Capítulo 31
Evelyn
Todo estaba tan bien hasta que llego Eva, no es que tuviera lago en su contra, es novia de Eliam está en todo su derecho de reaccionar como reacciono, pero me hubiera gustado que fuera en otro momento.
Sentir su calor y oír sus palabras me reanimaron de una forma inimaginable, sin embargo no iba a ser lo mismo verlo cada cierto tiempo que verlo todos los días y compartir varios momentos juntos.
Me sentía muy mal por esa parte pero bueno, no podía hacer mucho solo obedecer. Ahora con mi ida a Texas, mi primo ya estaba enterado y sin duda muy emocionado, tanto que hizo video llamada para asegurarse que no es una broma.
–Ya es la décima vez que te digo que si voy, porque no confías en mi – dije mientras metía algunas cosas en una de las cajas que Iván me ayudo a conseguir.
–Si confió en ti pero, aun no asimilo esa noticia – menciono Max del otro lado de la cámara.
A él lo veía a través de mi laptop que estaba sobre una mesilla de noche a un lado de mi cama, mientras que mi primo parecía estar con su celular ya que las imágenes de su rostro eran muy claras.
–Solo mírame como estoy empacando, ya convéncete de una vez – dije pero nada era nada.
–No, no puedo, es increíble enserio – dijo mi primo y con su expresión solo me limite a sonreír.
Pasamos conversando un buen rato, en eso, me comento sobre la parrillada que harían en su honor por estar dentro de la competencia, también me dijo que sería de este sábado el siguiente, justamente cuando yo me iba. Cabe decir que casi se muere con saber de mi viaje, pero bueno al menos él está feliz por los dos, ya que a mi aún no se me va la melancolía de saber que ya no volveré. Mi decisión había sido que con mi estudio 24 o nada, y mi tío me dijo que eso sería solo cuando no esté muy atareada con el colegio, iba a ser complicado ya que era mi último año pero en fin, pero era nada.
Estuve empaquetando todo lo que podía en las cajas, adornos de porcelana, joyeros, lámparas a excepción de una, y así varias cosas que me traje de mi antigua casa antes de dejarla en venta.
Los días empezaron a pasar con una extraña rapidez, sin embargo eso me hacía apreciar cada momento con mis amigos como si fuera un tesoro, Thom había vuelto a ser el mismo, con Ed alegraba las mañanas con sus canciones o sus adaptaciones graciosas, las clases se redujeron a presentaciones y a elecciones para interpretar películas o extras en novelas. Oportunidades únicas se empezaron a abrir y la mayoría ya tenía trabajo por llamarlo de ese modo, y todo provenía del centro de Hollywood que incluso estaba estrenando nuevos programas.
Por mi estudio todos obtuvieron un papel de extra en una serie por la cual hasta les van a pagar, yo me tuve que salir de eso sin embargo les daba todo mi apoyo y los acompañaba a las grabaciones de las cuales María y Ed sacaron varios bloopers.
–Toma 17–anuncio el director para iniciar con la escena.
(Lucia "María" está empacando mientras Ricardo "Edward" la quiere convencer de una trampa)
–Lucia no te dejes enredar eso es lo único que quieren enredar – dijo Ed pero enseguida pidió perdón porque se equivocó de nuevo.
–Lograr, papacito lograr, grávatelo por favor–dijo María dándole goles en la cabeza mientras se reía– Lograr –
–ya está bien, una más y ya, una más ya – pidió Ed entre risas.
–Vale, de nuevo – dijo el director que a diferencia del que estaba antes se reía con ellos en vez de mandarlos a la cumbre de la montaña a perderse– 3-2-1- acción –
–Toma 18 –
–Lucia no te dejes enredar, es lo único que José quiere lograr–dijo Ed
–Ay por favor Ricardo deja tus dramas, mejor ayúdame a terminar de empacar que mi vuelo es esta noche – continuo María.
–Pero que necia eres Lucia, eres idéntica a tu hermana y solo mírala, date cuenta en donde termino por su actitud–
–Mira con mi hermana no te metas– aclaro pero unos golpes en la puerta la detuvieron.
– ¿Quién? – exclamo Ed
– Disculpe que los interrumpa –intervino una chica que interpretaba a una sirvienta – pero acabo de ver llegar el auto de su madre señorita, llegando a la casa –
– ¿Llegando a dónde?– pregunto María sin aguantarse la risa– si no es él es ella, ya pues–
Entre las risas pasaron unas dos horas y por fin habían logrado terminar esa escena y continuar con otras, y una de esas otras fue con mi Pinocho que se creía Superman.
(Debía entrar y romper un jarrón por haber peleado con su padre)
En esta escena el entra, cierra la puerta fuertemente y al momento de tomar el jarrón este se rompe de la nada, y cortan la escena.
–Pero si lo agarre nada más– dijo con ver que los encargados de la escenografía llegaron y fueron en busca de otro jarrón.
–Agárralo con más delicadeza– menciono uno de los encargados.
–Pero si lo agarre con delicadeza, ¿qué pasa? – Dijo Eliam – o será que tengo súper poderes– sugirió, porque apenas levanto el jarrón y este ya estaba hecho trizas– yo me voy, compromiso chicos – termino de decir para fingir que se iría volando, hasta solito hiso un efecto de sonido para despejar, pero su vuelo no duro más de 2 segundos.
