[3 meses atrás]

No quería admitirlo, pero sabía que las cosas andaban mal. Se sentía ridículo espiando a la nobiecita del idiota de Garu una vez más, no quería que lo tomarán como un pervertido o algo por el estilo, ¡podría haber sido un ladrón pero jamás un acosador! Sin embargo, tenía que averiguar si de vez en cuando también los seguían como a él o si notaba algo fuera de lo común.
Se regañó a sí mismo, era ridículo pensar en pedirle ayuda a ese cuarteto, pero tampoco era justo que ellos no tomarán la responsabilidad de lo que estaba a punto de venir, al fin y al cabo ellos tuvieron algo que ver.

Sigilosamente la vio repartir los fideos de casa a casa y regresar al restaurante para volver a salir. Parecía que Pucca estaba ajena a todo el problema, por el momento. Quizó irse, todo esto lo estaba aburriendo, ¿a caso no tenía nada más interesante que hacer? de las sombras vio a Garu, se veía tan concentrado en observando a su acosadora que no lo notó y eso lo indignó muchísimo, ¿que no se supone que ni una mosca pasa inadvertida por el ninja de coletas?
Siguió de lejos a ese par, por una parte él quería estallar a carcajadas de vel al  idiota de Garu de esa manera, ya que el famoso salvador de Sooga, el honorable ninja, que es tan bueno y justo se encontrara espiando a la chica que tantas veces huyó,m y eso, según para Tobe no era de todo honorable.

Desde un inicio quiso seguir a Garu, pues era más probable que lo advirtieran a él después, además de que era más probable que a él ya lo estuvieran vigilando como a él, pero se le veía tan relajado en su día a día que omitió la idea de que tuviera una idea.

¿Por qué tobe? Es decir, sí, él robo aquella reliquia mágica, pero él no había sido quién la destruyó. Él sólo quería liberar a unos cuantos espíritus para doblegar a Garu, sin embargo nada salió bien, como de como de costumbre.

Veía con curiosidad a Garu, ¿a qué se debía su comportamiento? ¿A caso la estaba cuidando? Y si era así, ¿de qué? ¿serán aquellos hombres que también lo siguen a él? Podría ser, eso tendría lógica. Sin embargo, esos tipos eran peligrosos y no se andaban con juegos, recordaba la noche que llegaron a su guarida, con armas y máscaras. Llegaron de sorpresa atacando a sus hombres y amigos, hiriéndolos casi de muerte, él recibió una gran paliza, a pesar de sus esfuerzo por luchar, le fue casi inútil y así como llegaron se fueron sino antes dejar una nota en medio de la masacre.

<El señor nunca perdona alguna pérdida. Esto es sólo una advertencia. Devuelvan lo robado y nadie más los molestará.>

A la mañana siguente, cuándo todos estaban conscientes y machacados, se preguntaron que era eso que mencionaba aquel mensaje escueto. Desde hace mucho, él y sus hombres habían dejado el "mal camino", vendían y fabricaban armas de alta cálidad, había dejado sus caprichos ridículos ante Garu y su pandilla de locos, viviendo su destino en Sooga. Obviamente no pudo dejar de sentir esa molestia ante el ninja, sin embargo, no era algo que fuera trancedental en su vida, fácilmente podría hacerse de la vista gorda e ignorar su existencia.

— ¡PERO QUÉ DEMO...!

Varios ruidos lo sacaron de sus recuerdos. Garu corría mientras era seguido por Pucca, obviamente ella se había percatado de su presencia pero, ¿cómo? Él burro de Garu era lo suficientemente listo — tenía que admitirlo a regañadientes — para que la chica se diera cuenta.

Vio como se alejaban, pensó en seguirlos pero le daba mucha flojera. Su mente aún vagaba entre esa situación que acababa de presenciar. ¿A caso él se mostró ante ella a proposito? Tobe no pudo evitar poner esa cara de sorpresa, esto era posible.

¿Podría ser que odioso niño que corría como alma que lleva el diablo buscaba a su acosadora? ¡Ja! Eso era imposible. Absolutamente. Aunque pensándolo bien, tenía algo de lógica, es decir, él había cambiado, al igual que todos en la aldea. Él madurado, quizá Garu también lo hizo.

