Capítulo 22

Eliam

Ya había pasado más de treinta minutos y la única chica presente era Thalía, no en su mejor estado pero al menos estaba ahí con nosotros.

Los tres dejamos a Thalía descansar pues por lo que nos dijo llegaron a las 11:30 pm a su apartamento.

Yo por mi parte junto a los demás llamábamos turnándonos a Evely y a María.

Ninguna llego a contestar, ya estaba cera de ajustarse la hora y prácticamente era el único medio que teníamos para localizarlas, puesto que el maestro que nos tocaba se retiró, pero antes de eso dejo unos guiones que debíamos aprendernos para la siguiente clase, y para no salir dijo que teníamos su hora para aprovechar ensayando, luego se fue sin tomar atención si estaban todos o no.

–Ya me canse – menciono Thomas – porque mejor no vamos a verlas–

–Y si viene alguien más y solo encuentra a Thalía dormida– aclaro Ed– sabes el lío en el que nos meteríamos–

–no sería diferente a que ellas no llegaran – puntualizo Thomas y tenía razón.

–Bueno y que tal si solo uno sale a buscarlas – mencione.

–Gracias por ofrecerte, ahora ve – ordeno Ed y francamente no me simpatizo su idea.

–solo di la idea no me ofrecí– dije.

–Además tenemos otra contra– aclaro Ed–si nos ven por los pasillos a esta hora nos dan sanción –

–Es verdad– concordó Thom – no hay mucho que podamos hacer, solo llamar – dijo marcando el numero de una de las chicas.

–Bueno fuera que contestaran – dije quitándome el móvil del oído cuando salió la contestadora de Evelyn.

– ¿Hola? – dijo una voz desde la puerta.

–Que hubo Jake – saludo Ed– ¿no has visto a María o a Eve?–

–No, no las he visto, pero si me choque con una de ellas– informo.

– ¿Quién? ¿Y dónde está? – pregunte levantándome del sofá donde estaba.

–Con Eve, Elena nos encontró en el pasillo anterior, y se la llevo y de lo que vi también buscaba a tu hermana, a su hija y a Thalía, también me dijo que les dijera que ya tenían permiso para ausentarse–

–Y a María se la trago la tierra – menciono Ed.

–No creo, Elena estaba buscando a las chicas que van al viaje hoy, de seguro y ya está con ellas– trato de tranquilizarlo pero no creo que lo logre, hasta yo me angustie por María, y además considerando que es Elena la que la busca puede que termine por expulsarla.

Elena es la que más suele estar presionando a María solo por querer echarla de la academia, por cómo le había gritado una vez, es por eso que no se llegan ni a cruzar la mirada.

– ¿Y tú que haces por aquí? – Pregunto Thomas a Jake – no deberías estar con tu grupo–

–Sí, pero tengo armonía – informó – y mi maestra nos dijo que podíamos irnos porque estaba ocupada con una próxima presentación –

–Nos puedes ayudar buscando a María entones, nosotros no podemos salir – pidió Ed.

–Claro, no hay problema –acepto – voy a pasar por su apartamento, cualquier cosa les llamo o me llaman – termino de decir y se fue.

–Dichoso él que puede ir a donde quiera, yo me siento encarcelado – menciono Ed– ¿tenía que dejarnos practicando esa cosa llena de letras?– se quejó dando un pisotón.

–Bueno ya tranquilízate – le dije entregándole su guion– Jake nos dirá cualquier cosa más adelante –

Y ese más adelante realmente fue dos horas después.

Por suerte María estaba en su apartamento, lo malo con ella fue que no encontraba su celular por ningún lado, se había quedado desbaratando apartamento entero y no daba con su artefacto azul.

Y así con la angustia de su celular perdido salió del apartamento y fue a reunirse con las demás chicas.

Ya me sentía tranquilo con saber aquello, con su matrícula condicionada daba terror cualquier situación como esta y más si se relaciona con Elena, por suerte ya todo se calmó.

