36. Faro

Capítulo 36: Faro

El dolor de una pérdida es una sensación agonizante. Te hace sentir impotente porque, aunque hubieras querido evitarlo, no estuvo en tus manos poder hacerlo. Algunas cosas pasan para ponernos a prueba. Porque la vida es caprichosa y se empeña en poner obstáculos en el camino a la felicidad, creyente de que sin esfuerzo no se puede alcanzar esa anhelada felicidad.

Es agonizante ver que alguien se ha ido para siempre de tu vida, incluso cuando ni siquiera lo has conocido. Pero el dolor está en haber destrozado las expectativas e ilusiones de haber tenido la oportunidad de haber compartido momentos con ese alguien. Quizás la ilusión no nos duró más que un mes, pero fue suficiente para saber que todos esperábamos tener un pequeño bebé entre nosotros.

Y aunque yo no fui la que lo cargaba en su vientre, el dolor se siente propio. Las lágrimas no dejan de caer por mis mejillas durante el viaje y mi novio no dice nada, pero acaricia mi mano cada vez que puede. Sé que también le entristece saber esta noticia y aunque no haya sido tan efusivo, le agradaba la idea de que su primo y mi amiga fueran padres.

Al llegar al edificio de Kate decido tomar el consejo de Ashton. Pese a que a mí también me duele mucho, intento hacer mis sentimientos a un lado y concentrarme en lo que más importa ahora: Kate y Dylan.

El trayecto en el ascensor es tenso y silencioso. Ashton aprieta mi mano para darme apoyo, sabe que también me sienta un poco fuerte la noticia. Caminamos por el pasillo y cuando vamos por la mitad la puerta del departamento se abre y sale Dylan seguido de Kyle. El castaño tiene una expresión tan angustiada y está muy desalineado. Sus ojos están rojos y sé que se está conteniendo para no llorar. Me alejo de Ashton y lo intercepto en un abrazo. Veo a Kyle detrás y parece preocupado, igual que triste.

Los brazos de Dylan rodean mi cintura y me abrazan con fuerza. Afianzo un poco más el abrazo y acaricio su cabello. El dolor debe estar matándolo. Él realmente amaba la idea de ser papá. Escucho su respiración agitada sobre mi oído y acaricio su espalda con suavidad.

—Está bien —susurro besando su hombro. No dice nada, sólo me abraza. De reojo veo a Kyle y Ashton con expresión realmente triste—. Te amo, primo —murmuro tragando el nudo que se ha formado en mi garganta. Él no necesita más personas llorando a su alrededor y recordándole que ha perdido una de las cosas que más deseaba: ser padre.

—Se fue… —farfulla con la voz quebrada y enviando punzadas a mi corazón—. Él se fue.

—Lo sé.

—Duele tanto —Gime y entonces lo escucho sollozar junto a mi oído. Muerdo mis labios para no acompañarlo y siento sus lágrimas en mi hombro—. Yo lo quería… Lo amaba —No sé qué decir. Me siento impotente al saber que no puedo hacer más que abrazarlo y decirle que estoy aquí para él—. No es justo…

—No lo es —susurro besando su mejilla y acariciando su cabello. Lo aparto un poco para mirarlo a los ojos y la imagen me rompe el corazón—. Quizás no lo conocimos y no estuvimos mucho tiempo compartiendo con él, pero siempre lo recordaremos —Limpio sus lágrimas con mis dedos y no dejo de verlo a los ojos—. Lo llevaremos en nuestros corazones y vamos a recordar lo bien que nos hizo saber y sentir su presencia entre nosotros —Asiente, pero las lágrimas no dejan de caer, no me ha soltado de su abrazo—. Estarás bien, sé que te duele ahora, pero la herida sanará.

—Él iba a hacerme papá —dice y trago duro reprimiendo mis lágrimas antes de negar con mi cabeza.

—Él te hizo papá —Solloza y vuelve a abrazarme con fuerza. Suspiro sintiendo que mi corazón se fragmenta en mil pedazos—. Nunca dejarás de serlo —murmuro mientras él llora en mi hombro.