Terminaron de hacer esa escena, y luego de unas cuantas más terminaron con una donde Eliam no podía terminar de hacerse el nudo de la corbata.
–Yo sí puedo, si puedo – dijo él pero todos se reían de su intento que no fue solo uno, sino varios.
–Ese es el autoestima – lo alenté – dale pinocho – dije inconscientemente.
– Cállate pepito grillo, cállate por lo que más quieras – dijo el comiéndome con los ojos y riéndose como los demás, creo que metí la pata pero no fue mi intensión, y tampoco era mi intensión seguir riendo y peor que antes.
–Ya, ya, todo el mundo cálmese– dijo el director tratando de controlarse él también– terminemos con esto para que cada quien vaya para su casa – todos concordaron, pero luego de dar inicio a la escena Eliam se comenzó a reír y nadie entendió de porqué.
– ¿Y ahora qué paso? – pregunto el director
–Le hago sin apuntador, ¿ya? – Pidió él – es que el que me tiene que hablar esta que se muere de la risa, no para– explico.
–Adres ¿Qué paso? – menciono el director.
–Perdón es que, no lo supero enserio, pinocho – termino de decir riéndose de lo que le dije a mi amigo, y ni qué remedio todos comenzaron de nuevo.
– ¿Saben qué? – Intervino el director apagando algunas risas – mejor continuamos mañana esto no va a parar ni por milagro–
Nuevamente todos concordaron y uno a uno fueron saliendo del estudio, yo la había pasado detrás de una de las tantas cámaras que habían en ese lugar, me levante de mi asiento y a los pocos segundos sentí que el piso desapareció.
–No sé quién te crees que eres, pero eso no me gusto – dijo Eliam.
–Bájame, bájame, bájame – repetí hasta que lo hizo, y ahí me acorde de lo que él me hizo semanas atrás cuando estaba con mi tobillo mal– bueno ahí está cobrada la vez que me dejaste sin mi muleta–
–No sabes que la venganza es mala, y más para ti por tu tamaño– comento y me congelo la risa.
–Deja a mi tamaño en paz, no seas cruel – reclame.
–Está bien grillito como digas, ahora vámonos que ya mismo apagan las luces– tan solo por lo de las luces le hice caso de ahí ni crean que lo hubiera hecho.
Salimos algo juntos del estudio y nos encaminamos a la salida donde se suponía que deberían estar el resto de los chicos, y justo antes de tomar el plomo de la puerta dos chicas que era parte del elenco de grabación con mi estudio apareció.
–Apuesto cinco dólares a que son novios– comento una de las chicas que era pelirroja de ojos verdes.
Ese comentario a mí me dejo helada, hasta me había olvidado de como respirar, pero reaccione a tiempo eso sí.
–Pues ya estuvo que perdiste por qué no, no lo somos – aclare, por parte de Eliam no sé qué paso ya que no lo volví a oír.
– ¿Enserio? –dijeron las dos
–Si – confirme y de esa noticia al parecer se sintieron algo incomodas, pero no más que yo eso seguro.
Dios mío aparentábamos ser eso, no me lo creo.
–Pues, lo siento– dijo la pelirroja.
–Descuiden – intervino Eliam.
–Pero harían buena pareja – menciono una chica morena de cabello rubio teñido.
Casi me da algo con esa sugerencia, y ya estuve cerca de que se me pare el corazón cuando oí la voz de quien si es su novia.
–Pues es una lástima, ¿verdad Eve?– dijo Eva acercándose por un pasillo, al ver que no respondía continuo hablando– en realidad yo soy su novia, es un placer chicas –
–También es un placer – dijeron las dos chicas al unísono, y por sus gestos diría que estaban igual de nerviosas.
Porque yo
Porque yo
Ya los deje discutiendo el otro día ahora de nuevo.
–Bueno es una equivocación inocente – intervino Eliam – vámonos que ya deben estar por cerrar todas las puertas – termino abriendo la puerta y dejándome el campo libre para pasar. Sin dudar salí y me acerque a mis amigos que estaba alrededor del auto de Eliam, un Ferrari negro 458 spider que había traído de una visita a sus padres, eso fue suficiente para comprobar que venía de toda una familia adinerada.
Pero tenía un buen corazón solo eso me agradaba de él, nada que sus cosas caras como ese auto, eso ni me importaba.
Estuve con todos tratando de seguirles la conversación pero en un cierto tiempo María llamo la atención de forma discreta para hacernos caer en un detalle muy especial.
– ¿Los ven? – Pregunto señalando un punto del edificio de grabaciones un imperio de cristal, en ese espacio se veía a Eliam y Eva y de lo que se apreciaba en el cuadro no estaban nada felices.
–Yo opino que es mejor tomar taxi– dijo Thom y todos lo apoyamos.
– ¡Adiós! – dijimos todos con voz alta par que nos escucharan e irnos a la calle principal. Eliam solo nos miró y con un pequeño gesto se despidió.
–Ahora, ¿creen que encontremos un taxi dispuesto a llevarnos a la academia a estas horas?– cuestiono Ed acomodando su abrigo negro. Hacia un frio terrible a esas horas y más las continuas lluvias que han pasado últimamente el clima parecía el del interior de una nevera.
