♠ Sábado ♠

Ouma no fue el único en considerar que fue el Equipo A quien ganó aquel partido. Porque Maki Harukawa también lo había considerado así.

Entonces cuando Kaede le pidió que la acompañara al centro comercial, Maki dijo que sí.

—Si pinto mi habitación de color vainilla, las cortinas deberían ser blancas ¿no?—Pregunta Kaede mientras observa las cortinas de exhibición—¿Qué opinas Maki?

—No soy buena combinando colores—Responde la pelinegra mientras carga un enorme peluche de un pájaro que Kaede decidió comprar para su habitación—Si te soy sincera, creí que toda tu habitación sería rosa.

—Una vez lo intenté—Responde Kaede avergonzada—Pero me cansaba la vista en segundos, no es recomendable.

—Toda mi habitación es color gris, creo que no la he pintado en una década.

—Pensé que toda tu habitación sería negra.

—Algún día, cuando tenga ganas.

Kaede se ríe ante el comentario, extrañando a Maki, quien no está acostumbrada a que se rían de sus bromas.

—Creo que me llevaré estas—Kaede toca suavemente unas cortinas decoradas con flores—Quiero darle un aire primaveral.

—¿Por eso escogiste el pájaro?—Maki se refiere al peluche puesto en sus brazos.

—Eso, y porque está lindo.

—Ya veo...—Maki desvía la mirada por lo que está a punto de decir—Nunca he tenido un peluche, quizás deba comprar uno...

—¡Buena idea!—Los ojos de Kaede se iluminan—-Los peluches son confortables, muy lindos y literal se ven bien en donde lo pongas.

—Bien...—El rostro de Maki se colorea levemente—¿Me ayudas a elegir?

—Será todo un honor—La sonrisa de los sábados de Kaede nunca había sido tan cálida.

[...]

Mientras Kaede y Maki están de compras, Kiibo estaba cocinando para Ouma.

—¿Trajiste tu poema?—Pregunta Ouma mientras observa como Kiibo sirve los spaghetti—Ayer se nos olvidó mostrarlos.

—Si, lo traje—Kiibo se sienta frente a Ouma en la mesa—Por un segundo creí que el profesor nos obligaría a entregárselo a alguien.

—Por suerte solo los calificó—Kokichi toma de su vaso a rebosar de fanta de uva—Verte cocinar para mi es satisfactorio.

—En serio te gusta llevar el control de todo ¿verdad?

—Siempre tergiversas todo lo que digo, eres muy malo Kiibaby.

—¿K-Kiibaby?—El rostro del robot no podía estar más enrojecido.

—Jaja, ¿te gusta? Te queda a la perfección—Kokichi recuesta su rostro en su mano, observando a Kiibo con malicia—Hay muchas cosas que te quedan a la perfección, ¿sabías?

—¿Cómo cuáles?—Pese a que Kiibo está sonrojado, decide seguirle el juego; quiere saber qué tanto ha mejorado Ouma con su coqueteo.

Para Kiibo, aceptar que alguien le está cortejando en frente suya es algo para lo que todavía no estaba preparado; pero le emociona.

—El cómo caminas por esta casa como si vivieras aquí—Comenta Ouma—O la buena química que tenemos.

—Ha sido una semana un tanto movediza—Kiibo desvía la mirada por los nervios—Hacemos una buena amistad...

—Aunque ya sabes que no quiero solo tu amistad.

—Lo sé pero...—Kiibo no es bueno para encontrar las salidas bajo presión—¿Porque...sientes eso?

—¿En serio me estas preguntando porque las personas se sienten atraídas por otras personas?—Ouma se encoge de hombros—Porque el cerebro le gusta joder, y te hace sentir atraida por la persona que menos esperas.

—Creí que yo siendo un robot podría elegir, pero veo que no.

—¿Acabas de decir que te sientes atraído hacia mi?—Kokichi suelta una risa—Eso es adorable Kiibaby.

Kiibo ni siquiera podía aclarar sus propios pensamientos. Quería ir por el camino fácil, si alguien gusta de él, debería darle una oportunidad; pero entonces descubrió que también tenía que tener en cuenta lo que él mismo sentía; no sabe descifrar si solo está ilusionado por saber que le gusta a alguien.

Cualquier persona le diría "sal con Ouma", pero Kiibo quiere tener la responsabilidad auto-emocional suficiente para descubrir si en verdad le gusta Ouma antes de darle una respuesta.

—Todavía no estás seguro—Expresa Ouma como si hubiera leído sus pensamientos—Lo entiendo, y no voy a presionarte, tampoco soy tan mala persona.

—Kokichi—La expresión de Kiibo se torna seria—Siendo franco...en verdad estoy sintiendo algo por ti, no lo negaré, pero me da miedo, nunca he tenido pareja, soy inexperto en todo lo que tenga que ver con dar afectividad, me da miedo...decepcionarte, todavía no estoy listo.

