☼︎ Capítulo 14 ☼︎
El seguía con su mirada de cachorrito rogando que fuera a hablar con él al respecto.
- Vamos, pecosa. Solo quiero... hablar ¿ok? No voy a pelear, no contigo.
Me aleje mas mientras se acercaba a mi mirándome con suplica, no quería tener esta conversación aún, no quería ni podía.
- Miles de verdad, tengo que ir a clases. Hablamos después.
- Pecosa por favor, hablemos ahora -, me tomo de la mano con delicadeza, su tacto quemo y envió una corriente por todo mi cuerpo -. No llegaras tarde a la clase, lo juro.
No, no me mires así y no me digas eso, por favor.
Suspire, sabiendo que esto de alguna forma u otra saldría mal.
Lo había evitado una semana y después la noche anterior me fui como una loca sin decirle nada. Así que...
- Está bien - acepte, aun sin estar segura.
Me estaba dirigiendo por los pasillos de la escuela con Miles a mi lado en silencio pasando a los estudiantes para llegar a algún lugar.
Estaba siendo muy mala con Miles dejando que mis emociones llevaran el timón de mis decisiones y sin darme cuenta lo lastimaba y alejaba cuando en realidad quería lo contrario a eso.
Una loca, muy loca idea empezó a maquinarse en mi cabeza.
Estaba planeando decirle lo que sentía.
Lo sé, se que están pensando que es una mierda de idea y que varias reacciones no muy lindas reciba ante lo que vaya a soltar.
¿La peor reacción? Que se asuste, la amistad se incomode y nos alejemos.
¿La mejor? Ni puta idea, por mi mente solo pasan finales horribles.
Amo tanto tu positivismo.
Miles seguía concentrado en la búsqueda de lo que supongo seria un aula vacio, mis nervios aumentaban y mi pulso se aceleraba cada vez mas.
El que no tenga miedo a nacer, que no nazca.
Caminaba a paso decidido como si supiera exactamente a donde ir y mi pensamiento fue confirmado cuando paramos en un salón el cual cuando abrió no se encontraba ningún estudiante o profesor dentro.
Me invitó a pasar con la mirada, estaba nerviosa y empecé a repiquetear mis dedos contra mi pierna, entre a paso lento evaluando el entorno para así relajarme al menos.
El techo era blanco, y las paredes colores grises muy deprimentes, cinco filas de pupitres color marrón madera en todo el aula y al final una mesa larga una silla en la cual se sentaba el profesor.
Decidí sentarme en una de los primeros pupitres y Miles se sentó en la mesa en la cual se supone que debe ir el profesor, estábamos frente a frente a unos cortos metros de distancia.
Sentía que iba a ser regañada por algo que hice y más por cómo me miraba, sus ojos azules me escudriñaban con la mirada, con curiosidad como si tratara de saber que estaba pensado en ese mismo momento.
Y yo también quería saber que pasaba por su mente.
- Lo siento mucho.
Fui la primera en hablar, los nervios y la culpa me había ganado y decidí ser la primera en romper este silencio.
Su mirada seguía en mí, ahora un poco más apagada sin ese brillo que lo caracterizaba.
Estaba a punto de soltar lo que sentía, estaba a punto de decir "Me gustas y por eso te evite una maldita semana" Y automáticamente, todos los buenos momentos que pasamos y lo bien que me hacía sentir... Me hacía sentir tan querida, tan no fácil de desechar que simplemente las palabras no salían de mi.
Su mirada azulada seguía aún clavada en mi esperando a mis próximas palabras las cuales ni yo sabía que decir, fue una mini batalla interna entre si decirle o guardármelo y...
Decidí guardarme lo que sentía.
No me sentía bien al mentirle sin embargo, quería que nuestra amistad permaneciera.
- Siento mucho haberte ignorado esta semana. Estuve muy ocupada con las tareas ya que, vamos a pasar a último año - esto era en parte verdad, por esta razón habían colocado más tareas para el último corte de notas de este año - Y con la llegada de mi madre todo se mezcló y no quise molestarte.
Solté eso demasiado rápido y con la voz un poco ronca, me hacía muy mal en la garganta el sabor de mentirle tan descaradamente y más cuando me había propuesto a mi misma contarle mis sentimientos.
Con respecto a mi mamá se había vuelto un poco insoportable, que fuera Abi con nosotros a las "comidas familiares" lo hacía más fácil de llevar, yo solo esperaba el momento en el que todo ese teatro se acabara.