–No seas pesimista, si lo encontramos – dijo Thalía que se aferraba como más podía a su ligero abrigo de lana, con verla supe que no era la única con problemas de abrigo, aunque yo si me pase, ya que lo único que traía era una ligera tela oscura que me cubría pobremente los brazos, por dentro llevaba una camisa gris y todo eso por el incesante calor que hacía en la tarde cuando vine con Eliam.
– ¿Pensaste que sería como estar en la playa Eve?– me pregunto Thom.
– ¿Porque lo dices? – pregunte y note como mi voz templo por el frio.
–Por esa ropa que traes – respondió Thom al mismo tiempo que me compartió su abrigo.
–Uy... que lindo – mencione inconscientemente– gracias, pero en mi defensa vine así por el calor horrible que había en la tarde cuando vine –
–Si claro, y se pusieron de acuerdo las dos verdad, o sino María es la única que razono bien su vestimenta – comento Ed mientras se acercaba a Thalía, Thom por su parte se comenzó a reír por lo que dijo su amigo.
–María-Razonar, ¿lo dijiste enserio? – dijo riéndose, y la menciona por su parte le dio un manotazo en la cabeza a Thom por lo que insinuó.
–Da gracias que te estimo porque si no ya te hubiera tirado a la calle para que te atropellen– dijo María adelantándose a sacar mano a un taxi que estaba por pasar. Este ignoro deliberadamente a mi amiga y tanto ella como los demás comenzaron a insultar al pobre taxista. Pasamos así por unos cuantos minutos que casi ajustan la hora, y ¡por fin!, un taxi se dignó a parar y ayudarnos a regresar a la academia.
Le pasamos agradeciendo al señor todo el camino, tanto que hasta creo que lo fastidiamos, pero en si fue una alegría inmensa que poco nos importó esa parte.
Un día después a esto, antes de ir nuevamente al estudio de grabación, la docente de Armonía nos pidió las canciones que debíamos presentarle, todos se la entregamos en audio, los únicos videos musicales fueron presentados por Eva, por su hermano y por Marcela, de los que conocía ellos el resto solo audio.
La maestra nos dijo que por la noche nos debíamos reunir en el salón de ella para que nos diga el nombre de unas canciones que ella junto a otros docentes van a escoger. No nos dijo el para qué pero aseguro que por la noche nos aclararía toda duda.
Como las últimas veces acompañe a mi estudio a su grabación, y nuevamente pasaron riéndose a cada rato por las líneas que se olvidaban o por cualquier cosa que pasaba sin previo aviso. Así la pasamos hasta la tarde que en breves segundos se haría noche, ese día y el que le seguía salían pronto por ello aprovecho la maestra de armonía para darnos su noticia, que mataba de angustia a más de uno por cada estudio. En especial el mío.
Tanto en la mañana como por la tarde y luego noche estuve meditando por no acabarle mi mochila que estaba llena de papeles que me dio Iván de mi vuelo y nueva inscripción en un colegio, a María y a Ed. Incluso Thom estuvo por tirarles el agua de un florero a los dos, pero estos salieron corriendo y casi se matan por no ver un aviso de piso resbaloso. Con esas distracciones y un poco de conversa pude desviar a mi mente de Eliam, él se había desaparecido por la mañana, por la tarde solo lo vi grabar unas cuantas escenas y luego se fue, ahora que estamos en el salón de armonía no llegaba.
– ¿Dónde se habrá metido? – comento María.
–Quien sabe– dijo Thom.
–No contesta el móvil, tal vez salió por algo urgente – dijo Ed guardando su celular
–No estén así, sea lo que sea ya le preguntaremos cando lo veamos y él nos sabrá explicar– intervino Thalía, yo por mi parte me quede en silencio sentada en la alfombra a lado del sofá donde estaba María.
Los minutos pasaron con un pequeño discurso de la docente, donde nos dijo que las canciones elegidas son siete y que esas canciones fueron elegidas por siete disqueras que buscan a su próximo o próxima artista del siguiente año. Las canciones estaban de la mejor a la excelente, o así lo interprete yo.
Comenzó el top siete con una canción de rap, de un chico que según Thom era del estudio 30 y muy bueno, continuo una chica con una voz de opera espectacular que a todos nos dejó con la boca abierta literalmente, en el puesto cinco estaba la canción de Ed, casi le da un ataque de ansiedad peor al que suele darle a María, su canción era una lenta pero con buen ritmo.
https://youtu.be/zmI6XUoZjOY
En el puesto cuatro estuvo la canción de Thalía, una que me llego el autoestima, sobre creer en uno mismo o eso decía la canción. Y también se encontraba añadida otra canción de un chico que sabía mezclar tonos graves y agudos, en este punto la docente de armonía nos dijo que la disquera estaba en duda y para decidir quién queda deben hacer una canción más.
En el puesto tres estuvo Thom con su canción, una melodía que casi me saca lágrimas, esta desde que inicio me percate que pudo ser por la pérdida tan grande que tuvo.
https://youtu.be/bt9GRGcLmSQ
En el siguiente puesto se hallaba... ¿Mi Canción?
¡Dios era mi canción!
