Capítulo 13

Evelyn

No pensé pasar todo el rato con Eliam pero, para que fue muy bueno.

El ser su conciencia y perseguirlo diciendo lo que está bien y mal me agradaba.

Le había enviado el mensaje con el objetivo de decirle rápidamente sobre el viaje a Irlanda que mi tío y una señora que resulto ser la madre de Eva organizaron.

Pero me encontró María antes y ahí todo se alboroto.

Fue en busca de todos los que formamos el estudio 24 y nos dirigimos donde Inesita para celebrarlo.

Thalía también se emocionó con saber que iría, las tres iniciamos con Inesita una conversación animosa de como seria, si fuimos aluna vez, que tal seria el lugar, la comida, la música, los bares, las danzas, las canciones, el teatro ¡¡ah!!

Yo no sabía ni como pero saltaba de la emoción por lo del viaje.

Las tres estábamos así.

Pero los del trio chiflado no se lo tomaron bien.

Primero se quejaron en coro de porque nosotras y no ellos.

Luego se pusieron sentimentales por el hecho de que nos iríamos.

Por último se enojaron diciendo que éramos unas traidoras, a eso Inesita los regaño y luego fingieron estar felices.

Cosa que no duro mucho.

Eran un caso perdido, los tres y cuando llego Eliam no se quedó atrás, hasta me dijo que se libraría de mí por todo ese tiempo.

Que cruel fue.

Pero bien que me ha de extrañar.

O bueno supongo.

Para bien o para mal me ha de terminar extrañando.

Cuando la noche toco nuestros sentidos, nos fuimos ayudando a Inesita a cerrar el puesto de la cafetería, luego Jake se ofreció a llevarme a mi apartamento.

No tenía nada que perder así que acepte.

Cuando llegamos también me ayudo a llegar a mi piso y se despidió como las últimas veces, con el mencionado beso en la mejilla y su desaparición repentina mientras pintaba de colores mi rostro.

No sé porque era muy nerviosa con respecto a eso.

Por algo será.

Me limite a pensar.

Cuando entre me metí a la ducha, con sumo cuidado de mi tobillo.

Por suerte mañana por la noche ya no lo tendré vendado.

Antes de ir donde Inesita mi Tío llamo para llevarme donde el médico y dijo que por seguir bien sus instrucciones del cuidado y los ejercicios ya me lo sacaría.

Estaba muy feliz por eso, y por el viaje a Irlanda.

Concluí que este día no fue tan malo.

Que luego del accidente todo estaba para mejorar.

**

A la mañana siguiente.

Los rayos de sol invadían mi ventana y se expandían por toda la habitación.

Los vi recorre minuciosamente cada rincón hasta llegar a mi cama, aquellos reflejos del sol se fueron elevando hasta dar con mi rostro y despertarme por completo.

Me removí entre las sabanas mientras me estiraba para despertar mi cuerpo y tomar el valor de salir de la cama.

Luego de meditarlo varios segundos me levante y tome una toalla para introducirme en la ducha y darme un buen baño antes de ir al estudio.

Salí del baño y me vestí rápidamente con una camisa blanca, unos pantalones negros y unos zapatos oscuros con franjas blancas.

Luego me acerque a abrir las persianas y vi un cielo despejado, un azul suave recorría el horizonte, y justo donde el cielo y la tierra se unen vi varias nueves brumosas.

Por si las dudas llevaré mi sudadera blanca, pensé y fui por la misma.

Con todo listo fui a mi mini cocina en el apartamento y encontré lo necesario para poder preparar una ensalada de fruta con un zumo de naranja.

Lo deguste como más podía y al terminar me percate de llevar mis llaves del apartamento, no me gustaría quedarme afuera como la vez en la que me dejaron a cargo de casa y la llave se quedó adentro, tuve que pasar dos días completos con mi vecina hasta que mis padres llegaran y llamaran un cerrajero.

No fue nada bonito pero en fin las cosas que suceden en la vida son para aprender. Verdad.

