Capítulo 32
Eliam
El señor que decía ser abuelo de Eve, parecía haberlo visto antes, pero no recordaba muy bien de que, lo único que sé es que su rostro me parecía familiar y la cara que puso cuando me vio me dio a entender que también me conocía.
Luego de verla desaparecer por la puerta me encamine al parqueadero para ir por el coche que tenía en casa, con todo esto de mi conflicto en las carreteras ir en moto seria convertirse en un blanco fácil, así que opte por traerme mi auto. Entre y antes de encenderlo decidí abrir el regalo de Eve, en el transcurso del día no me había encontrado con nadie solo había recibido un mensaje de mi Madre y mi hermana, así que era el primer regalo en físico que recibía. Al abrir el paquete oscuro encontré a primera instancia un simpática figurita, luego de eso quedó al descubierto una cadena que me llamo bastante la atención, la saque con cuidado y vi que era una gruesa cadena de plata con un dije en forma de cruz.
Una sonrisa apareció en mi rostro con semejante detalle que me dio Eve, de todo lo que esperaba ella siempre me lograba impresionar o sacarme sonrisas de idiota, sin pensarlo mucho me la puse encima y coloque aquella figurita oscura que se asimilaba a mi auto, la guarde en el paquete y la metí en la secreta del auto para poder salir de ahí e ir a la carretera del sol donde Laurent me esperaba junto a Perla.
Recorrí las calles en dirección a esa parte perdida del desierto de la forma más rápida que pude, el viento ingresando por las ventanas azotando mi rostro, los rayos del sol dando directamente a los ojos servía para más o menos despejar la mente, sin embargo ese tono que se formaba entre la arena y el sol me recordaba a ese color singular de los ojos de Eve, verla partir sin más opción me redujo a escombros, pero lo que si iba a hacer era visitarla a cualquier costo.
El tiempo paso algo rápido, para cuando llegue a la carretera las carpas estaban de pie, bajo ellas la bebida corría al igual que los autos en la pista levantando polvo al ir pasando, la mayoría estaba con su propio auto y banda para comenzar con las apuestas. Pase una revisada bajo las carpas pero no encontré a Laurent, solo divise a Perla y me acerque a ella.
– ¿Qué hubo Eliam? – saludo desde lo lejos, ella venia vestida con una camisa corta al igual que sus pantalones con una banda en su frente de color verde– Uy, Parece que si saliste perjudicado del choque–
–Hola Perla – la salude también –Sí no salí tan ileso como creí, ¿No ha habido novedades por aquí? –
–No – respondió – ninguna, solo que Laurent aprendió a pedir perdón –
–Pobre, que le habrás hecho –comente.
–Nada fuera de lo común, descuida, si sigue vivo si es lo que más te interesa saber – dijo y con un gesto hizo que la siguiera– ¿Qué paso con Marce? –
–No me pudo acompañar, se fue donde mis padres– le respondí.
–Oh... vaya, pero bueno, es tú cumpleaños verdad– menciono acercándose a una carpa donde salía toda la bebida – así que hay que celebrar mientras se puede – termino entregándome un vaso lleno de cerveza.
Pase un buen rato con ella hasta que se dio inicio a las carreras, fuimos al límite de la pista para ver, y ahí divise a mi amigo montado en una moto Harley-Davidson XG750R en segundo lugar antes de dominar a la perfección una curva que lo logra poner en primer lugar.
– ¡Vamos Laurent tu puedes!– alentó su novia – ¡Me debes de una apuesta que no se te olvide!–menciono cuando casi lo pasa otra moto.
– ¿Cómo es que te debe? – pregunte
–Es que hace poco aposte por él, y el muy bruto decide perder así que me debe– explico y bebió un poco de su cerveza.
– Entonces, ¿Otra vez apostaste por él? – deduje
–No, ni que estuviera loca, el aposto unas diez coronas y yo se las pienso quitar– dijo y concentro su mirada en Laurent que estaba ya cerca de la meta. Luego de algunos minutos donde no se supo que pasaría, Laurent paso la meta con una mínima diferencia.
Varios gritaron victoria por las apuestas realizadas, Perla y yo fuimos al encuentro de Laurent que ya estaba rodeado de su banda y otras más.
–Eliam, hermano – menciono al verme entre la gente – Feliz cumpleaños, así es muchachos los de ojos de huevo tibio más, mi hermano cumpleaños, 20 años ya estas viejo, pero felicidades–
–Y tú estarás muy joven – me defendí ante su último comentario.