¡El sonido de mi guitarra y mi voz estaban saliendo del reproductor, Cielo santo!, la canción estaba por terminarse y yo aún no lo asimilaba, incluso Ed comenzó a sacudirme peor que a una muñeca de trapo por la emoción.
https://youtu.be/I2Vc5ij5pZg
Dios mío
Dios mío
Qué lindo, mi emoción fue tal que no reaccione sino hasta ver el video musical que salió como el número uno, es decir el mejor. Y adivinen de quien era.
Sí, esa mera muchacha que hace unos días me comenzó a fastidiar por separarme de mi pinocho. Pero que se le iba a hacer era su novia, y por lo que me había dicho María cuando nos conocimos era verdad que tenía buen cuerpo y además sabia cantar muy bien, más los efectos de sonido la escenografía, el maquillaje, la vestimenta... ¡todo!, Dios mío era genial lo que ella hizo.
https://youtu.be/wIft-t-MQuE
Su video termino lleno de aplausos, y con ello la profe de Armonía se paró y apago la tv donde se reprodujo el único video.
–Muy bien, estas músicas fueron las que impresiono mucho a las disqueras a cada uno ya le voy a pasar la dirección para que los vean ya que deben firmar un contrato si están interesados– explico – ahora, esas son las siete disqueras que habían sido llamadas, pero una de estas llamo a unos compañeros que tenían por una canción que les va a servir mucho en el mundial de este año– informo la maestra y con eso María de lo que estaba inquieta se quedó totalmente paralizada – y ahora escuchen porque esta es la canción que saldrá al aire para el mundial–
Al sonar la canción no hubo manera de negar que se trataba de María, era su voz, a la pobre de mi amiga parecía haberle dado una parálisis ya que ni siquiera parpadeaba, tampoco parecía respirar y eso ya me preocupo, y no solo a mí, a todos.
–María, María – llamaba Thom pero no respondía
–María di algo – dije al ver que no hacía nada.
–Dios mío como le hacemos reaccionar – menciono Thalía
–Esto aprendí viendo emergencias – dijo Ed tomando de un pequeño florero que estaba cerca, saco las flores que había y el agua que contenía se lo aventó a María. Ella estuvo por lanzarse sobre Ed pero por suerte Thom logro sostenerla.
– ¿Estás chiflado o que te pasa? – dio ella.
–Discúlpame pero era eso o un jalón de cabello– se excusó Ed pero María no le hizo nada, supongo que estaba demasiado feliz como para dejar que su instinto asesino le gané.
–María – llamo la maestra – los encargados de realizar todo vendrán por ti dentro de dos horas, si aceptas claro, necesitan hablar contigo y ver cómo será todo para tu video además viene con ellos un Representante artístico que te guiara, también te va a explicar a fondo tu trabajo –
–Dios mío esto me pasando a mí, ¿es enserio? – menciono en voz baja antes de aceptar e ir donde la maestra y recibir una carta donde consta a qué hora y donde se van a reunir. María regreso a donde estábamos todos y ahí me di cuenta que tomaba al papel como si se tratara de un bebé.
Segundos después la docente se marchó entregando cartas de las disqueras a quienes habían escogido. A mi entregó de una disquera llamada "Latin voice group", en la carta decía que hablarían conmigo y un representante la semana que viene para la firma del contrato, también se hallaba añadido que la letra de mi canción quedaba para una novela en estreno, eso me puso en la misma situación de María, sin embargo toda esa emoción se me trabo, ya que debía hablar con Iván y decirle sobre esto aunque tal vez y ya lo sabe, no obstante no deje que la angustia sobre dejar esta oportunidad me atormente.
Continúe empaquetando algunas cosas para terminar, mi tío iba a pasar por todas mis cajas por la noche y en ese momento le iba a decir o recordar sobre esta oportunidad que de seguro me servía para construir mi propio camino desde ya, y bueno, llego la noche, sonó mi celular, lo levante con la intención de contestar pero vi la pantalla y apareció un icono de mensaje, lo abrí y vi el nombre de María, en el que decía:
"Eve, ¿quieres ayudarnos con la sorpresa de Eliam?"
Cuando lo leí más de una vez me hice la pregunta de ¿qué sorpresa?, ¿Qué me perdí?
"¿Qué sorpresa?" escribí para zafarme de mis dudas.
"¿Eliam no te ha dicho?, pero bueno eso no importa mucho, lo que pasa es que su cumpleaños es el sábado y con nuestro vuelo que paso al Lunes para ir a grabar, ya pues le estamos preparando algo"
Su cumpleaños, ¡Dios mío!, pero... este sábado, este sábado me iba, como se supone que les ayudo si para cuando hagan cualquier cosa yo ya no voy a estar. En ese momento comencé a odiar más la idea de irme.
"María lo siento, pero no creo que pueda ayudar"
"¿Cómo así muñeca?, ¿Qué paso?"