Luego de terminar con la rutina en el estudio me toco ir al salón al último ensayo de la obra Mexicana que nos dieron, en el camino me encontré con Eva y de verla me compadecí.

Lucia realmente cansada, con la capucha de la sudadera cubriendo toda su cabeza y unos lentes oscuros que ocultaban las ojeras que se debieron formar levemente alrededor de sus ojos.

– ¿Por qué tan oculta del mundo? – le llegue a preguntar mientras caminábamos.

–Mi madre con sus "perfecciones" me tuvo hasta la madrugada practicando– dijo y se le escapo un bostezo que comprobaba sus palabras.

–Deberías ponerle un alto Linda, no es la primera vez– le dije pasando mi brazo por sus hombros para abrazarla, no duro mucho y prácticamente se abrazó en mí para no caer del sueño que tenía.

–Sabes que le puedo pedir lo que sea, menos un descanso – me respondió entre dormida y despierta.

–Trata de tomarla por un lado flexible y exígelo, solo mira cómo te tiene– le dije y debía darme la razón, porque cualquiera con buen ojo notaria lo agotada que esta.

–Lo intentare a ver que dice – alcanzo a responderme con otro bostezo.

El resto del camino lo continuamos en silencio, la veía tan mal que enserio me desesperaba su situación, Elena resultaba ser exigente con todos y todas pero con su hija se pasaba de los limites.

Me asegure de que alcanzáramos a llegar lo más rápido posible para que al menos descansara un poco en los puestos del salón teatral, para mala suerte cuando llegamos paso nada más ni nada menos que cinco minutos y Elena entro al salón.

Eva se levantó del sofá donde estaba por dormir y en un rápido movimiento se quitó los lentes y la capucha.

–No me digas que esta vez si te lo pintaste – cometen con ver que su cabello ya no era de ese rubio suave y hermoso que tenía.

–Ella me acompaño esta vez a la peluquería– respondió – así que no tuve más remedio –

–Mira que esa mujer a la que llamas madre, lo va a pagar caro tarde que temprano– mencione con verla, no era la primera vez que le decía que se pintara el cabello pero ella se reusaba y por eso hacia un trato con la señora de la peluquería para que en vez de pintárselo se colocara una peluca y su madre no se enterara.

–Ya déjala, veré como hago para devolverle el tono que tenía, luego de todo esto, así que tranquilízate– dijo tomándome de la mano para ir a los puestos principales que es donde todos se colocaban.

–Si tú lo dices – mencione y la seguí de cerca.

Pasamos ensayando nuevamente hasta altas horas de la noche, hasta las 10:00 pm para ser exactos, en todo ese tiempo veía que Eva hacia un esfuerzo sorprendente al mantenerse atenta en cada momento de la obra, el resto de chicas también estaban haciendo un gran esfuerzo, y más una con la que tenía que estar practicando una y otra vez, tal parece que mi conciencia no estaba acostumbrada a pasar de las diez de la noche sin dormir.

Cada tantito solía cortar la escena y taparse el rostro para soltar un bostezo, algunos soltaban algunas risas pero a Elena le estaba colmando la paciencia.

Desde lejos se podía ver como echaba chispas por no tomar esto de una forma seria, pero para todos ahí era mejor reír o terminaríamos por tirar todo a la basura.

En fin, esta última práctica no quedó tan bien y por eso antes de poder irnos Elena nos dio uno de sus sermones, luego de eso dejo que todos nos fuéramos a excepción de las chicas que ya debían irse al dichoso viaje a Irlanda.

Thom y Ed se estuvieron despidiendo de las tres chicas del estudio más Marcela, ellas eran las únicas presentes y eso fue extraño.

¿Dónde estaba mi novia?

Le dio una analizada rápida al escenario y logre divisar su melena, ahora castaña, entre los telones del fondo.

Me iba a acercar pero la voz de Ed me detuvo.

– ¿No te vas a despedir de las chicas Eliam?– pregunto ahí en la lejanía de donde me hallaba.

–Pues claro, ¿por quién me toman? –Le respondí y me acerque a ellos.