–Te llevo un año de sabiduría, así que respétame – menciono mientras se acercaba dejando su moto a cargo de los demás.
– ¿Qué tipo de sabiduría podrías dar? – cuestiono Perla cuando Laurent estuvo a nuestro lado.
– ¿A caso no ves? – respondió señalándose a sí mismo.
–Lo que veo es un huevo sin clara y yema– dijo ella y bebió de su vaso hasta el fondo, luego fue a buscar más.
–No sé qué hice para enamorarme de ella, pero bueno – menciono rendido.
–La quieres eso es lo que cuenta – dije tratando de no reírme por las contadas veces que Perla lo deja callado.
–Me refugio en eso – comento viendo a su chica esperando lo que sea que haya pedido – ¿Y esa cadenita? –
–No me hagas acuerdo, que quien me la dio no está aquí – respondí recordando a Eve.
–Lo siento no sabía... –
–No seas idiota – le interrumpí al ver que me mal interpreto demasiado mal–se fue de viaje–
–Ah.... Pero cualquiera explica bien – se excusó.
–Tu trabajo es entenderme – mencione
–Sé que es tu cumpleaños Eliam pero no pidas milagros– intervino Perla de vuelta con un vaso lleno de cerveza.
–Tiene sentido – concorde
–Ya paren de atacarme los dos – menciono Laurent.
–Está bien mi amor, mientras no vuelvas a perder en una apuesta donde sabes que estoy participando, estará más que bien – dijo Perla y su novio la vio con algo de temor.
Los dos como pareja parecían atravesar una prueba de supervivencia y era divertido verlos, toda la tarde la pase donde ellos, y ya cerca de la noche me metí en la penúltima carrera para irme. Había quedado en segundo lugar de seis autos, a diferencia del anterior año que quede ultimo no estaba mal. Estaba tomando vía a la academia cuando recibí un mensaje de Johnny, decía que vaya al club escondido de la academia y adjunto envió una foto del club donde la mayoría estaba con copas en lo alto con las luces haciendo rayos de luz por los cristales, estaba él junto a varios compañeros y amigos, así que decidí ir para allá.
Para ir pase por la academia dejando el paquete de Eve en mi piso y enviándole un mensaje sobre como la estaba pasando con su familia. Luego de eso salí y me encontré con Ed y Thalía que sin objeción me llevaron donde Inesita, con ella ya esperaba un pastel como lo habían hecho los últimos dos años. Ni con ese tiempo me acostumbre a celebrar de aquella forma mi cumpleaños, aún recuerdo que en casa se salir con Marce a cualquier lado para celebrar su cumpleaños o el mío, solo entre los dos, sin mi padres ya que ni siquiera sabían pasar con nosotros. Pero la realidad era otra ahora, y por ello daba gracias haber logrado venir a este lugar.
Luego de haber compartido con ellos, me salí de la academia en dirección al club donde me quede hasta la mañana siguiente, había llamado a Sam, a Laurent y a Perla para que estuvieran conmigo ahí, pero tan solo vinieron los dos últimos, también lleve conmigo a los chicos del estudio para apropiarnos del club por breves momentos en los cuales Thom nos hizo saltar con sus mezclas electrónicas, uno de sus pasatiempos preferidos. Tenía mucho talento para eso, así que entre todos le convencimos para que reproduzca más de una de sus creaciones hasta el amanecer, y literalmente solo cuando vimos rayos del mañana nos salimos del club.
https://youtu.be/wJnBTPUQS5A
Eran cerca de las seis de la mañana cuando estuve entrando por la puerta de mi piso, me estaba matando una jaqueca que me dio al entrar en la academia, tenía tanta sed que luego de tomar un buen trago de agua me corrí a la habitación y me tire encima para descansar, pero maldita la hora cuando no apague mi celular y este comenzó a vibrar.
– ¿Quién? – pregunte con una voz demasiado ronca.
–Eliam –respondió la voz de mi hermana.
–Hola Marce ¿Qué paso?– mencione mientras me quería ocultar entre las sabanas.
–Eliam estas.... Ya ni pregunto de seguro saliste y recién estas llegando, ¿Verdad? –
– ¿Qué comes que adivinas?, ya dime ¿Qué quieres? – dije ya medio dormido.
