Jimin era una persona que le gustaba la buena vida y la libertad, por eso, cuando llegó a tener el permiso de estancia en Suiza no pasó poco y se divorció de la mujer con la que se había casado. Después de todo eso comenzó a disfrutar la vida loca, tenía varias mujeres, en ocasiones salía con dos y hasta tres chicas a misma vez, claro, todo duraba hasta que una de ellas se enteraba. Ninguna relación que tenía duraba tanto hasta que conoció a una hermosa italiana con la que duró mucho más que con las otras. Cinzia, así se llamaba, era una atractiva rubia, pero como todo tiene su final (más si estamos hablando de Jimin) después de un año de relación todo se acabó.

Fué en esa época que comenzó a fijarse en mí.

Mi cuerpo ya no era el de una niña, sinó el de una completa mujer. Yo estaba hecha toda una hermosa chica, fué ese cambio en mi el que provocó que mi tío me mirase con otros ojos, ya nó como sobrina, sinó como toda una mujer. Noté su actitud cuando comenzó a mostrarse diferente conmigo y a demostrame sus intenciones.

Yo tuve una relación con un hermoso suizo tres meses después de haber cumplido los dieciséis años. Nick, era un suizo muy guapo, tenía unos hermosos ojos azules, un pelaso rubio de telenovela y un rostro envidiable, físicamente era un hombre como deseamos todas las mujeres... Peeero, a pesar de su bello físico no se comparaba con lo cariñoso que era Matías.

Por supuesto, mi tío Jimin no veía con buenos ojos a Nick, sentía envidia porque estaba conmigo, en ocasiones, cuando Jimin visitaba mi casa y me veía besandome con Nick en el balcón no podía disimular su cólera y nos mandaba indirectas, a veces el hablaba con mi madre mal de nuestra relación, pero, para su mala suerte, mi madre quería mucho a Nick.

En fin, como nada es perfecto, cuatro meses después Nick me engañó con otra, y lo supe nada más y nada menos que por Jimin, el cual, para mi suerte, lo vió con esa besándose por el lago de Zúrich, el muy genio les tomó varias fotos.

Cuando Jimin me entregó las fotos me sentí desilusionada y dolida por la traición de Nick, jamás me esperé algo así de él. Cuando lo encontré el muy descarado y caradura actuaba como todo un romántico, me acariciaba mientras me decía dulces palabras, pero cuando intentó besarme yo lo detuve y le entregué las fotos.

Nick se quedó frío por la impresión, le dije que una amiga las había tomado, obvio que no iba a delatar a Jimin. Cuando me miró le dí una cachetada con todas mis fuerzas, el me pidió perdón pero de nada servía, ya el daño estaba hecho, así que le dí otra cachetada y lo dejé para siempre.

Con eso Jimin se ganó más mi cariño y confíanza.

Unos días después yo estaba en un parque sentada en uno de los bancos descansando de mis ejercicios, había estado corriendo por más de media hora, en eso me entra una llamada de mi tío:

—¿Dónde estas? —Me pregunta él.

—En el parque que está cerca de casa.

—Ok, no te muevas de ahí, llego en unos minutos.

Dies minutos fué lo que demoró en llegar. Cuando me vió con la ropa deportiva detuvo sus pasos por unos instantes impresionado de como la tela de licra se pagaba y ajustaba a la perfección sobre mi delicioso cuerpo... Después de unos segundos trató de disimular  pero sus ojos totalmente fijos en mi lo traicionaron.

Cuando por fin llegó a donde yo estaba nos dimos los tres besitos de bienvenida y este prosiguió a sentarse a mi lado.

—¿Cómo estas después de lo sucedido con Nick? —Me pregunta.

—Estoy bien. —Le sonreí. —A pesar de haber tenido una relación de cuatro meses con él ya no me importa lo que pase con ese idiota. —Afirmé con seguridad. —No vale la pena que derrame ni una sola lágrima por él. —Mi tono sonó frío. —Además, de seguro ya debe de estar con esa...

—No permitiré que nadie se burle de ti, Érica. —Afirmó con tono dulce.

—Gracias, Jimin. —Lo abracé.

Y fue en ése justo momento que el rompió el abrazo, me tomó del brazo e intentó besarme...