El solo se quedo observándome como su saboreara mis palabras mientras yo tomaba mi anillo del dedo anular y lo movía de posición, el capto ese movimiento y suspiro fuertemente en su mirada pude notar algo pero, no supe que era por lo tanto no lo tome tanta importancia.
En mi ahora se encontraban dos voces, una decía que le dijera todo que no sería tan difícil y que todo saldría bien. Que ¿Qué podría salir mal?
Pero, algo en mi decía que no lo hiciera, que algo saldría mal como lo había pensado, y la verdad no quería averiguar los malos escenarios.
Este se levanto del escritorio y yo también lo hice, empezó a caminar hacia mí y terminamos quedando frente a frente directamente cara a cara, su mano toco la mía y la levanto haciendo círculos en mi palma con su pulgar haciendo que el metal frio de su anillo me diera un cosquilleo.
- Yo lo siento mucho en realidad, te incomode demasiado y debí darte tu espacio, no debía ponerme molesto por eso, pecosa.
Ahí estaba otra vez.
Esos pequeños pero significativos acciones de el hacían cuestionarme demasiadas cosas sobre él. Entendía que éramos amigos, uno puede tratar de cariño amistosa pero, no se sentía así. Las cosas que me decían no se sentían así.
Este tipo de cosas me hacían preguntarme internamente si le gustaba o no, si el sentimiento era reciproco pero las palabras de Miles de ese día seguían presentes en mi mente a lo que me aparte y retire mi mano de la suya e inmediatamente sentí la falta de calidez en esta.
- ¿Por qué eres así? - hable rápidamente sintiendo ese cosquilleo subir por todo mi cuerpo - Por- porque me dices cosas tan lindas y me tratas de esa manera...
- ¿De qué manera?
Dios, la pregunta hasta me irritaba ¿¡Como que de qué manera!? ¿En serio lo pregunta?
Pensé que lo preguntaba en sarcasmo o algo así pero, sus ojos estaban completamente confundidos. Como si no tuviera una maldita idea de lo que hablaba.
Es que no tiene ni puta idea, retardada.
- ¡¿Enserio lo preguntas?!
- Es que... - se paso la mano por su nuca, nervioso. Mirándome como si estuviera loca o algo así - No se dé que me hablas.
Sabía que debía que parar, era consciente de que él no sabía nada lo que era muy obvio sin embargo la pregunta rondaba por mi mente y necesitaba una respuesta.
- Los abrazos asfixiantes, los besos en mis muñecas las... ¡Las palabras bonitas! ¡Eso! ¡Eso haces! - Hablo mientras muevo las manos frenéticamente - Todo lo que dices, no lo entiendo ¿Por qué me tratas así? ¿Así eres con todos? ¿O solo conmigo? Porque no entiendo y-
- No lo entiendo ¿Qué tratas de dec...? - su tono de voz fue bajando mientras soltaba esto último como si hubiera cables en su cabeza -. Oh, mierda. Oh, rayos.
Dijo todo eso tan rápido que me costó procesarlo, digerirlo e darme que cuenta que él se había dado cuenta de algo, y no sabía que era.
Y tampoco parecía ser bueno.
Sus cejas levantadas, sus ojos abiertos y sus pupilas algo dilatadas. Su nariz se arrugo un poco, haciendo que me sienta estúpida por pensar que se ve lindo en estos momentos.
Y con lo que vimos bajo su camisa... Uff.
- Eh... ¿Qué pasa?
¡Obviamente era por eso! Sin embargo no estaba en mis planes decirle ya que no era su culpa. No sabía que responder porque se podría tomar mal eso y darse cuenta de mis sentimientos.
Mierda, mierda y recontramierda.
- Ya sé porque me evitaste - soltó una risa nerviosa - ¿Piensas que me...?
El sonido de un portazo reino todo el salón haciendo que Miles dejara a medias lo que estaba a punto de decir que lamentablemente, sabía que iba a ser doloroso y le agradezco a la persona que acaba de entrar que interrumpiera este horrible momento.
Un chico de mi salón había entrado como Pedro por su casa al salón, inmediatamente su mirada se dirigió a nosotros a lo cerca que estábamos, voltee a ver a Miles y el igual a mi haciendo que nuestras miradas cruzaran y que nos diéramos cuenta de que estábamos muy cerca.
- Uuuh... lo siento por interrumpir - hablo con una sonrisa extraña que me desagrado - Pueden seguir comiéndose.
- Mario, no seas imbécil. Por dios.
Hablo Miles acercándose a donde se encontraba el mientras empezaban a hablar de no sé qué.
Y ahí deje de escuchar porque no había descubierto que me gustaba lo cual en cierta forma era algo bueno pero, el insinuó que yo pensaba que él estaba enamorado de mi.