Ashton se aproxima un poco a nosotros y acaricia la espalda de Dylan. Gime llorando y entre hipidos se aparta de mí para abrazar a Ashton. Suspiro cubriendo mi boca para no sollozar. Siento el brazo de Kyle rodear mis hombros y abrazarme. Contengo mis deseos de llorar e intento calmarme mientras veo a Ashton susurrarle cosas a su primo. Sus ojos se encuentran con los míos y me señala el departamento para que vaya. Miro a Dylan algo dudosa, pero Ashton asiente asegurando que se encargará de él.

Con un nudo en el estómago me separo del castaño y termino de llegar al departamento. La puerta está entreabierta. Respiro hondo antes de entrar. El departamento de Kate siempre me pareció muy bonito y ordenado. Ella al igual que yo le gustaba tener siempre todo ordenado y sus muebles combinan con el color celeste de sus paredes. Tonos pasteles y suaves se perciben haciendo que el lugar se vuelva dulce como el caramelo. Las chicas no están en la sala, pero escucho sus voces en el pasillo. Un gran peso se instala en mi pecho mientras me dirijo a la habitación de Kate, en la que tantas veces me he quedado a dormir junto a las chicas.

Empujo la puerta y la imagen me desgarra el corazón. La castaña está sentada al borde la cama y mira la pared fijamente. No dice nada, no se mueve y no llora. Sus ojos están irritados y su nariz roja, sé que ha estado llorando. Drew peina su cabello y Amber está sentada a su lado diciéndole cosas. La pelirroja me mira consternada y hago una mueca acercándome a mi amiga que no despega los ojos de la pared. Me arrodillo frente a ella y acaricio sus piernas antes de mirarla a los ojos.

—¿Kate? —Sus ojos me ven algo confundida, parece perdida—. Cariño, ¿cómo te sientes? —pregunto con voz suave. Lo sé, es una pregunta de mierda, pero es necesaria para que ella hable y se desahogue. Tomo una de sus manos y la aprieto mientras corro el cabello de su rostro.

—Lo perdí —musita con voz ronca y apagada. Asiento dando a entender que lo sé—. Ya no está conmigo —Su mano va hacia su vientre y lo acaricia levemente. Sus ojos se ven vidriosos y perdidos—. Ni siquiera pude tenerlo mucho tiempo.

—Cariño, son cosas que a veces pasan —murmuro no sabiendo muy bien qué decir—. Piensa que eres una mamá muy bonita y joven. Pueden volver a intentarlo —Asiente distraída. Beso su frente y luego sus mejillas y su nariz mientras la abrazo—. ¿Quieres hablar de ello?

Respira hondo y se deja caer hacia atrás, en las piernas de Drew que le acaricia el rostro. Me siento al otro lado de Kate mientras ella mira el techo de su habitación. Se queda en silencio y no digo nada, pero miro a Amber que también me mira mientras acaricia su brazo.

—Estaba mirando una película con Dylan —susurra con voz suave y ronca. Sus ojos no se despegan del techo—. Era de fantasía y me estaba aburriendo. Casi me quedo dormida en el sillón —Con una mano acaricia su vientre—. Comencé a sudar y me dolía el vientre —Su ceño se frunce—. Creí que quizás tenía diarrea, así que fui al baño. Las contracciones me dolieron bastante y no entendía nada. Grité del dolor, o eso creo, porque Dylan vino a verme enseguida —Sus ojos están llenos de lágrimas y los cierra, pero algunas escapan de ellos—. Él vio la mancha de sangre antes que yo y me ayudó a ir al hospital. No dejaba de doler y había demasiado ruido en el hospital. El doctor nos atendió enseguida y lo confirmó —Abre sus ojos mostrando esos preciosos zafiros inundados en lágrimas—. El bebé se había ido —Solloza cubriendo su rostro—. ¡Mi bebé se fue! —exclama llorando y me recuesto junto a ella para abrazarla—. ¡Y es mi culpa! ¡Dylan debe odiarme! —grita mientras Drew limpia sus lágrimas y Amber solloza junto a la castaña.

La escucho gritar y llorar. La abrazo y limpio sus lágrimas. La dejo llorar su pérdida y un par de lágrimas también escapan de mis ojos. El abrazo grupal provoca que mi amiga llore mucho más, pero es necesario. Debe descargar todo su dolor e ira. Su dolor me atenaza el corazón, más al sentirme tan impotente como para evitar que ella sufra. Si tan sólo pudiera hacer algo para que ella no esté sufriendo esta pérdida ahora mismo, lo haría. Haría cualquier cosa para que ella no llorara, lo que sea para aliviar su dolor.

