6. No todo está bien.
Clarissa.
—¿Qué tal la universidad? —escucho la pregunta que le hace Mérida a Lorelai. Me siento lejana a ellas, desde que comencé a pensar en Thomas y el pensamiento de enamorarme de él y que ese sentimiento no sea correspondido me aterra de formas en las que no sabía que todavía podía temer.
De lejos escucho que Lorelai empieza un discurso apasionado sobre como de increíble le va en la universidad y como su promedio está siendo maravilloso para poder pronto entrar en la facultad de derecho y muy pronto convertirse en una grandiosa abogada y a pesar de no estar prestando mucha atención, sé que está diciendo. Desde que conocí a Lorelai hay algo de lo que habla mucho y es de su sueño de ser abogada por ahora está estudiando ciencias políticas, pero está cerca de terminar esa carrera para poder entrar en la escuela de leyes, así que sí, aunque no la estoy escuchando se dé que está hablando.
—Molly Hoftman es una modelo muy elegante por lo que no creo que en su fiesta llevar jeans y una camiseta que diga "Tengo una vagina sabrosa". Sea lo más apropiado para la fiesta— vuelvo a ver a Mérida que está viendo la pantalla de su celular, seguro buscando información de Molly. La verdad es que ya Thomas me confirmo que me pusiera algo elegante, porque James le quiere dar una fiesta al todo estilo de su novia así que ir elegante es obligatorio, pero no había comenzado a prepararme por el simple hecho de estar entrando en colapso con mis últimos pensamientos. Decido salir de este círculo vicioso de pensamientos que solo me ponen los nervios de punta, sacudo la cabeza y presto toda la atención posible a mis dos mejores amigas.
—Oye yo le regale esa camisa y tiene mucha clase, en realidad también te regale una a ti y le hubiera regalado una al Vikingo que decía "Y yo puedo asegurarlo" con el dibujo de una lengua. Pero tanto tú y el Vikingo me dijeron que no era apropiado. Tontos —me es imposible no reír con la expresión de miedo de Mérida por las cosas que dice Lorelai.
—Joder eres terrible Lorelai y deja de llamar a mi novio Vikingo—dice Mérida tratando de ser seria y no demostrar que en realidad quería reír. Lorelai ignora su ultimo comentario y sigue hablando:
—Pero así me aman y por eso soy el Barney del grupo—una gran sonrisa en su rostro.
—Pensé que eras el Barney del grupo porque has dormido con la mitad de Nueva York. Solo que peor porque Barney solo tenía sexo con mujeres, pero tú tienes sexo con hombres y mujeres—digo solo para ver que sale esta vez de la cabeza de Lorelai. Siempre es divertido escuchar sus divagaciones sobre "Como conocí a tu madre".
—Aunque yo no necesito ningún libro de jugadas o mentir sobre lo que quiero con esa persona. Solo voy al punto y consigo sexo—que no se note que ha pasado minutos u horas de su vida pensando en esto. —. Y en realidad si lo piensas detenidamente soy mejor que Barney, consigo más sexo y tengo una conciencia más limpia porque yo no miento. —en eso tiene todo un GRAN punto. Lorelai desde que la conozco no ha hablado con algo que no sea sinceridad, puede que haya cosas de su pasado de las cuales no hable, tal vez porque no se siente lista, pero ella nunca se va a detener de decirte la verdad sobre algo y tampoco es de las personas que se guarde su opinión.
—Deberías llevar el rojo que te regale hace un año—dice Mérida cuando me ve rebuscar entre mi ropa algo adecuado para la fiesta. Volteo para verla no muy convencida de usar ese vestido. En sí, el vestido es precioso; es rojo, en la parte de arriba es muy básico de tirantes y que cubre mis pechos bastante bien, lo genial del vestido viene de la mitad de mi muslo hasta mi tobillo porque el vestido tiene una gran y sexy abertura. Desde que Mérida me regalo el vestido nunca lo he usade porque no encontraba el momento correcto—. Es el momento cariño—dice leyendo mi mente— además estarás rodeada de muchas estrellas con vestidos igual o más sexis que ese no puedes quedarte atrás—la miro por un momento aun dudando de usar ese vestido, pero en última instancia saco el vestido. Mérida tiene razón este es el momento perfecto.