—No es como si yo fuera un experto ¿sabes?

—Lo sé, pero no puedo evitar pensar en que nos llevamos bien como amigos, creo que es mejor dejarlo así pero no quiero ignorar lo que sientes, o lo que yo estoy sintiendo.

—Kiibaby—Ahora es Ouma quien parece serio—Vas a enfadarte pero le estas dando mucha importancia.

—¿Eh, que?

—Somos inexpertos, el primer noviazgo siempre es así, somos jóvenes y estúpidos y nuestro amor también será igual de joven y estúpido, quieres hacer las cosas bien, lo entiendo y es genial, pero ahora no haremos más que equivocarnos y aprender, y si tenemos que mejorar, lo haremos juntos, ¿qué te parece?

Por supuesto que sería Kokichi Ouma quien llevaría las riendas de esta relación. Y a juzgar por esa sonrisa amable y abrasadora fue más que suficiente para convencer a Kiibo.

Kiibo entendió que tenía que arrojarse a este abismo sin pensarlo; que está bien tener miedo, pero no saltará solo.

—Ambos seremos pacientes con esto, ¿verdad?—Pregunta Kiibo con una sonrisa—Ni siquiera he dado un beso...

—Eso se puede solucionar—Ouma se incorpora y se acerca a Kiibo, arrastrando un poco su silla—Descuida, no muerdo.

—Sería un beso raro, creo que mis labios son muy rígidos y fríos.

—No me esperaba otra cosa siendo sincero—Kokichi inclina su rostro—Cierra los ojos.

—B-Bien...—Kiibo obedece mientras sus labios entumecidos tiemblan un poco al igual que el resto de su cuerpo—Lo siento.

—¿Porqué ya te estás disculpando?

—No sé, porque esto será horrible, ¡lo sé!

—¿Qué acaso te da miedo todas las primeras veces? Normal que seas tan nervioso—Ouma suelta una risa—Cierra los ojos anda, te prometo que te va a gustar.

Kiibo los vuelve a cerrar, siente como Kokichi posa una mano sobre su mejilla. El dictador también cierra los ojos y se inclina hasta rozar los labios del robot.

Pero el bendito beso no llega, impacientando a Kiibo. Kokichi está jugando, claro que quiere besarlo, pero quiere disfrutar del momento un poco más.

—Descuida—Susurra Kokichi—Jamás te haría esperar, Kiibaby.

Entonces el beso llega. Al principio es delicado y torpe, porque Kiibo tiene razón, sus labios son rígidos y no transmiten tanto calor pero no dejan de ser los labios de Kiibo. Los labios de la persona de la que Kokichi Ouma lleva encantado desde hace tiempo.

Los labios de su compañero favorito; de la persona más interesante que ha conocido.

Kiibo nunca imaginó que su primer beso sería con Kokichi Ouma. Este mundo tiene miles de millones de personas, y su primer beso fue con la persona que menos esperaba besar.

Y ninguno de los dos lo negara, fue un buen beso.

Al separarse abren sus ojos y se miran con cautivo.

—¿Ves?—Expresa Ouma—No estuvo tan mal.

—No, estuvo mejor...de lo que esperaba.

—¿Quieres repetirlo?

—Si, pero esta vez quiero iniciarlo yo—Ahora es Kiibo quien posa una mano en el rostro del dictador—¿Puedo?

—Eres demasiado cursi, tanto que no puedo decirte que no.

Ouma cierra los ojos al igual que Kiibo, entonces siente como sus labios tocan los del robot; formando un beso un poco más duradero, ahora que ambos no están tan nerviosos pueden acomodarse de mejor manera. Ninguno de los dos es experto, pero como alguien debe mantener el control en esto, Kokichi toma el mando.

Abraza suavemente a Kiibo por el cuello, inclinando su rostro para que el beso sea todavía mejor. Los nervios de Kiibo están a flor de piel—si tuviera piel—, y tímidamente permite que Kokichi saboree todo lo que quiera.

—Eres tan lindo...—Dice Kokichi en voz baja, observando con lujo de detalle el rostro abochornado de Kiibo—Puedo besarte todo lo que yo quiera ¿verdad?

—Solo si estoy de buen humor—Bromea Kiibo con una sonrisa.

—No sabía que los robots podrían aprender el sarcasmo.

—Eso es discriminatorio de tu parte—Kiibo desvía la mirada—¿Quieres...que te de mi carta?

—¡Si!—Kokichi se pone de pie—Ven, te llevaré a mi cuarto.

—Eh...—El rostro de Kiibo se colorea de repente—¿Estás seguro? Eres muy territorial en ese aspecto.