Y se rio, lo iba a decir con tanta tranquilidad que hace que se me revuelva el estomago.
Maldita sea, esto no podría salir peor.
Lo había visto mover sus manos explicando el porqué de su actitud frenéticamente como si el simple pensamiento de que el gustara de mi fuera muy... horrible.
Y eso me llego.
Había terminado de hablar con el ahora llamado Mario de mi salón, estaba sentada en mismo pupitre de cuando entre. Miles acomodo al lado de este y tomo mis manos con delicadeza. Como si temiera que saliera corriendo, lo pateara o algo así.
Eso no me gusto nada.
- Ya no te tratare mas así, ¿ok? - eso ultimo me trajo de vuelta de mis pensamientos ¿Qué dijo? - No lo sé, discúlpame por no pensar en eso. No sabía que pensarías eso y...
El mismo se calló, quería decir algo más pero se veía como si luchara por no decirlo y mejor quedarse callado.
La cague.
La recontramegacagaste querrás decir.
- ¿Eh? - volví a repetir yo estúpidamente.
Lo vi rojo de vergüenza como si hubiera hecho algo muy estúpido.
- De verdad, discúlpame por incomodarte, pecosa.
Me abrazo con cuidado como si en algún momento lo fuera a empujar para alejarlo de mi, al principio no extendí los brazos para devolverle el abrazo pero a los pocos minutos me hallaba envolviéndolo en los míos.
Lo había extrañado mucho de verdad, como su calidez recorría mi piel haciendo que una corriente navegara por todo mi cuerpo y los dragones en mi estomago se alborotaran.
Deshizo el abrazo e inmediatamente sentí la falta de su calidez en mi cuerpo. Nos levantamos y yo estaba dispuesta a irme hacia mi casillero y pegarme unas quinientas veces contra él.
- Vamos, te invitare algo de la cafetería.
Me tomo del brazo y abrió la puerta dejando entrar todo el ruido y bullicio de afuera.
¿Esto contaba como un mal escenario? ¿O como uno malo? No lo sabía con certeza, lo voltee a ver y sus mejillas seguían sonrojadas por la ¿conversación? No sé ni que putas fue eso de verdad.
¿Ahora qué pasaría? ¿No me diría las cosas que siempre me dice? ¿Esas lindas palabras? ¿Esos abrazos? Maldita sea, ha de pensar que soy una rara
Rápidamente tomándome de la mano, no fue mi muñeca la que sujeto si no mi brazo incómodamente y eso me hizo caer en cuenta que lo había arruinado.
- ¿No te incomoda que te tome así, cierto?
La pregunta era tierna sin embargo por las circunstancias no me gustaba, ¿ahora preguntaría esas cosas con tal de no "incomodarme"? Eso era una gran confirmación de que lo había arruinado completamente, vagamente asentí a lo que este empezó a arrastrarme fuera del salón en dirección a la cafetería.
¿Se acuerdan lo de imaginarme más escenarios malos que buenos? Bueno, este salió del pepino.
¿¡Como se me pudo ocurrir soltar todo eso!? ¡Ahora él se sentiría incomodo conmigo! Mierda, mierda y más mierda.
Junto a eso, había una espinilla en mi interior que no dejaba de incomodarme desde que dijo que él era de "agarrar confianza rápido" ¿Por qué habrá dicho eso? ¿Cómo si tratara de cambiar algún pensamiento mío? ¿Él pensaría ahora que tiene que tratarme diferente?
No quería esto así, tendría que decirle algo al respecto.
¡Dile que te gusta!
¡Obviamente no hare eso! ¿Acaso no recuerdas las malditas películas en las que la chica se declara y el chico la humilla horriblemente?
Esto no es una película, ¡es un libro, idiota!
¿Eh?
Dios, como quisiera decirte un insulto en francés ahora mismo.
El seguía arrastrándome con mucha rapidez, su agarre en mi brazo empezaba a doler un poco. Mire su rostro y su toda su barbilla se encontraba marcada y respiraba un poco rápido ¿Qué le ocurría? Tenía que decirle algo
- Miles pa-
Un sonido de micrófono muy fuerte recorrió todos los pasillos de la escuela, haciendo que todos se taparan los oídos incluidos Miles y yo. Luego de eso, el sonido de alguien aclarándose la garganta para hablar se esparce por todas las bocinas regadas por el techo de la escuela.
Todos los estudiantes miran esta misma como si pudiéramos ver al Director apunto de hablar.
