Capítulo 4
Eliam
Luego de haber repasado mí parte del guion y de no quedar tan bien como quería decidí salir del cuarto donde me metí, además el bullicio que hacían Thomas, Edward y Jake no ayudaba en nada.
Debo admitir que me la pase muy bien junto con Thalía y la chica nueva, sin duda era un conjunto de emociones muy reservadas.
Pero con el café de Inesita soltó una expresión de asombro que me mato de risa, y cuando fuimos a la clase de gimnasia, lucia tan adorable con la camisa y la licra que le toco, y su largo cabello en una coleta alta que hacia caer sus ondas hasta los hombros.
Se veía tan bien.
Camino junto a mí hasta llegar a la pista, donde su rostro se volvió un poema cuando vio la pista que nos tocaría correr.
–tranquila no es tan complicada– le dije para animarla.
–Quien sabe, yo nunca me he metido a hacer circuitos así– respondió sin quitar su mirada de todos los obstáculos.
–Solo asegúrate de calentar bien, no queras torcerte el tobillo o la mano escalando–le aconseje pero creo que no debí hacerlo, el terror atravesó su mirada que ahora la tenía clavada en mí.
–Muchas gracias– me respondió con ironía –tu palabra me da fuerza–
–de nada – le respondí – me gusta ayudar–
Ella solo entrecerró los ojos negando con la cabeza– eres imposible– dijo al final
Con los 4 grupos reunidos formamos una fila por cada grupo, y en eso el Sr. Swift se presentó, con su bastón haciendo eco en el lugar.
– ¿Él es el Sr. Swift?– pregunto Eve.
–Si – le respondió Thalía
– ¿No es algo débil? – volvió a cuestionar, y bueno no la culpo cualquiera pensaría eso por el bastón que cargaba y por la apariencia que daba.
–Me dices después de clase– dijo Ed, que no paraba de temblar.
La clase comenzó con dar unas 25 vueltas alrededor de la pista, y como siempre en grupo, ninguno podía separarse, ni avanzar, ni quedarse. Era juntos o se añadían más vueltas.
–Podemos parar un rato– sugirió Thomas entrecortadamente.
–Por favor – apoyo Eve que también estaba demasiado cansada.
–A la de tres– anuncio Thalía para poder parar juntos
–Ok – dijeron todos
–tres – grito Ed y cayó al piso, con eso todo tuvimos que parar de golpe.
–¡¡levántate!! – Exigió María dándole un golpe en la cabeza– ¿acaso quieres dar más vueltas?
–No – respondió Ed poniéndose de pie– todo menos eso–
– ¿cuantas faltan? – pregunto Eve en referencia a las vueltas
–ocho– respondió Thalía
–¡diez!, avancen rápido– grito el Sr. Swift
–Vamos –les dije, para que se preparen– 1... 2... 3... –
Reiniciamos la carrera y hasta terminar todos tuvimos que escuchar las quejas de Ed y María.
Cuando terminamos las diez vueltas tuvimos tiempo para recobrar el aliento, pues un grupo se ganó dar 5 vueltas más.
Luego de esperar a que terminaran el Sr. Swift, dio la orden de hacer más ejercicios de calentamiento para pasar el circuito, luego nos tocaría recorrer la pista llena de obstáculos.
Primero la recorrió el Sr. Swift, realizo cada obstáculo sin ningún problema, solo lo que separaba uno de otro lo recorrió lento debido al bastón que llevaba.
– Vaya – soltó Eve al ver la agilidad de Swift en los obstáculos.
– Le gusta los juegos extremos – comento Thomas para explicarle– en un concurso de escalar se le rompió la polea y cayó al vacío. Tan solo se fracturo la cadera Izquierda por eso necesita el bastón–
–Enserio – respondió ella sin creerlo.
–Sí – respondió Thalía – ese hombre es más duro que una roca–
Cuando terminó nos clocamos en el orden que nos dio Thalía para comenzar, claro, dijo que yo iba primero luego venia Thomas, Ed, Eve, ella y María al último.
Todos logramos pasar el circuito, el único defecto era que en varias ocasiones el monstruoso maestro nos gritaba a lo lejos lo que hacíamos mal, para cada obstáculo debíamos seguir la estrategia que él nos dio.
Y creanme era imposible con su técnica.
–Tú me asombras– dijo Ed cuando llegó Eve para darle paso a que avanzara Thalía.
– ¿Por qué lo dices? – pregunto ella entrecortadamente por el cansancio.
–yo en mi primer día me quede atrapado en las redes–explico Ed
–Yo me desmaye dando las vueltas–aporto Thom
–Y Eliam fue a parar en la enfermería– menciono María con su vista fija en Thalía mientras reía, yo la fulmine con la mirada aunque no me viese.
– ¿y eso? – pregunto Eve
–Por algo te dije que calentaras bien – me explique, esa vez me fracture la mano y la tuve enyesada por una semana y algo más.
–Ah ... – fue lo único que alcanzo a decir Eve– pues gracias –dijo tratando de recobrar el aliento.
–yo había terminado en las cima de la muralla sin saber cómo bajar– comento María su experiencia y luego salió corriendo.
Thalía llegó minutos después y se apoyó en Thomas.
–Y bien... de que hablan...– dijo entrecortadamente
–Tu primera experiencia en gimnasia– explico Ed.
