14 Los tacos

Wanda pov:

He estado en el hospital por cuatro días, pero no ha sido tan malo gracias a Natasha, ella lo hizo más simple y divertido.

Creo que tomo licencia por un tiempo, su padre es el dueño de la compañía, así que creo que no hay ningún problema.

- Estás lista para irte de este lugar - ella ha alegrado mis días, por alguna razón siento que hay algo que ella no me está diciendo y que hay algo entre nosotras.

No digo que una relación, asumo que me lo hubiera dicho, aunque no sé si no quiere presionarme, seguramente sigo escribiendo.

Eso tengo que hacer, buscar en mi habitación.

- Ya quiero llegar a tu casa, necesitó descansar - su cara cambio y paso a ser seria.

- Iré a hablar con el doctor, me avisas cuando estés lista y nos vamos.

Yo asentí, la verdad es que siento que hay algo que no me ha dicho, hace dos días me visitó Yels, ella cada vez que yo mencionaba a Nat, intentaba cambiar de tema.

- Natasha, ya estoy lista - dije, y luego ella apareció detrás de la puerta.

- Bien, ¿estás segura de que no dejas nada?

- Estoy casi cien porciento seguro - ella señaló hacia la cama donde estaba un peluche que me trajo.

Es un osito de color rojo.

También tiene un corbatín y tenía una tarjeta que dice memorias, ambas nos reinos porque ya saben, yo perdí la memoria.

- Casi lo dejo, te ibas a tener que regresar, sin importar que tan lejos quede la casa.

- Creí que no te había gustado - yo negué abrazándome al peluche - me encanta lo amo.

Ella sonrió - bueno, ahora si ya podemos irnos - yo empece a caminar hacia fuera y nos subimos a su camioneta.

Es de último modelo, creo que tiene dinero - oye, y que tan lejos estamos de tu casa - otra vez su rostro cambio a uno serio - no tan lejos, pero si quieres podemos pasar por algo de comer primero.

Yo asentí, estaba conduciendo a una velocidad lenta, todos nos pasaban y ella procuraba no hacer movimientos bruscos - oye, no me romperé si aceleras.

- No es por esto, no solía gustarte que manejara rápido o de manera acelerada luego de lo de tus padres - yo asentí, supongo que es lógico.

- Podemos comer tacos - ella sonrió y trato de ocultarlo, pero no paso desapercibido por mí - porque sonríes.

- No es nada, es que la primera vez que fuimos a casa también pediste que comiéramos tacos, solo me trajo ese recuerdo.

Yo la miré, sus ojos demostraban que había llorado, no en ese preciso momento, pero tenía grandes ojeras, como si no hubiera descansado últimamente.

- Bien, ya llegamos - yo miré por la ventana y vi un restaurante de tacos - vamos.

Yo me bajé y solo tome mi celular - creo que vamos a pasar rápido, no se ve tan lleno - la mesera se acercó y note como miraba a Natasha - gracias por traerme aquí.

No sé por qué razón la abrace, vi la cara de la mesera, como si le molestara, así que también bese su Mejía.

Ella estaba de piedra - está bien, ahora pasemos a la mesa - nos sentamos y nos trajo el menú.

Si las miradas mataran ya estaría treinta metros bajo tierra, no tengo idea el porqué me molesta que vea a Nat, pero lo hace.

Tengo que descubrir antes de que algo más pase, si hubo algo entre ella y yo, o si paso algo que nadie parece querer contarme.

- Que vas a querer pedir - yo mire nuevamente el menú - quiero una orden de tacos al pastor - ella volvió a sonreír, me gusta su sonrisa.

- Con una horchata?

Yo asentí y ambas nos reímos - soy tan predecible o me conoces demasiado bien - ella llamó a la mesera - quizás ambas.

- Desean ordenar ya o necesitan más tiempo - ella solo miraba a Natasha, ignorando mi presencia, creo que Nat ya se dio cuenta.

- Pide tu Wandis, quiero lo mismo - yo asentí - me da dos órdenes de tacos al pastor y dos horchatas, y también me regala la salsa dos y cinco - son las que le gustan.

Ella asintió y miro a mi acompañante una vez más antes de retirarse - oye que pasa Nat - ella me miro con ojos abiertos.

- Porque pediste esas salsas - yo lo pensé un poco - porque son las que te gustan no, o ya no te gustan más - ella me miro extrañada.

- Wanda, como recuerdas eso - yo no me percate de lo que realmente estaba diciendo.

- Yo, solo lo recordé, pero porque lo hice - ella solo me miraba y de pronto sentí un fuerte dolor de cabeza.

Lleve mis manos a mi frente, todos los sonidos me molestaban, podía escuchar todo y todos parecían estar gritando.

- Wanda, Wandis, que pasa dime - yo no soportaba más el dolor, sentía que mi cabeza explotaría - Natasha, has que pare por favor.

Ella inmediatamente se cambió a mi lado en la butaca y me abrazo fuertemente - más fuerte, abrázame más fuerte, no me sueltes - era lo único que podía decir.

Cuando sentí a Nat abrazándome todo paro, todo se calmó de golpe - ya tranquila, vas a estar bien linda, vas a estar bien porque no te voy a soltar sí.

Yo asentí y me aferré más a ella.

Pasaron cinco minutos donde solo nos dedicamos a abrazarnos - estás mejor - yo asentí, ella se intentó apartar un poco, pero no la deje.

- No me dejes por favor - ella sonrió y beso mi cabeza - nunca.

Pasaron otros tras minutos - bien, ya estoy mejor - ella asintió y acaricio un poco mi espalda.

- Bien que te parece si comemos así cerca para evitar otro accidente, vamos a casa y cuando estemos ahí le preguntaré al doctor si esto es normal.