Cuando parece que ya no puede llorar más y su rostro está bastante hinchado y rojo, acomodo su cabello sin dejar de mirarla.

—Se ha ido, cielo. No es tu culpa que lo haya hecho —murmuro besando su mejilla y logrando que me mire a los ojos. Lo que daría para ver su sonrisa de nuevo—. Algún tendrás un bebé en tus brazos apreciando la maravillosa madre que eres —aseguro acariciando su mejilla—. Dylan no te odia, estas cosas suelen pasar. El primer trimestre es riesgoso y decisivo —Asiente lentamente con su cabeza—. Él está tan triste como tú, pero nunca podría odiar a su Maravilla.

—Eso, bonita. Esto es una experiencia como tantas otras que experimentarás junto a él —dice Drew con una media sonrisa—. Su relación está bien y él te ama. Más adelante pueden volverlo a intentar.

—No es el fin, sólo es un mal momento —anima Amber—. Piensa en los recuerdos bonitos que te quedan de ello y en que gracias a él descubriste que tienes un gran deseo por ser madre junto a Dylan.

—Cielo, prometo que dejará de doler —Beso su frente y ella asiente, pero aún tiene expresión triste. Es normal. Su tristeza no se irá por tener una charla con nosotras, pero sé que podrá ver las cosas desde otro ángulo y no se hundirá en el dolor para siempre—. No estás sola, nos tienes a nosotras siempre. Para ti y para Dylan. Estamos para ustedes.

Alguien se aclara la garganta y las cuatro miramos hacia la puerta. Dylan se acerca lentamente hacia la cama. Tiene el cabello desordenado y los ojos irritados e hinchados. Parece que varias lágrimas se acumulan en sus ojos.

—¿Me dan un momento con Kate? —pide y es extraño escuchar que la llama por su nombre y no por el apodo con el que la bautizó hace meses. Creo que escuchar un jadeo de parte de Kate, pero no digo nada. Beso su frente antes de ponerme en pie junto a las demás y cuando paso al lado del castaño beso su mejilla y acaricio su cabello dedicándole una pequeña sonrisa.

Amber cierra la puerta al salir y las tres caminamos hasta la sala. Kyle y Ashton se encuentran cerca de la puerta. Nos acercamos a ellos y Drew se abraza al cuello de su novio antes de comenzar a sollozar. Escucho gritos de la habitación y la piel se me pone de gallina cuando distingo el llanto de Kate una vez más. Respiro hondo y Ashton entrelaza su mano con la mía mientras Amber se abraza a mi brazo.

—Ya es medianoche y por más que quisiéramos quedarnos con ellos, es necesario darles su espacio para que puedan hacer su duelo —dice Ashton con voz suave. Su mirada es ausente y soy capaz de ver sus ojos irritados—. Debemos marcharnos a casa. Ellos estarán bien.

—Vamos, conejita. Mañana volveremos —susurra Kyle abriendo la puerta con ella abrazada a su cuello.

Abandonamos el departamento en silencio y en el estacionamiento nos despedimos de Kyle y Drew. Ashton decide llevar a Amber al departamento de Julian, parece que estaba preocupado por ella. Ninguno decimos nada y ni siquiera hay música acompañando el viaje. Es un silencio tormentoso el que nos acompaña y puedo estar segura de que aún seguimos procesando la información.

Ashton se queda a dormir en mi departamento, pero no puedo conciliar el sueño. No dejo de pensar en ese bebé, en el llanto de Kate, en la angustia de Dylan. Puedo percibir que mi novio tampoco se duerme fácil porque sus caricias en mi vientre. No puedo verlo porque estoy de espaldas a él, pero sé que sigue despierto.

—¿Crees que ellos se separen? —pregunto luego de unos minutos en total silencio. Por un momento creo que se ha quedado dormido, pero luego lo escucho y siento suspirar cerca de mi cuello.

—Quiero creer que no, pero no estoy seguro. No es fácil lo que están pasando ahora.

—No puedo creer que lo hayamos perdido —susurro sintiendo la angustia invadirme una vez más—. Yo quería mimarlo y ser una de sus tías favoritas.

Siento que besa mi cuello y hombro.

