Capítulo 34
Saludos Corazones espero les guste el capítulo, muchas gracias por todo y un abrazo enorme, se los quiere un montón.
¡Feliz San Valentín!
"Atrasado " :)
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Eliam
No voy a negar que me pase de la raya con mi ida a Texas, pero no sabía que otra cosa más hacer, y lo que me cabreaba más era el cinismo que tenía al continuar mintiendo.
De todas las personas que tenía cerca me pensaba todo menos que ella me engañara de esa forma, no sabía ni de donde me salía ese dolor que me ahogaba por las noches, tan solo sabía que sí, la quería demasiado, le llegue a tener un gran aprecio que esa mentira rompió todo lo que creí tener con ella. Y ese dolor fue tal que cuando iba a las grabaciones y la nombraban me ardía la sangre hasta tan punto que quería desaparecer para no romper lo primero que se me cruzaba.
En casa días después, empezaron a llegar llamadas las cuales solo mi madre atendía, o mi hermana, una me quisieron pasar a mí pero al saber quién estaba del otro lado de la línea tome el teléfono y colgué.
No tenía por qué llamar a mi casa, ella era la última persona con que quería hablar y quedo claro ante todos, sin embargo mi madre llego por la noche a tocar mi puerta. Y con sus primeras palabras supe que quería hablar de ella, lo que no entendí es porque. De no ser por ella y su familia la mía no tendría problemas tan grandes como este.
–Junior por lo que más quieras no te dejes llevar por lo que tu padre diga, de seguro tiene buenos motivos para esconderse de esa forma – dijo mientras yo me encontraba apoyado cerca de la ventana
– ¿La defiendes luego de lo que ocasiono? – dije sin medir mi voz.
–Sí, la defiendo porque no es ella sino su familia la que se encuentra en mi contra– menciono acercándose
–Y como sabes que es supuestamente ajena a todo lo que pasa– dije sin apartar mi vista de los árboles.
–porque ella me lo dijo– respondió
– ¡¿Qué?! – reaccione dirigiendo mi vista hacia mi madre.
Acaso estaba loca, como le iba a creer
–Ella llamo y con ver lo que hiciste la última vez decidí yo hablar con ella, y está muy arrepentida, se nota que está mal por haberte engañado, tú no sabes lo que ha tenido que pasar, ni ella sabe de ti, y es por eso que no la puedes juzgar –
–Mamá basta, se lo dije a Marcela te lo digo a ti, no la voy a volverla a ver, y más porque significa un riesgo para ti–
–De mí ya no te preocupes, Eliam no seas tonto, ni me creas tonta, se nota que te duele haberla dejado, de estar obligado a no compartir más con ella y si te duele si sientes esa opresión en el pecho es simplemente porque ahí nació algo– dijo y por un momento le di razón, solo por un momento.
–Quien me garantiza que no va a volver a mentir, ya estoy harto de esto y lo sabes– aclare para que me dejara en paz, pero nada.
–El error que cometí con tu padre no lo debe pagar ella, así que confía un poco– pidió.
–Eso hice y mira como término– dije perdiéndome en el vaivén de los árboles por el viento.
–Eliam por todos los cielos, nadie en este mundo es perfecto, entiende, cometió un error, uno justificable por el peligro que corre, toma en cuenta que está en peligro de muerte, y yo soy consciente que no fui, pero quien si es culpable no descansara hasta verla muerta– dijo mi madre y una imagen desagradable se me formo en el subconsciente poniéndome peor de cómo estaba.
La extrañaba, la necesitaba, era un extraño e inesperado impulso el que me tiraba a buscarla, a tener la esperanza que la encontrare en la calle o en algún lugar.
–Junior no la dejes ir, sabes a lo que me refiero, ella ocupo un lugar en ti, y dentro de ella también ocupaste un lugar, por eso ella llama esperando hablarte, por eso tú la extrañas y continuas encerrado aquí – dijo teniendo razón – No te sumas en la oscuridad, no dejes que te consuma por un odio irracional, aprende a perdonar y solo así podrás disfrutar de lo que te da la vida. Ella por ejemplo– termino de decir para luego salir de mi habitación y dejarme otra vez solo y destruido, pues era verdad, ese algo de por medio me mataba y más porque una parte de mi quería pedirle perdón por haberle gritado, por haberla lastimado, pero un odio fluido y puro me hizo ahogar esa partecita mía que quería cometer idioteces.