***
—¡Oh, vaya! Somos buenas—expresa con asombro Lorelai mientras ella y Mérida chocan los cinco—. En serio pareces una Ted mujer muy, pero muy sexy.
—En serio debes dejar las referencias de Como conocí a tu madre por un momento en tu vida—habla Mérida con tono cansado. Estas dos se aman, pero siempre deben buscar porque pelear.
—Joder eres tan Marshall—aunque tengo demasiadas ganas de ir a mi baño y ver el resultado que lograron en mi espejo, no puedo evitar quedarme un rato para observarlas pelear y tener material para reírme y luego divertir a Thomas con la historia, siempre que le cuento alguna de las peleas de estas dos él me dice que debo contarle más al igual que yo ama con locura estas peleas y esta promete ser una muy buena. Seguro a Thomas le va a encantar.
A mi mente vuelve la madrugada cuando hablamos y le conté la vez que fuimos a una pizzería donde Lorelai y Mérida pasaron media hora discutiendo que pizza comeríamos y al final terminaron teniendo un debate demasiado intenso sobre porque debíamos comer el tipo de pizza que cada una tenía y si tienen curiosidad; Lorelai gano. Thomas amo tanto la historia que hasta lloro después de tanto reír. El recuerdo de la risa de Thomas me hace sonreír, pero rápido la borro, aunque es tonto yo puedo sonreír porque mi amigo sonríe eso no tiene nada de malo, pero es una sonrisa tonta de adolescente en su primer amor, aunque... Vuelvo a sacudir mi cabeza para salir de mi pelea interna y volver a la pelea de mis amigas.
—Yo no soy tan...—se empieza a quejar Mérida— ¿Por qué demonios yo soy Marshall? —Lorelai suelta un suspiro muy largo y rueda sus ojos como si Mérida estuviera haciendo la pregunta más tonta del mundo...Un momento.
—¿Y por qué carajos yo soy Ted? —Lorelai vuelve a rodar los ojos. Toma a Mérida de los hombros y la obliga a sentarse al lado mío en mi cama y ella se sienta en el banco que tengo frente a mi teclado.
—Pensé que era obvio, pero veo que ustedes son muy lentas—deja ir un largo suspiro y nos mira como si fuéramos niñas de escuela. Aunque a mí la situación me parece de los más divertida, Mérida solo se cruza de hombros y mira con ojos entrecerrados a nuestra querida pelirroja. —Miremos los hechos. En la serie Ted y Marshall se conocen en la universidad y se hacen mejores amigos. Ustedes dos se conocieron de toda la vida y son mejores amigas desde entonces. Ted y Marshall son el vínculo más viejo del grupo al igual que ustedes dos.
» Luego a ellos dos se les une Lily como a ustedes se les unió el Vikingo volviéndose el novio de Mérida y de paso el amor de su vida, porque es obvio que estos dos de seguro se comprometen este año. —Mérida va a decir algo, pero Lorelai sigue hablando— Pero siguiendo con lo importante, o sea yo. Luego hace ocho meses me uní a ustedes como Barney luego se une a Marshall, Lily y Ted. Por último, pero no menos importante, Clarissa se aventuró a buscar el amor y aunque no conoció a Thomas como Ted conoce a Robin es parecido, ahora están pasando por esta estúpida etapa de amigos, por los miedos Clarissa como Ted y Robin en su momento, pero cuando todo ese estúpido teatro termine ellos terminaran juntos y teniendo muchos bebés.
Bebés. Esa simple palabra hace que toda la diversión que tenía hace un momento se desvanezca y aunque tengo mucho que decir sobre la extraña analogía de Lorelai, la simple idea de tener un bebé me desubica por completo y hace que mi mente viaje al pasado exactamente a dos años atrás en el momento donde mi vida entera toco fondo.
