Epílogo
–Señor Burstyn – oí decir una voz femenina cuando salía de la sala de reuniones – necesito que me firme esto para la junta de acreedores del lunes– me informo y le firme los papeles que me entrego luego de revisarlos detenidamente.
– ¿No necesita nada más?– le pregunte para ya irme, estaba demasiado cansado.
–No, hasta el lunes – dijo y la chica pelirroja que era mi secretaria y se retiró.
Sin esperar más salí de la empresa de mi padre para ir a mi apartamento.
Luego de haber pasado un mes con ellos en casa decidí irme otra vez, necesitaba hacer mi vida, e intentar superar lo que había perdido.
¿Pero cómo?
Llegue a mi apartamento sin ánimos para nada, bueno, en realidad nunca tenia ánimos, me había limitado al trabajo que me brindo mi padre, estaba haciendo lo posible e imposible por formar mi propio capital para ya no tener que depender de él ni de nadie.
Era viernes por la noche, pero a decir verdad no me apetecía salir, recibí una llamada de Ed invitándome a pasar por su casa pero lo rechace. No obstante pasó una hora y me lo encontré al otro lado de mi puerta.
–Ed ya te dije que no voy a ningún lado – le dije para que no se le ocurra insistir.
–Yo no te pregunte– respondió – además no vamos a robar un banco solo vamos por algo de beber y te dejo en paz.... Por ahora –
– ¿Qué tan lejos me vas a llevar? – le pregunte.
–Aquí a la playa – me respondió – anda no seas aguafiestas, si no vas conmigo me quedo a dormir contigo –
–Solo deja que me cambie – le dije enseguida y me metí en mi habitación para sacarme el traje que me costaba llevar puesto. Lo formal me incomodaba.
–Oye no soy mala compañía para pasar la noche – menciono dolido.
–Eso suena extraño así que cállate – le pedí.
–Oye tranquilízate que tengo novia–
–Yo sigo creyendo que chantajeaste a María para que aceptara–
–Ella no se resistió a mis encantos que es muy diferente–aclaró mi amigo.
–Si como no – mencione saliendo con ropas más ligeras y cómodas– te recuerdo que eras tú el que la veía embobado cada vez que salía en la TV–
–Ni tanto... – se quiso defender pero no encontró como –sabes que, mejor vámonos –
–Claro, evade el tema – dije riéndome por su intento de disimular que María lo traía loco.
– ¡JA!.. Mira lo que conseguí – dijo saliendo del apartamento conmigo.
– ¿Qué? – le pregunte cerrando la puerta.
–Te hice reír – dijo el caminando hacia el ascensor– hace tiempo que no muestras esos bloques de hielo que traes en la boca–
–No es cierto – me defendí.
–Miéntete pero a mí no me vas a engañar– comentó recordándome a alguien que pasa en mi cabeza a toda hora.
Salimos del edificio directo a mi auto para tomar camino a la playa más cercana, Ed me quito en un descuido las llaves por ello se encontraba manejando y cambiando la emisora cada cierto tiempo provocando que me desesperara.
Por suerte empecé a divisar la playa pero en ella resaltaban varias luces y una rueda enorme. Paramos en un lugar que nos costó encontrar debido a la cantidad de gente que había venido por la feria. El ocaso con sus colores particulares se encontraba al borde del mar mientras que colores nocturnos ya dominaban los altos cielos de la playa.
–Listo – dijo Ed cuando estaciono el auto – abajo – ordeno.
–Voy, voy, voy – repetí resignado a estar caminando como alma en pena. No quería estar ahí, pero decirlo en voz alta no era la mejor idea.
Atravesamos la feria pasando por las carpas que había al inicio de la playa ofertando todo tipo de dulce, también vimos un montón de juegos con personas haciendo filas interminables con la esperanza de subir en el juego que deseaban. Dejando ese alboroto nos metimos por unas carpas que vendían ropa, joyas, adornos... en fin. Muchas cosas. Nada que me interesara.
– ¡Ed! – Oí la voz de la rubia loca que tenía por amiga– vaya... lo lograste sacar – comento al verme.
–No fue fácil – dijo Ed apoyando a su reciente novia.
–Bueno aprovechemos que estamos todos – dijo María y nos llevó a la orilla de la playa donde estaba Thom, Perla, Laurent y Thalía alrededor de una hoguera bordeada de grandes rocas.
Las estrellas tomaron posesión completa del cielo mientras todos conversaban animadamente, yo intentaba seguirles la corriente pero se me hacía fácilmente perderme. Miraba de un lado al otro en busca de algo que sabía que no iba a aparecer, pero como hacerle entender eso al corazón. Pasaron horas, y sentí la necesidad de caminar, me estaba desesperando estar ahí quieto sin nada más que hacer que escuchar.
Les dije a todos que enseguida volvía, no espere una respuesta y me fui, nadie dijo nada y supongo que es porque Ed se quedó con mi llaves, y él sabía que no tenía otro medio con el cual regresar a mi apartamento, caminar no era una opción mucho menos a estas horas.
Me fui metiendo por donde la gente menos transitaba, no quería a nadie cerca por el momento, solo quería ser yo y mi cabeza que no me deja tranquilo ni por las noches.