—Hey, solo es habitación del Dictador Definitivo—La sonrisa de Ouma es burlesca como de costumbre—¿Acaso tienes miedo? Es normal, los héroes no van a la guarida de los villanos.

—¿Sabes? Aunque digas que eres un villano, y pareces uno, creo que solo buscas impresionar.

—¿Eso es un crimen?

—No, pero no tienes que hacerlo...—Kiibo baja la mirada con ciertos nervios en sus palabras—Ya eres...impresionante para mi.

—Aww, me subes el autoestima—Ouma toma la mano de Kiibo—Ven, te prometo que no parece una guarida secreta.

Kiibo también había traído su carta de antemano, la tiene guardada en su mochila puesta sobre el sillón de la sala en casa de Ouma. Así que antes de subir va a por ella.

Y efectivamente, era una habitación dentro de lo normal—dentro de los estándares de Kokichi Ouma—, un cuarto enorme con muchos espejos, fotos y posters gigantes de películas de cine antiguo. Una cama de tamaño matrimonial con mantas color púrpura y negro; una colección de lámparas de lava colocadas en una repisa, y como toque final, un par de cuchillos, arpones y arcos puestos sobre las paredes.

—Eres la representación de lo que es una persona excéntrica—Comenta Kiibo.

—¿Cómo que no todos los adolescentes tienen armas en sus paredes?—Bromea Ouma.

Kiibo observa las repisas, al parecer Kokichi es un lector compulsivo, pues tiene muchísimos libros con varios separadores, desde antologías de terror, hasta cómics. Todo ordenado por título y editorial, un detalle que Kiibo no hubiera imaginado, creía que Ouma sería más del estilo de arrojarlo todo al azar.

Kokichi se sienta en la cama, permitiendo que Kiibo explore la habitación a su gusto. Ouma se sumerge en sus pensamientos ¿en serio está manteniendo una relación con Kiibo? Lo considera una broma que llegó demasiado lejos, sus sentimientos por Kiibo comenzaron en el aspecto de que le gustaba hacerlo enojar. Después escalaron a esto; y ha dado sus frutos.

—¿Pasa algo Kokichi?—Pregunta Kiibo—No has dejado de mirarme.

—Nadie puede dejar de mirarte Kiibo—Kokichi suelta una risita.

Kiibo se acerca a su novio, sentándose a su lado. Sus manos se rozan, están en silencio con demasiadas cosas que decir, y a la vez no queriendo decir nada. Kiibo observa su carta en su mano, aun le avergüenza admitir que pensó en Kokichi cuando la escribió.

—(¿Y qué tiene de malo?)—Piensa Kiibo—(Por primera vez me gusta alguien, y no voy a avergonzarme de eso).

—Ahora eres tú el que me mira fijamente—Comenta Ouma—¿Acaso te gusto tanto?

—Si...—Aunque ambos lo sabían, Kiibo quiere decirlo en voz alta—Me gustas Kokichi, me divierto mucho contigo y me haces sentir raro, no es que sea malo, es que es diferente, y...pienso que eres bastante guapo, lo he pensado desde la primera vez que te vi.

—En serio que eres un cursi, mira nada más lo rojo que estoy—Responde Ouma con la cara enrojecida a más no poder— Tienes buenos gustos Kiibo.

Se entregan un pequeño beso, Kiibo aún tiene mil dudas sobre cómo debe llevar su primera relación, pero es hora de los poemas.

—Este es el mío—Expresa Kiibo levantando el sobre color azul marino—No te vayas a reír tan fuerte.

—No prometo nada—Ouma se levanta para rebuscar en la mesita de noche, sacando un sobre blanco con una pegatina de payaso—Prepárate porque estás a punto de leer una joya literaria.

Kokichi vuelve a sentarse en la cama junto al robot. Intercambian los poemas, abren los ojos y comienzan a leer en silencio.

Lo primero que nota Kokichi en el poema de Kiibo es que su letra es milimétrica, todos del mismo tamaño como si hubiera un renglón invisible para seguir. Otro detalle es que todas las mayúsculas estaban escritas con tinta azul mientras que las demás eran de tinta negra. Parece una carta impresa en computadora.

"Me levanté y abrí las cortinas, el cielo estaba muerto y yo me sentí igual

Quería volar igual que los pájaros, y sumergirme en mi propia aurora boreal

Pero no tengo suficiente cromatina, y no tengo suficiente material

Así que lancé mi vagancia en disparos, y desee mi vida social

¿Luzco como un lázaro? ¿Tengo suficiente libertad?

No quiero volver a la cama, solo quiero la pareja de este impar

Quiero que observes el mundo en tu gama, quiero que siempre puedas ganar

Y por eso, puedes decirme cualquier deseo, porque siempre lo volveré realidad"

Por lo visto Kiibo también había terminado de leer, porque observa a Ouma.