Salí de mi apartamento y cuando estuve afuera fue grato encontrar a Jake ahí esperándome.

–Hola– me saludo.

–Hola –le respondí con sorpresa al verlo– ¿Qué haces aquí? –

–Tan solo ayudar – me dijo y me entrego su casco.

Lo medite y vi que era buena idea aceptar, porque se me iba hacer tarde si desidia ir sola, así que, qué más da.

Fuimos recorriendo los enormes y monumentales edificios que servían de vivienda, y nos fuimos integrando poco a poco en los estudios.

– ¿Qué van a grabar exactamente en Irlanda?– cuestiono en el momento que nos detuvimos en el edificio 20 – 40 estudios.

–Un musical, algo tradicional se podría decir– respondí.

–Pues me alegro – respondió sin más y me ayudo a entrar al edificio–a diferencia de los demás espero la pases bien –

–pues... gracias – le dije.

–Te veo luego – se despidió y se marchó a su estudio luego de dejarme en el mío.

–¡¡Hey!! Dj póngale la música que le gusta– me di vuelta y vi a Thom y a Ed cantando mientras avanzaban por el pasillo– una para que se mueva y se luzca y baile conmigo solo conmigo ¡¡eh!!–

Negué con la cabeza y una sonrisa al ver su comportamiento mañanero, antes de que me alcanzaran entre al estudio y vi a María cerca del piano.

–Hola– salude

–Hola muñeca– respondió ella

–Y así nos vamos enamorando y tu cuerpo me va seduciendo oh– entro Ed mientras jalaba a Thalía haciéndola bailar.

–Para – exigió pero no le hiso caso y se la paso a Thom.

–Que el dj la repita otra vez, pa bailar contigo otra vez – dijo Thom haciéndola bailar, pero como la pobre esta denegada a eso parecía muñeca de trapo en sus manos.

–oye déjala pobrecita –menciono María.

–A esta chica le hace falta sazón – dijo Ed

–Estoy con sueño nada más – dijo Thalía.

–Y que estuviste haciendo anoche ¿ah? –cuestiono María.

Con una mirada poco usual.

–María no seas mal pensada–dijo Thalía – solo no pude dormir– menciono mientras se tiraba en uno de los sofás de terciopelo rojo.

–Entonces hagamole levantar – sugirió Ed y se fue por una puerta alterna–porque si esta niña se duerme yo igual– volvió a decir mientras salía con un aparato rectangular.

– ¿Qué piensas hacer? – cuestiono Thom.

–ya te dije levantarla– respondió y señalo el sofá donde Thalía se quedó  dormida.

Del parlante que trajo Ed empezó a sonar una canción de suspenso a lo que todos nos reviramos a verle.

– ¿con eso piensas levantarla? –pregunte.

–No, esperate estoy buscando una salsa– me respondió sin quitar su mirada del celular.

–Mejor déjenla descansar, se ve que no ha dormido nada– dijo María mientras le daba toquecitos en la cabeza a Thalía– ya hasta parece muerta–

–Déjala– le dije y se alejó, pero justo en ese momento empezó a sonar en alto volumen la radio.

– ¡¡En los años mil seiscientos!! –comenzó.

–¡¡¡Ed!!! –le reprendimos entre todos para que bajase el volumen.

–ya, ya – dijo y bajo un poco el volumen, pero así un poco como decir nada–A ver Lia despierta que si no nos metemos en problemas–menciono mientras la levantaba del sofá y ella se quejaba.

–No Ed, cinco minutitos y me levanto enserio– dijo ella pero nada que ver, Ed la sacudió de un lado al otro sin descanso.

–Dámela que si no la desbaratas –dijo Thom y la abrazo para que se durmiera un poco.

–No se vale yo que venía con tanta gana de bailar–se quejó entregando a Thalía.

–Y bueno nosotras estamos pintadas o que te pasa– dijo María en referencia a las dos.

– ¿quieres bailar Eve? –Me pregunto sabiendo que se molestaría, por la cara que puso María ni yo me aguante la risa–Bueno que esperas, ven – dijo y la jalo del brazo –

– No ya no quiero – se quejó sin embargo término siguiéndole la corriente.