–Yo pensé que te quedarías con tu... como se llama... novia peli teñida –dijo María.

–María, no empieces – dije tratando de no reaccionar de mala forma.

–Haz de cuenta que no dijo nada– interinó Thalía – está demasiado angustiada e histérica con ver que no aparece su celular –

–No, mi hijo desapareció – menciono estando a punto de llorar – hasta me escape para volver al apartamento y buscarlo y no, no está –

–ya aparecerá descuida – dijo mi hermana tratando de consolarla pero de como la veía ni moviendo cielo, mar y tierra se tranquilizaría.

–Chicas vayan por sus cosas y regresen aquí, el auto que las llevara al aeropuerto llegara pronto– informo Elena desde el escenario y luego desapareció otra vez

–Las ayudamos, vamos – Menciono Thomas para quitar el silencio que se formaba.

–Eve arriba– menciono Ed dándole toquecitos en el hombro para que despierte y al ver que no reaccionaba le dio un sacudón que casi la tira al piso.

–Ayayay, ¿porque hiciste eso?– se quejó mientras tomaba sus cosas y se ponía de pie.

–No despertabas – se defendió Ed.

–Pero cualquiera elije un método más civilizado para despertar a las personas no te parece– siguió quejándose y con un genio que hasta le llegue a tener miedo.

–Ya, ya pirañita lo siento – dijo acercándose a ella con cautela.

–Perdóname tú a mí – dijo luego de un profundo suspiro, parecía que ni ella misma se soportaba.

– Tranquilita, ya paso – menciono abrazándola.

–Marce, vamos por tus cosas – dije de repente y así de la nada ya estaba camino a la salida.

–Claro – menciono y comenzó a seguirme– nos vemos– dijo a los demás en pleno trayecto.

Al salir fui directo a la moto oscura que tenía, le di el casco a mi hermana y nos fuimos a ver sus cosas.

– ¿Estas bien? – pregunto bajando de la moto cuando estuvimos frente al edificio.

–Si porque – le respondí de inmediato.

–Pues deberías informárselo a tu cara, estás molesto por algo, es demasiado notorio así que trata de disimularlo – me dijo antes de ir directo al edificio diez donde estaba su apartamento.

¿Notorio?

Ya me estaba enojando conmigo mismo, admito que no es para mí bonito tener que convivir con una persona que me llama como si fuera un imán, y esa tarde en la biblioteca me había pasado de tonto porque no quería que volviera a suceder algo parecido a lo de aquella noche, la quería evitar como ella lo estaba haciendo conmigo, pero justo ese día se le dio por cambiar las cosas, estaba confundido, demasiado y temía que eso me trajera problemas con Eva o con Eve.

Me quede tan sumido en el caos que se desato en mi mente que ni sentí cuando mi hermana llegó.

– ¡Oye ya despierta! – dijo casi que tirándome de la moto a la que estaba apoyado.

–Ya está, ya está – fue mi única reacción antes de que decida hacerme chocar con el piso con otro de sus empujones.

–Entonces vamos, no quiero que Elena me rete como la última vez– menciono acomodándose con su equipaje.

– ¿Lista? – pregunte antes de arrancar, dijo que si y entonces nos encaminamos de regreso al salón 247 que es donde se reunirían para irse.

Para cuando llegamos estaba María junto a Ed fuera de una furgoneta blanca, cera de la misma estaba Elena junto a su hija diciéndole quien sabe qué.

Ayude a mi hermana con su equipaje hasta estar cera de la furgoneta para que se subiera.

–Que tengas buen viaje Marce, ten cuidado – le dije entregándole la maleta, que segundos después acento dentro de la furgoneta.

–Ya no soy una niña, puedo sola no te preocupes – menciono acercándose, realmente ahí es cuando comprendo a los padres, es difícil ver como alguien que cuidaste desde hace años se va para emprender su camino en soledad.

Y eso que conmigo tan solo son dos días.

–Sabes que para mí siempre serás mi pequeña – dije atrapándola en un abrazo que hace tiempo deseaba darle.

