9. Sistemas de apoyo.
3 años atrás
Clarissa
—No estoy segura de esto Evan—tengo una maldita arma en mi mano. ¿Por qué demonios tengo un arma en mi mano? Respuesta Evan.
—¿Quieres o no más dinero para tus mierdas? —está bien me atrapo, llevo un día sin consumir nada y ya empiezo a sentir la abstinencia, mi cuerpo empezó a sudar, mis manos tiemblan y tengo una gran necesidad por drogas, así que si quiero ese dinero.
Asiento para responder a su pregunta y me toma de la mandíbula con fuerza tanta, que siempre como si me la fuera a fracturar.
—Entonces has lo que te ordeno perra, eres mi maldita esclava, porque sin no eres nada, ¿Quién aceptara a una adicta en su vida? ¿Quién te va a dar todas esas mierdas que te gusta meterte? Dime Clarissa, quiero que te quede claro que yo soy quien manda, así que vas a entrar ahí y harás lo que te dije y si la tienes que usar—dice señalando el arma en mi mano—entonces por lo menos apunta a la cabeza, para que no sufran tanto. ¿Está bien? —siento como presiona mi mandíbula cada vez más fuerte, unas cuantas lagrimas se acumulan en mis ojos por el dolor que siento, él lo nota así que me suelta.
» Lo siento mi amor—esta vez toma mi rostro entre sus dos manos y limpia dulcemente las pocas lagrimas que cayeron—no quería hacerte daño, solo que a veces eres muy idiota, pero yo solo quiero lo mejor para ti, para mí, para nosotros y nuestros futuros hijos. ¿Acaso no quieres que seamos felices? ¿Acaso no quieres esa familia llena de amor que siempre has deseado? —asiento mientras él dice todas esas hermosas cosas sobre nuestro futuro—. Entonces mi amor has lo que te pido—acerca su rostro al mío y me da un largo y profundo beso, Evan y yo hemos pasado por muchas pruebas, pero no importa porque mientras nos sigamos amando como lo hacemos siempre volveremos el uno con el otro.
—Hare lo que quieres. Te amo—le doy otro beso, pero este es más corto que el anterior—nos esperan grandes cosas—él me sonríe y me derrite soy capaz de hacer cualquier cosa por este hombre.
Soy tan capaz de hacer lo que sea por Evan que no tengo problema alguno de entrar a la tienda la cual parece ser un señor de unos 60 o 65 años, pero eso no importa, lo que sí importa es cuando apunto su cabeza con el arma y le grito con que me de todo su dinero, el pobre señor llora mientras me da todo lo que tiene, por un momento me siento mal, pero luego pienso en lo feliz que estará Evan cuando vea que hice lo que él quiso y también pienso en las drogas que podré comprar con este dinero y ya no me siento mal, necesito ese dinero más que él.
Presente
Cuando la puerta se abre una pelirroja, de ojos verdes muy hinchados y con unas grandes ojeras me recibe, levanto mi bolsa la cual contiene helado y pañuelos y ella me deja pasar.
—Que hijo de puta—dice Lorelai antes de meterse otra cucharada de helado en la boca—, no puedo creer que te hiciera eso, cariño es claro que el no vale la pena en absoluto ¿y sabes que necesitas? —me mira con una mirada llena de picardía y una sonrisa, que no es de sus comunes sonrisas grandes y que le iluminan el rostro, pero es una sonrisa.
—¿Qué necesito? —aunque se para dónde va la conversación, veo un pequeño destello de diversión en sus ojos así que decido seguirle el juego.
—Sexo loco, salvaje y delicioso de una noche—sabía que algo así iba a decir, pero ese brillo que caracteriza tanto a sus ojos verdes vuelve aparecer que me alegro de que mis desgracias por lo menos le devuelvan un poco de su común alegría.
—Eres incorregible—digo riendo por lo que acaba de decir.
—Puede ser, pero nena necesitas un orgasmo y como eres heterosexual necesitas un buen pene que te de ese orgasmo—mientras habla golpea su barbilla con su dedo índice como si estuviera pensando a donde ir para que yo pueda conseguir un buen pene.
Mañana voy a lamentar quedarme hasta tan tarde con Lorelai, pero es que esto es justo lo que necesitaba para olvidar el mal trago que pase en el apartamento de Thomas, no me molesto que estuviera teniendo sexo, está bien admito que me puso un poco celosa, pero lo que más me dolió fue la forma en la que tomo la cintura de Sally Holt, luego estaba esa mirada que me congelo toda la sangre y por último la forma tan fría e indiferente de su voz con la que me dijo que lo había interrumpido. Eso me dolió la forma tan abrupta en la que hizo todo fue como un golpe en la cara, pero lo más horrible fue que por un momento, un pequeño segundo se me pareció a Evan y ese pequeño pensamiento me destruyo un poco por dentro y de ahí vinieron las lágrimas y por eso tuve que salir corriendo de ese lugar. No podía aceptar la idea de que Thomas fuera como Evan y si es así ¿Qué dice eso de mí?