Tuvo gracia el tener una pareja bailando salsa y la otra un vals de quince años.

Me dio tanta ternura ver a Thom y a Thalía que ni me di cuenta de que Pinocho estaba parado en la puerta observándome.

Vestía unos jeans azules con una camisa blanca y un abrigo café.

Su cabello castaño-rubio y alborotado le daba un aire rebelde y a la vez... ¿maduro?, si esa podría ser la palabra, y su mirada azulada, que me hiso recordar por escasos segundos el mismo cielo que vi en la mañana con verde en las orillas, no se apartaban de mí.

Me llegue a sentir algo rara cuando no se dignaba en apartar la mirada.

–Qué– le dije al ver que no me la quitaba mientras se acercaba con una sonrisa de lado que nunca espere ver.

–Dame un reporte de que ha pasado en mi corta ausencia, conciencia– dijo, sentándose cerca de mí.

–No hay mucho que contar–respondí e iba a decir algo más pero no alcance.

En la puerta se hallaba un señor de traje casual, se quedó viendo medio atónito las dos parejas en la pista y lo único que pudo hace Eliam fue a pagar la grabadora para que se dieran cuenta que era hora de recibir clase.

Ed y María se detuvieron y sus rostro fue un total poema cuando vieron al Maestro, que quien sabe que nos dará.

Thom por su parte se apuró a despertar a Thalía que con tardanza reacciono y se separó de su soporte para terminar cerca del sofá soltando un disimulado bostezo.

Debió estar tan sumida en el sueño que casi pierde el equilibrio.

–Buen día – saludo el señor casual y entro.

–Buen día – respondieron todos y la clase sobre lenguaje no verbal empezó.

No fue una de mis clases favoritas, debes estar atenta a cualquier gesto.

Conque bajes un poco tu ceja ya significa que estas enojada y nadie va a quererte ver en ese estado.

O eso es lo que a cada rato repetía el Sr casual.

Debías mostrar un rostro relajado y angelical para que al menos se dignara en revirarte a ver.

Digamos que llego un tiempo en el conté más de 30 veces 10 y por fin me calme, ya estaba por darme jaqueca con las ordenes de ese señor.

Tanto a Thalía como a mí nos exigió más de lo que exigía a los demás.

¿Por qué?

Por tener mi tobillo mal, y no poderme mover y porque la pobre de mi amiga parecía un zombi.

Aunque ponía su mejor cara se notaba a leguas que no durmió bien.

– ¿Es así de insoportable siempre? –pregunte cuando sus tres horas terminaron.

–Más o menos–respondió Thom

– ¿Ahora qué toca?– pregunto Thalía tratando de mantenerse despierta

–Drama– respondió Ed haciendo honor al tema de actuación que venía.

–Les parece si me hago la muerta y ustedes lloran, digan que si – pidió Thalí.

Pero resultaría complicada su petición, en toda clase que hasta ahora he tenido, primero era oír, ver y luego actuar.

Por último el maestro o maestra dictaba tu sentencia.

Este día no fue mucha clase por suerte, algunos de los maestros coordinaban eventos e interpretaciones que ya estaban a la fecha de cumplirse.

Así que salimos temprano, luego de tener una hora de Drama para ser específicos, donde Ed se lució más que de costumbre.

Díganme ¿cómo reaccionarían si su mascota moriría?

Bien

El casi se mete en el ataúd del animal.

Que consistía en una caja de zapatos improvisada.

En cierto punto causo conmoción, una gran conmoción.

Hasta llegue a sentir pena de él.

Fue interesante cada presentación, así que el tiempo se sintió pasar más rápido de lo que hubiera deseado.

A diferencia de Lenguaje no verbal, que cada minuto parecía un día completo.

Esa clase paso a mi lista negra.

Cuando todo termino y estuvimos afuera, me percate que varios grupos perdieron clase.