Dejó su escondite para recorrer las calles de soga. Tenía que hacer algo y pronto, esos malditos volverían y dudaba mucho que una paliza como la de aquella vez fuera suficiente, tenía miedo que llegaran una vez más y él sin  poder hacer algo para salir del problema.

Realmente fue un martirio descubrir a lo que referían esas personas. Hasta que rebuscando en sus memoria encontró cierto recuerdo de algo parecido a esa reliquia que mencionaban. Una caja perteneciente a una antigua dinastía japonesa muy antigua, sí, debía ser esa cosa; era una lástima que ya no existiera. Esa cosas era muy peligrosa y lo experimento en carne propia, Garu junto con Abyo los destruyeron ¿cómo? No sabía. Él estaba luchando en ese momento contra espíritus por su vida, recuerda que sintió pánico. Nunca imaginó que todo acabara así aquella vez, vaya que era un tonto.
Suspiró frustrado. Tenía miedo, desde que esos hombres llegaron, no ha echo más que intentar investigar más sobre el asunto y no había eso no había echo más que ponerle los pelos de punto.

— Aunque odio admitirlo, Garu, Abyo y yo necesitamos arreglar esto. La hora de pagar la cuenta ha llegado.

Pensó que si dieron con él, pudieron dar con alguien más pero se equivocó. Él era el único que sabía del peligro que los vigilaba y así sería por un tiempo más. Al manos, hasta que dueran inicios de volver.

*******

Llegando al bosque volvió a ver a esa pareja de tórtolos. Se paró en seco al verlos tan juntos, "¿qué se traen entre manos estos dos? A caso... hay algo que me perdí"  pensó Tobe.

Garu estaba en cunclillas, mientras que puca estaba sentada, ambos mirándose de frente, cercas, muy muy cercas. De pronto, Pucca lo besó. Eso no le sorprendió mucho a Tobe, no era la primera vez que la chica besaba al ninja de pacotilla, pero no pudo evitar sorprenderse cuando éste no salió huyendo, se quedó ahí y pudo jurar que los labios de Garu se estaban moviendo junto los de Pucca.

Estaba el shock. "No lo puedo creer, el idiota de Garu está besando a Pucca, ¡a Pucca! Eso significa que Garu está enamorado de ella, ¿pero...?"  no pudo pensar en algo más. Ver a lo que un día  fue se archienemigo en esa faceta le dio asco. Nunca pudo imaginarse a Garu en modo romántico.

Quería hacerle una maldad, como las que ocasionalmente se permitía hacer de vez en cuando. Molestarlos pero de una manera súltil y ácida, gritar justo en ese momento: "¡Eh, ¿quieren irse a otro lugar, cochinos?!" quería ver la reacción del ninja ese, tan honorable, tan pulcro, tan... atado.

Si sus cuentas no le hacían una mala jugada, él aún no tenía su honor 100 % restaurado. ¿A caso la calentura lo cegaba a tal grado de dejar de ver su apreciado honor? Sonrío burlesco, Garu si que había cambiado más que todos, al parecer.

Iba a irse para evitar gritar aquello que Garu rogaba que le gritara, sobre todo la palabra cochinos, sabía que sería un golpe bajo para él pero debía detenerse, Pucca daba miedo, y no tendría piedad de él si le rompía su momento mágico.

Estaba a punto de retomar su camino cuando vio a Garu separarse repentinamente de ella y correr como alma que lleva el diablo, dejando ahí a su amada.

Tobe no pudo más y corrió, alejándose de ese lugar, ya alejado se permitió burlarse con una sonora carcajada de ese estúpido. ¡NO PODÍA CREERLO! Quizá había presenciado el primer beso del ninja, todo un joven valiente que sale corriendo. Entonces... quizá él no haya cambiado tanto al parecer.

¡Holaaaaaaaaa! He vuelto ^^
Gracias a todas esas personas que me mandaron mensaje, en serio, no creí que me contestaran en momento de colapso de escritor. ¡ME SIENTO MUY FELIZ POR SU RESPUESTA! La verdad, gracias a aquellas personas que apoyan la novela.

SoyRozz Cipher_By orangejuicecola
@danielacruzita @chasexsky

¡MUCHÍSIMAS GRACIAS! ^^
Como lo prometí. Apreció su ideas que compartieron conmigo, gracias una vez más. ^^

Nos leemos pronto.
Mont.