Único.

El tiempo fluye.

Hoy se acabó.

Antes de que me diera cuenta, mi corazón.

Parece haberse quedado atrás.

Cloudy Day.

.o.

Yonazuki Lucia se quedó paralizado en su lugar, podía sentir como su boca caía al piso, como sus mejillas se calentaban levemente y sus ojos no quisieron separarse de aquel bello espectáculo que estaba presenciando. No podía evitar sentir su corazón un tanto nervioso que sus manos realmente empezaban a sudar un poco. Su pecho empezaba a doler levemente por aquella emoción que estaba sintiendo.

Pero si somos sinceros, no era el único que se encontraba de esa manera.

Kazuki, Mimori, Kai, Maura y Alice no podían creer a lo que estaban viendo que la pequeña usuaria de Nigromante de cabellos morados grito emocionada mientras sacaba unas varitas luminosas de saber dónde y actuaba como una verdadera Fan de su hermano de cabellos rojos.

¿Era en verdad eso?

Incluso los recién llegados del Club de Shadowverse, Seventh Flame y compañía, solo se quedaron paralizados en la puerta de su salón del Club. Ese día solo iban a festejar con muchas personas importantes, solo habían salido a comprar algunas bebidas y lo que encuentran al entrar, es todo un gran espectáculo.

.o.

Me estaba rindiendo.

Las palabras hiladas.

Desaparece en el cielo.

Qué tengo que hacer.

...

Quiero poner mi voz en la canción.

Estoy seguro de que algún día se hará realidad.

...

Shining through the clouds.

Continuará por siempre.

Recoge y colecciona piezas de ensueño.

Incluso puedes convertir la soledad en esperanza.

Porque la voz susurrante me guio.

...

Da un paso fuerte al siguiente.

El comienzo de la historia empieza.

.o.

¿Qué estaba pasando como para que todo el salón se mantuviera emocionado por tal espectáculo?

Era tan fácil como decir que el sistema de Karaoke que instalaron en el salón para animar un poco más aquella pequeña fiesta estaba funcionando a la perfección en el momento que Ryugasaki Hiro decidió ir primero cuando todos sus amigos le habían estado animando a que cantara, aunque sea una canción.

Al principio, Hiro no quería, se sentía avergonzado ante la mirada de tantas personas.

Pero al final, fue más que suficiente que Yonazuki Lucia le animara un poco más cuando le dijo:

"En realidad me gustaría escucharte cantar"

Fue por él que decidió tomar el micrófono y escoger una canción, que podía decir, se sabía a la perfección, la había escuchado tantas veces que se sentía capaz de cantarla. Lo vieron tomar una gran bocanada de aire y en cuanto la letra apareció en la pantalla del karaoke, el empezó a cantar con una voz hermosa, con una voz tierna y calmada. Las emociones que se podían escuchar salir de él, fueron más que suficientes para dejar boquiabiertos a todos.

.o.

Deprimido.

No puedo ser.

El cielo al que miré.

Es como el futuro.

...

Lógica para rellenar.

Puedes tirarlo todo por la borda.

Todo lo que se necesita.

Solo siento como...

.o.

¿Cómo es que era capaz de sacar esa voz desde lo más profundo de su pecho?

No lo sabían y realmente no les importaba. No querían perderse de aquel bello espectáculo que empezaba a cautivar a muchos. Algunas chicas no dejaban de sonreír y llorar por la letra de la canción. Kai junto con Alice animaban a Hiro con aquellas baritas luminosas, que como se ha dicho desde un principio, no se sabe de dónde las sacaron, pero gracias a ese momento, se había ganado a dos fans más.

Lucia soltaba pequeños suspiros al mismo tiempo que recargaba su mejilla en la mano que estaba sobre su pierna cruzada. Sonreía ante aquel tonto chico con voz hermosa. Mirando a Kazuki a su lado, le hizo una seña de que después le pasara el video que estaba grabando con su celular.

¿Quién hubiera imaginado que aquella voz tan gritona y escandalosa también podía ser una dulce voz tan llena de sentimientos y cierta pasión que era imposible ignorarlo?