Todos empezaron a tomar caminos distintos a excepción de Thom que decidió llevar a Thalía cerca del edificio para que no le pasara nada malo.

Fue tan lindo verlos irse, que me quede observándolos tan atentamente, tanto que ni sentí que alguien por detrás trataba de llamar mi atención.

Cuando sentí que me zarandearon con fuerza caí a en la realidad.

–No soy tu muñeca de trapo– me queje, al revirarme vi que era Pinocho– trata con más cariño a tu conciencia–le dije mientras acomodaba mi ropa que quedo toda tirada y arrugada.

–Y si no que Pepito grillo – Me reto.

–Pues... – en realidad se me fueron las ideas, que le podría hacer a semejante niño ahí parado, que si se proponía me tiraba a la pileta –pues... pues...–

–Pues... se te acabaron las ideas– dijo de repente y acertó.

–Tarde que temprano se me ocurrirá algo y te aseguro que te vas a arrepentir– respondí y me propuse irme a mi edificio.

–está bien pepito grillo aguardare tu ocurrencia, ¿no necesitas ayuda? –pregunto.

¿Me pregunto?

– ¿Yo...? – dije deteniéndome.

–No, yo fíjate– me respondió.

–Está bien ya entendí – aclare– ¿porque la pregunta? A caso crees que no puedo llegar por mis propios medios y esfuerzos a mi piso ¿o qué? –

–No, no, no yo jamás dije eso – respondió rápido – solo quería...–

–Decir que no sirvo para nada– complete interrumpiéndolo.

–Qué no, como crees que voy a decir eso– menciono ofendido.

–Entonces porque no me dejas ir a mi sola– le cuestione con fingido enojo que por fin me creyó.

–Solo quería ayudarte– respondió

–Pues no quiero –le dije y me revire con intensión de irme.

–Eres una chica imposible – dijo saliéndose de sí, quería seguir con esto pero ya no pude aguantar la risa de ver su cara– Una pulga imposible – volvió a decir y le lance la muleta por llamarme de nuevo pulga, lástima que esta vez pudo tomarla antes de impactarlo.

Esto es malo

¿Por qué?

porque se encamino a la moto con MI muleta.

–Oye – lo llame – ¿no me ibas a ayudar?, claro promete y no cumple, como le tendrás a la pobre de Eva–mencione negando con la cabeza con una fingida decepción y tratando de conservar el equilibrio.

–Retráctate–advirtió

– ¿Por qué? – Respondí – a poco es la verdad– mencione mirándola muy asombrada.

–Claro que no Evelyn por quien me tomas– dijo colocándose el casco, luego se subió a la moto –Estuve con la intensión de ayudarte no quisiste que pena, adiós– y el muy condenado se dio vuelta y se fue.

Encendió la moto y se fue

Con mi muleta

–Que no, no, no, no vuelve – le dije tratando de avanzar pero si me movía sabía que me caería –Regresa ¡¡Eliam!! –grite porque en si ya estaba lejos.

No, yo a este lo mato

¡Lo mato!

–Date muerto Eliam– susurre por lo bajo mientras quería alcanzar un poste que estaba cerca.

Cojear no es lo mío, cada saltito es un martirio en ese momento.

Y si me caía y me tocaba estar con ese odioso yeso más tiempo.

Estaba por llegar al poste y un... inoportuno pito casi hace que me caiga.

O que digo caí, de suerte estuvo el poste y me sostuve de él con toda la fuerza que tenía en mis brazos para que mi tobillo no sufra más daño.

La posición que adopte no fue la más agradable y sabía que si no recibía ayuda caería.

Ayuda, ayuda, ¡¡ayuda!!

Gracias a al cielo unos brazos me tomaron de la cintura y mi otro brazo que ya se adormecía, estuve por darle las gracias hasta que...

–Eres un idiota – dije golpeando al tonto que me dejo sin mi muleta.

–Oye, oye tranquila–dijo el idiota sujetándome de las manos sin saber cómo ni cuándo– tranquilízate– exigió y me pude soltar una mano para golpearlo en el estómago– Ouu, bien me lo merecía – se quejó y me detuve porque si me soltaba totalmente me caería y eso no me convenía.