–Solo te llamaba para decirte que Papá está molesto, y quiere hablar contigo– dijo y saque mi cabeza de entre las almohadas.
– ¿Qué? – fue mi única reacción, ¿Cómo es que está molesto conmigo? – ¿Por qué? –
–No sé, pero te quiere ver y creo que tu verdadero problema no será la resaca, sino ocultar tu vendaje en la cabeza– menciono – y una foto –
– ¿Foto?, ¿Qué foto? – cuestione sin entender que es lo que pasaba.
–Es una donde parecías estar en un aeropuerto, no la pude ver bien– me explico y a medida que hablaba su voz se hacía más baja–Eliam, te llame para avisarte, pero el que en realidad te va a llamar para decirte que vengas es Papá y ya te digo no está nada contento, así que por favor no vayas a pelar con él y ven lo antes posible–
–Tranquila no haré nada malo, iré cuanto antes– mencione para que no se ponga nerviosa.
–Bien te espero entonces – fue lo último que dijo y colgó.
Deje caer mi rostro sobre las almohadas, incluso en unos breves segundos quería desaparecer. ¿Qué pude haber hecho para que mi padre se enojara?, y si seguía la pista de la foto en el aeropuerto...
Eve
En mi cabeza quedo haciendo eco su nombre y la expresión de su abuelo al verme junto a ella, no sé de donde saque fuerza, pero ya me vi en la ducha y cambiándome de ropa para ir donde mi padre y zafarme de toda duda que empezó a crearse dentro de mi mente. Su llamada me llego cuando estaba subiendo a mi coche, no duro mucho, tan solo me dijo que fuera a casa ahora mismo. Cruce la mayoría de calles sin ver los semáforos, creo que hasta tuve suerte de que una patrulla no me persiga por la velocidad que llevaba sin embargo poco me importaba lo que hiciera o dejara de hacer.
Llegue a la entrada de mi casa luego de unas horas, estando ahí pedí que se encargaran de mi auto mientras subía las escaleras de entrada de tres en tres. Sin pensarlo dos veces y dejando mi vendaje de un lado, entre a casa y vi a mi padre cerca de los ventanales que daba la fila de árboles que rodeaba la casa, vestía un traje fino de tela, elegante y formal.
–Buenos días Papá – lo salude para que supiera que ya llegue.
–Buenas días– fue su única respuesta fría y cortante.
– ¿Querías verme? – dije sin más rodeos.
–Más que eso, quería preguntarte algo interesante – menciono mientras se separaba de la ventana y se acercaba a mí con algo entre sus manos que al poco tiempo lo aventó en una mesa que estaba cerca– ¿Por qué traicionas a tu familia? –
Tanto su pregunta como la foto me desconcertó, Marce tenía razón, estaba en el aeropuerto y junto a Eve, justo cuando ella me entrego el paquete por mi cumpleaños.
–En ningún momento los traicione– aclare a mi padre.
–Y esto que significa– menciono señalando la foto – acaso no sabes hija de quien es esa chica–
–No, no lo sé – respondí – pero no es de quien crees, ella no lleva ese apellido, lo pensé no te lo niego, y más cuando vi a su abuelo, sin embargo no se apellida Walker Rogers, de ser así estuviera más tiempo con el Sr. Rogers–
– ¿Qué curioso que haya sido él quien me vino a dejar esto? – menciono y se alejó breves momentos donde me negué la opción de que Eve me haya mentido, no pudo haberlo hecho– además dejo esto, para tu hermana y para ti –
– ¿De qué se trata?– cuestione al ver un papel con sello de la academia.
–Estas expulsado, igual tu hermana, él no quiere que te vuelvas a acercar a ella– aclaro mi padre y me negué a eso – Solo está condicionado que van a terminar un trabajo de una película o algo así–
–Entonces voy por mis cosas – dije para salirme de ese lugar.
–Tu hermana y tu madre ya las trajeron – menciono cuando estaba por girar y largarme, quería decirle algo más pero él ya se estaba dirigiendo a su despacho.
–Lo siento – escuche de un extremo de la sala y vi a mi hermana, suponía que ella si entendió lo quería decir con eso.
–Descuida – alcance a decir para luego ir camino a la salida – dile que vendré por la noche–
–Claro, ¿pero a dónde vas? – cuestiono antes de que cruzara la puerta.