—Duele, duele demasiado—mis lagrimas no dejan de caer y no estoy segura de si Mérida me puede entender mi dolor, pero aun siento sus propias lagrimas mientras me abraza más fuerte. Tal vez no entendió lo que dije, pero entiende que la necesito como nunca antes la he necesitado.
—Estoy aquí, estoy a tu lado y seguiré aquí hasta el final de los tiempos Clari. Recuerda siempre juntas—su voz también es quebradiza. Puede que no le duela como a mí me duele, pero el simple hacho de verme sufrir sé que también la hace sufrir. Porque así funcionamos, si una tiene dolor la otra también lo siente. Aunque dudo que esta vez podamos sentirlo con la misma intensidad.
—Yo...—hipo—no qu-quería...—otro hipo—es-esto—más lágrimas.
A lo largo de toda mi vida he sentido dolor, pero estoy demasiado segura de que nunca ningún dolor futuro se sentirá como este. La forma en que ahora mi corazón está roto no tiene nada que ver con cuando me di cuenta de que mi mamá realmente no me amaba o no lo hacía como yo quería. No se parece a como papá ha desaparecido por completo de mi vida, ni duelen como todas esas veces en las que Evan me ha hecho daño. Esta vez el dolor es demasiado grande y dudo algún día poder superar este gran dolor.
—¿Clarissa? —salgo de ese recuerdo y miro los rostros preocupados de mis amigas. Mis ojos están a nada de soltar una lagrima por ese doloroso recuerdo, pero aclaro mi garganta y trago el nudo que me formo a mitad de esta.
—Debo cambiarme—sin decir mucho tomo mi vestido y tacones. Voy a mi baño, cierro la puerta y me miro en el espejo, y aunque el trabajo de Mérida y Lorelai con el maquillaje y peinado es maravilloso esa vista al pasado hace que no pueda disfrutar por completo de lo que veo en ese espejo y solo por un momento veo en mis ojos a la Clarissa pasado, esa Clarissa que hace dos años deje atrás, esa Clarissa que cuando comenzaba a tener algo de felicidad hacia todo lo posible por sabotearlo y luego cuando la miseria venía a mi buscaba mi mejor escape. Drogas y alcohol.
Thomas
¿Estoy nervioso? Joder sí. Mis planes iniciales para esta fiesta eran ir solo, pero luego esos mensajes de Clarissa llegaron y luego tuvimos esa grandiosa videollamada, que cuando me invito a salir con sus amigos a incluirme más en su vida, vi en sus ojos que también quería pasar tiempo conmigo que ella en serio quiere que la conozca, así que no pude resistirme a invitarla a una fiesta que ni siquiera yo planeo. Por dicha James es un maravilloso amigo y con solo preguntar si podía llevarla muy emocionado me dijo: "Joder, claro que sí esa pobre alma necesita consejos sobre cómo lidiar contigo y también ¿Cómo podría yo negarle a una mujer hermosa verme?" La última parte me hizo sentir una pequeña punzada de celos, lo cual es estúpido ya que somos amigos. Sí, amigos.
Sacudo mi cuerpo entero antes de tocar la puerta del departamento de Clarissa, pero antes de tocar la puerta recuerdo la última vez que estuve en este lugar. Recuerdo los dedos tocando las teclas de su teclado con tanta facilidad como si sus dedos volaran por las suaves notas, luego esta su voz. No pude esa vez ver su rostro, pero estoy seguro de que la paz se reflejaba es cada lugar de su rostro, pero lo mejor de esa vez fue la canción había demasiado sentimiento en esas letras, el dolor estaba en cada palabra, pero era hermosa una canción que al escucharla te dan ganas de llorar, pero al acabar sentirás la mayor paz que alguna vez sentirás en tu vida. Así fue como me sentí luego de escucha la voz de Clarissa cantando letras tan maravillosas. Luego de eso no pude seguir ahí, me tomé mi té con una rapidez impresionante y salí casi corriendo de ese lugar porque un segundo más que me quedara y la besaría.