– ¿Vas a estar quieta? –pregunto luego de unos matadores segundos.

–No te aseguro nada– respondí.

Me ayudo a tomar equilibrio y me separe de él para sostenerme del poste y poder enviarlo a...

–Mira, te lo ganaste no lo niegues– dijo antes de nada interrumpiendo mis pensamientos homicidas.

–Mira, tú no digas nada, nada – le respondí queriendo estrangularlo– Mejor. Devuélveme la muleta–

–Para que me golpees, no – me respondió

–Que comes que adivinas– dije matándolo con la mirada, pero este en vez de temerme se puso a reír– ¿y ahora que te causa gracia?–

–Muchas cosas– me respondió.

–No respondas a tu conciencia– advertí– fue malo muy, muy malo que dejes a una pobre chica lisiada sin su muleta, el mal te perseguirá ya lo veras–

–te queda el trabajo de ser mi conciencia, ya me hiciste sentir mal– confeso quitándose el casco.

–que te digo soy de lo mejor – continúe y él rio y no sé porque me reí yo también.

–Oye, no sé tú pero tengo algo más que hacer, ¿te dejo con la muleta o me acompañas? – pregunto luego de unos segundos.

–A ver si entendí–dije acomodando mi cabello que estaba por todo mi rostro– piensas dejarme con mi muleta y mi brazo dormido luego de irte ocasionando todo esto–

–Ya me sentí muy culpable – menciono dándose vuelta para ir por la moto.

Me iba a dejar otra vez

–ven sube–dijo cuando estuvo por subir al vehículo oscuro, yo me quede ahí sin terminar de comprender las dos últimas palabras que soltó.

Sin embargo avance el poco trayecto que me separaba de él.

–Que quede claro que hago esto en contra de mi voluntad– aclare subiéndome.

–Ni tú te crees eso– comentó dándome su casco.

–Oscuro como tu conciencia, la hicieron ideal para ti– le dije pero me retracte– ok no, yo soy tu conciencia y no soy oscura ni perversa–

– ¿enserio? – Pregunto con su espléndido sarcasmo.

– ¿soy perversa? – le pregunte con lastima.

–Un poco nada más  – me dijo – ya quita esa carita convencerás a cualquiera pero no a mí–

–Ok eres difícil– concluí poniéndome el casco– ¿a dónde vamos? – cuestione al instante mientras veía la forma de agarrarme sin tener que abrazarlo.

¿Y si me veía su novia?

–ya lo veras– respondió y en mi búsqueda por un soporte sentí su mirada y su fastidiosa sonrisa– oye no muerdo – dijo tomándome de las manos.

–Está... bien– dije resignándome– solo, no quiero causar problemas –me explique y creo me entendió.

–No te preocupes – dijo con un tono apaciguador – además, el casco te cubre completa–

–Eres enserio, muy cruel– concluí y el arranco.

Fuimos atravesando los pilares, los edificios y no me espere atravesar la entrada del instituto.

–Oye, me estas asustando, ¿A dónde vamos? –cuestione esperando que me escuchara.

–Tu tranquila – fue su única respuesta.

Me tuve que conformar, el viento se fue haciendo cada vez más fuerte y con ello se formó un sonido sordo y molesto, sin embargo todo fue compensado por un hermoso paisaje.

Cuando había llegado al instituto todo era nubes brumosas y un paisaje abandonado por la luz.

Así de deprimente era todo y por eso recordaba todas mis tristezas.

Ahora todo era diferente, un cielo azul, aves en el cielo, pensamientos blancos de un lado al otro formando figuras.

Figuras que pronto oscurecerán y se deformaran, abriendo paso al desastre, el dolor y el miedo.

Con esa idea imágenes de aquella noche se mesclaron con lo que veía, el pasado inundaba mi presente, con recordar la hermosa mañana que compartí con mis padres antes de salir, y a medida que avanzábamos todo era... alegría.

