Llevé mucho equipaje incluidos todos los encargos de mamá, entre mis cosas estaban mis mejores atuendos, quería impresionar, así soy yó, coqueta y vanidosa, me encanta estar siempre bien vestida y hermosa.

Mi padrastro Suizo, Albert, me llevó al aeropuerto porque mi mamá no podía; ya en el avión me puse a pensar en todo lo que me había pasado y en todo lo que había vivido en estos siete años que estuve viviendo en Suiza, ahora regresaría a mi tierra natal, después de dos horas llegué a Madrid y después tuve que esperar como tres horas más para tomar el vuelo directo a Lima; como había tanto que esperar me fuí a un bar a comer algo para después buscar un teléfono público para poder hablar con mis amigas, tenía que hacer algo o sinó me aburría, y esa palabra no existe en mi vocabulario.

Llegó la hora, subí al avión y por suerte me tocó con un niño como compañero de asiento y pude estar al lado de la ventanilla, así podría observar el cielo, en cambio, en el vuelo hacia Madrid me tocó con un gordo horrendo que no paraba de tragar el cuál estaba hubicado al lado de la ventanilla.

Durante el vuelo me puse a leer unas revistas de moda, después observaba a los demás pasajeros, entre ellos había un chico muy guapo el cuál fué mi entretenimiento visual durante algunos minutos.

Muchas horas después me dió sueño y me quedé dormida con la cabeza recostada a la ventanilla, cuando desperté ya estábamos sobrevolando Brasil, por suerte ya estaba en Sudamérica, unas horas después llegué por fín a Perú.

Cuando bajé del avión sentí una sensación muy agradable, me sentía como en casa, después de recoger todo mi equipaje pude ver a mi tío Eduardo y mi tía Roxana que me estaban esperando, apresuré mi paso y cuando llegué junto a ellos los abracé con fuerza y muchísimo cariño, después de tantos años sin verlos es normal que los extrañe. Mi tío colocó mis pesadas maletas en el auto y nos marchamos del aeropuerto.

Cuando llegamos a la casa de mis tíos mis primos me recibieron gentilmente. —Suspiré. —Han crecido tanto. —Me dije a mí misma. —Mi tía ya había preparado mi habitación con anterioridad, todo estaba muy ordenadito y agradable, esa sería mi residencia por un mes.

A los días siguientes fuí a visitar a mis demás tíos, tías, primos, primas, en fín, a el resto de mi família; llegué a agarrar mucha confianza con dos de mis primos con los cuales me fuí a conocer muchos lugares de Lima, eran como mis guardaespaldas, en una ocasión tuve que ir de compras a un mercado mayoritario llamado "La parada" a el cuál nunca más regresaré así me paguen un millón de dólares...

Aquel fatídico día solo mi tía y uno de mis primos pudo acompañarme, en aquel mercado fuí la sensación gracias a que había ido vestida muy bién, y como soy hermosa los horrendos trabajadores de ahí querían tocarme, hasta un anciano de noventa años a punto de morir me agarró de la mano para llevarme a "Diossabedonde"... No todo en ese día fué espantoso, por lo menos pudimos obtener todos los productos que buscábamos.

Después de dos semanas conocí a un amigo de mis primos que me pareció agradable, pero claro, no era como los pretendientes de mi escuela que eran hermosos, se llamaba Matías...

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En el próximo capítulo aparece Jimin UwU...