—Yo también, pero no es culpa de nadie —dice dándome la vuelta y me encuentro con sus ojos verdes. Acaricia mi mejilla y aun en la oscuridad puedo ver sus ojos llenarse de lágrimas—. Lamento haber estado un poco ausente y callado. No es fácil para mí esta situación.

Niego con mi cabeza y acaricio su mejilla.

—Todos estamos un poco afectados por la noticia, lo comprendo —Niega con su cabeza y siento una de sus lágrimas caer sobre mi rostro antes de ocultarse sobre mi cuello y comenzar a llorar—. Ashton…

—Yo también lo perdí —Solloza.

Acaricio su espalda y cabello intentando tranquilizarlo mientras llora sobre mi cuello. Ashton no llora casi nunca. Lo he visto hacerlo cuando nos asaltaron, aquella vez en la que tuvimos la reconciliación luego de la llamada de Jordan y esta noche en el auto.

—Todos lo perdimos —murmuro dejando un beso en su hombro.

—No, Ari —dice negando su cabeza y alejándose de mi cuerpo. Verlo llorar hace que un peso se instale en mi pecho. Odio verlo mal—. Yo perdí un bebé.

Respiro hondo y creo que me siento un poco mareada por su declaración. ¿Perdió un bebé? ¿Ashton iba a ser padre? ¿Qué pasó con la mujer? ¿Era Elise? ¿Fue Alexa? Enciendo la lámpara y me incorporo en la cama para mirarlo fijamente. Este no es para nada el Ashton seguro y calmado que siempre he visto. Quiero preguntarle muchas cosas, pero las palabras no salen de mi boca. Estoy un poco aturdida por todo lo que ha pasado esta noche y ahora se me dificulta procesar lo que está diciendo mi novio. Trago el nudo que se ha formado en mi garganta y no puedo dejar de verlo fijamente mientras lágrimas aún descienden por sus mejillas.

—¿Cómo dices?

—Fue hace unos años, después de Alexa —murmura mirando la cama—. Se llamaba Sarah, la conocí cuando tenía veintitrés. En ese momento estábamos muy enfrascados con No Excuses. Tocamos en un bar y luego ella se acercó para hablar con nosotros y decirnos cuánto le gustó nuestra música —Se recuesta en el cabecero de la cama—. Tomamos un trago y ella me gustó desde el inicio. Era preciosa, divertida y simpática. Me dio su número y comenzamos a hablar todos los días. A los chicos les caía muy bien y bromeaban con ella como lo hacen contigo.

Trago duro al escucharlo. Estoy un poco nerviosa por lo que me está contando, pero quiero escucharlo porque de alguna manera sé que Sarah podría ser la única ex de Ashton que no acabó con una infidelidad. Aunque tengo la certeza de que también le rompió el corazón.

—¿Qué pasó?

—Nos hicimos novios a las semanas. Iba a vernos a todos los conciertos que dábamos y a todos los eventos. Ella era algo así como nuestra representante —murmura cerrando los ojos—. La amaba. No podía no hacerlo. Ella me atrapó desde el primer momento. Siempre me alentaba a no rendirme y continuar, me inspiró a escribir muchas canciones.

—Suena a que era genial —digo acariciando su mano. Abre los ojos y asiente mirándome por unos segundos antes de mirar al frente.

—Lo era. Fuimos novios dos años. Recuerdo que quería casarme con ella y estaba ahorrando para comprar un anillo —Me remuevo un poco incómoda, pero no digo nada. Quiero seguir escuchando—. Y luego ella me dijo que estaba embarazada. Fue una de las mejores noticias que me dieron en mi vida. Estaba como loco, recuerdo que cuando me lo dijo fuimos a una tienda de bebés y compramos un montón de cosas —Sonríe, pero las lágrimas vuelven a inundar sus ojos—. Una noche tuvimos que tocar en un casamiento y ella iba a ir a vernos con dos amigas. Esa noche fue eterna. Tocamos por mucho tiempo, pero jamás pude encontrarla entra la gente. Ni a ella ni a sus amigas —Aprieto su mano sintiendo que se viene lo peor—. Cuando acabamos de tocar recibí una llamada de ella. El hospital, me dijeron que estaban las tres en el hospital luego de un accidente en la ruta. Cuando llegamos me encontré con sus padres llorando, me dijeron que no había sobrevivido y el bebé tampoco. Ella tenía cuatro meses —Llora y niega con su cabeza—. Perdí a mi hijo y a la mujer que amaba.

