Capitulo 3:
Capitulo 3:
Narra Christopher:
Después de salir del restaurante nos dirigimos a la empresa ya que tenía una junta con mi socio y gran amigo Richard Camacho, él era un alfa al igual que yo. Nosotros queríamos seguir preparando un proyecto que teníamos elaborando. Durante el trayecto no dejaba de pensar en lo que paso en el restaurante, llame a Erick, mi omega, algo en mi interior decía que lo reclamará, pero yo por el momento no quiero tener una relación será mejor tener mi distancia digo eso no nos afectará ni a mí ni a él. Al llegar a la oficina dije a Erick:
— Erick, cuando llegue el señor Camacho, que será en unos 5 minutos aproximadamente lo haces pasar a la sala de junta donde lo estaré esperando. -digo secamente para retirarme-
Me dirigí la sala de junta para preparar todo los documentos y presentación para seguir con los avances. Al pasar los 5 minutos vi que mi socio y gran amigo había llegado.
— ¡Hermano! -digo para saludarlo-
— ¡Hermano! -dijo Richard-
— Seguimos con el proyecto. -digo señalando lo de la mesa-
— Sí, estoy emocionado de darlo a nuestros demás socios. -dice Richard para sentarse al igual que yo-
Mientras Tanto En La Oficina de Christopher...
Luego de obedecer la orden de Christopher, Erick continuo su trabajo a pesar de lo triste que se encontraba pues creía que habia hecho enojar a su alfa y eso lo puso tan triste que su aroma a caramelo se torno agrio, cosa que no paso desapercibida por la hermana menor de Christopher quien ya había llegado del extranjero y decidió darle la sorpresa en la oficina a su hermano pero la sorprendida fue ella al encontrarse a aquel omega sumamente triste trabajando en la oficina de su hermano.
— Hola –saludo Christhy Ann- ¿Quién eres tu?
— Soy Erick Colon, el nuevo secretario de Christopher y tú quien eres –dijo el omega tratando de ocultar su tristeza-
— Soy Christhy Ann hermana menor de Christopher, mi hermano me hablo mucho de ti ayer, lo traes bobito y eso que te conoció hace poco –dijo la omega sonriendo ampliamente- dime ¿Por qué estas tan triste?
— Creo que hice enojar a mi alfa y eso me pone muy triste –dijo tratando de no llorar-
— Que te hizo el tonto de mi hermano para que creas eso pequeño –dijo la chica abrazándole-
— Me hablo muy secamente –dijo Erick correspondiendo al abrazo-
—Es un tonto, ya se dará cuenta no debió tratar de esa forma a su omega, ahora tranquilízate si que eso no le hace bien a tu cachorro –dijo la omega rompiendo el abrazo y viendo a Erick a los ojos
—Lo intentare –dijo Erick tratando de sonreír
—Vuelve a trabajar, yo saldré a checar que todos estén haciendo bien su trabajo y luego regresare a hacerte compañía –dijo la omega para retirarse de la oficina
La omega dejo la oficina e hizo exactamente lo que le dijo a Erick, luego de dar por finalizada la ronda volvió a la oficina para esperar a que su hermano llegara. Mientras tanto Christopher y Richard seguían en la sala de juntas analizando nuevamente cada detalle del proyecto que quería mandar al extranjero, ya que eso haría que más gente los conociera. Pasaron horas viendo todo cuando finalmente quedo listo.
— Bien, hermano finalmente acabamos; bueno yo debo retirarme me dio gusto verte. -dice Richard para despedirse-
— Igualmente, debo retirarme. -digo para salir a la sala de juntas-
Luego de dejar la sala de juntas Christopher se fue a su oficina pero no había llegado a esta cuando el olor a eucalipto de su hermana invadió sus fosas nasales, emocionado acelero el paso para llegar a la oficina en donde vio a su hermana parada en la puerta con cara de pocos amigos.
— Todo bien hermana –dijo el alfa extrañado por la seriedad que tenia la omega-
— A mi no me hables hasta que resuelvas lo que le hiciste a tu omega –dijo la omega molesta pasando por su lado sin siquiera mirarlo
Christopher si entender mucho entro a la oficina y allí vio a Erick que estaba todavía en su computadora viendo algunos pendientes, pero noto que en su rostro había una expresión triste.
— Erick, ¿estás bien? –pregunto acercándose a él-
— S-Sí... -dice el omega con la voz apenas audible-
En ese preciso momento el alfa entendió lo que le había dicho su hermana, sin decir más se acerco a él para abrazarlo y apenas recargo su cabeza en su pecho, escucho que empezó a sollozar al escucharlo lo aferro más a el porque sabía que él estaba así por su culpa.
— Perdóname, perdóname pequeño se que estás así por mi culpa; no debí tener esa actitud contigo cuando llegamos del restaurante. -dijo para dejar un beso en su frente-
— No me gusta que mi alfa este enojado conmigo. -dice Erick aún sollozando-
«¡Ya ves! ¡Por tu culpa nuestro pequeño está triste! ¡Imbécil! –lo regaña su lobo-»
Narra Christopher:
Mi lobo tenía razón por mi culpa Erick estaba así, se que dije que no quería una relación, pero ahora que Erick llego cambio todo mi mundo.
— Erick, perdón por mi conducta, pero yo no tenía pensado en andar con alguien, pero todo eso se fue a la borda cuando llegaste tú, déjame estar contigo como tu alfa, déjame ser el padre de tu cachorro.
— ¿Quieres ser el padre de mi cachorro, aunque no lleve tu sangre?
