo la cabeza, deteniéndose antes de salir al jardín sur.

-Tiene un corazón demasiado bueno, que perdonaría a cuquería- Negó con la cabeza, digiriendo su vista hacia el más joven –Iré a dar una ronda, mientras tu informa a los demás-

-Entendido...- Pensó un instante –Oye, tú no me puedes dar órdenes. Si somos iguales- Lo miraba molesto.

-Tengo más tiempo aquí y se cómo funciona esto, así que no repliques niño- Le dio un golpecito en la cabeza, para mantener su punto, retirándose con paso lento y una risa de burla.

Dejando a un furico Escorpión, levantando su cola de esta especie y pensando en que le gustaría inyectarle algo de veneno, pero se calmó.

Estaba en posición de ataque, así que a mejor opción era no hacerlo enojar ahora.

Pasaron unos días, desde que los líderes se habían marchado, todo parecía estar tranquilo, no había nada fuera de lo usual.

Nadie se quejaba de la ausencia de estos o que esos dos estuvieron a cargo de manera sustituta, pues no se necesitaba de mucho, para mantener todo en orden, el gremio tenía sus reglas tan extensas, no prohibían las risas o un poco de diversión, pero no se aceptaban gritos.

La razón por la que muchas veces el rubio, pidió perdón en nombre de Mu, explicando su situación, si no hubiera sido por el anciano de cabellos largos que acepto y entendía la naturaleza que el pobre Fauno había experimentado, lo más probable es que los otros dos decidieran que se mantuviera aislado para que no alterar el orden.

Volviendo al pequeño Corderito, gano más confianza, no tanta para estar a solas con algún Alfa, que no fuera Shaka, pero si lograba estar afuera de su habitación sin que Shura estuviera al pendiente de él.

Aun temía bastante, pero no podía causar tantos problemas el cabrío, que suficiente ya tenía con su rostro triste que lo notaba desde que los líderes emprendieron la ida al Gremio de oscuridad.

---Invernadero del gremio Ateniense---

-Me alegra mucho que vinieras a ver las flores pequeño- El peli celeste un poco ondulado, se sentía tan feliz, pro aquella visita.

-Shura me dijo que podía venir- Sonrió nervioso.

-Veras que no te arrepentirás, te mostrare las diferentes especies que crecen aquí y de cuales debes cuidarte- Le tomo del hombro, dándole ánimos.

Asintió tímidamente, con sus ojos verdes mirando las delicadas flores delante de él, que se le hacían muy familiares, por el tono que parecían adquirir en la luz.

-Esas flores son Lilas... Son similares a las violetas, pero se utilizan para diferentes cosas- Estaba explicando su tema favorito y se enorgullecía de su conocimiento –Las violetas pueden ser peligrosas para el consumo humano, pero son perfectas para las heridas de los faunos. En cambio las lilas así como la lavanda son perfectas como relajantes a los Alfas hombres-

El pequeño, trataba de comprender a como pudiera ese conociendo, tocándose su cabello, pues esa plantas tenían un tono tan parecido que si pusiera uno de esos delicados pétalos se perderían entre sus finas hebras.

Afrodita lo condujo por todos lados del invernadero, para mostrarle diferentes flores, colores, sus significados y en que podría utilizarlos.

Conocimiento básico para él, pues quería enseñarle como lo hacía Shura, mientras más supiera, mejor para el corderito, así cuando deseara salir y se encontrará en una situación de sanarse con alguna planta o flor, sabría qué hacer.

Las últimas fueron unas flores de color amarillo como el oro.

Se impresiono por su color, le hacían recordar a Shaka, sonriendo ligeramente y suspirando. No comprendía por que le pasaba eso, y más cuando lo estaba haciendo de manera inocente.

Perdió el sentido de las palabras del otro, pues su mente voló un instante, sabía que se habían ido por algo importante, pero extrañaba verlo a lo lejos, sus ojos azules, y ese aroma que estaba acostumbrándose a sentir, que no era demasiado fuerte, pero tampoco suave para confundirse con otro.

Se sentía extraño, desde ese abrazó que lo sintió de manera consiente y su corazón se aceleró y su cara se calentó demasiado, estaba confundido.

Y no sabía a quién preguntarle. Ya que Shura desde ese mismo día, se volvió demasiado triste, sus ojos solo estaban en el suelo, suspirando, hasta sentía que algo le dolía.