- Queridísimo alumnado - habla la suave y alegre voz del director - Espero estén teniendo un hermoso comienzo de semana de mas aprendizajes y enseñanzas que almacenar para ser grandes personas en un futuro - habla con un tono tan alegre que no pareciera que lo dice a mal - Todos las secciones de cuarto año les tenemos un gran anuncio que darles así que, les pido que se dirijan ordenadamente hacia el auditorio antes de empezar su jornada de clases. Los demás, pueden seguir con su habitual horario.
Después de eso un sonido igual ensordecedor se esparció por todos lados por cinco segundos para que después diera paso a un montón de murmullos y maldiciones de parte de los estudiantes, todos dirigiéndose al auditorio ignorando completamente la parte de "ordenadamente" haciendo todo lo contrario e ir como locos empujándose y gritándose entre si.
Era una pelea entre los de cuarto año y los demás secciones que faltaban, era horrible. Eran dos secciones la "A" y la "B" en la que cada salón consistía alrededor de treinta a cuarenta estudiantes por sección.
Voltee a mi lado para ver a Miles pero mi acompañante ya se encontraba en todo el tumulto de gente hacia adelante, sin que yo quisiera -literalmente- estaba siendo llevada por otra parte de estudiantes tras de mi hacia el lugar que había indicado el director.
- ¡Arantza!
Un grito entre la gente se oyó diciendo mi nombre, aún siendo empujada por un montón de estudiantes empecé mirar a todas partes buscando a la persona que me llamo.
- ¡ARANTZAA!
Unos brazos fuertes me apretaron desde atrás en mi cintura, automáticamente voltee y era la hermana de Miles, Rihannon.
- ¡Dios! Qué bueno que te encuentro - hablo con la voz cansada - Apenas el director termino de hablar, todos salieron corriendo como unos dementes.
- Lo sé, hasta me están llevando hacia allá en contra de mi voluntad.
Se rio mientras se pegaba mas a mí, supongo que para no perderse entre toda la gente.
- No sabes todos los codazos y pisadas que recibí - hizo una mueca de dolor al recordarlo - Fue horrible.
Llevaba una cola de caballo y algunas hebras de cabello en su rostro que tenía un poco de sudor lo que le hacía lucir una cara brillante y como un iluminador natural, se veía bonita.
Sin embargo, algo en su rostro no me cuadro mucho. En su mejilla izquierda debajo del maquillaje se podía notar una mancha morada verdosa, estaba a punto de preguntarle acerca de ello pero ya estábamos entrando al auditorio.
Varias filas de sillas ordenadas por todo el lugar el lugar eran un color marrón viejo y un amarillo apagado. Sillas color negros las cuales ya estaban siendo ocupadas por todos.
- Et Merde, ¡ce sont des animaux!
Escuche eso mas al frente e inmediatamente me aparte del lado de Rihannon y empecé a recorrer el lugar con la mirada buscando el lugar proveniente, seguramente era Gus.
- ¿Qué carajos fue eso? ¿Mandarín?
- ¡Augustus, deja de maldecir en francés que me estresas!
Y eso me lo confirmo.
Estaban buscando algún puesto para escuchar lo que diría el director, tome a Rihannon de la mano mientras corría, pasaba a todas las personas que aún no tomaban asiento. Estos me vieron llegar y Adison movió a dos chicos de unas sillas de forma muy amablemente - prácticamente los empujo - para mí y Rihannon.
- ¡Oigan, por aquí!
Adison grito por todo el lugar haciendo que algunos voltearan a de forma extraña sin embargo, no le importo un pepino.
Pase a un pequeño grupo de personas hasta que llegue hacia mis mejores amigos, Adison estaba roja y removía su planchado y corto cabello mientras el francesito estaba de brazos cruzados con el ceño fruncido.
- ¡Arantza, perra! No sabes lo horrible que fue venir aquí. Pero, tenía que escuchar el anuncio del viaje yo misma.
Rihannon frunció el ceño.
- ¿Qué viaje?
Adison empezó a explicar de forma muy rápida, desordenada y sonrojada lo que me había dicho esa misma mañana en camino hacia la escuela. ¿Eso era estar enamorada de alguien? Qué horror.
- ¿Y este porque tiene cara de culo?
Tenía que interrumpirla, perdón. Hable mientras me sentaba a su lado así teniendo a Adison a mi lado y ella a Rihannon.
- Mientras veníamos hacia aquí, alguien piso uno de los zapatos de Gus blancos y se enfado.
- ¡Acababan de salir de lavar! - Refuto este mientras cambiaba su posición de enfado - Putains d'etudiants stupides. ¡Mira como dejaron mi zapato!
