3. Las decisiones que tomamos

Clarissa

Día a día todos estamos tomando decisiones, todos los días tomamos más de veinte decisiones como mínimo, desde que abrimos nuestros ojos estamos decidiendo, que vamos a desayunar, que me voy a poner, como me voy a peinar, que camino tomar, en la cafetería tomo decisiones como a cual cliente atiendo primero, con que actitud lo atiendo, decido si quiero tomar el pedido en la libreta o lo memorizo, tomo la decisión de pedir ayuda o no, luego tomo la decisión de con quien voy a hablar en mi descanso, que es lo que hare al salir del trabajo, decido si quiero comida de afuera y que comida o mejor cocino, decido si voy a una reunión o mejor mañana. Ven constantemente estamos tomando decisiones.

Lo que me lleva al siguiente pensamiento ¿Quiénes somos nosotros para meternos con la decisión de alguien? Pues yo les diré. No somos nadie, no tenemos derecho alguno para meternos con lo que deciden los demás y nadie tiene ningún derecho de juzgar nuestras propias decisiones. ¿Saben por qué? Porque son nuestras decisiones y nosotros vamos a ser quienes afrontemos las consecuencias de ellas sean malas o buenas. Todos hemos tomado una decisión que se veía como una buena, pero cuando las consecuencias vinieron te das cuenta de que en realidad no era tan buena esa decisión y que en realidad era pésima, pero tu afrontaste las consecuencias puede que tuvieras apoyo para afrontar lo que vino, pero eras tú el que estaba viviendo lo malo y cuando esto pasa los demás se ven con el derecho de decirte por qué tomaste una mala decisión. Como odio a estas personas.

Cuando hace un año salí de rehabilitación muchas personas se vieron con el derecho de juzgar cada cosa que hice antes de ir a rehabilitación ¿Qué hice? Los mande a la mierda porque sí tome malas decisiones, pero esas personas no tenían la vida arruinada, esas personas no estaban tan mal que por un tiempo tuvieron que pedir limosnas, esas personas no pasaron por el proceso de desintoxicación, esas personas no tuvieron que empezar desde lo más abajo, no esas personas solo juzgaron y yo fui la que paso por todo eso. Tuve a Mérida tomando mi mano siempre que podía y yo la dejaba, pero ella era mi apoyo nada de eso le pasaba a ella. Así que el resto de las personas no tenían ningún derecho de juzgar ni mierda.

Ahora los demás piensan que me estoy equivocando en mi decisión de solo ser amiga de Thomas y adivinen que hago, exacto hago lo que hice en el pasado los mando a la mierda, al inicio lo hice con tacto ahora que han pasado dos semanas desde eso los mandos de forma muy directa a la mierda. No tengo ni idea de si tome o no la decisión correcta, pero el futuro y las consecuencias me lo dirán. No toda esta gente que se cree adivina. Además, se porque tome mi decisión, porque de los errores de nuestro pasado se aprende.

Estas últimas dos semanas he estado pensando mucho en lo que dijo Thomas en nuestra primera cita, eso sobre la segunda oportunidad en el amor ¿saben que creo? Que tiene razón, la primera vez que ame a alguien de forma romántica todo fue mal, por no pensar antes de actuar, pero tal vez esta sea mi segunda oportunidad una en la que, si pienso antes de actuar, como dijo Thomas: "Una segunda oportunidad en el amor" y si es así esta vez quiero que todo salga bien y para eso quiero hacer lo que para mí es lo correcto y mi decisión se siente como lo correcto.

—Estoy cansada—le digo a Mérida. Estamos hoy un domingo en mi cama, comiendo demasiadas cosas chatarra, con mi cabeza en su hombro y viendo una película de comedia romántica y ni idea de que va porque he estado más concentrada pensado en mis decisiones que en ver como esta gente se enamora.

—¿De que estas cansada? —me pregunta Mérida. Puede que tenga a mucha gente a mi alrededor en las cuales puedo confiar, pero Mérida siempre será mi favorita. Si de algo estoy segura en esta vida es de que mi otra mitad no es un hombre mi otra mitad es ella.