Vague por el muelle donde habían una que otra tienda, la mayoría de estas vendían cosas antiguas o elaboradas a madera, pase caminando sin prestar mucha atención. No obstante escuche una voz demasiado familiar.
Me gire rápidamente en busca de esa voz pero... nada
Nada por aquí, nada por allá.... Nada.
Estoy cerca de volverme loco. –pensé
Volví a mi caminata para llegar al límite del muelle donde no hay prácticamente nada ni nadie. Estando ahí me apoye en uno de los troncos que se alzaban del muelle. Me quede viendo la unión del cielo y el mar por largos minutos, en un momento indeterminado mira hacia un lado y a lo lejos vi una silueta sentada en la orilla del mar.
Me quede mirando a aquella persona más de la cuenta, tanto así que se dio cuenta y se incorporó para luego mirar en mi dirección, las luces que había distorsionaban su rostro, no lograba ver bien, y la distancia tampoco me favorecía.
No me importaba queme creyeran un psicópata por vigilar así a una persona, pero no podía apartar la mirada de ella, de lo poco que veía traía el cabello largo y ondeado, e iba vestida con un vestido corto de color blanco.
Casi se me detiene el corazón cuando una luz la cubrió por completo, ella se había girado rápidamente por lo que no pude descifrar su rostro. Seguí la luz que la rodeaba y vi que había una cabaña enorme no muy lejos de donde estaba la chica que a decir verdad, me resultaba demasiado familiar.
Esperaba que ella no se fuera para poder ver de quien se trataba, si por lo menos la conocía.
– ¡Eliam! – Escuche a lo lejos pero no le preste mucha atención a la voz de Ed – Eliam – volvió a llamar pero ya no estaba lejos por lo que me gire a verlo.
–¿Qué paso? – formule al ver que estaba algo pálido.
–Tienes que venir a ver esto – dijo y tomo de mi brazo para luego jalarlo, vi por última vez en dirección a la chica y seguía ahí, de espaldas pero seguía ahí.
Trate de seguirle el paso a Ed para no tener que chocarme con nadie, pero en ciertos momento fue inevitable. Avanzamos entre las personas de los juegos que para mi gran sorpresa eran pocos, luego de eso fuimos por las carpas de comida que también tenían un déficit de clientela al comienzo pero luego de unos segundos empezó a haber demasiada gente aglomerada en los medios de comunicación como la radio o la TV.
–Ed por aquí – menciono Thomas elevándose entre todos.
Llegamos donde él estaba y logramos ver una TV enorme que transmitía las noticias nocturnas desde un piso superior a donde se encontraba.
Luego de un año y dos meses donde el bufet más importante de los ángeles entrara en luto por la pérdida de uno de sus miembros y su familia, abre sus puertas pero con una gran sorpresa que nos deja con más de una incógnita.
Empezando por que nunca hubo un verdadero luto, debido a que no hubo ningún fallecido en verdad.
La familia, atesorada por millones de personas salvadas de la injusticia por este excelente abogado, se lo ha encontrado caminado nuevamente por las calles de California creando varias controversias.
Debido a hipótesis que están destruyendo su imagen, James Walker, accedió a dar unas palabras frente a algunas cámaras donde explico brevemente que al ser perseguido por un tema que no quiso revelar, tuvo que simular la muerte de su familia, hasta que sea atrapara y encarcelara a quien los acosaba.
Luego de haber mencionado su situación exigió que no se volviera a tocar el tema en más canales o series a partir de hoy, quien no lleve a cabo esta petición será enjuiciado por violación a la privacidad, pues este padre de familia lo único que desea ahora es recuperar el año que perdió lejos de su hija....
–Mira – dijo alguien a mi lado colocando un periódico enfrente.
"El abogado más estimado de los Ángeles regresa con la detención de Elena Rogers"
Santo cielo.... No sabía cómo digerir esto que acabo de escuchar.
–Con todo esto, se podría suponer que ella está aquí... verdad – comento Thalía dirigiéndose a todos.
–No – dije llamando la atención – Está aquí – les asegure tirando el periódico sobre una mesa y corriendo en dirección al muelle.
La castaña que vi ahí debía ser ella, nadie más.
Corrí lo más rápido que pude, esquive todos los negocios e incluso me metí en algunos para poder llegar más rápido.
Estaba viva, cielo santo, estaba viva...
Divise el muelle no muy lejos de mí, sentía que la vida me regresaba al cuerpo a cada paso que daba. Una vez ahí busque con desesperación a la chica que había visto pero no había nada.
Sin pensármelo dos veces me salte al agua para llegar a la orilla donde había estado y una vez ahí escuche el sonido de un motor. Busque dónde provenía el sonido y me encamine lo más rápido posible, pero ya no importaba lo rápido que fuera, el auto salió de la cabaña y aunque fuese corriendo tras él no lo hubiera alcanzado.
La alegría que traía se me fue escapando lentamente, pero regreso enseguida cuando vi otra vez esa cabecita castaña que me hacía desvelar, en la ventana del auto que se perdía en la distancia, entre las luces de la calle.
Tan cerca y tan lejos...
¡¡¡Hola mis corazones!!!
Qué dicen
¿Una segunda parte?
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