— Tu eres mi omega y ese cachorro que está en tu vientre, no importa si no lleva mi sangre. -digo mientras tocaba su vientre- Es mi cachorro. -digo con una sonrisa- ¿Me dejarías también ser tu alfa?
— A mi lobo y a mi nos dará mucho gusto. -dice mi omega ya con una sonrisa-
— Veo que ya conociste a mi hermana menor –dije sonriendo ampliamente-
— Ella fue muy buena conmigo y me hizo compañía mientras estuviste ocupado con tu socio, incluso intento animarme –comento el omega
— Típico de Christhy Ann, ella no quiso hablarme hace rato y me dijo que no lo haría hasta que arreglara lo que te había hecho –comente-
— Para ser una omega tiene un carácter fuerte –dijo Erick-
— Siempre lo ha tenido, Dime pequeño tienes hambre. -digo mientras acariciaba su mejilla-
— Sí, quiero comer carne. -dice mi omega con un puchero-
— Te llevaré a un restaurante donde sirven una carne deliciosa. Pero antes... -digo para después agacharme quedando frente a su vientre- Hola cachorro sé que me porte muy mal con tu papi ya le pedí perdón, pero quería saber si tú me perdonas. -digo a lo que recibo una patada como respuesta-
— Eso fue un sí. -dice mi omega con una sonrisa-
— Bueno, entonces vamos por Christhy Ann para ir a comer porque no quiero que te pongas como un chihuahua bebé enojado. -digo con una sonrisa-
— ¡Chris! -dice mi omega con un puchero-
— Es broma pequeño. -digo para abrazarlo a mi omega de la cintura-
Ambos salimos de la oficina y nos reunimos con mi hermana quien se alegro por ver que ya había resuelto las cosas con mi omega. Dejamos la empresa no sin antes poner la alarma de seguridad y cerrar la empresa para irnos al estacionamiento y subirnos a nuestros autos pues mi hermana tenía el suyo para dirigirnos al restaurante de carnes donde ya me conocían.
— Buenas noches Señor Vélez. -dice Alan, el mesero-
— Buenas noches Alan, quiero una mesa que esté disponible en la terraza. -digo con una sonrisa-
— Claro que sí, síganme. -dice el mesero con una sonrisa-
Seguimos a Alan para ir a la mesa que le pedí donde tenía una hermosa vista hacía la ciudad.
— ¿Qué van a pedir? -pregunta el mesero sacando su libreta-
— Yo lo de siempre, que vas a pedir tu pequeño. -digo mirando a mi omega-
— Yo quiero un corte suave de carne y puré. -dice mi omega con una sonrisa-
— y tu hermana ¿Qué vas a pedir? –dije viendo a mi hermana-
— Sabes muy bien que las chuletas de siervo al vino son mi platillo favorito cuando de carnes se trata –dijo mi hermana-
—Lo sé, ya escuchaste lo que desea la chica –dije viendo al mesero-
— Bien, en un momento se los traigo. -dice el mesero para retirarse-
Nos quedamos solos nuevamente así que me acerque a mi omega para abrazarlo de la cintura, no entiendo como pude ser tan estúpido para rechazarlo.
— ¿Cómo pude tratarte así? -pregunto mientras dejaba un beso en su frente-
— Creo que no estabas pensando en claro. -dice mi omega con una pequeña risa-
— Concuerdo con tu omega hermano, a veces actúas sin pensar claramente –hablo mi hermana-
— Tienen razón –digo riendo- Dime hermana como te fue en tu maestría
— Muy bien hermano hasta me salió una oferta de trabajo en España, pero elegí volver, necesitaba estar cerca de los míos –comento Christhy Ann
— Y qué bueno que elegiste volver porque ya te extrañaba, al igual que Enila –comente
— Pasare a saludarla antes de irme a mi apartamento –dijo mi hermana a lo que yo la mire sorprendido- Si hermano compre un apartamento para mis pues tu ya tienes a tu omega y van a necesitar espacio en la casa, además que pronto encontrare a mi alfa y también necesitare mi espacio
— Aun estas muy chiquita para andar buscando a tu alfa hermana –gruñí un poco celoso
— Tengo 25 años Christopher Veléz, ya estoy en edad de encontrar a mi alfa –dijo mi hermana
— Tu hermana tiene toda la razón alfa, ya ella está bien grandecita para empezar a buscar a su Alfa –hablo mi omega uniéndose a la platica
— Tienes razón pequeño, pero me cuesta solo un poco aceptar que mi pequeña hermanita ya no esta tan pequeña. -digo con una sonrisa
— Pues tienes que aceptarlo, Christhy Ann ya creció –dijo Erick sonriendo
—Gracias por el apoyo cuñado –dijo mi hermana sonriéndole- Una pregunta ¿ya has ido con el doctor?
— No, como tenía poco dinero no me alcanzaba y no he podido ver cómo está mi cachorro. -dice mi omega- Pero lo que si me dijeron es que era un niño. -dice mi omega acariciando su vientre-
—Yei, seré tía de un lindo niño –dijo mu hermana emocionada
—El fin de semana iremos con tu doctor para que podamos ver a nuestro cachorro. -digo para entrelazar su mano con la mía-
Minutos después regreso Alan con nuestra cena, así que empezamos a comer ya que teníamos hambre, en especial Erick que comía por otra pequeña criatura que estaba en su vientre. Sé que ese cachorro no tiene mi sangre, pero yo lo trataré como si fuera mío, le daré todo el amor y cariño que el otro imbécil no le quiso dar.
Continuara...
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