Saco todos esos pensamientos de mi cabeza y toco la puerta, del otro lado puedo escuchar unas voces entre ellas las de un hombre que hace que mi columna se ponga rígida y apriete la mandíbula tratando de destruir mis dientes. De repente tengo un fuego en mis entrañas que aumenta cuando el dueño de la voz que escuche al otro lado abre la puerta de Clarissa.
Recuerda Thomas amigos, ustedes son amigos.
En este punto podría decir que el instinto de un alfa se apodero de mí, saque pecho y le di una mirada con el propósito de intimidar al tipo, pero estaría mintiendo descaradamente porque en el momento que veo al tipo todo en mi se acobarda y me doy cuenta de que si hay alguien aquí que puede intimidar al otro es él. El tipo es como un tanque de guerra, es enorme debe estar demasiado cerca de los dos metros, sus brazos son gigantes ni con mis dos manos podría rodear uno de sus bíceps, después esta su caja torácica que al igual que todo él es gigante y debe ser dura como una roca, bueno mejor ni hablemos de sus piernas porque siguen el patrón gigante que es este tipo. En todo el rato que estado viendo a uno de los tipos más grandes que he visto en mi vida, no he visto su cara por el que levanto lentamente el rostro y me topo con una gran barba color café, labios ocultos en ella, una nariz un poco gruesa y cuando por fin miro sus ojos tiene una expresión que hace que casi me haga en los pantalones.
—Thomas—mierda. Su voz es muy gruesa y me provoca un escalofrío por todo el cuerpo, pero quien me puede culpar. Un golpe de este tipo es una visita al hospital segura y dos golpes es un viaje a la morgue. Me mira expectante esperando por una respuesta de mi parte, pero siendo sincero creo que mis cuerdas vocales de desintegraron por el miedo— ¿Eres mudo? —me pregunta con voz aún más gruesa y cruzando sus grandes brazos sobre su pecho logrando que se vean aún más grandes.
—Owen ¿Qué haces? —escucho la voz de una mujer, pero no la reconozco. De detrás del gigante que al parecer se llama Owen sale una mujer de cabello negro, ojos cafés, delgada y que al lado del gigante se ve realmente pequeña y frágil. Aunque no conozco a la mujer la identifico rápido como Mérida, la mejor amiga de Clarissa. —Oh, Thomas que genial poder conocerte. Soy Mérida—extiende su mano hacia mí y me regala una linda sonrisa.
Por un momento hago memoria a las cosas que Clarissa me ha contado sobre sus amigos y recuerdo haber escuchado el nombre de Owen como el novio de Mérida, por los que mis celos total y completamente injustificados desaparecen al instante. Eres un idiota.
Salgo de mi tonto trance y tomo la mano de Mérida y le devuelvo la sonrisa.
—¿Qué ahora que Clarissa no quiso salir contigo vas a tratar de robar a mi novia? —la voz super gruesa de Owen me hace soltar a rápido la mano de Mérida.
—Yo...yo n-no—joder ¿Qué tiene este tipo que me hace actuar como un imbécil? Me aclaro la garganta y me recupero un poco del miedo que ha logrado infundir este hombre en mí. Es que ni lo intenta, pero lo logra. —lo que quería decir era que yo no quiero robar a su novia señor.
Escucho al otro lado de la gran pared humana que es Owen una risa que he aprendido a reconocer como la de Clarissa.
—¿Desde cuando eres tan elegante Thomas? —dice divertida. Escuchar su voz me hace olvidar a las dos personas frente a mí y el deseo por ver a Clarissa se hace más fuerte.
—Siempre soy elegante señorita Wood—vuelvo a escuchar su risa y eso hace que me sienta feliz por ser yo quien la haga reír así.
Amigos Thomas, amigos.