–A aclarar unos asuntos – le respondí y salí sacando mi teléfono y llamando a la aerolínea.
–Un vuelo a Texas por favor, el que este por salir – pedí y conduje rápido al aeropuerto.
No sabía ni que haría en ese lugar, de lo único que estaba seguro era que Evelyn me debía explicar la reacción de su abuelo.
En todo el camino iba rogando que ella no me haya mentido, no podía, no debía, no... No lo haría.
El único vuelo con destino a Texas salía por horas demasiado tardías, así que mientras esperaba llame a mi hermana para preguntarle un par de cosas acerca de mi padre, por suerte contesto a tiempo.
– ¿Eliam? – oí su voz al otro lado de la línea.
–Marce, necesito que me digas ¿Qué paso?, ¿Cuándo llego el Sr. Rogers a casa?, ¿Cómo se lo dijo a Papá?– dije sin tomar en cuenta la velocidad con la que la interrogaba.
–Haber, primero que nada cálmate – menciono – el Sr. Rogers llego en la mañana y ni siquiera se lo dijo a Papá porque él no estaba, se lo dijo a Mamá y ella está mal, su salud está en juego ahora–
–Y eso ¿por qué? – interrumpí mientras me levantaba de donde estaba para caminar un poco.
–Está embarazada, y su embarazo resulto ser riesgoso, si se altera otra vez como lo hizo hoy puede que sea su fin– me explico y por breves momentos me sentí perdido– ahora bien, El Sr. Rogers le dejo la foto y la carta de nuestra expulsión a Mamá y aparte le dejo en claro que era principal sospechosa del accidente de su hermana, cosa que no entiendo todavía, en teoría utilizo los mismo argumentos que el decrepito de Walker cuando vino por Mamá junto a esos policías recuerdas–
–Sí, si me acuerdo, pero se supone que no iban a levantar cargos por falta de pruebas– mencione recordando aquella tarde cuando vinieron escoltados de patrullas y con el objetivo de llevarse a mi madre tras las rejas.
–Ahora las tienen, no sé exactamente de qué se trata pero media familia de ellos son abogados así que de donde sea buscaran la forma de incriminarnos si uno de nosotros se acerca a Evelyn–
–Y ¿Por qué ella?, ¿Qué tiene que ver Evelyn en esto?–
–No sé si me quieras creer, pero resulta que ella es la sobrina de Rogers– respondió y medio cerebro se me fundió.
– ¡¿Qué?! – Mencione sin creerme nada– no se supone que estaba muerta–
–Lo mismo pensé pero con todo esto ya no se ni que creer, Eliam, no sé que rayos estés a punto de hacer pero si te acercas a ella ten por seguro que te llevaran detenido y Mamá quedara más implicada y ni hablar de cómo se pondrá Papá si se entera–
–Y que se supone que haga, no pienso quedarme con estas dudas que tengo Marcela–
–Pero... bien, sé que no te puedo detener pero al menos ten cuidado por favor–
–No te preocupes, veré la forma de acercarme sin que los demás se enteren, algo se me ha de ocurrir–
–Bien, y Eliam quizá no lo dijo pero de seguro me va a preguntar de la cosa que tienes en la cabeza, ¿Qué se supone que le vamos a decir?–
–Di que me choque contra un poste no sé – dije sin tener la más mínima idea de que hacerme en esos momentos.
–Es enserio – menciono mi hermana sin convencerse.
–Está bien, dile que... en una clase me golpearon si querer– dije recordando que algo parecido si le había pasado a Thom.
–Ok, eso le diré, suerte Eliam vuelve pronto–
–Lo haré – dije para luego colgar.
Una voz salida de los parlantes me llamo la atención y más cuando dijo la palabra Texas, me encamine rápidamente a abordar el avión y estando ahí revise mi celular esperando tener una respuesta de Evelyn para saber en dónde encontrarla.
Del mensaje que le deje ayer ella me respondió, esa era mi única oportunidad, pero al ver que estaba conectada opte por llamarla. A mi primer intento no me contesto, enseguida le envié un mensaje preguntándole porque no me contestaba, y cuando ella lo vio le llame de nuevo. Pasó medio minuto y atendió mi llamada.
–Hola pepito grillo – dije de la forma más calmada.
–Hola Eliam– dijo ella en un tono bajo.
– ¿Cómo estás? – pregunte.