Limpio sus lágrimas sintiendo su dolor como el mío propio. ¿Cuánto han hecho sufrir a Ashton? ¿Por qué alguien tan bueno como él ha sufrido tanto? ¿Por qué estas cosas siempre les pasan a las personas buenas? ¿Por qué lo han destrozado tanto? Y, sin embargo, con tantos golpes y caídas, él continúa. Él sigue levantándose y amando. Él sigue intentando. Busca su felicidad.

—Lo lamento —susurro acariciando su mejilla—. No puedo imaginar lo que se sintió haberlos perdido.

Suspira.

—Fue como si me arrancaran el corazón —dice acariciando mi mano—. Y ahora Kate y Dylan perdieron su bebé… Los recuerdos regresaron… Y… —balbucea y lo atraigo hacia mí en un abrazo. Escucho que una vez más vuelve a llorar y me gustaría hacer mucho más que abrazarlo para que el dolor se vaya—. Los extraño tanto…

Siento una punzada en el pecho, pero la ignoro y beso su rostro mientras nos balanceo suavemente.

—Estoy segura de que ella fue muy feliz contigo —murmuro aun escuchando su llanto y sintiendo a sus manos abrazando mi cuerpo—. Ella amó cada segundo compartido contigo y aunque no pudieron seguir experimentando su vida juntos, piensa que al menos pudieron compartir un par de años. Pudieron coincidir y amarse.

No dice nada, pero escucho que poco a poco deja de llorar. Es mucho para asimilar, pero soy capaz de ver la magnitud de los sentimientos de Ashton. Que, aunque él siempre tenga una sonrisa para mí y comentarios optimistas, ha sufrido mucho y se ha levantado cada que vez que ha caído. Es como un ave fénix renaciendo de sus cenizas.

—Dime que al menos logré que te sintieras un poquito mejor, porque sé que soy un asco consolando personas o interactuar con ellas, pero me sentiría una novia horrible ahora mismo si no conseguí nada —digo y escucho que ríe brevemente antes de alzar su cabeza y mirarme. Sus ojos están irritados y sus mejillas empapadas. Paso mis dedos por ellas y beso sus labios—. Se siente horrible verte llorar, por favor regálame una sonrisa —pido acariciando sus mejillas y cuando lo intenta, sólo hace una mueca—. ¡Qué cosa más horrible, Ashton! —Sonríe de verdad y beso su nariz—. Haría cualquier cosa para verte sonreír.

—Eso fue cursi.

—Sí, desventajas de ser tu novia —murmuro y él vuelve a sonreír—. También está el hecho de lidiar con tus primos y el excesivo cariño que me dan…

—A ti te encanta que te abracen todo el tiempo —replica con una pequeña sonrisa.

—Quizás —concedo con una ligera sonrisa—. Luego está el hecho de que debo esforzarme al máximo para ser una gran novia y estar a tu altura.

Frunce el ceño y ladea su rostro. Al menos he logrado que deje de llorar.

—¿Esforzarte al máximo en qué? ¿Qué quiere decir eso?

He hablado de más. Sonrío y niego besando sus labios.

—Nada, vamos a dormir —Apago la lámpara y me acuesto sobre su pecho. No dice nada, pero a los segundos me doy cuenta que no está tan dispuesto a dormir—. No tienes sueño, ¿verdad?

—No creo poder dormir.

Suspiro pensando en alguna idea para que ambos podamos conciliar el sueño. Hemos llorado bastante y pasado grandes momentos de tensión, pero necesitamos dormir para reponernos un poco.

—¿Quieres que cante?

Una vez leí que la música ayudaba a relajar, igual que cantar. Supongo que podría intentarlo para esta ocasión. Así que canto en voz baja para mi novio durante un buen rato hasta que siento su respiración profunda y al alzar el rostro compruebo que evidentemente se ha quedado dormido. Lo observo durante unos minutos admirando toda esa fortaleza que posee y todo el amor que es capaz de brindar. Quiero apoyarlo siempre, limpiar sus lágrimas y sacarle sonrisas. Quiero ser su faro.

***************
Lloré tres veces escribiendo este capítulo, espero que al menos algo les haya provocado.

Gracias por leer y votar🖤

Besos🖤

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top