—De que todos estén hablando constantemente de que tomé la decisión equivocada con Thomas—no dice nada sabe que aún me falta mucho que soltar—, hasta los de alcohólicos anónimos se han puesto en posición de criticar lo que hice. ¡Ellos se atrevieron a eso! Se supone que nadie juzga que es un lugar seguro, pero nunca me había sentido tan atacada como la semana pasada—fue horrible recuerdo que todos me dijeron que era una idiota por hacer eso y que muy seguramente pronto me iba a arrepentir, me sentí tan mal que ese día terminé en casa de Mérida llorando, esas reuniones se volvieron mi lugar seguro y definitivamente ese día no me sentí segura.

—¿Vas a buscar otro lugar? —niego. Lo pase mal, pero sé que son humanos y merecen que les de otra oportunidad.

—Voy a volver, si me vuelven a atacar de esa manera busco otro, pero mi padrino me hizo ver que, aunque son personas que me pueden entender no son yo y cada uno piensa diferente, aunque hayan vivido cosas similares—digo recordando mi conversación de hace unos días con Pedro.

—Me parece bien—sé que quiere preguntar algo más, pero está tanteando el terreno para ver si es seguro preguntar lo que sea que quiera preguntar, aunque me puedo hacer una idea de que trata.

Esto no es nuevo en realidad siempre hemos funcionado así. Yo soy muy directa con ella así que si debo hacer una pregunta la digo sin rodeos o tacto voy de frente, pero Mérida no, ella debe evaluar como estoy antes de hacer la pregunta, piensa en cual podría ser mi reacción y cuando considera que será por lo menos razonable hace la pregunta.

—¿Qué ha pasado con Thomas? —lo sabía, era un poco obvio y además se había contenido bastante.

—Hemos hablado en estos días y nos hemos visto solo una vez desde ese día y fue un poco incomodo, pero nada del otro mundo. Era obvio que después de lo que dije las cosas se volvieran un poco tensas, pero creo que él lo da todo por perdido—digo con tristeza, la razón principal por la que tome esa decisión fue porque lo quería en mi vida, lo quería conocer sin presiones, no quería que se alejara cuando recién nos estábamos acercando.

—¿Por qué lo dices? —paso de estar con mi cabeza en su hombro a pasarla a sus piernas. Es mi clara señal para que me acaricie el cabello y ella lo capta perfectamente.

—No sé, pero creo que él tomo mis palabras como un jamás pasara nada entre nosotros y no como un tal vez—por más que ese día trate de dejar las cosas claras—. Puede que haya tomado la decisión correcta.

—¿Por? —ella sigue con las caricias y yo me voy durmiendo.

—Siento que él está buscando algo fijo ya, como si el tiempo de tener a alguien se le estuviera acabando—es de las tantas cosas que he pensado cuando trataba de ponerle un porque a que fuera tan rápido con nosotros.

—Recién lo conoces. Si de verdad lo quieres conocer esfuérzate por eso, si lo quieres en tu vida busca que así sea, pero si él no quiere tendrás que soltar y aceptar que no quiso quedarse, no puedes obligarlo tú puedes querer mucho algo, pero no puedes obligar al resto a querer lo mismo.

No decimos nada más, me quedo con lo último que dijo y eso es lo último que pienso antes de que el sueño me gane y termine completamente dormida.

***

Thomas

Dos semanas han pasado dos semanas desde esa conversación tan decepcionante con Clarissa, desde ese día hemos hablado un poco por mensajes y salimos otra vez, pero esta era en plan "amigos" y fue bastante incomodo, por más que no quería pensar en eso el recuerdo de que me había mandado tan rápido a la zona de amigos no dejaba de dar vueltas en mi cabeza. De verdad quiero entenderla, hablé en serio cuando le dije que aceptaba lo que ella me daba, que también la quería conocer a profundidad, pero cuando intento cumplir mi palabra el sentimiento de decepción que sentí y siento no me deja tranquilo.