***
—Deberíamos dormir—le digo a Lorelai mientras suelto un gran bostezo.
Estamos en el sofá de su sala viendo lo que sea que se pase por la televisión tenemos mantas sobre nosotras, un bote de helado cada una y entra las dos hay una caja de pañuelos los cuales use en su mayoría cuando le conté a Lorelai lo que paso con Thomas y aunque hay unas lágrimas rebeldes lo estoy controlando mejor y el estarme quedando dormida y comer helado ayuda a mantenerme al margen con mis emociones.
—Deberíamos, pero ya van a ser las cuatro de la mañana, sé que entras a las cinco y media y también sé que en unos minutos empieza la repetición del programa de ayer en la tarde de Sports Power, así que veremos el programa, tomaremos mucho café y luego tú iras a trabajar con mis padres y yo seguiré trabajando duro para entrar en la escuela de abogados y así convertirme...
—En la mejor abogada del estado de Nueva York o mejor dicho la mejor abogada del país, no mentira la mejor abogada del mundo—termino por ella y a lo último le agrego un poco de dramatismo. Reímos y nos concentramos en ver Sports Power, cuando salga del trabajo tendré tiempo para dormir por muchas horas—. Sinceramente no entiendo el fanatismo tuyo por este programa, ni siquiera te gustan los deportes—no es que yo sea una gran fanática al deporte, pero James Hunt, Christopher Booth y Jake Parker además de ser tres hombres muy ardientes, también son geniales hablando de deportes y hacen que el programa sea super entretenido si entiendes y sabes un poco de deportes, pero Lorelai, aunque lo ve siempre, no lo entiende ni sabe absolutamente nada de deportes, pero aun así lo ve todos los días.
—Me gusta ver hombres ardientes e inteligentes, por cierto, no había sacado el tema, porque no era un buen momento, pero como son ellos en persona y enfócate en James Sexy y Apetecible Hunt—y por fin en todas estas horas veo una sonrisa marca Lorelai, una gran sonrisa que ilumina su rostro así que por supuesto le hablo de tres ardientes hombres que tuve el placer de conocer.
—Está bien te contare, primero Christopher él es muy serio, pero me imagino que es por todo el asunto de ser padre soltero y haber sido abandonado por su esposa y madre de su hija, pero es sumamente caballeroso y maduro—trato de recordar otra cosa sobre él, pero la verdad es que no interactuamos mucho, así que paso al siguiente—. Bueno Jake es el otro opuesto, habla mucho, es muy juguetón y demasiado coqueto para su propio bien, es un poco inmaduro, pero sabe compensarlo con un gran sentido del humor. —aun no puedo creer que Jake Parker coqueteara conmigo eso es algo que jamás en mi vida olvidare.
—Me gusta, seguramente Christopher es muy serio por fuera, pero en la cama debe ser una bestia y ni hablar de Jake ese por como mueve sus dedos, debe saber usarlos allá abajo. Que delicia sería un trio con ellos dos, porque a Hunt me lo como sola ese es un momento que no compartiría con nadie. —mientras habla mira a la pantalla y sus ojos están directos en James, que no se note quien es su favorito.
—Bien y a quien estabas esperando James es increíble, es divertido, pero también puedes tener unas conversaciones muy profundas con él, es encantador y definitivamente sabe cómo ser un gran anfitrión, solo que si está muy dominado por esa modelo—de solo recordar a esa perra tengo un mal sabor en la boca, definitivamente James merece a alguien mejor.
—Ella no lo merece James es lindo, se nota que ama su trabajo y es bueno en el, es muy carismático por lo que te debe hacer reír siempre, además es inteligente por lo que puedes tener buenas y largas conversaciones con él, parece alguien confiable alguien a quien podrías contarle tus más profundos secretos y no juzgaría, parece alguien que siempre tomara tu mano—sigue mirando a la pantalla donde ahora están hablando de la próxima temporada de Hockey y los ojos de Lorelai brillan diferente es un brillo que jamás había visto en ella, además se le dibuja una sonrisa de lo más soñadora, esto es definitivamente nuevo.
—Vaya tu flechazo con James Hunt va más allá de lo que pensé—me burlo de ella y me voltea a ver, como lo único que nos ilumina es el televisor apenas noto el pequeño rubor que se forma en sus mejillas es divertido ver esta parte de Lorelai.
—Solo me gusta un poco—me rio de ella un poco más y seguimos viendo el programa, pero cuando está por terminar Lorelai vuelve a hablar con un tono de voz sombrío que hasta de un poco de miedo: —Soy adoptada—esa información me sorprende porque siempre pensé que Lorelai era hija biológica de Charity y Caleb sus ojos son como los de Charity y pensé que el pelirrojo venia de algún ancestro, pero no quiero preguntar nada porque parece que esta apunto de revelarme algo muy íntimo de su vida—, pero mi mamá biológicamente es mi tía—está bien eso responde a una de mis dudas— y mi papá biológico abusaba de mí.