–Oh fue horrible – dijo recordándolo– yo me caí de la muralla, y luego me enrede en las mallas–
–Vaya– exclamo Eve muy asombrada por lo que oía– esas experiencias no me las esperaba–
–y mírate – dijo Ed– tú estás ilesa –
–No lo creas – dijo y mostro una parte de su tobillo.
– ¿Qué te sucedió? – le pregunte al ver filas de sangre alrededor.
–me raspe en los rollos– explico.
–Voy a hacer un top 5 de las mejores experiencias en gimnasia – anunció Thom mirando la herida de Eve.
– ¿A qué hora termina todo esto? – pregunto Eve
–Solo termina Thalía y nos podemos ir– respondí.
– ¿te duele? – pregunto Ed
–No que va– respondió Eve con sarcasmo– pues claro, me lo quiero ir a lavar me está ardiendo–
–bueno pase lo que pase no vayas a la enfermería– sugirió Thom.
–Que te ocurre, tiene que ir ahí– le dije.
–No te lo aconsejo– volvió a decir mirándola fijamente.
–¿Por qué? – cuestiono ella.
–Mira cuando a mí me dieron un palaso– respondió mirando fijamente a Ed– se me abrió una herida en la frente ves- dijo alzando parte de su cabello que le cubría la cicatriz que tenía– ni bien llegue la señora loca de la enfermería me puso yodo–
–Enserio – dijo Eve asustada.
–lo hiso para curarte– le dije– además es necesario que vaya no solo pude ser una herida superficial, puede que este algo más grave–
–Yo solo digo – menciono alzando las manos con un aire de inocencia.
–No hace falta descuida – se apresuró a decir Eve – solo me arde nada más, con agüita basta –
–no señora, Eliam tiene razón es mejor ir a la enfermería –me apoyo Thalía.
Evelyn al parecer quería protestar pero los gritos del Sr. Swift la interrumpieron, nos dio la orden de ya retirarnos y eso hicimos, pero más que nada mi intensión con Thalía era llevar a Eve a la enfermería.
–que parte de que estoy bien no comprenden– se quejo
–No estás bien Evelyn, ni siquiera puedes caminar– dijo Thalía y era verdad no podía asentar el pie en su totalidad.
Esto va mal.
–Estoy bien – volvió a decir pero al parecer piso algo fuerte y su dolor se presentó en su rostro. De no ser por Thom que estuvo cerca se hubiera caído.
–Ves – dije llamando su atención y la de quien la sostenía– debes ir a la enfermería–
–Oye– dijo mientras se sostenía de los hombros de Thom– no es por lo que él ha dicho es por mí, no pienso ir a la enfermería, 1 porque estoy bien, 2 es solo un calambre y 3 no voy a perder el tiempo yendo ahí–
–Vas a ir– sentencie y me gire a ver a Ed– hay que ir por una camilla–
– ¿Qué?, no – exclamo haciendo que me detuviera– para tu carro, no voy a subirme en una camilla–
–es por tu bien Eve– menciono María– a mí tampoco me gusta tu herida–
–Y es eso o te llevó cargando– amenace pero ella al parecer no le importaba.
–No me asustas– dijo al final y no sé por qué me llegue a enojar, me acerque a ella y antes de que volviera a protestar o hacer cualquier otra cosa la cargue.
–que haces, ¡¡bájame!! – volvió a quejarse mientras me golpeaba–Eliam bájame ahora mismo o créeme que te vas a arrepentir, esto es inaudito ¡¡bájame!! –
–Nos adelantamos a la enfermería, para que tengan listo un medicamento– menciono Thalía y se fue con los demás.
Eve paso golpeándome e insultándome de todas las formas posibles, además lanzaba amenazas a diestra y siniestra pero a pesar de todo, no la solté.
Llegó un momento donde se calmó y se quedó demasiado quieta.
Se había enojado.
Tenía los brazos cruzados y su mirada clavada en las paredes del pasillo que recorríamos para llegar a la enfermería.
– ¿ya estas más tranquila? – le pregunte
–te odio– me respondió
–Oye solo intento ayudarte– le dije
–Pues no necesito tu ayuda muchas gracias – me volvió a responder sin ni siquiera mirarme.
–Quieres que te deje aquí tirada –le amenace otra vez para que lo meditara pero su respuesta fue rápida e inesperada.
–Sí, me harías un gran favor – con su respuesta me quede callado y negué con la cabeza por su actitud.
–Eres imposible– le dije y ella se quedó cayada– ¿Por qué no quieres ir? – pregunte luego de unos minutos.
–Los odio– respondió– solo ven su bienestar no el de los demás, con mi caso son capaces de mandarme con un yeso en el pie y en una silla de ruedas–
–No seas exagerada– le dije y ella elevo su vista hasta clavarla en mí.
–No exagero– dijo con toda la seguridad que pudo que me llegue a asustar, en el pasillo solo estábamos los dos así que me pare y la mire fijamente
Podría decir lo que quisiese pero con verla directamente a los ojos pude percatarme que el miedo estaba bailando dentro de ella.
–Explícate entonces– le propuse
–le tengo miedo a la jeringas – dijo pero al instante supe que era mentira.
Ella aparto su vista y yo volví a iniciar la caminata, solo faltaba doblar el pasillo y llegábamos.
–No te creo – le dije mientras doblaba el pasillo y el letrero de enfermería nos daba la bienvenida.
–Ese es tu problema – me dijo y entramos.
Espero les haya gustado el capitulo
también espero ver sus votos y comentarios
gracias por todo a las personas que apoyan la historia un abrazo enorme
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