-Esas son las Aguaturmas, son unas plantas comestibles, parecidas a los girasoles, pero no con toxinas tan altas como...- Se fijó en el pequeño, que ya entendía que no le prestaba atención alguna.

Si fuera otro se enojaría tanto, pero como Mu tenía una paciencia tan grande.

-¿Te gusta más el color Amarillo?- Una simple pregunta, que tenía un doble sentido.

Ese corderito, levanto su vista, para enfrentarse con los celestes del otro Fauno.

-Sí, son bastante bonitas...- Apretó sus labios, pensando en si podía hablarle sobre sus miedos –Afrodita... ¿Te podría preguntar algo?- Estaba siendo de nuevo tímido, pero su confianza pareciera que hubiera despertado.

-Claro que sí, háblame de lo que guste- Esa sonrisa tan hermosa que solo ese Omega tenia, dejaba en claro la calma que poesía en su interior.

-Es que... Desde que... El Señor Shaka... Se fue... He tenido... Pensamientos extraños- Negó con su cabeza rápido –No, desde que... Me abrazo... Yo... Quisiera poder volver a estar a su lado, y sentir su aroma...- Bajo su vista, no había razón en su mente, pero se sentía avergonzado por esas palabras.

Ladeo su cabeza, con una ligera sonrisa, Afrodita comprendía a que se refería, lo que significaba eso, lo entendía, pero... No creía que llegara tan rápido, lo que todos temían se había vuelto realidad.

Mu estaba sintiendo sentimientos profundos por el segundo líder.

Destinado, era el sentido de esto.

-No le veo lo extraño... Porque estás enamorado...- Pero el Peli celeste, le dijo la verdad sin muchos rodeos, era mejor hablar claro, si no se complicaría.

-¿Enamorado?- Esa palabra se la hacía extraña, pero algo familiar.

Anteriormente, alguien la había dicho en su presencia, pensó un instante... Cuando en su mente escuchó esa voz... La de su padre, que le dijo... Lo enamorado que aún estaba de su padre.

En aquel momento puede que no entendiera del todo, pero ahora tampoco lo hacía bien.

-¿Qué es estar enamorado?- Prosiguió a preguntar mejor, sus ojos verdes clavados en el rostro del fauno pez.

Sonrió nervioso, sabía que al final de esta información el cabrío lo iba a querer matar, pero sería inútil no revelarle esta información, era mejor instruirlo, antes de que cualquiera se pudiera aprovechar de esta información y advertirle lo que pasaba si era descuidado.

Así pues, le comenzó a contar sobre el significado del amor, de manera detallada, pero sin ondear en temas sexuales, ese sería el trabajo de Shura, después de todo... Se notaba que se convirtió en una madre sustituta del Omega carnero.

---Gremio Hades---

-Por fin hemos llegado- Suspiro cansado, cabalgando cuatro días sin casi detenerse, había hecho estragos en sus cuerpos, y el calor del ambiente igual.

Los únicos momentos que tuvieron que detener su caminata, era en las noches para dormir algo y defenderse de los Shadow's, que buscaban alimentarse de sus cuerpos.

Con las flechas de Aioros y los aros de Shaka, eso era pan comido, pero no podrían usar toda su fuerza vital.

-Todo se siente normal- Sus ojos azules se fijaban en todos lados, iba con tanta cautela que no los tomaron desprevenidos.

De igual forma quienes los acompañaban, mantenían la guardia alta, debían protegerlos a como fuera.

Las puertas de aquel gran fuerte se abrieron de repente, se les tomo de raro, pues no existían centinelas en las torres altas.

Una figura de cabellos cortos y de una tonalidad morado oscuro, se paró delante de ellos, al abrir. Sin duda las artes oscuras que ellos practicaban, les ayudaban en cualquier momento.

Su olor y su pose siendo la de un Alfa de gran estatus, no era diferente a los otros dos líderes, pero su esencia de orígenes oscuros se notaba a leguas.

-Bienvenidos Atenienses- Sonrió con cierta burla.

Ambos saludaron con la misma calidad de respeto, pero su semblante más serio.

Comenzó a caminar, para indiciarles el lugar –Vengan, mi hermano mayor los está esperando- Parecía canturrear aquella última frase.