Hace unas semanas estaba realmente contento de haberla conocido, pero ahora, aunque suene como un imbécil total, no quiero contestar más sus mensajes, una parte de mi quiere sacar lo poco que invadió mi sistema antes de que sea tarde para hacerlo. Porque si algo sé es que cuando te mandan a la zona de amigos de ahí no sales nunca más y si le hago caso a la otra parte de mí que quiere hacer caso a sus palabras y conocerla en profundidad, pero sin nada romántico en el futuro, sé que voy a caer aún más, porque por ella caí desde el momento que la conocí con esos ojos cafés casi negros, con esa sonrisa tan hermosa que tiene y los comentarios tan espontáneos y divertidos era imposible no caer, pero si la conozco en profundidad si llego a conocer cada cosa de ella, si conozco cada faceta, cada virtud y defecto. Nunca en la vida voy a poder sacarla de mi cabeza y si solo en poco tiempo ella causo muchas cosas locas en mi sistema no quiero imaginar que va a pasar cuando la conozca por completo. Por eso debo decidir en qué hacer.

Dejo aun lado mis pensamientos sobre Clarissa, aunque sea por un rato, para concentrarme en mi acompañante que viene entrando al restaurante donde quedamos.

—Amor mío, cuanto te extrañe. Sin ti mi vida no tenía sentido, cada día sentía como mi pobre corazón se rompía poco a poco, porque el siempre guardo un poco de esperanza de que volverías conmigo que un amor como el nuestro no podía tener ese final y me alegra haber guardado esperanza porque aquí estas de vuelta en mis brazos—todo esto lo dice James mientras me da un abrazo de muerte. De seguro las personas nos están viendo raro.

—Mi amor yo también te extrañe, pero agradecería que me dejaras respirar para vivir este momento—le digo James se ríe, pero por suerte me suelta—. Me alegra ver que sigues siendo el mismo loco que deje hace unos años y que la fama no se te ha subido a la cabeza—digo mientras él toma su lugar frente a mí.

James dirige un muy famoso programa deportivo llamado Sports Power juntos con otros dos hombres, el programa la verdad es bastante bueno y atrae bastante audiencia de ambos géneros, las mujeres en su mayoría lo ven porque los tres están muy bien físicamente y los hombres porque no solo son caras bonitas, saben de lo que hablan y lo hacen de forma muy profesional y luego están las personas que lo ven por ambas razones, en lo que a mí respecta el programa es fascinante en serio son buenos en lo que hacen.

—Es cierto que la fama trae sus cosas buenas, si en la universidad atraía a las mujeres, siendo famoso ni te imaginas, aunque ya he dejado esa vida—dice con una enorme sonrisa, este sí que cayo.

—Cierto háblame de la mujer que debe tener la paciencia de un santo para poder estar contigo en una relación seria—James es un gran tipo, pero hay que aceptar que la mayoría del tiempo piensa como un niño de ocho años.

—¡Ja, Ja! Que divertido te has vuelto en estos años—dice con sarcasmo—. Mi novia es fantástica se llama Molly y es modelo, pero también es muy madura y sabe lo que quiere en la vida. Chris y Jake la odian no entiendo por qué—lo dice con sinceridad—, pero es asombrosa y estoy seguro de que muy pronto estaré diciéndole que la amo—vaya esto no se ve todos los días, tal vez debería pedir un deseo ya saben cómo con un duende que, si ves uno pides un deseo, este caso sería si ves a un mujeriego enamorado pide el deseo.

—Jamás pensé que viviría para este momento—digo con sinceridad, el hombre era el mayor anti-compromiso que vi en mi vida.

—Lo mejor de todo está en que siempre pensé que sería un pésimo novio ya sabes a veces no funciono para escuchar los problemas de los demás o soy pésimo dando consejos o para consolar a la gente, pero con Molly no tengo que hacer nada de eso, porque por nuestras agendas casi no nos podemos ver y cuando nos vemos no gastamos el tiempo en cosas como esas—era muy bueno para ser verdad. Prefiero no decir nada y que solito se dé cuenta del gran error que está cometiendo, si ahora le digo el error de todo eso no me hará caso, está muy perdido, pero en algún momento la realidad le pegará en la cara ya vere como termina eso.