No solo era el mejor duelista de Shadowverse, también era un buen cantante del que Alice quería aprovechar para su próximo espectáculo. Ya podía imaginar toda la publicidad y los ingresos que iba a lograr con él.

Muchos se sorprendieron que Ryugasaki Hiro no necesitaba ver la pantalla para leer la letra que ahí aparecía. Aquel joven de cabellos rojos, simplemente había cerrado sus ojos y se había dejado llevar por la canción misma.

.o.

Ya sea oscuro o picante.

Te acercaste.

Hello, hello.

Estoy aquí.

...

Shining through the clouds.

Continuará por siempre.

Recoge y colecciona las piezas de tus sueños.

...

Incluso puedes convertir la soledad en esperanza.

Porque la voz susurrante me guio.

...

Da un paso fuerte al siguiente.

La historia comienza ahora.

.o.

En cuanto la canción termino y la pantalla mostraba que había conseguido el 100% en esa canción, fue en ese preciso momento que Hiro abrió los ojos. El sudor resbalaba de su frente y sus mejillas se encontraban rojas, como si se hubiera enfrentado a un duelo de Shadowverse. Una gran sonrisa apareció en su rostro mientras intentaba controlar un poco su respiración.

Realmente se había cansado de entregar su alma en aquella canción que en algunas ocasiones repetía cuando se quedaba solo en casa.

Aunque eso no fue lo único que llamo su atención.

Pues al terminar, aquel salón se quedó en silencio que no pudo evitar preocuparse. Pero al poco rato, brinco en su lugar al escuchar aquellos fuertes gritos de emoción de las chicas, algunos chiflidos de sus amigos y otros aplausos que animaban a que cantara otra canción para ellos.

-Creo que es mejor dejarlo para alguien más -Hiro rasco su nuca avergonzado mientras dejaba el micrófono a un lado y se sentaba para poder respirar un poco.- Yo estoy agotado

-¡Eso fue sorprendente! -Grito Alice emocionada mientras tomaba las manos de Hiro y lo zarandeaba un poco.- ¡Te necesito para mi próximo espectáculo! Tú y yo seremos una gran sensación, Alice nunca hubiera imaginado que tendrías una bella voz -La pequeña se cruzó de brazos. Mimori intentaba detenerla.- Ahora lo entiendo, lo tenías muy bien escondido, pero no te preocupes que Alice se encargara de todo y el mundo entero te conocerá

-Tienes una voz hermosa Hiro-san -Alabo Kai con una sonrisa en su rostro mientras hacía algunas anotaciones en su libreta.- Ya puedo imaginar tu carrera cantando al lado de Alice-san, ambos tienen mi apoyo en esta nueva carrera

-¡Alto, alto! -Hiro los detuvo un poco.- Yo no quiero cantar, yo quiero dedicarme a Shadowverse de manera profesional -Una sonrisa nerviosa apareció en su rostro.- Solo hice esto porque me lo pidieron pero no volvería a cantar, solo es un pequeño pasatiempo para mi -Intento negar mientras miraba a ese pequeño club de fans que había creado por aquel espectáculo ofrecido.- Realmente esto no es para mí, ¿Verdad?

Alice hizo un puchero, adiós a todos esos ingresos con los que había soñado, ahora tenía que trabajar lo doble para conseguirlos.

Los demás soltaron una pequeña risita por la pena que les generaba la pequeña chica. Realmente ella había soñado en grande. Era una completa desgracia que no se haría realidad.

Pero si eso era lo que deseaba Hiro, entonces no tenían por qué presionarlo.

-Pero -Lucia al fin habló después de quedarse un rato en silencio.- ¿Podrías cantar en alguna otra ocasión? -Alzo los hombros despreocupado.- Quizá no ahorita pero en algún otro momento, ¿Podrías hacerlo?

Hiro se iba a negar rotundamente, pero al ver aquella gran sonrisa que le dedicaba como aquellos grandes ojos de bello color rubí que parecía que brillaban y que esperaban algo más de él, simplemente se dejó caer derrotado mientras asentía ante aquella petición que fue capaz de alegrar a muchos que, en cuanto escucharon aquella buena noticia, siguieron con lo suyo. Una persona más había tomado el micrófono y la fiesta apenas empezaba.