–Si bueno, si eso te hace sentir mejor seré tu pequeña – dijo aceptando mi abrazo– aunque solo seas el mayor por un año – aclaro luego.

–Es un año de sabiduría– dije perdiéndome en sus rizos, mi hermana era y será siempre el pedazo más importante de mi vida, mi cómplice, mí apoyo, en conclusión el pilar basé de mi mundo– Te quiero mucho Marce–

–Yo igual hermanito –dijo luego de unos segundos.

–Me van a hacer llorar – menciono María a un extremo de la furgoneta.

–No se va para toda la vida, ya déjala – dijo Ed.

–Tú que sabes, es mi hermana no te metas – dije defendiendo mis actos a lo que Marce y ese par se rieron.

No paso mucho tiempo y llego Thomas en su moto con los equipajes de las chicas, Thalía y Eve venían caminando atrás de él.

– ¿Ya están todas? – pregunto Thalía acercándose

–Si – respondió Marce y las dos chicas metieron su equipaje dentro tomando un lugar.

–Listo chicas es hora de irnos – Anuncio Elena.

–Que les vaya bien – menciono Thom acercándose a cada una para despedirse.

–Suerte, no se vayan a meter en problemas – continúo Ed.

–No somos una réplica tuya, tranquilo – dijo María.

–Buen viaje – les dije también despidiéndome de cada una– que la pases bien pepito grillo – añadí luego de que me acerque a Eve.

–Tranquilo, no me voy a perder si esa es tu preocupación– dijo separándose luego de recibir mi abrazo.

–En realidad temo que te pisen – dije y por su cansancio no creo que me dio el golpe fuerte que quería darme.

–por mis condiciones agotadas, te salvas– advirtió y luego se perdió dentro de la furgoneta.

Luego de ella se empezó a subir María y Thalía.

Con ya despedirme de ella rodee la furgoneta queriendo encontrar a Eva, por suerte estuvo del otro lado con la puerta abierta.

–Creí que te irías sin despedirte – mencione cuando la vi ahí sentada.

–Hay no como crees – dijo saliendo de la furgoneta.

–Que la pases bien linda – me despedí dándole un beso – llama cuando lleguen –

–Claro, descuida – aseguro ella y regreso a la furgoneta luego de que le diera otro beso que de tantos por fin lo sentía sincero de su parte.

Volví a donde estaba Thom junto a Ed mirando como María cerraba la puerta, al poco rato luego de aquello el auto encendió y se perdió en la lejanía del horizonte.

Sin nada más que hacer en el lugar cada uno tomo su moto y partimos a los apartamentos

***

Por la mañana había quedado en ir donde Inesita junto a Thomas y Ed para pasar el rato y luego ir a un partido.

Cuando llegue a la cafetería, esta se encontraba casi desierta, me aproxime a una mesa donde estaba Thom jugueteando con su celular y con estar ahí de cerca me percaté de que Ed estaba tirado en el piso con la mirada perdida en el techo.

– ¿Qué le ocurrió? – pregunte

–Está aburrido –Me respondió Thom dejando el celular de un lado.

–ya veo, Inesita ¿dónde está? –Volví a preguntar.

–Ya pedimos 3 cafés– menciono y como si la hubiéramos llamado salió con los tres cafés que emanaban un olor delicioso.

–Aquí tienen chicos– menciono Inesita –Buenos días Eliam–

–Buen día Inesita – le respondí el saludo

– ¿Y Edward donde se metió? – Cuestiono Inesita luego de pegar una revisada a la cafetería

–Ahí – Le respondí señalando el piso.

–¡Ed!, ¿pero qué se supone que haces? – pregunto admirada

–Me siento vacío y aburrido – Menciono luego de un profundo suspiro que me asombro.

–Solo son dos días ya tranquilízate, anda toma el café y vayan a jugar –animó Inesita y con reniego obedeció

Vaya que si se sentía el ambiente vacío sin las chicas, y más por la ausencia de una que no permitió conciliar el sueño otra vez.




Gracias por leer 

saludos :) 

un abrazo enorme 

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