—Eso es...—ni idea de que decir—. Si está bien para ti pues genial.

Estoy muy seguro de que una relación así no tiene mucho futuro, puede que duren un tiempo si siguen con esa dinámica de nos vemos por poco tiempo, pero en el momento en el que estén por un largo lapso de tiempo juntos en el mismo lugar las cosas no irán bien.

—La próxima semana vuelve de Milán le hare una fiesta de bienvenida debes venir así la conoces y también a mis amigos del programa—un evento de celebridades nada mal ¿Quién rechazaría tal oferta?

—Me encantaría cuenta conmigo—antes de seguir hablando llega el camarero toma nuestras órdenes y luego volvemos a estar solos.

—Y cuéntame ¿Qué tal vas en la ciudad? —me pregunta con una gran sonrisa, se cuánto ama a esta ciudad en la universidad no dejaba de hablar sobre como vendría a la gran ciudad y viviría aquí por siempre.

—Fue una locura adaptarse, pero por fin lo estoy logrando aun no tengo muchos conocidos, pero un compañero del trabajo se ofreció a ser mi guía turístico lo cual fue de gran ayuda—bueno tal vez lo altere un poco en realidad era mi asistente y en realidad lo obligue porque me estaba perdiendo mucho, pero prefiero maquillar un poco el asusto.

—Ahora si lo que quiero oír ¿Qué paso con aquella chica? —suelto un gran suspiro—. ¿Tan mal?

—Me pidió que solo seamos amigos—la decepción es muy notoria en mi voz más de lo que me gustaría.

—Esa no es una linda zona y ¿Qué le dijiste?

—Que estaba bien...—y le comienzo a contar toda la conversación de esa noche.

—Te lo dije—si me lo dijo—, no debiste correr, ella tiene razón a penas se conocen y vienes saliendo de un divorcio hace nada es obvio que va a tener sus dudas. Deberías seguir su con lo que ella dijo conózcanse sin ninguna presión de por medio y ven que les depara el futuro. Thomas no todo en la vida debe ser planeado, no todo debe estar perfectamente premeditado y cuando las cosas no salen como quieres no deberías salir huyendo.

Continuamos un poco más la conversación y luego cambiamos de temas, pero nunca dejo de pensar en lo que dijo. Creo que ya sé qué decisión tomar.

***

Luego de la agradable cena con James y de unos cuantos consejos más de su parte, no entiendo como es tan bueno en esto y no se da cuenta de lo que podría salir mal en su relación. Después de despedirme de James y prometer que pronto volveríamos a salir subí a mi auto y en vez de ir directo a mi departamento decidí ir a otro lugar.

Manejo por unos quince minutos y por fin llego a mi destino, bajo del auto y milagrosamente alguien venia saliendo del edificio y no tuve que tocar el timbre subo las escaleras hasta el tercer piso y cuando llego a la puerta sin acobardarme la toco. Al inicio parece que no hay nadie, pero después escucho unos pasos y poco después tengo a una muy confundida Clarissa frente a mí.

—Lo lamento por haber hecho esto incómodo para ti, pero estaba decepcionado, eso no es escusa lo sé, pero no te quiero perder así sea como amiga y tienes razón necesito amigos así que prometo no volverlo a hacerlo incomodo y comencemos de nuevo como amigos—estoy hablando muy rápido así que tomo un respiro y sigo—. Mucho gusto Thomas Davis ¿te gustaría que nos conociéramos? —cuando termino extiendo mi mano y ella solo me mira confundida.

Y sigo esperando su respuesta. 

¿Y ahora que nos deparan el futuro de estos dos? 

Me gustó mucho escribir este capítulo, me gusta que poco a poco los vamos conociendo. Me fascina escribir los monólogos filosóficos de Clarissa creo que será de mis cosas favoritas, porque no crean que ese será el último. 

¿Qué piensan de Thomas?

Como siempre digo muy pronto nuevo capítulo, disfruten este y nos leemos pronto.

July. 


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