En unos cuantos minutos le explique mi situación y ella se alteró un poco, sin embargo me comprendió, aunque si le omití la parte de mi "seguridad" diciéndole que debía ir donde mis abuelos ya que me necesitaban. Ella sugirió que hiciéramos todo por la mañana a primera hora así iba poder estar yo, ya que mi vuelo sale a la segunda hora de la tarde, pero había el inconveniente que por la mañana iba a estar más que ocupada con mis cosas y con mi traslado al aeropuerto. No había muchas opciones así que termine por decirle que ellos le realicen cualquier reunión o regalo por su parte, yo ya vería como decirle feliz cumpleaños. Ella acepto no muy convencida, lo que si me dijo que le compre cualquier cosa o lleve conmigo aunque sea una carta diciendo felicidades, ella iría a retirar en el aeropuerto antes de que me vaya para dársela, yo acepte y con eso finalizamos nuestra conversación.
Tiempo después llego mi tío por mis cosas para enviarlas por correo a Texas, lo acompañe y en ese trascurso de camino me aventure comentar acerca de la disquera.
–Evelyn, ¿recuerdas lo que te dije sobre la película?– dijo mi tío y con eso ya me hice ideas de su respuesta.
–Pero Iván – me queje – película es película, esto es diferente no seas malo por favor –
–Evelyn comprende, van a querer tus datos, si la novela que dice esa carta llega a ser famosa y tendencia te van a nombrar quieras o no –
–Pero puedo mantener un nombre artístico o lo que sea –sugerí – ándale por lo que más quieras, si me trajiste hasta aquí fue por algo, y ese algo se está manifestando, ándale di que sí ¿ya? – termine y él me volteo a ver porque el semáforo se colocó en rojo.
–Hay que hablar con tu abuelo también – informo
–Yo veo cómo convencerlo, si tú dices si seremos dos contra uno, así será más fácil – insistí– hasta podrías ser mi representante, por favor di que si– Iván me quedo viendo por breves segundos y luego arranco por el verde del semáforo y en pleno transcurso hablo de nuevo.
–Bien, siempre y cuando no tengas mucha carga con el colegio recuerda que es tu último año y que debes hacer los méritos posibles por ir a la universidad–
– ¡Ay!, Eres el mejor, te quiero – exclame abrazándolo.
–Lo se pequeño gremlin tranquila –menciono y no pude evitar poner los ojos en blanco por cómo me llamo otra vez.
Continuamos conversando de varias cosas entre ellas algunas chicas que conocía y que se llevaban muy bien con mi tío y que podrían ser buenas para ser su compañera de vida, en pocas palabras empecé a actuar de cupido con él, ya que a ratos me desesperaba verlo solo, pero según él la vida era mejor así, yo no le creí y por eso insistí e insistí hasta que la garganta se me seco de tanto hablar que casi me atoro. Con la risa de mi tío por ello y otras cosas llegamos al aeropuerto y luego de haber dejado mis cosas él dijo que debíamos esperar un poco más para luego irnos, no me lo explico bien, sin embargo aproveche aquello para buscar algo que le pueda guastar a Eliam. No tenía ni pinche idea de lo que le podría gustar, así que hice memoria de nuestras conversaciones a las afueras de la academia, de eso lo que más pude rescatar era que le agradaban las carreras es decir los autos, la adrenalina. No era mucho pero peor era nada, estuve buscando algo con relación a eso pero no. No había nada. Creo que pase por 10 tiendas en pisos diferentes y nada. No había algo que me convenciera que era bonito para regalárselo. Estuve saliendo de una tienda que ocupaba el puesto once de mi lista de "no hay nada" para ir a otra que era cruzando un puesto de comida y artículos electrónicos, justo cuando pase por el ultimo pensé que quizá encuentre algo aunque sea un llavero que le pueda gustar. Entre en local lleno de luces para fiestas, parlantes, computadoras, guitarras, violines, sintetizadores... sintetizadores que se parecían tanto al piano que mi madre tenía y que tuvo ser vendido, ese piando que me hacía dormir por la canción de cuna que mi madre creo para mí y cuya letra se quedó dentro de ella y se fue con ella, ahora solo era un recuerdo, uno que pensaba conservar y que deseaba tanto no olvidar.
Deje esos pensamientos algo nostálgicos de un lado por seguir con mi misión imposible, estuve rondando por la tienda de arriba abajo sin parar, hasta que una fila de figuritas me llamo la atención, eran pequeñas y habían de todas las caricaturas posibles, incluso figuras de instrumentos pero la que me interesaba era una figura negra con silueta de auto, similar al de Eliam.
– ¿Te gustan? – dijo una voz a mis espaldas, me voltee y vi a un chico alto que vestía semi-formal y que tenía una tez morena – son pendráis de buena calidad, también tiene una alta capacidad para guardar varios documentos, archivos o lo que gustes –
–Interesante – mencione ya que con eso, yo que se podría guardar la cantidad de pistas o audios o videos de lo que solían enviar en la academia para ver nuestro nivel de desempeño– Me llevo este– dije señalando el que parecía un auto.
Salí de la tienda algo contenta por haber hallado algo que le podría servir, de repente mi celular comenzó a vibrar, así que lo saque y conteste la llamada de mi tío que me interrogo de ¿Dónde estaba?, ¿Qué me pasaba?, ¿Qué porque me fui del asiento donde dijo que me quede y no me moviera? En fin se puso algo irritante, creo que aún no comprendía que tenía 16 años, ya no era una niña no sabía su necedad de controlarme de esa forma.