Alice grito emocionada mientras arrebataba el micrófono de la persona que iba a cantar y se quitó su disfraz para que los chicos la reconocieran como la mejor Idol y empezar a cantar una de sus famosas canciones.

Quizá no todo se encontraba perdido y todo se lo debía a Yonazuki Lucia.

Porque todos ellos sabían que Hiro era capaz de decirles a ellos "No" de una manera fría y cruel de la que ya todos se encontraban acostumbrados, pero la única persona que no le podía decir de esa manera era el usuario de deck Vampírico.

Prácticamente, era su gran debilidad que podía ser utilizado en su contra.

Y es que al ver aquellos tiernos ojos como gran sonrisa que le dedicaba, Hiro prácticamente caía rendido.

Aquel grupo de Seventh Flame entendió en ese momento que el duelista más fuerte podía caer únicamente ante una persona, justamente esa persona, Yonazuki Lucia se estaba llevando a Ryugasaki Hiro del salón mientras los veían despedirse y prometer regresar, solo tenían que ir por la pequeña hermana del de cabellos blancos.

No sabían si aquello era verdad o no pero realmente poco les importo cuando la fiesta se encontraba demasiado animada.

Lo que ya no se enteraron después, fue del gran beso que Lucia le robo a Hiro en uno de los pasillos desiertos de la escuela Shadowverse. Fue algo que el de cabellos blancos ya no podía evitar más, esos fuertes impulsos de recompensar al de cabellos rojos, esos fuertes deseos de besarlo frente a los ojos de los demás, tuvo que controlarlos, pero ahora que tuvo que inventar aquella excusa para estar lejos, ya no podía más.

Había soportado 4 minutos con 7 segundos. Justo lo que había durado la canción.

Aquel gran sonrojo que podía competir con el color de sus cabellos, las respiraciones aceleradas y la ropa desacomodada.

El pequeño hilo de saliva que era claramente visible en ambos cuando separaron sus labios.

-¿Y eso porque fue? -Pregunto Hiro con la respiración entrecortada.

-Necesitaba hacerlo o iba a enloquecer -Lucia sonrió con cierta coquetería.- Pero ¿En serio lo harías? -Hiro lo miro un poco confundido.- ¿Cantarías otra vez? -Pidió con cierta timidez.- Aunque sea únicamente para mí, ¿Podrías hacerlo?

El usuario de deck Dragonico carcajeo, realmente era difícil para él decirle que no a esos tiernos ojos. Lo había malcriado tanto que ahora era imposible detenerlo. Pero que más podía hacer, más que seguirlo consintiendo.

Esa era la forma de ser de ellos dos.

Hiro bajo un poco y cargo a Lucia entre sus brazos mientras daban vueltas y empezaba a cantar otra canción. El de cabellos blancos no pudo evitar carcajear un poco y tomar entre sus manos el rostro contrario. Besaba con ternura su nariz, sus mejillas y por último sus labios donde se había comido varias de aquellas palabras.

Hiro lo tenia todo, una sonrisa maravillosa, una mirada cariñosa, unas manos cálidas y ahora, una dulce voz que lo hipnotizaba.

Si había caído antes por él, ahora caería más.

-Te amo -Susurro Lucia al terminar de escuchar aquella otra canción.

-Ya lo sé -Presumió Hiro.- Yo también te amo

Compartieron una risita y volvieron a besar aquellos labios que tanto deseaban probar hasta estar satisfechos de los mismos.

Pensaron que ese no era el lugar ni el momento para hacer tales demostraciones que tuvieron que separarse con rapidez ante el mínimo ruido que escucharon cerca de las escaleras. Tuvieron que tocar tierra para volver a compartir miradas, una sonrisa que decía todo y tomarse las manos para echarse a correr a un lugar donde solo estarían ellos dos. En aquella tierna burbuja donde podrían demostrarse cuanto se querían con sus corazones acelerados y sus cuerpos bañados en sudor, donde escucharían las veces necesarias de ese tierno amor que gritan al viento.

Una declaración de amor, una dulce voz que le canta al oído.

Así era como su historia de amor crecía cada vez más.

Sin desear detenerse, sin querer ocultarse.

Una canción fue más que suficiente para unirlos aun más si es que fuera posible.


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