Sus últimas palabras me dejan congelada, recuerdo la forma en la que ayer se quebró, la forma en la que hablo y como parecía haberse ido a un lugar muy oscuro en su mente, sé que hay más en esta historia y definitivamente tengo muchas preguntas, pero parece que Lorelai ya hablo lo suficiente del tema, así que me limito a acercarme a ella y abrazarla. Porque eso es lo que necesita apoyo.
—Sabes, James Hunt se merece a alguien mejor, alguien como tú.
***
El trabajo hoy no estuvo mal, tome mucho café y no hubo tantos clientes lo que me permitía dormir unos pocos minutos de vez en cuando. Estoy muerta llevo dos noches horribles y mi cuerpo necesita un claro descanso, pero por alguna estúpida razón decidí usar mis ultimas energías en ir a la tienda de Pedro ya hace unos días no lo veo y necesito hablar de mi recaída con alguien que sepa.
Tomo otro trago del que podría ser mi decimo café del día, y dejo que la cafeína me de solo un poco más de energía, cuando llego a la tienda entro de inmediato y noto que solo hay unos pocos clientes, me acerco a la caja y hay esta Pedro que me observa con su acostumbrado ceño fruncido, es un viejo amargado, pero con una gran sabiduría y experiencia en la vida.
—Te vez como la mierda—señala mientras entro a donde él esta, del otro lado del mostrador y le saco el dedo del medio, el cansancio me vuelve una persona muy poco amable.
—También me da gusto verte—rueda sus ojos, pero me da una pequeña sonrisa. Soy de un pequeño grupo de personas conformado por su esposa y por mi que tiene el privilegio de ver esas pequeñas, pero significativas sonrisas. —, necesito contarte algo—de inmediato siento mis mejillas sonrojarse, pero es que decirle a la persona que te conoció cuando más hecha mierda estabas y te dio una mano que recaíste no es fácil en lo más mínimo.
—Clarissa eres como una hija para mi—dice y siento mi sonrojo crecer, le cobra a un cliente y vuelve a hablar— y por eso no quiero saber si tuviste sexo con ese tal Thomas.
No puedo evitar estallar en una gran carcajada que llama la atención de otro cliente que se acerca a pagar.
—Definitivamente no es algo que te quiera contar—en cliente paga y quedamos solo en la tienda—, pero no es sobre eso—suelto un gran suspiro y lo miro a los ojos— recaí.
Cuando venía hacia acá pensé en como Pedro reaccionaria a lo que le iba a decir, puede imaginar cómo me sacaba del pequeño grupo de personas que pueden ver su sonrisa, pensé que me miraría con decepción y luego me diría que ya no sería mi padrino, pero en vez de todo eso recibo un gran abrazo y una mirada de completo entendimiento.
—Puedes caer, pero lo importante es levantarse. ¿Sabes cuantas recaídas he tenido? —me pregunta y niego con mi cabeza— 13 veces, esas son las veces en las que he recaído ¿y sabes que hice cada vez? —no me deja responder— Me levante, nunca me rendí, nunca deje que la enfermedad ganara, siempre me levante, hubieron recaídas que duraron uno o dos años y mi esposa me echo varias veces de la casa, pero siempre me levante, Clarissa llevas dos años sobria y si no recayeras, no serias humana, porque eso es lo hermoso de los humanos que nos podemos caer miles de veces y miles de veces también nos podemos levantar.
No evito que unas cuantas lagrimas salgan de mis ojos, sé que Lorelai, Mérida, Owen, Charity y hasta Caleb me han dicho que el que tomara otra vez no significaba que perdía mi trabajo, pero escucharlo de alguien que entiende lo que has pasado por él también lo paso, es diferente te llena de una paz especial. Pedro me abraza y me deja llorar sobre su hombro, luego me separa y me dice que luego hablaremos, pero que ahora vaya a dormir.
Estoy tan cansada que cuando llego a mi departamento y veo a Thomas frente a mi puerta una ira irracional me invade y como dije no soy el ser más amable cuando estoy cansada.
Segundo capítulo del maratón y este capítulo me ha fascinado, no sé qué les parece Lorelai, pero para mí ella es alguien con muchas facetas que todos merecen conocer.
Yo me pregunto algo ¿algún día sabremos lo que hay en la cabeza de esta pelirroja?
¿Les gusto el capítulo?
¿Qué le dirá Clarissa a Thomas?
¿Ya quieren que sea mañana para saber qué pasa?
Bueno leo sus respuestas y como siempre.
Nos leemos pronto.
July.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top