—Aaaaw que hombre tan caballeroso—escucho otra voz—. Vikingo quítate que quiero conocer a este caballero, que viene en busca de nuestra pequeña y querida Clarissa—unas manos se colocan en el brazo de Owen, que la verdad sí parece un vikingo, para empujarlo, pero él se mueve por voluntad propia adentrándose de nuevo al apartamento.
¿En serio no me dejaran entrar?
—Y dinos Thomas ¿Cuáles son tus intenciones con nuestra hija? ¿Acaso quieres robar su pureza? —me pregunta la dueña de la última voz que escuche. Es una chica pelirroja realmente bella, tiene unos grandes ojos verdes, una nariz repleta de pecas, unos labios gruesos con una gran sonrisa y tiene un cuerpo matador.
—Por dios Lorelai, podrías no ser tan descarada—así que por fin conozco a la loca Lorelai amiga de Clarissa. Joder ¿Quién diría que tanta belleza guardaría una cabeza tan loca?
—Pero si en la cama amas mi descaro y hasta recuerdo como siempre me gimes por más—y yo que creía que Clarissa exageraba cuando hablaba de Lorelai— bien recuerdo como siempre me dices: ¡Sí, Lorelai así! ¡Oh, Lorelai chúpame más fuerte! ¡Oh, sí! —he de destacar que todo esto lo dice como si de verdad en este momento estuvieran teniendo sexo y hasta puedo notar que Mérida se sonroja un poco.
—Eres insoportable—ciertamente en este momento me debería de sentir un poco ofendido por cómo han olvidado mi presencia, pero ciertamente esto es demasiado interesante.
—Tranquila guapa cuando ellos dos se vayan, bien que nos podríamos montar un trío nosotras dos con el Vikingo—la risa que escapa de mi hace que ambas recuerden mi presencia y voltean a verme. —. Lo siento olvide que estabas ahí. Clari ya casi sale se está terminando de alistar.
Después de eso las dos chicas se quedan conmigo en la puerta hablando y Owen no vuelve a salir, luego de unos minutos mi respiración se va cuando Clarissa con un maravilloso vestido rojo aparece frente a mí, noto sus ojos un poco hinchados ¿estuvo llorando? Pero mi preocupación se va cuando miro la hermosa sonrisa que me regala.
—Te ves hermosa—no puedo evitar decir.
—Y tú no estás nada mal. ¿Vamos? —asiento y le ofrezco mi brazo porque la verdad me aterra que se pueda caer con los tacos super altos que tiene puestos y también porque en este momento quiero, aunque sea un mínimo contacto con ella.
Cuando llegamos a mi auto me encargo de abrir la puerta del copiloto para Clarissa y me apresuro a mi lugar como conductor.
—¿Qué te parecieron mis amigos? —enciendo el auto y rápido nos adentramos en las calles de Nueva York, cada vez me adapto más.
—Geniales, aunque no Owen me aterro por completo—digo y ella ríe. Bueno me alegro de que mis miedos hagan a alguien feliz.
—Owen parece aterrador, pero no le haría daño ni a una mosca.
—¿Es jugador de Futbol? —trato de pensar en los dos equipos de Nueva York, pero no recuerdo a ningún jugador que se llame Owen.
—No, Owen es profesor de química. En realidad, trabaja en la escuela privada Saint Agustine—¡Ja! Eso no lo vi venir.
—¿Cuantos de sus alumnos se hacen en los pantalones la primera vez que lo ven? —mi comentario la hace reír más, pero esta risa me suena extraña, en realidad ni siquiera me suena real.
—La verdad nunca le he hecho esa pregunta, pero es muy buena—vuelve a reír de esa forma falsa y no entiendo porque la hace. Cuando por un momento el auto queda en silencio volteo a ver a Clarissa rápidamente y la veo concentrada en ver por la ventana, pero tengo el leve presentimiento de tal vez no esté muy bien.
—¿Estás segura de que quieres ir a la fiesta? —vuelvo a verla otra vez y veo una expresión triste en su rostro, pero rápido la quita dándome una sonrisa, sin embargo, no se ve tan real como a las sonrisas que siempre me da o como la que me dio cuando salió de su apartamento.
