Cap #13 (Fin)
Tomó mi pierna derecha y la apoyó en su hombro para luego penetrarme sin cuidado alguno... No paraba de destrozarme la concha. Era mete y saca, mete y saca. Sus embestidas eran grandiosas y violentas.
—Ohhhhhhh... Ahhhhhh, Erica, Ahhhggg. Me vuelves loco!
Ambos follabamos como animales. No nos importaba si éramos tío-sobrina, solo nos importaba follar y follar, gozar y gozar. Yo era completamente suya y él completamente mío.
Luego paró y negro ordenó que me colocará en posición de perrito. Obedecí. Se colocó detrás mío y me la metió con fuerza. Me embistió sin compasión haciendome gritar de dolor y placer.
—Aaauuuuhhh... Ayyyyyyy... Ahhhhhhhhggg.
Los minutos pasaban y pasaban. Follabamos y follabamos como locos hasta que por fin ambos nos corrimos simultáneamente por primera vez.
¡La mejor corrida de todas!
Yo quedé tendida casi sin fuerzas. Unos segundos después ambas corridas salieron de dentro mío deslizándose por mi maltratada vagina.
Después de cinco orgasmos por fin estaba satisfecha. Es más, había quedado agotada y Jimin igual. Me acerqué a su boca con dificultad y lo besé.
—Que rico gocé esta noche, querido tío.
—Yo digo lo mismo, querida sobrina... Y aún faltan placeres por disfrutar.
—Y tu me los enseñaras, no?
—Por supuesto que sí. Aun falta algo que quiero probar —Lo miré con curiosidad y el continuó— Lo que más deseo de tí y lo que más me llamó la atención desde tu desarrollo.
—¿Qué cosa?
—Tu apetitoso, delicioso, exquisito y rico culo que tienes, princesa —Reí en voz alta— No veo el momento de hacerte un rico anal... De entrar en ese manjar que tienes.
—Sabía que mi pobre culito no se escaparía de tus perversiones.
—Como puedo dejarlo pasar si es lo que más deseo de tí. Todo el tiempo que te deseé pensaba en lo rico que sería penetrar ese virginal culito tuyo... Ver tu carita de dolor mientras recorro cada centímetro de esa delicia...
Después de decir eso yo le metí un dedo en la boca y el me lo chupó.
—Si que estás enfermo, Jimin —Dije con algo de burla. El se encogió de hombros.
—Bien que te gustan mis perversidades.
—Buen punto —Ambos reímos—Mis amigas me han dicho que es muy doloroso. —Dive refiriéndome al sexo anal.
—No te preocupes, mi amor, yo se como iniciarte analmente. Alomejor terminas descubriendo que te gusta más por atrás que por alante.
—Tu me lo harás delicamente, no, Jimin?
—Claro princesa. Dejamelo todo a mi que yo te haré gozar...
Al final nos quedamos dormidos, muy abrazaditos, los dos. Había sido una noche de intensos placeres y aún faltaba que mi tío me iniciara analmente.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top