Estuve bajando las escaleras cuando a lo lejos vi un objeto precioso y brillante. Sabía que si me demoraba más mi tío me iba a regañar otra vez pero sería por una causa noble así que me entre en la tienda, compre y pedí que lo empaquete, saliendo compre algunos dulces para ver si engordaba algo, de lo que le veía era delgado y para mi mala suerte súper alto, de ojos azul verdoso hermoso y un cabello castaño claro que me mata y más cuando recordaba su suave textura que... ¡Dios mío! Me tuve que cachetear para volver a la realidad, eso ya era pasado, ¿Cómo es que aquella sensación persiste en mi mente como si hubiera ocurrido hace tan solo segundos?, creí haber dejado aquella parte de mi vida escondida bajo llave en una caja pero no, parecía estar encima de una torre a pleno día a la vista de todos.
– ¡Evelyn! – llamo mi tío y cuando seguí su voz mi vista recayó no solo en él si no en un hombre alto, robusto, de cabello blanco con una tez algo morena, vestía un traje formal y consigo traía una pequeña maleta.
– ¡Abuelo! – mencione al recuperar mi voz, no lo veía desde el funeral de mi padres, y mi único recuerdo de él era defendiéndome de mi abuela, sin pensarlo mucho corrí donde él y lo abrace como más pude esperando que me abrazara igual de fuerte, y para gran sorpresa mía si lo hizo.
–Te extrañe mucho Eve – menciono con su voz grave, la cual delataba sus setenta y tres años.
–Y yo a ti – dije ocultándome en su saco de tela fina.
–Vino por ti Eve, te acompañara en el avión– informó mi tío.
– ¿Enserio? – cuestione separándome de mi abuelo.
–Si Eve, vine para llevarte a tu nuevo hogar, créeme que ahí estas más a salvo que aquí–
– ¿Podre volver? – pregunte con miedo, y si decía que no. Él intercambio una mirada con mi tío y luego de algunos segundos coloco sus ojos grises en mí.
–Iván me ha comentado lo bien que te has adaptado a este lugar– dijo y granitos de esperanza aparecieron dentro de mí– Así que no le veo problema, lo que si debo hablar seriamente de tus estudios –
–Te doy toda mi atención de eso no te preocupes, ¡gracias! – Dije abrazándolo– pero... te puedo pedir una cosita más, una chiquitita –
–En el auto se lo dice Eve, es mejor irnos ya – intervino mi tío y mi abuelo lo apoyo, salimos los tres del aeropuerto y en el camino a su hotel le hable sobre la disquera, al principio no estuvo muy de acuerdo pero con algunas palabras de mi tío termino por convencerse que sería beneficioso y muy bueno si se lo manejaba correctamente, así que confió en mi tío y acepto.
Más feliz no podía estar, todo parecía ocupar un lugar donde el equilibrio seria clave para comenzar y formar mi camino de vida, mi único problema a más de subirme otra vez a un avión era despedirme de mis nuevos amigos. Me dolía, nunca pensé aferrarme así a un lugar pero supongo que de eso se tratan las verdaderas amistades, tenerse fuertemente y ahora con la distancia espero comprobar que son amistades duraderas.
Mis últimos días en Hollywood pasaron demasiado rápido, más que los anteriores días, en ese pequeño lapso de tiempo me había encontrado con Jake, me converso de varias aventuras que tuvo hace poco por ir a grabar la voz de una caricatura, por ello y unas cositas más había desaparecido de nuevo, y ahora lo único que tenía en mente es la grabación de la película.
– ¿y te van a volver a llamar? – pregunte con interés de la serie que me comentaba.
–Si –respondió emocionado – dijeron que mi voz podía hacer dos personajes, entonces les intereso bastante–
–Eso es genial, ¿Cada cuánto debes ir? –
–Debido al instituto que esta por empezar, cada mes–
– ¿Vas al instituto? – pregunte asombrada, yo pensaba que estaría en primer año de facultad o solo estaba enfocado en la academia como la mayoría.
–Oye, a diferencia de los demás, tengo mi plan b – menciono
–Me parece bien– comente – y, ¿a qué año de vas? –
–Es mi último año, y por esto de la caricatura voy a Texas donde mi Tía para poder estudiar y grabar sin problema–
–Enserio – dije sin creérmelo – yo debo ir a Texas para terminar mi último año también–
–No estoy para bromas Evelyn– Dijo poniéndose en un plan serio que no se lo creía nadie.
–No estoy jugando, te lo digo enserio– aclare, y bueno, luego de unos o varios minutos de convencerlo conversamos de ¿Dónde?, ¿Cuándo? O ¿Cómo? Va a ser su traslado, luego de ello me sentí feliz de saber que va a ir al mismo instituto que yo. De lo poco que averigüe del instituto que me dijo mi tío, era uno de niños ricos, multimillonarios, del mundo de oro en pocas palabras.
Yo en lo personal había asistido a un instituto normal y por una beca que me gane, pensaba hacer lo mismo ahora pero la matricula ya fue hecha, en teoría ya no tenía opción, y no sabía cómo es que iba a sobrevivir en ese lugar si las chicas y chicos con los que iba a convivir conversarían de las millonadas de sus padres.