—Claro que quiero ir, estoy muy emocionada. —y aunque lo dice con entusiasmo, puedo percibir que no está hablando con la verdad.
¿Qué rayos le pasa?
***
Cuando llegamos a la fiesta Clarissa parece normal y hasta veo sincero entusiasmo en so rostro dejando por completo atrás la tristeza anterior. Por lo que decido no preguntar nada dado que hasta puedo notar que su sonrisa es sincera. Así que saco las locas ideas de mi cabeza y me convenzo de que ella está bien.
La fiesta esta de maravilla y Clarissa y yo conocimos a los compañeros de James, Christopher y Jake, los cuales me cayeron muy bien Chris es un poco serio y muy maduro, mientras que Jake es todo lo contrario muy inmaduro y un coqueto sin remedio, en el momento en que lo conocimos empezó a coquetear con Clarissa y ella estaba encantada de que el famoso Jake Parker le estuviera coqueteando y aunque sentí celos no podía culparla cuando yo actúe de igual manera cuando conocí a Sally Holt, la actriz más famosa del momento, y tuvimos un descarado coqueteo con el que casi me muero. Mierda no todos los días conoces a una actriz tan famosa.
—Joder este lugar está lleno de tantas estrellas—dice Clarissa a mi lado viendo a todas las estrellas a nuestro alrededor. —y en serio no puedo creer que coquetearas con Sally Holt—por un momento creo que esta celosa, pero cuando volteo a verla tiene una gran sonrisa, verdadera, y sus ojos se iluminan con emoción genuina.
—Yo tampoco lo creo—porque es verdad en mi vida pensé que conocería a personas tan famosas y mucho menos pensé que podría coquetear con alguno.
—Bueno espero que estén disfrutando de la fiesta—volteamos a ver a James que viene de la mano con Molly Hoftman.
La verdad es que entiendo porque ha Christopher y Jake no le caen bien ella. Es bastante frívola, superficial, creída y muy manipuladora con James, tiene al pobre comiendo de su mano, ordenándole hacer lo que ella quiera y tengo el leve presentimiento de que puede que le esté poniendo lo cuernos, por la forma en la que se ha acercado a otros hombres, pero no soy nadie para juzgar sin pruebas y James parece realmente enamorado de ella o eso creo.
—Amor ya estuvimos aquí, no entiendo para que pasar otra vez—dice Molly mirando con desprecio a Clarissa. Ha cierto otra razón por la que no me cayó bien fue la forma en la que empezó a "indirectamente" insultar a Clarissa cuando este dijo que era camarera, aunque Clarissa no se quedó callada y se defendió así que digamos que estas dos no se llevan en lo absoluto bien y mientras Molly le lanza una mirada odiosa a Clarissa ella no se queda atrás devolviéndole el mismo odio en su mirada.
—Lo siento mi amor, solo quería ver como estaban mis amigos—ruedo los ojos, por lo dominado que esta esté tonto.
No nos dejan ni hablar, porque Molly toma la mano de James y se lo lleva lejos. Escucho a Clarissa bufar.
—¡Dios esa chica en serio que me cae mal! Por dicha puede cerrarle la boca cuando empezó a decir: "Que en su siguiente fiesta no había que invitar inmunda servidumbre". —Clarissa cuando dice lo último hace una extraña voz, me imagino que en un intento de imitar a Molly. —. Es que en qué siglo vive, ¿servidumbre? ¿Qué persona dice "servidumbre en el puto siglo XXI? —mi sorpresa es ver como la cara de Clarissa se va poniendo cada vez más roja conforme va recordando las cosas horribles que dijo Molly.
Cuando voy a decirle algo Sally se acerca a mi otra vez.
—Thomas te gustaría ir un momento conmigo a hablar—dice con voz muy seductora.
—Sally yo lo...—no puedo terminar porque Clarissa habla primero por mí.