Un agudo pinchazo sentí en mi pecho, una opresión enorme que no estaba por aguantar más, mis fuerzas flaquearon tan rápido que temí caerme, me sentía tan devastada en un mísero momento que me aferre con fuerza a lo que me abrazaba, sin percatarme de que era una persona.

Cerré los ojos con fuerza e intente desechar todos esos recuerdos pero fue en vano, como si se tratara de un tatuaje, ahí estaba bien marcado en mi alma.

El aire se había vuelto frío, el viento se fue haciendo cada vez más débil, y cuando abrí los ojos ya estaba rodeada de varios edificios, nos fuimos adentrando en uno bien enorme, con palmeras adornando la entrada y varios ventanales reflejando el lujoso sol y sus acompañantes blancos.

Eleve un poco más la vista y me percate de un letrero que decía "City College".

¿Qué se supone que va a hacer aquí?

Eliam se fue adentrando hasta llegar a un pequeño parqueo.

–Listo –dijo apagando la moto– llegamos–

– ¿y qué se supone que vas a hacer? – interrogue.

–estoy en la academia por mi madre y aquí debo ingresar por mi padre– explico.

–Estas en dos lugares en contra de tu voluntad– deduje quitándome el casco

–No – respondió– la academia me gusta, pero a mi padre no le agrada en lo más mínimo, y como según él, Marcela es un caso perdido dijo que debería ser yo el que siga con su negocio–

–Aja... – dije tratando de comprender– y de qué se trata si se puede saber–

–Una constructora– respondió

–Entonces, arquitectura– deduje – interesante–

–Sí, es lo que pienso por eso acepte, y para que me pueda dejar en paz en la academia–

–un buen trato – mencione.

–Exacto– dijo entregándome mi muleta y ayudándome a bajar– y tú no has pensado seguir algo más– interrogo luego.

–Yo... – en realidad no sabía que decir, estaba por seguir diseño o incluso leyes por mi padre, pero con lo del accidente tuve que reusarme e ir con mi tío a tratar de encontrar otro futuro.

Nunca me dijo que podía ir a continuar estudiando.

Bueno nunca le pregunte

–Tú... –dijo Pinocho

–yo... a... lo siento – dije al ver que si me demore en responder– es solo que, tengo una idea pero no me atrevo– respondí y de nuevo apareció su fastidiosa mirada de "no te creo"

–Tienes que practicar tus mentiras– dijo y nos encaminamos a lo que sería la dirección para que se inscribiera.

–mira pinocho estoy aquí para corregirte no para seguirte la corriente– respondí, y no sé si fue por molestar o venganza, pero en fin, me hecho todo el cabello en la cara–si me llega a pasar algo es tu culpa– dije arreglándome un poco.

Y si me caía.

–No hay muchas personas, no te pisaran tranquila– dijo y no me agrado.

–avanza antes de que te dé con esto, porque te doy enserio que te doy– advertí con mi muleta lista para atacar.

Continúo avanzando, pero demasiado rápido, este chico me las va a pagar tarde que temprano.

–Espera– le pedí cuando ya no pude avanzar a su ritmo.

– ¿Me vas a golpear?– cuestiono antes.

–No, no te golpeo– respondí y me senté en una de las silla que había en el pasillo donde nos encontrábamos cerca se encontraba una puerta y el letrerito de arriba decía.

Dirección

–Espera aquí– fue lo único que me dijo y se adentró a la habitación de la directiva.

Con quedarme ahí senti la necesidad de sentarme en una de las pocas sillas que habia en el pasillo, mi vista iba de un lado al otro y entonces algo interesante llamo mi atención 

Una pancarta enorme con la promocion del sigueinte año escolar, especialidad en leyes.

Me convenia si queria heredar el Buffett de mi padre, asi que me aventure a leerlo con mucha atención.

– ¿Por qué no entras? – dijo una voz demasiado familiar, y mi corazón casi para por lo repentino que fue.

Estuve tan concentrada viendo la pancarta que había enfrente de los asientos donde estaba que ni sentí su presencia.