Me están imponiendo una vida que no quiero, en un lugar que no es de mi agrado por el odio que me tienen, mi vida se está yendo al abismo, grito por ayuda y no me toman en cuenta. Solo sé que un reto grande se me viene y mi único consuelo es saber que Max estará ahí conmigo y que Eliam me podrá visitar.
El día de mi partida llego sin piedad alguna y sin nada más que hacer en mi mini piso me salí con una maleta donde llevaba a mis amigo leales, mis libros, esa maleta ni loca la dejaba en cualquier lado, me la llevaba conmigo o me iba con las de más maletas de los pasajeros del avión. Era cerca de las nueve de la mañana y mi tío me dio el tiempo de diez minutos para encontrarlo en una parte alejada de la academia, en el comienzo del parqueadero para especificarlo un poco más.
Con mi maleta me encamine a la cafetería para despedirme de Inesita, se me hizo difícil dejarla, incluso casi me salen las lágrimas con las palabras que me dedico para irme tranquila. En tan poco tiempo le tome mucho aprecio, a ella y los demás, ahora no sé cómo voy a decir adiós a mis demás compañeros, las probabilidades de volverlos a ver era muy bajas y eso me mataba.
Salí de la cafetería y me propuse buscar a mis compañeros, sin embargo no había nadie y el tiempo se me acababa, así que me dije a mi misma, "si aparecen en mi camino al parqueadero me despido si no, me tocara irme sin despedirme", pase caminando atenta a cada parte de mi alrededor pero nada, ya estaba por cruzar una última zona verde para llegar al parqueadero, así que me resigne y continúe mi camino, pero justo cuando estuve en media zona verde me atacaron todos y me tiraron al piso, para colmo también se encendieron las regaderas automáticas y nos mojaron de pies a cabeza, incluso digamos que hicieron montaña y yo era la que aguantaba el peso de todos.
–Piedad por favor, piedad– dije entrecortadamente por el aire que me estaba faltando.
–piedad mangos, de aquí no te vas – menciono Ed.
–Pero si no me quiero ir – dije y Thomas se salió haciendo caer a María.
–Entonces vamos por la caja – dijo Thom y me quito de encima a Ed y a Thalía, luego tiro de mi haciéndome parar.
– ¿Qué caja? – cuestione algo asustada.
–Una donde te metemos, te escondemos, te damos de perdida y luego apareces como por milagro y te quedas con nosotros– me explico Ed.
–Y siguen con la idea de la caja, son el colmo– menciono Thalía.
–Se te ocurre otra forma para hacer que se quede – dijo María –la caja es la única opción y... ¡caray mi ojo! – Exclamo tapándose el rostro – salimos de aquí por favor– pidió pues el agua salpicaba demasiado fuerte.
–ok vamos, pero a la caja – dijo Ed.
–Que caja ni que caja– los paro Thalía y se lo agradecí – llegamos hasta acá por lo que nos dijo María que te irías–
–Si bueno, lamento no haber sido yo la que se los dijo–mencione acomodando mi cabello que estaba demasiado mojado.
–Descuida pirañita – dijo Ed – Lo que si te vamos a extrañar mucho–
–Yo confié en la palabra del Señor Rogers – dijo Thom recordando mi primer día aquí y con algo de melancolía.
–Tienes razón, pero bueno, por algo sucede todo– intervino María acercándose lo cual me asombro– Solo dime que nos visitaras – termino y me abrazo el cual correspondí.
–lo hare – dije y sentí como los demás también se acercaban par aun abrazo entre todos.
¡Dios! los iba a echar tanto de menos, no sé ni cómo le iba a hacer para aguantar el dolor de no verlos en la mañana.
–Evelyn–escuche la voz de mi abuelo a lo lejos.
– ¿Quién es el pingüino?– pregunto María al verlo.
–María – la reprendí – es mi abuelo–
– ¡Tu abuelo! –Dijo ella – pues bien tengo unas cuantas cosas que decirle–
–Tú no vas a decir nada – aclaro Thom tomándola del brazo.
–Bueno, supongo que hasta aquí llegue– mencione para ya irme – este es el adiós –
–No, ningún adiós – intervino Thalía.
–Hasta pronto cualquier cosa– completo Ed y el corazoncito ya parecía salirme del pecho.
–Los voy a extrañar mucho, gracias por todo – termine de decir y sin más me toco caminar en dirección de mi abuelo preguntándome donde está Iván, se supone que él me llevaría al aeropuerto. Pero en fin, el caso es que ya estaba en el coche camino al aeropuerto camino a Texas. Los primeros minutos me la pase perdida en el camino, luego inicie una conversación con mi abuelo. Debo admitir que fue agradable hablar sin embargo nada me llenaba el nuevo vacío dentro de mí.
Cuando llegue al aeropuerto me encontré con mi tío él nos guio a una parte donde había filas de sillas negras, me dijeron que espere ahí, ya que debían arreglar unas cuantas cosas antes de abordar, y para lo que nos demoramos en el camino ya casi era la hora en que salía mi avión.
Estuve sentada en una de las sillas esperando que vuelvan, y en ese tiempo me preguntaba dónde estaría Eliam, no estaba con el grupo cuando se despidieron de mí, ahora me encontraba aguardando a María, según ella iba a venir para retirar mi regalo, sin embargo le pude haber dado cuando me encontró en el parqueadero. Me paso de tonta. No me quedo más que esperar, y mientras el tiempo pasaba jugueteaba con el paquete oscuro entre mis manos.