—Claro que va a ir, yo estaré en el balcón para que hablen tranquilos—señala el lugar y antes de irse se alza un poco en sus tacones y se acerca para hablar en mi oído—¡Joder! ¿Por qué demonios ibas a rechazar a Sally Holt? No seas idiota capaz y hasta te pide una cita. —y dicho lo último se va rápido al balcón y me quedo solo con Sally que tiene una mirada seductora.
—Bueno asumiré que no son novios—dice mientras se acerca más a mí.
—No, somos buenos amigos—bueno me sentiría mal de estar otra vez coqueteando con Sally Holt con Clarissa aquí, pero básicamente ella me ha lanzado a los brazos de esta mujer. —¿De qué querías hablar? —pregunto con la voz un poco ronca.
—Ven conmigo, quiero más privacidad. —sin oponerme a nada dejo que me tome del brazo y me guie hasta un baño.
En el momento que entramos no da tiempo a decir nada porque con una fuerza sorprendente me empuja a la puerta y comienza a besarme. Al principio no sé cómo responder, pero no tardo en ponerme al día.
Nos besamos por un largo rato de forma apasionada, mis manos se encuentran en su cintura y las suyas tocan todo mi cuerpo y en este momento agradezco tanto hacer ejercicio porque parece que a ella le gusta lo que toca. Mi pene se siente muy despierto por la atención que está recibiendo mi cuerpo. Ella se presiona más a mi cuerpo y gime cuando siente mi erección yo también lo hago, Sally comienza a llevar sus manos más abajo, se desase de mi cinturón y desabrocha mi pantalón no perdiendo tiempo en meter su mano dentro de mi bóxer y agarrar mi erección, suelto un gruñido y cuando Sally baja mi pantalón y bóxer ella también comienza a bajar y veo claras sus intenciones. Cuando ya Sally esta de rodillas y con su boca muy cerca de mi pene, recuerdo a Clarissa.
Mierda.
***
—¿Clarissa? —me siento aliviado de encontrarla en el balcón que dijo que estaría.
—Tardaste—dice, por ahora solo miro su espalda ya que está apoyada en la baranda viendo la cuidad, pero aun así puedo notar que algo no está bien.
—Lo siento, Sally quería hablar de tener una cita y la conversación se extendió un poco—miento.
—Está bien—algo no está bien, es lo único en lo que puedo pensar.
Miro alrededor y veo lo que está mal.
En la pequeña mesa que está en el rincón del balcón, hay varias copas de Champagne vacías y una botella de whisky por la mitad, esto no me gusta nada.
Decido acercarme a Clarissa y cuando estoy al lado de ella veo el vaso de Whisky en su mano está vacío, y cuando miro su rostro veo muchas lágrimas caer por sus mejillas. Su otra mano está agarrando la baranda con mucha fuerza, lo noto por lo blancos nudillos. Cuando por fin alza la mira y me ve puedo ver la gran tristeza que embarga sus ojos y me duele verlo. Pero más que dolerme me da miedo que yo se culpable de poner esa tristeza hay y que en consecuencia bebiera dejando atrás dos años de sobriedad.
—No es tu culpa—no sé cuánto ha bebido, pero si no fuera por su aliento que huele muy fuerte a licor, podría creer que está bien por lo bien que habla. —. Estoy rota y soy una horrible persona—se quiebra y esta vez no es un llanto silencioso, no, esta vez suelta un gran sollozo y comienza a llorar muy fuerte y sin saber que más hacer le quito el vaso de las manos lo pongo en el suelo y la atraigo a mi para darle el consuelo que en este momento necesita.
Mientras abrazo a Clarissa y ella llora desconsoladamente. Me pregunto en que paso ¿Qué es lo que la llevo a beber de nuevo?
Holaaaaaaaaaa.
Nueva actualización.
Perdón porque no fuera antes, pero me había quedado un poco bloqueada, pero ya logré encontrar la forma correcta de como quería el capítulo.
Espero les guste este capítulo y me gustaría leer sus opiniones.
Como siempre nos leemos pronto.
July.
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