–Bien, un poco abrumada–Respondió – ¿y tú? –
–Un poco confundido – mencione.
– ¿y eso por qué? – cuestiono
–No te ha pasado que crees conocer a alguien y cuando confías demasiado en esa persona esta te defrauda de la forma menos esperada– dije sin ser muy consciente de lo que decía, sin embargo era lo que sentía. Me decepcionaba tanto hacerme la idea de que me estuviera engañando ocultándose de esa forma cuando yo le fui sincero, y hacerme la idea que se hizo mi padre hace tiempo me ponía peor.
–Mmm... no – menciono.
–Con razón – solté perdiendo la paciencia de mí mismo.
– ¿Disculpa? – cuestiono ella.
–Evelyn necesito hablar contigo–
–Claro, dime cuando – dijo ella y su voz se hizo más clara.
–Dentro de algunos minutos –
– ¿Cómo? – pregunto confusa.
–Dime, ¿Dónde te puedo encontrar?–
–Aclárame esto Eliam, ?Estás viajando o algo así?–
–Recuerdas que te dije que a cualquier costo te visitaría–
–Sí, me acuerdo pero no tienes por qué venir ahora –
–Pues bien eso hago– interrumpí – Necesito verte – dije y segundos después le asenté, en el tiempo que haga durado la conversación podría tener su ubicación, lo que si me tocaba pedir que me llevaran a ese lugar ya que nunca había ido a Texas.
El avión aterrizo y mientras me encaminaba a la salida busque la dirección tomando en cuenta la llamada que hice con Evelyn, y según mi aparato era en una hacienda algo alejada de la zona urbana, con ese dato pedí a un taxista que me llevara a la hacienda del Sr. Walker, el taxista acepto sin preguntar nada, tal parece que conocía el camino a la perfección, ya que en pocos minutos llegamos a una entrada de hierro forjado oscura donde la inicial "W" resaltaba en lo alto con varios detalles que le daban elegancia y poder.
– ¿lo dejo dentro de la estancia? – pregunto el señor taxista.
–No, aquí está bien – mencione y le pague la carrera para luego bajar del auto, aquella hacienda era impresionante, y eso que hablo por lo que veía en la parte de afuera, la roca con la que se levantaban los muros daban un aspecto antiguo y rustico. Empecé a caminar a su alrededor y al divisar una casa atraves de la reja decidí pedir que la llamaran, me acerque a la reja y enseguida apareció un hombre trajeado.
–Buenas noches joven – pronuncio este dejándose ver poco tras la reja.
–Buenas noches disculpe, puede llamar a Evelyn Walker – pregunte con la esperanza que accediera.
– ¿Quién la busca? – cuestiono el Sr trajeado, no podía decirle quien era ya que me envolvería en un tremendo lio así que dije la primera persona que paso por mi mente.
–Thomas Bromer – dije y el Señor fue dentro de una pequeña choza donde tomo un teléfono oscuro, luego de unos segundos vino en mi dirección y abrió la reja dejándome pasar y diciéndome que fuera por el camino de piedra hasta llegar a la entrada de la casa, le di las gracias y seguí sus instrucciones.
La tarde se avecinaba con sus naranjas y rojos lo cual le dio un aspecto demasiado antiguo a la hacienda, toda su estructura era de piedra pulida la madera natural se dejaba ver a la distancia, y los muebles del mismo material junto a cuadros daban una bienvenida acogedora. Entre las luces amarillas de las lámparas que colgaban de los pasillos apareció aquella chica que empecé a querer con locura, sin embargo un dolor punzante me hizo ahogar ese sentimiento por la situación que estaba pasando mi familia a causa de la suya.
Ella me quedo viendo a la lejanía varios minutos, unos en los cuales no sabía que haría, mientras ella permanecía quieta tome la iniciativa de acercarme, a mediad que su imagen se hacía más clara la pude ver con un vestido que le llegaba por las rodillas junto a un saco que se acoplaba muy bien con la casa y el paisaje, de ser un fotógrafo le sacaría varias instantáneas. Se veía preciosa.
–No vas a decir nada – comente cuando estuve cerca de ella, y sin que me lo esperara me abrazo, pero por alguna razón no pude aceptarle ese gesto. Quien sabe cuántas cosas oculta eso.
Gracias por leer y apoyar esta historia, se los agradezco un montón.
¡Los quiero! :)
Besosy abrazos
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