Se lo quito y quedo a la vista una mancha de marca de zapato muy notorio entre toda la blancura de zapato.
- Uf, eso se ve difícil de quitar.
Gus me miro alarmado.
- ¿De verdad? -, seguía con su cara de horror cuando Rihannon asomo su cabeza. - No es para tanto, una buena lavada hará que desaparezca, bonito.
Le guiño un ojo y volvió a su asiento súper normal. ¿Qué fue eso?
- Este condenado micrófono no funciona - la voz del director se oyó por todo el lugar haciendo que inmediatamente todos nos volteáramos a ver mientras el golpeaba el micrófono con cara enfadada - Esta tecnología... ¡¿ME ESCUCHAN?!
Un sonido ensordecedor reino en todo el lugar haciendo que todos se taparon los oídos incluyendo al director que se asusto del sonido y se cayó. Unas profesoras fueron a ayudarlo mientras que los estudiantes no sabían si reír o llorar.
- ¿De qué viaje estaban hablando? - hablo Rihannon.
La mire.
- Un supuesto viaje que harán para los próximos que pasaran a último año de preparatoria. Pero esos son rumores e inventos de los demás. Quizás no es nada.
- Distinguidos alumnos y alumnas - volvió a hablar el director como si nada hubiera pasado y no se hubiera caído hace unos momentos - Primero que todo quiero recordarles que deben entregar todas las notas restantes que tengan pendientes ya que se acerca el próximo corte de notas - Pauso, mirando a todos con una cara sonriente - En base a eso, la escuela ha recaudado dinero suficiente en la venta de dulces, artesanías y demás y hemos podido costear un viaje educativo a las afueras de Londres.
Un montón de gritos empezó a surgir por todo el maldito lugar, gritos, aplausos, silbidos, gente chocando manos y demás. Entre esos pude notar a Miles sentado mirando hacia al frente, recordé que llevaba puesto su suéter y una corriente me recorrió.
Sentí una mirada y era él, estaba a unos cuantos metros de distancia mientras nos mirábamos. Sus ojos azules siendo siempre ese mar interminable de azul marino.
- Ok, ok calma todos - de nuevo hablo el director aun con su sonrisa - Esto será un viaje educativo, para llenar mas de conocimiento sus mentes que las hermosas historias.
Los estudiantes harán todo menos eso, lo sé.
- ¿A dónde iremos? - grito alguien a lo lejos.
- Eso será una sorpresa hasta que llegue el momento - abrió una carpeta que tenía en su manos - Los profesores les estarán pasando papeles de permiso que sus padres deben estar firmando para la próxima semana. Contaran con comida, estadía y todo pago a excepción de cosas que ustedes quieran adquirir aparte.
Inmediatamente los profesores empezaron a repartir papeles, haciendo que los demás estudiantes los pasaran a los demás.
- Oye, ¿Qué paso con Miles?
Fruncí el ceño.
- ¿De qué hablas?
Rodo los ojos mientras pasaba los papeles a las personas de adelante.
- No te hagas, tienes su suéter puesto y hace rato lo miraste con cara de lastima.
Dios, ¿tan obvia soy?
- Puedes contarme lo que sea ¿sabes? - me miro mientras sonreía y me pasaba los papeles de autorización - Aunque no sepa de amor heterosexual, puedes decirme.
Ríe ante su chiste.
- Te adoro, Ads.
- Y yo a ti, perra.
Suspire.
- No sé lo que pasa entre ustedes - pauso mientras se sentaba de vuelta mirando hacia delante escuchando lo que decía el profesor - Podrán resolverlo en el viaje, estarán juntos unos días y no podrás escaparte - dijo en risas como un chiste pero yo no lo tome así.
Oh mierda. Cuando lo decía así...
Estaría casi una semana de viaje con Miles e inevitablemente tendría que hablar con él. Y no quería que terminara lo que dejo a medias en el salón.
¿Piensas que me gustas...?
No quería escuchar eso completo la próxima vez que hablemos.
- ¡Podremos estar juntos! Hasta podemos hablar con el director para que nos asigne cuarto juntos.
Universo, te pedí que me hicieras la vida fácil no imposible.
🛐✨🛐✨🛐✨🛐✨🛐✨
LLEGUE
Buenas, buenaas. ¿Cómo estamos? Hace años que no estoy aquí jeje.
Disculpen la tardanza de verdad, entre en un horrible y espantoso bloqueo tanto lector y escritor pero, fui saliendo poco a poco de el así que... ¡Aquí me tienen! 🛐💫
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YA ES VIERNES EEEE 🤙🕺
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