Me aleje de todos, o eso es lo que me dijo mi hermana una tarde cuando volvíamos de la facultad, Tan solo con ella me limitaba a cruzar más de tres palabras, mientras que en casa todo era tensión. Solo cuando me encontraba con mi madre ponía mi mejor cara, su embarazo estaba yendo bien y si todo continuaba así tendría un hermanito dentro de siete meses o menos, a pesar de tener esa alegría para mí, las cosas con mi padre fueron de mal en peor, le di la razón con respecto a su reclamo pero fue porque no tenía ninguna idea del engaño de Evelyn. No obstante no es suficiente para mi padre, tanto así que cada que podía me lo recordaba, por ello nada más estaba optando por ir a un apartamento en la ciudad cerca de la facultad, el edificio en el que estaba pensando ir era perteneciente a un señor al cual le ayude con los planos y una serie de trabajos por los detalles que él exigía, en agradecimiento por ello a mi padre y a mí nos ofreció un piso por el trabajo, y ese es el que estaba por tomar para no ocasionar ningún problema más. Un dialogo corto basto con aquel señor y el piso ya era mío, los próximos dos días que no tenía mucha carga de la facultad y de la empresa de mi padre, que me sirvió mucho para las prácticas de la carrera, así que me enfoque en mi traslado. Estaba más tranquilo en un espacio solo para mí, el silencio que tenía a mí alrededor era relajante pero demasiado hueco, ese vació me empeñe en llenarlo con el trabajo que tenía que hacer tanto en la empresa, en la facultad y mis últimas grabaciones con mi estudio. Y si por algún motivo empezaba a aparecer un espacio blanco, lo pintaba con la arena de las pistas de carrera donde Laurent y Perla aun no tenía inconveniente con el equipo azul que tenía con el alma en los labios a Sam, hablando de él, me pasaba algunos datos que aquellos mal nacidos les habían dado para que busque a la chica que querían. Sin embargo hace un tiempo que no les decían nada, pero tampoco soltaros a quienes tenían de rehenes, así que por ese lado con Sam las cosas se volvieron algo complicadas.
Los días comenzaron a trascurrir con algo de rapidez, no había mucho que hacer en la empresa de mi padre ya que me dejaba un trabajo demasiado ligero, cosa que no me gustaba, quería hacer algo por mi cuenta no con supervisores, quería hacer algo enserio, tomar un proyecto y demostrar que puedo hacerlo bien. Sin embargo el poder no está en mí, así que me queda dar lo que pueda para que me tomen en serio en ese lugar. La facultad no me causaba demasiado problema, en las grabaciones con mis amigos todo cambiaba, les agradecía que sus cosas y ocurrencias me alegren el día. Sin embargo Ed junto a Thom no aceptaron la decisión del Sr. Rogers cuando se enteraron.
–Primero Evelyn ahora tú, ¿qué es lo que está pasando?– menciono Ed tirando el guion que en pocos minutos debía actuar.
– ¿Es que nos los quiere ver juntos o qué?– sugirió Thom
–Oigan, no sé si se han percatado pero su voz no deja que graben – menciono María entrando en una habitación cercana a donde se llevaba a cabo una escena.
–Lo siento, ya nos vamos a callar – dijo Ed levantando su guion.
– ¿Qué ocurre? – cuestiono viéndonos a todos.
–A Eliam lo expulsaron – informo Ed
– ¿¡Qué!? – dijo sin medir su voz
–Lo que oíste– dijo Ed tomando su guion del piso
–Pero esto es el colmo, ¿porque? – Menciono María sentándose en una silla cerca de Thom–a mí me deberías estar expulsando no a ti–
–Ya es inútil querer hacer algo– mencione– ya estoy fuera –
–Esto es una injusticia – dijo Thom
–María– llamo Thalía interrumpiendo – te buscan –
– ¿Quién? – cuestiono ella levantándose y dirigiéndose a la salida.
–Ya lo sabrás– dijo y cerró la puerta dejándome a mí y a los demás confusos.
–y ahora estas que se traen –menciono Ed, segundos después lo llamaron para gravar la escena que debía estar practicando.
A mí me llamaron luego y para cuando termine me encontré con un Thom demasiado pensativo junto a María que miraba fijamente las hojas del guion que claramente no estaba leyendo.
– ¿Qué les pasa? – pregunte y solo Thom elevo su mirada para verme, estaba por decir algo pero en ese instante llego Ed con un gesto ausente.
–Eliam, te llaman – dijo Ed entrando y dejando la puerta abierta.
– ¿Quién? – pregunte
–Solo ve – respondió y cogió sus hojas para tomar la misma posición de María.
Fui al teléfono tan solo para quitarme la duda de quién será. Solo basto escuchar la voz que había al otro lado y asenté con tanta fuerza que hasta pensé que rompí el teléfono.
¿Pára que quería seguir hablando?
¿Por qué quería seguirme fastidiando con su voz?
¿Por qué escucharla me irritaba demasiado?
A eso si tengo respuesta, solo con oírla me daba ganas de salir corriendo a verla, cosa que no haría ni aunque mi vida dependiera de ello.
Había terminado mi parte así que decidí ir a mi piso. No me pare ni a despedirme, sabía que si decía algo lo haría gritando o diciendo cosas fuera de lugar.
Salí del auto a refugiarme rápidamente en mi piso, a deshacerme de esa amarga sensación de tenerla cerca.
No tenía muchas opciones para sacármela de la cabeza, por lo que deje que el tiempo pase mientras me acompañaba una sola botella de vodka.
Estaba acostado sobre el mesón de la cocina esperando que pasara algo, de repente empezó a brillar y vibrar mi celular que lo deje a lado de la botella casi vacía de vodka.
No puse atención en ver quien era solo conteste la llamada.
–Bueno – logre emitir con la peor voz que se puedan imaginar.
–Antes de que cuelgues escúchame – dijo esa vocecita de la cual planeaba escapar.
Pero ya está claro que no podía.
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