–Si vuelves a hacer eso créeme que te quedaras sin conciencia –dije luego de unos segundos donde mi frágil corazón se calmó del susto.

–Tendré más cuidado– aseguro riéndose como siempre de mi – y ya enserio, ¿porque no entras? te conviene–

–pues... porque... – no me apetecía entrar a ninguna escuela esos momentos, apenas tenía para subsistir, Mi tío me daba un poco de dinero para poder sobrevivir en el instituto y todo eso es del trabajo que antes tenía mi mamá, él lo controla y también controla el dinero que reciba de eso ya que paso a mi nombre.

Tipo es mi tutor con referencia a todos esos negocios.

Eso pasó con el negocio de mamá, pero por parte de mi padre sus hermanos cerraron su Buffet e hicieron como si nada hubiera ocurrido.

O bueno, quien sabe si hicieron algo nunca me dijeron.

Hasta ahora ni si quiera lo había considerado.

Todos mis sueños quedaron trabados y al parecer también quedaron aplastados o tirados en alguna parte de la avenida donde me accidente con mis padres.

–Porque...– continúo sacándome de mis pensamientos pasados y lastimeros para mi alma, recordar toda la vida que tenía antes me dolía demasiado, era como tomar yo misma los cuchillos y lanzarlos a lo más profundo del corazón.

A pesar de no haber compartido mucho con ellos por sus incesantes viajes o salidas repentinas, cada mínimo momento que compartíamos era único, indescriptible, siempre había algo que destacar para decir al final, este día fue espectacular.

Y ahora todo eso desapareció.

En un segundo inesperado todo cayó

Se quemó – se consumió – y lo único que sobraba ahora eran cenizas, cenizas de una familia, de una felicidad que ni yo me creía que la tenía y que conformaba.

Ahora lo único de lo que podía conformar eran esas cenizas, que en mi corazón aguardaban el momento para poder soltarse e irme a su lado.

Solo eso quería.

Pero no podía dejar a la única persona que si me quería, que si llego a tener un gran aprecio por mí, Iván no merecía que lo deje tampoco, él al igual que yo está solo, el trabajo lo tiene así, o eso le dijo a mi madre una vez que vino de visita.

Al menos estando solos los dos podremos compartir la soledad y verla más liviana e incluso más llevadera.

Ese era el único motivo por el que aun luchaba por seguir respirando, y cargando con todo ese pasado.

Él era el único motivo.

–Porque...–aclare mi garganta, porque la maldita ya la sentía pastosa– no quiero molestar a mis padres– concluí sosteniendo mis tontas emociones.

Si tan solo recordarlos era feo no se diga mencionarlos.

Además no lo había hecho sino hasta hoy.

–Aja... y tú estás...– estaba por decir algo, pero sentí mis ojos arder y eso no era una buena señal.

–Mira– dije señalando la ventana y encaminándome un poco cerca de la misma–el cielo se esta nublado, para mí que va a llover, es mejor irnos ya– mencione y tome la iniciativa.

No me importaba si me seguía o no, debía salir de ahí.

Llegue al estacionamiento pero antes de dirigirme al aparato oscuro me apoye en la pared.

Vamos respira

Inhala....

.... Exhala

Inhala....

.... Exhala

Un poco más serena me acerque a la entrada del pasillo a ver si Eliam ya venía, porque no lo Encontraba por ninguna parte, y sí, lo vi caminando con su mirada clavada en unos papeles.

Me continúe acercando a la moto y me quede junto a esa cosa, hasta que el dueño llegara.

No tardo mucho por suerte.

Pero hasta eso saque mi sudadera blanca y me puse por el frió repentino que empezó a hacer.

–Lista – me pregunto mientras subía a la moto.

Yo no sabía cómo perdí mi voz, así que tan solo asentí y me puse el casco que él me dio para ocultar mi rostro del mundo.

Luego, como antes me aferre a él y partimos de nuevo a la academia. 




Espero les halla gustado 

Gracias por sus votos y comentarios 

un abrazo enorme  :) 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top