- Está bien - yo bajé la mirada - oye que pasa - yo seguí evitándola.

Ella levantó mi cabeza suavemente - dime que pasa, si no, no estaré tranquila - yo la mire y la abrace un poco más - me asuste.

Ella me sonrió y volvió a abrazarme - pero, yo estoy contigo ahora, ya no hay nada que te pueda hacer daño.

Sentí como beso mi cabeza nuevamente y cuando estaba haciendo eso la mesera bino con el pedido.

- Aquí está su pedido - yo lo recibí y ella se nos quedó viendo con mala cara - perdón, pero hay algún problema.

Esa fue Nat - no, no hay ningún problema.

Luego de eso ella se fue y Natasha me miro - ella actúa un poco raro - yo me reí - de que te ríes - yo solo seguí riendo - en serio no lo notas.

- Notar que - ella me miraba - a la mesera le gustas - ella me miro sorprendida - en serio - yo me reí de nuevo - eso debería ser bastante normal, no, que la gente se lance a tus pies.

- De hecho no, y porque te mira raro - yo la mire - creo que piensa que somos pareja - ella casi se ahoga con la horchata - que, porque pensaría eso.

Yo nos mire, ella estaba cerca de mí y tenía su mano por sobre mi hombro - no tengo idea.

Ella rio conmigo esta vez y comimos entre risas y chistes malos que ella hacía.

- La verdad es que, no te voy a mentir, extrañaba salir contigo - yo terminé mi bebida - Yelena me contó que casi no hablamos desde que empece a salir con ese chico.

- Es cierto, por un momento pensé que te irías de casa - yo la observe, cuando dijo eso yo note una pequeña tristeza en sus ojos.

- Podemos iniciar de cero - pregunté y me miro de lado - me refiero, a olvidar todos los malos entendidos y todo, no quiero que allá secretos.

Ella asintió y extendió su mano - hola soy Nat - yo reí - soy Wanda, la persona más linda de la tierra.

Ella tomó mi mano riendo - bueno, ahora si nos vamos.

Nos levantamos de la mesa y fuimos a la caja a pagar, note como la mesera que nos atendió prácticamente corría para atendernos ella y yo me pegue al costado de Nat.

Ella me sonrió y me abrazo - ya terminaron, no hubo ningún problema - pregunto el chico que estaba cerca - queríamos pagar la cuenta.

- Está bien, yo voy a - en eso llego la otra chica - yo las atendí, voy a cobrarles.

El chico extrañado la miro, pero no dijo nada y dejo que nos cobrara - bien, serán veinte dólares con noventa centavos, efectivo o tarjeta.

- Efectivo - vi como la chica se desanimó un poco, y ahí entendí que lo que quería eran los datos de Natasha.

Vi como a Nat le entro una llamada - dame el dinero, yo pagare - ella asintió y dejo un beso en mi cabeza antes de alejarse un poco para responder.

- Aquí está - dije dándole el dinero, ella me miro con mala cara, creo que es todo lo que ha hecho esta noche.

- Bien - dijo y vi como mi acompañante terminaba su llamada, se veía un poco seria - paso algo - pregunte - nada importante linda - dijo mientras volvía a abrazarme.

Yo pasé mi brazo por su cintura para sentirme más segura - aquí está su cambio.

Yo lo tomé para dárselo a Natasha - bien, vamos que quiero descansar, la verdad es que extraño tu casa ya, aunque no la recuerde.

Dije, ella me sonrió - esperen, les interesa ganarse una cena gratis para uno en su próxima visita - pregunto la chica, no sé por qué no me convence.

- No gracias, ya nos tenemos que ir - ella sacó un papel - solo tienen que anotar un número de teléfono.

Nati me miro - quieres participar - yo asentí - bueno, anotaré el número - yo la detuve - espera, anotemos el mío.

Yo escribí mi número en el papel, y vi la cara de la chica, me estaba muriendo de la risa por dentro.

- Ahora sí, vamos - yo la abrace.

Salimos por la puerta, y vi como venía corriendo detrás de nosotras, en serio no tiene nada mejor que hacer.

- Perdón por interrumpir, pero, me podrías dar tu número?

Yo miré a Natasha - no lo siento - ella no se movió - pero, es que me pareciste tan linda que tenía que intentarlo, segura que no me lo quieres dar, mira que no hago esto por cualquiera.

- Lo siento, pero no sé si no lo notaste o lo ignoraste, pero estoy con mi novia, y no quiero que se sienta incómoda.

- Ella es tu novia - su tono era de burla - no había algo mejor, algo como yo.

Natasha solo la miro con mala cara - disculpa, pero no me interesas, yo amo a mi novia, es la persona más hermosa del planeta y estás interrumpiendo, ahora si nos disculpas, queremos llegar a nuestra casa a descansar.

La chica solo se quedó impactada y mirándonos, luego que nos subimos al auto volvió al restaurante.

- Tenías razón - dijo mientras comenzaba a conducir - te lo dije, creo que invento lo de la cena para que le dieras tu número, pero como le di el mío salió a pedirlo.

- Sí, pero qué grosera, vio que venía con alguien y aun así me lo pidió, y tampoco me gusto la parte en la que intento hacerte sentir menos.

Yo sonreí recordando lo que dijo - ¿por qué sonríes?

- Oh, no nada, es solo que... Me gusto lo que dijiste sobre mí.

- De que eres hermosa - yo negué - entonces que parte.

- Cuando dijiste que me amabas.

//////////////////////////////////////////////

Nota:

Largo por haberme tomado el fin de semana

Se me antojaron unos tacos.

Nos leemos...

Cofie:)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top