Todo el lugar, demasiado sombrío, con un aroma ha muerto en el ambiente, tan peculiar y desagradable.

Los demás integrantes del gremio, los miraban como si quisieran asesinarlos.

Aunque no les prestaron atención alguna, preferían mantenerse tranquilos y fríos.

El camino fue algo largo, pero no tanto como para cansarse.

Se les indico que solo los dos podrían entrar a la salía principal de la arquitectura al estilo castillo barroco y gótico. Una combinación que solo ellos podrían considerar adecuada.

Aceptaron aquello, pidiendo a quienes los acompañaban, quedaran a fuera, pero tenían las instrucciones de cualquier ruido o cosa fuera de lo usual y podrían atacar si era necesario.

Unas escaleras más que subir, con un pasos firme, imponían también su autoridad.

Las puertas de nueva abiertas por las artes oscuras, el de cabellos morados hacia alarde de sus técnicas.

Para molestar a los ajenos al gremio.

Entraron en aquella sala, adornada con toques azules y negros. Bastante sencillo, pero podría verse elegante.

Sentando en una silla de terciopelo negreo, con una mesa delante en donde se podía ver una botella de cristal rectangular finamente tallado contenido un líquido dorado.

El olor a Whisky se podía sentir, tanto que embriagaría a cualquiera.

-Hermano Radamanthys, los líderes han llegado- El segundón, se acercó a otro, mostrando aires de superioridad por compartir la misma sangre que el rubio.

Se levantó, sin darle mucha importancia a nadie, camino con paso lento y firme, sus brazos detrás de su espalda, para quedar de cara a los invitados.

Sonrió divirtiéndose con un toque de maldad en esos ojos –Sean bienvenidos al mismo infierno en la tierra-

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Buenos días, tardes, noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están terrones de azúcar? Yo aquí ando, publicando, con un buen de flojera, hoy es uno de esos días, que no tienes ganas de hacer nada, jajajajajajaja.

Pero tranquilos que los fic's de esta semana ya están listos, con excepción del sábado, que me falta concluir y ando preparando los regalos para otros terrones de azúcar, así que si, sus cumpleaños es en este mes, avísenme con tiempo, por que luego pues no se.

No se si se celebre algo este día, pero faltan 120 para que se concluya el año, así que... Dato curioso jajajaja

Me encanto tanto lo que le pedirían a los bronceaditos jajajajajaja Fue tan divertido, jajajajajjaa y la verdad ¿Quien no les pediría comida? Digo... Entrenar, entrenar.

La pregunta de hoy sera ¿Quien haría buena pareja con Hades? Últimamente he he hecho esta pregunta... La neta... Hades esta de buen ver.

En una loca idea que tuvo con un terrón de azúcar, lo puse con Seiya, pero la trama de esa historia estaba bien locoshona jajajaja de índole para mayores de dieciochos años. jajajajajaja

Espero sus respuestas, comentarios y reclamos.

Ahora si pasemos a responder los hermosos reviews de mis terrones de azúcar:

Anonimus1000days: Lo se Shion estaría orgulloso de su bebe, imagino a nuestro papá cordero, sonriendo desde arriba, protegiendo a su bebe. Aun después de la muerte estará con el. Si, sus colmillitos son pequeños, como los de humanos, pero por su índole de corderito no debería tener. Deja tu, sus marcas de tigre están hermosas, las tiene en sus muslos y abdomen. La misión ya la vistes hoy, el siguiente miércoles, tendrán el celo de Shaka jkajajajajajja XD Primero los guapos maestros, jajajaja te imagino tomándote fotos con todos y Shaka de ¿Quien es ella? Si, Sorrento fue quien domo a la bestia que era Kanon, con su amor, el destinado se le llama. Siiii, dicen que la fe siempre muere al ultimo, así que tengamosla e invitemos unos buenos tamales a don Kurumada por la continuación de ND. Hasta hoy y hasta mañana terrón de azúcar.

Esos fueron todos los hermosos comentarios de mis terrones de azúcar me han dejado.

Gracias por seguir apoyándome, nunca me cansare de darles las gracias, por que son los mejores del mundo mundial, gracias por estar conmigo a estas alturas mis hermosos terroncitos, siempre seguiré dándoles fic's de buena calidad y mejorando, claro que si.

Así que disfruten, lean y comenten.

Nos vemos mañana.

Ammu se va. 

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