Capitulo 4:
Capitulo 4:
*Días después*
Narra Erick:
Nos encontrábamos en la sala de espera del hospital ya que mi alfa y yo habíamos hecho cita con mi Doctor para ver cómo estaba nuestro cachorro. "Nuestro cachorro" eso sonaba muy lindo ya que era de nuestro, aunque esté bebé no tenga la sangre de mi alfa, él lo amará porque para él ya es su hijo, además que tendrá una tía que lo consentirá muchísimo o al menos eso ha dicho Christhy Ann quien además me consiente todos mis antojos.
— Señor Colon y señor Vélez, el doctor De Jesús los está esperando. -dice la enfermera-
Christopher y yo nos levantamos para dirigirnos al consultorio de mi Doctor quién al verme se emocionó.
— ¡Erick! Qué alegría verte nuevamente. -dice Zabdiel para abrazarme- Veo que vienes acompañado. -dice el doctor mirando a mi alfa-
— Sí, te presento a Christopher Vélez, mi alfa. -digo con una sonrisa-
— Un gusto, Zabdiel De Jesús, soy doctor y amigo de este pequeño chihuahua bebé. -dice Zabdiel-
— ¡Zabdiel! -digo con un puchero-
— Mi amor, en eso sí estoy de acuerdo con tu amigo, eres un chihuahua bebé. -dice mi alfa con una sonrisa- Igualmente encantado de conocerte.
— Bien, ya que nos saludamos y presentamos, pasemos a la camilla para que te recuestes para ver cómo está tu cachorro –dice Zabdiel
— Es nuestro cachorro, ¿verdad alfa? -digo mirando a mi alfa a lo que él asiente-
— Corrección, su cachorro. -dice Zabdiel con una sonrisa-
Me recosté en la camilla para levantar un poco mi blusa dejando descubierto mi vientre. Vi que Zabdiel me aplicó el gel que estaba un poco frío para esparcirlo en mi vientre y después coloca el aparato en mi vientre.
— Bien, vamos a ver. -dice Zabdiel mirando la pantalla- Miren ahí está el pequeño cachorro. -dice el doctor señalando la pantalla-
— ¡Que cosita tan tierna! Veo que se parece mucho a mi omega. -dice mi alfa con una sonrisa-
— Todo está bien con el cachorro sus signos están estables. -dice Zabdiel mirando la pantalla-
— ¿Cuál es el aroma de nuestro cachorro? -pregunta mi alfa-
— Le había dicho a Erick que es a Chocolate. -dice Zabdiel- Bien, ya te puedes limpiar Erick. -dice el alfa para pasarme una toallita-
— Tengo que seguir tomando el ácido fólico. -digo mientras me sentaba en la silla-
— Sí, ya que esas vitaminas ayudan el crecimiento del cachorro. -dice el alfa para darme la receta- Bien eso es todo chicos.
Mi alfa y yo nos despedimos de Zabdiel para salir del consultorio y irnos hacía el estacionamiento para dirigirnos a la casa.
— Pequeño antes de encender el auto quiero darte esto. -dice mi alfa entregándome una bolsa de regalo- Ahí está algo para nuestro cachorro y otra cosa para ti.
Al abrir la bolsa solté un chillido de alegría ya que había un mameluco de osito que traía hasta su gorrito.5
— Alfa, está muy lindo en cuando nazca se lo vamos a poner. -digo emocionado-
— Lo eligió Christhy Ann –comento mi alfa- Busca ahora lo que es tuyo
Volví a dirigir mi mirada a la bolsa y vi una cajita roja al tomarla y abrirla vi un pequeño anillo haciendo que una expresión de sorpresa apareciera en mi rostro.
— Chris, ¿qué significa esto? -pregunto mirando a mi alfa-
— Esto pequeño es un anillo de promesa, se que apenas nos conocimos hace unos días, pero quiero que sepas que te amo a ti y a nuestro cachorro que amaré mucho porque es mi cachorro también, te voy a prometer en cuando nazca nuestro pequeño te entregaré otro anillo que significará otra cosa. -dice mi alfa con una sonrisa-
— Alfa, te amo mucho. -digo para tomar a mi alfa de su rostro y besarlo-
— Yo también, mi omega y a ti también pequeño. -dice mi alfa para dejar un beso en mi vientre-
Desde que me enteré de que estaba en cinta fue la noticia más feliz de mi vida, aunque para Joel, mi ex-novio no le cayó para nada bien la noticia él decidió abandonarme para irse con una omega, pero la vida me recompenso con un buen alfa de gran corazón que hizo que mi mundo se pusiera de cabeza, quién ahora ama a mi cachorro como si fuera suyo y me ama a mí. Cuando llegamos a la casa fuimos recibidos por Christhy Ann que había venido de visita.
— ¿Qué les dijo el doctor?, ¿Cómo esta mi sobrino? –pregunto animada, mientras preparaba algo en la cocina
— El cachorro esta perfecto hermana y su aroma es a chocolate –respondió mi alfa- ¿Qué estas preparando?
— Dulce de lechosa, una amiga venezolana que conocí en España me enseño a hacerlo y quise prepararlo hoy para ustedes –respondió mi cuñada
— Se oye delicioso –hable uniéndome a la platica
— Es delicioso cuñadito, en Venezuela este dulce es un manjar de dioses –dijo Christhy Ann- y déjenme decirles que llegaron en el momento justo porque ya está listo –dijo apagando la estufa
— Ya quiero probarlo –comento Christopher emocionado
— Solo hay que dejar que se enfrié un poco y podremos servir –dijo Christhy Ann
Y fue así que continuamos platicando hasta que Christhy Ann nos sirvió del dulce que había preparado y vaya que no mentía cuando dijo que era un manjar de dioses, ese dulce era un delicia y ella al notar cuanto lo disfrutaba no dudo en apartar una buena cantidad solo para mi, por estos detalles quiero mucho a mi cuñada.
Continuara...
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