—Que lindo—Dice Ouma aun con el poema en las manos—Exprimiste cada centímetro de tu cerebro, siendo sincero...me gusto mucho.

—El tuyo también me gusto es muy...tú.

—¿Y eso es bueno?

—Es lo mejor.

—Te estás portando de forma muy adorable, mereces una recompensa—Ouma se abalanza a abrazarlo, haciendo que ambos caigan en la cama—Ahora yo cocinaré para ti.

—No puedo comer—El rostro de Kiibo se colorea al tener a Ouma recostado sobre su pecho—Te gusta mucho el contacto físico...

—No se puede confiar en las palabras pero si en el tacto—Ouma sonríe con malicia—¿Porque? ¿A ti también te gusta?

—Mi piel es un poco extraña, no estoy acostumbrado a lo físico.

—Pues que mal, porque me gusta tu piel rara—Kokichi se acomoda en el pecho de Kiibo y cierra los ojos—Buenas noches.

—No puedes dormirte, es plena tarde—Kiibo mueve con suavidad a Ouma, pero no da resultado—Kokichi, ¿en serio quieres dormir encima mío?

—Si...—Dice Ouma en voz baja aun sin abrir los ojos—Hoy, mañana...todos los días...es un buen plan ¿no te parece?

—Kokichi...—Kiibo mira el techo con los labios apretados y las mejillas al rojo vivo—No creí que eras ese tipo de persona, tan...

—¿Alucinante? ¿Irresistible?

—Protector.

—¿Qué?—Kokichi abre los ojos y observa al robot.

—Quizás si te gusta jugar con la mente de las personas, eres inteligente y siempre sabes conseguir lo que quieres, pero también las cuidas, a tu extraña y única manera

Kokichi se mantiene en silencio. Nunca le ha interesado la opinión de los demás, pero saber que la persona debajo suya lo considera una buena persona es...debilitante. Que alguien vea algo que ni él mismo había visto.

—Eres un robot con el instinto de la cursilería bien puesto—Kokichi se pone de pie—¿Quieres jugar videojuegos? No quiero roncar encima de ti todavía.

—¿Te molestaste?—Pregunta Kiibo después de incorporarse.

—No me molestaría de un cumplido, más bien estoy sorprendido—Kokichi estira los brazos—¿Qué tan bueno eres en el Call of Duty?

—Malísimo.

—Bien, entonces será divertido.

Ambos bajan al primer piso. Puede que Kokichi no lo diga, pero internamente, en un pequeño rincón de su subconsciente, no se cree las palabras de Kiibo. Ouma se conoce tanto a sí mismo, que con gusto puede rechazar algo que no acepta.

[...]

Llegué a casa cansadísima con varias bolsas de la compra. Peluches, cortinas, un par de zapatos nuevos y un marco de fotos vacío. Fue divertido ir de compras con Maki, charlamos un montón de muchas cosas. De música, películas, series, sabores de helado y perros.

Descubrí que le gusta pasear junto a los lagos en las mañanas pese a que no lo hace muy a menudo. También que no es fan del invierno y le gusta mucho la comida caliente y preparada en casa; y cuando estudia pone música a piano para relajarse y concentrarse más.

Maki, si quieres, toco el piano para ti cuando quieras.

Dejo las bolsas en mi habitación, y me arrojo a la cama. Estoy feliz, pasé el día con una nueva amiga—con mi linda crush mas bien—, y no solo la conozco un poquito más, sino que además me dio su numero.

Doy un vistazo a mi móvil, descubriendo que tengo un mensaje de Maki.

🖤Maki : segura que no quieres quedarte con esto?

Adjunta una foto del peluche del pájaro que compre. De alguna manera la convencí para que se lo quedara. Maki aceptó, prometiéndome que me lo pagaría.

"No se moverá por las noche  😸, quédatelo, se ve bien"

🖤Maki: por cierto, mañana hay un festival, kaito y yo iremos, deberían ir tu y shuichi

"buena idea!! entonces nos vemos mañana"

Sé que todos los años siempre hay un festival cerca de la feria de la ciudad. Entonces recibo un mensaje de Kokichi:

Uva Hitler: Mañana es San Valentín y no tengo nada preparado 🙃

"Hay un festival mañana <3"

Uva Hitler: ......................es buena idea, ok, te veo allá con tu novia

"Cual novia?????"

Uva Hitler: no soy idiota, te salían corazones de los ojos ayer durante el partido

"jwjifhiefijciieh"

Por lo visto todos tenemos que prepararnos para mañana.

Mañana es el capitulo final 😘 posiblemente lo suba mas tarde de lo normal, igualmente espero que les guste <3 nos leemos mañana.

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