En un momento decidí salir de la monotonía del paquete en mis manos y alce mi mirada encontrándome con esos ojos azules que me perturbaron y me ayudaron. Me levante enseguida de mi asiento para no tener que alzar demasiado mi cabeza cuando llego a mi lado.
–Pensé que al menos te despedirías – dijo él y yo me quede un tanto loca por ello.
–Yo creí que aparecerías cuando los demás, me encontraron cerca del parqueadero – dije yo y él me miro raro.
–María me las va a pagar – logre escuchar pero aun no comprendía, aunque al ver que esa chica no aparecía supuse lo que había planeado–pero el caso es que al menos te encontré–
–y yo agradezco eso – concorde para luego entregarle el paquete negro que traía.
– ¿Y eso que es? – pregunto estructurando el paquete
–Feliz cumpleaños– dije simplemente – sé que no es el mejor momento pero sino es ahora no sé cuándo–
–Ven – lo escuche y luego me abrazo – Gracias – dijo después cerca de mi oído. Yo por mi parte me limite a abrazarlo tan fuerte como podía– voy a extrañar molestarte pepito grillo –
–Yo también – mencione y me aparte un poco, y ese poco fue como decir nada, lo tenía tan cerca que no sabía que hacerme ese momento, es más, todo a mi alrededor parecía disiparse, y en ese momento recordé esa noche donde... bueno paso lo que paso, su respiración chocaba en mis mejillas y sus ojos parecían buscar los míos pero no tenía intención de seguirlo. No fue sino hasta que tomo de mi mejilla que lo tuve que mirar sin opción, su tacto suave y perfumado me envolvió enseguida y me dejo algo perdida.
–Eve– alcanzo a decir y su aliento embriagador despertó en mí una necesidad extraña de acortar esos milímetros de distancia.
–Eliam – dije en el mismo tono y sin darme cuanta mis manos ya están coladas por sus brazos firmes y fuertes, aquí es donde me di cuenta que otra vez perdí el control de mi cuerpo.
Un beso de su parte por el borde de mis labios me desespero y me altero en cierta forma que no entendía, lo que si estaba medio consiente de lo que sucedía entonces me separe más de lo que hubiera querido, pero era necesario para evitar lo que paso esa noche.
–Te quiero Eve – dijo de repente y mi corazón comenzó a latir a mil por minuto, mis mejillas las sentía arder e incluso la respiración se me dificulto con esas dos simples palabras. Los segundos parecían congelarse en ese instante, y deseaba tanto quedarme así por siempre que no tome en cuenta el eco que pronunciaba mi nombre.
–Eve– llamo de nuevo y tanto Eliam como yo vimos a un extremo que es de donde provenía la voz de mi abuelo – ya es hora, hay que irnos – dijo para luego agarra mi maleta y mirar a Eliam, y en el segundo punto se quedó algo... como decirlo, analizando a quien tenía en frente, y no sé si es que lo conocía o que paso pero compuso un rostro poco agradable al verlo.
–Abuelo, él es Eliam –intervine para romper el hielo que se creó alrededor – Eliam él es mi abuelo, con quien debo irme –
–Es un placer Señor – dijo Eliam colocando su mano al frente para saludarlo pero mi abuelo no acepto el gesto.
–Lástima que no sea un placer para mí – dijo y yo me quede fría con su respuesta – Evelyn vámonos o perderemos el vuelo– termino tomándome de la mano y llevándome en dirección a la puerta para tomar el avión.
–Espera ¿Por qué hiciste eso? – mencione cuando estuve por cruzar la puerta.
–Estamos por perder el avión Eve, en casa te explico– dijo y una voz en el parlante anuncio que el avión en próximos minutos despegaría, entonces no me quedo más que continuar caminando e ir al avión.
Entre tantas cosas en mi mente, poca fue mi angustia y me desesperación dentro del monstro aéreo, me quede con una mala sensación al ver la reacción de mi abuelo hacia Eliam y además fue más doloroso de lo que pensé despedirme de Iván, no me quería ir, sin embargo no me quedo otra más que soltarme e ir a la escalera que aborda el avión.
–Eve– llamo mi abuelo
–Mmm... – fue mi única respuesta mientras me distraía leyendo un libro que me había dado Iván para que no me aburriera.
– ¿De dónde conoces a ese chico? – cuestiono y francamente me asombro eso.
–De la academia– respondí sin quitar mi vista del libro.
– ¿Y quiénes eran los que te tiraron al césped? –volvió a preguntar y ese recuerdo de todos ahí me dio como cuchillada en el pecho. Sin embargo le respondí a eso y más, luego de unos minutos en los que pasamos conversando me hablo de la parrillada que estaban haciendo en casa por Max, parecía muy emocionado por él y fue entretenido entender eso de las carreras, parecía un tema muy interesante y de cómo me describía el hipódromo me dio ganas de llegar para conocer eso y todo lo demás que me decía, por más mínimo que fuera me estaba encantando todo. Solo espero que mi abuela me tenga algo de aprecio en mi estadía.
Gracias por leer
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Besos, y un Feliz año a tod@s los quiero ;)
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